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lunes, 24 de noviembre de 2014

Inclusión básica universal

En los últimos tiempos la propuesta de Renta Básica (RB) está pasando al debate general gracias al auge de Podemos pero, a la vez, parece que algunos de sus proponentes la han dejado en una mera aspiración a largo plazo en favor de un arreglo más convencional, ya en marcha en algunos lugares: una Renta de Inserción, condicionada a no tener más recursos. Esta última no dejaría de ser un buen paso en la medida en que logre cumplir con el principio de inclusión. De hecho quienes están promoviendo una ILP en favor de una Renta Básica también plantean abordarla en dos fases, adoptando en primer lugar una Renta de Inserción. Sin embargo es necesario poner de relieve que la diferencia entre una y otra propuesta no es meramente cuantitativa sino que la RB, al cobrarla todo el mundo, resolvería una carencia esencial de nuestra sociedad que no puede resolver ninguna otra medida de inclusión y que, lejos de ser accesoria, está en el origen de muchos de nuestros males: una falta de libertad que nos lleva a ser irresponsables con el futuro común.

Esto hace que la RB tenga su propio sentido. Trataré de explicarlo después de mencionar algunas limitaciones de las demás medidas de inclusión también necesarias. Aquí me centraré en el problema que supone esa falta de libertad aunque tiene otras virtudes propias, como suele explicarnos Daniel Raventós, por ejemplo en este artículo reciente


“En cuanto a la universalidad, hay muchas razones. Citaré algunas pocas: porque evita la estigmatización de los perceptores, porque también impide la intromisión en su vida, porque ahorra muchísimos recursos en costos de administración que pueden ser empleados en aspectos mucho más interesantes, porque evita la discrecionalidad, porque mitiga algunas tentaciones del pequeño fraude fiscal [como el trabajo en negro para no perder los subsidios condicionados], porque así es una medida esencialmente preventiva de la exclusión.”


Redistribución sin crecimiento (1/3)

De entrada, suele cuestionarse si es justo que una renta que intenta liberarnos de la penuria y de la dependencia económica sea cobrada también por quienes no tienen problemas económicos. La premisa que no siempre se comprende es que esta propuesta no se limita a la entrega de una renta sino que es necesario observarla como un sistema de redistribución que incluye otra forma de recaudar. No todo el mundo sale ganando. Se crea un flujo de dinero de ida y vuelta, pero en el movimiento de vuelta habrá cambiado la distribución de esas mismas rentas, con unos claros ganadores y unos claros perdedores, (los más pudientes), en un porcentaje que variará en función de cómo se concrete la forma de recaudarlo.

Del otro lado, cuando sus detractores dicen lo que habría que recaudar para una Renta Básica nunca dicen que ese mismo dinero volvería a la ciudadanía, la tratan como un coste. Dan a entender que es un mero detraer dinero de nuestros ingresos sin tener en cuenta que este vuelve a las manos de la población que la sufraga, sólo que con otra distribución. Tendría algún sentido que plantearan cómo debería ser esa nueva distribución pero no discutir una equivalencia contable.


http://www.ilprentabasica.org/
https://twitter.com/ilprentabasica
La RB es una forma de reorganizar entre todos el mismo dinero disponible dentro la economía privada: no se da un mayor trasvase de fondos al sector público. El papel del estado en cuanto a esta medida sería meramente administrativo. En realidad no es tanto una intervención del estado como la introducción de un criterio ético en el resultado económico: estaríamos matizando políticamente entre todos la distribución de las rentas que el mercado por sí mismo asigna de un modo abusivo y excluyente. Es una lógica que podría aplicarse a cualquier comunidad. Sea cual sea el nivel de producción, siempre es posible decidir esta redistribución basal de una parte de los excedentes. De hecho suele proponerse en términos relativos, por ejemplo indexada con el umbral de la pobreza, que también es una cifra relativa, derivada de los ingresos en el país de cálculo. Es decir, la Renta Básica es una proporción.

Discutir si la RB es financiable no es más que cuestionar hasta qué punto estamos dispuestos a sacrificar riqueza y lujo en favor de una mayor justicia económica y de una libertad básica para todos. En los términos en que está planteada, la RB es posible por definición. No se trata de cuánto dinero es necesario para implementarla sino de cómo administramos esa renta per cápita que nunca incluye, si quiera un poco, a todas las cabezas. Pero en realidad a las élites no les importa que pueda hacerse sin disminuir la renta disponible para el conjunto de los ciudadanos. Simplemente les aterra que dejemos de ser tan dependientes de quienes ya tienen mucho. Sin represión económica no podrían imponernos con tanta facilidad su visión economicista de la vida, esa que nos ata a la necesidad de crecimiento económico.


“Como lo expresa Wallich tan francamente en defensa del crecimiento: “El crecimiento es un sustituto de la igualdad en el ingreso. En tanto haya crecimiento hay esperanza y, eso hace las grandes diferencias en el ingreso tolerables” (1972). Somos adictos al crecimiento porque somos adictos a las grandes desigualdades en la renta y la riqueza. ¿Qué ocurre con los pobres?. ¡Dejemos que coman crecimiento! ¡Mejor aún, dejemos que se alimenten de la esperanza de crecimiento en el futuro!”
Herman Daly 
(Traducción de nuestro compañero Jordi Llanos)

La RB nos permitiría disminuir el consumo de recursos energéticos y materiales finitos sin que ello provocase exclusión social en la transición o en el reparto del trabajo restante. Esta disminución depende de establecer otros objetivos, en otras instancias, para no entrar en un nuevo impulso keynesiano a un crecimiento indiscriminado, pero sin una mínima seguridad para todos no podrá sostenerse socialmente. La redistribución que necesitamos no es la redistribución del crecimiento sino una de lo básico, decreciendo en lo excesivo y en lo insostenible. Es precisamente la inseguridad económica básica la que nos exige crecer sin límites: carecemos de libertad para no hacerlo. El daño ambiental se justifica con la creación de nuevos empleos en lugar de compartir mejor el empleo, sus rentas y el trabajo no remunerado. La imposibilidad de elegir esto último supone una irresponsabilidad. Por ello necesitamos una seguridad económica independiente del crecimiento.

Antes de pasar al siguiente punto enlazo esta interesante charla:  
Renta Básica y Sostenibilidad. "Somos ecodependientes y somos interdependientes".

La inclusión: uniendo las partes (2/3)

Empiezo por decir que, en mi opinión, debemos mejorar todas estas formas de inclusión aun aplicando una RB (con excepción de la primera que voy a mencionar, que como el resto de subsidios inferiores quedarían asimilados por la RB). Quienes insistan en llevarse las manos a la cabeza por la financiación necesaria deberían echar una mirada a la evolución de la tributación de las grandes fortunas o de las rentas del capital en las últimas décadas, o a la desigualdad extrema que denuncia Oxfam, o a lo que nos explica Thomas Piketty, o a los datos publicados por el banco Credit Suisse sobre la desigualdad patrimonial en el mundo -el 0,7 % de la población mundial es dueña del 44% de la riqueza, un 3% más que hace sólo un año- y en España.

Sin ánimo de ser exhaustivo, para este texto me centraré en los problemas relacionados con la libertad, esa carencia que cubriría una RB.


  • Renta de Inserción.
En los lugares en los que existe, como en el País Vasco -Renta de Garantía de Ingresos-, esta queda sometida a las limitaciones de toda inspección, (a menudo kafkiana), al coste añadido de la misma, y a la discrecionalidad en su concesión. Se vincula a la búsqueda activa de empleo, como el subsidio de paro, y si este surge, ha de aceptarse o perder la ayuda.

Aunque tener esta renta es mucho mejor que admitir el desamparo absoluto, en su aplicación se revela la alianza entre el estado y las élites económicas en favor de una represión económica dirigista: sobre el perceptor recae un clima de sospecha acerca de su disposición a aceptar cualquier forma de implicarse en la producción. Es un subsidio vinculado a la idea de ilegitimidad moral. La libertad para rechazar un empleo queda contemplada como un problema, un efecto colateral que se combate. Se da por sentado que tenemos el deber moral de ser colaboracionistas, en cualquiera de sus formas, con un sistema productivo que está destruyendo el futuro común.

Pero lejos de la presunción oficial, en realidad las personas no se conforman. Cabe señalar que la existencia de trabajo no declarado (para no perder el subsidio a causa de esa otra fuente de ingresos generalmente insegura) desmiente una y otra vez el temor a que con una RB no quisiéramos trabajar. Por el contrario, al ser compatible con el empleo, la RB no fomentaría el trabajo no declarado ni la pasividad.

En este caso también puede observarse un hueco que cubriría la RB. Esta implica una mayor redistribución porque no sólo saldrían beneficiados quienes no tienen nada sino además quienes cobran poco o trabajan de forma inestable. En la medida en que los trabajadores cobren más, el efecto vendría a ser el de un complemento parcial, por cuanto también tendrían que tributar una mayor cantidad de sus ingresos. Por último quienes más ganan, saldrían perdiendo más o menos en función de su privilegio económico, aunque a la larga también se beneficiarían por la mejora general que implica. A diferencia del subsidio condicionado, la RB aportaría seguridad económica a quienes más la necesitan sin desincentivar una mayor aspiración, y facilitaría la búsqueda de formas alternativas de producir.


  • Servicios públicos
Los servicios públicos no han erradicado la exclusión. Hoy en día se da la paradoja de que una persona puede tener médico y educación y no tener dinero para pagarse la comida, (la calefacción, la luz, etc,...). ¿No es surrealista la situación de esos niños que en verano han comido mal porque no se les facilitaba el comedor escolar aunque sí se les facilitaba toda la infraestructura educativa el resto del año? Cabe preguntarse si algún médico habrá recetado analgésicos y ansiolíticos gratuitos para calmar el sufrimiento del hambre o del frío.

Se puede decir que los servicios públicos son útiles para capacitar a las personas, pero no para evitar la exclusión social. La inclusión requiere acceso a bienes. Ambas cosas Renta Básica y servicios públicos deben pasar a ser derechos inalienables llegue hasta donde llegue la posibilidad de desarrollarlos en cada coyuntura.


  • Refuerzo de los convenios y de las posibilidades de la acción sindical
Hoy día esta no es propiamente una medida de inclusión sino de mejora de las posiciones de quienes tienen trabajo. Aun así no carece de relación con los problemas de exclusión y libertad: las condiciones de trabajo en el nuevo capitalismo de la flexibilidad y la inestabilidad, tanto para empresas pequeñas como para trabajadores, llevan a que la nueva fuerza negociadora dependa de las condiciones económicas fuera del centro; depende de que exista una base económica mínima a partir de la cual no pueda funcionar con nadie el chantaje del paro y la exclusión. Es en este sentido básico de la negociación donde la RB tendría un impacto positivo.

En las condiciones actuales tendría sentido un sindicalismo político y ciudadano, (no centrado en la empresa), que abanderara la RB, el reparto del empleo y el favorecimiento de las excedencias voluntarias, (mientras haya paro involuntario). Es necesario empezar a desvincular el reparto justo de los beneficios y el puesto de trabajo, al menos en alguna medida, ya que los empresarios sí tienen muy fácil la desvinculación entre esos beneficios y el trabajador concreto que los produce, lo que se traduce en una acaparación de las ganancias. Se trataría de pasar a entender el sistema productivo en su conjunto como una cooperativa de la que todos formamos parte y en la que todos tenemos derecho a cobrar una porción básica de sus beneficios. En realidad es algo que ya recogen las constituciones y los derechos humanos (art. 22 a 26) como principio pero sin que hasta ahora se haya dado cumplimiento al mismo. Sin embargo tendrá cada vez más importancia debido a que ese voluble y siempre insuficiente mercado laboral necesariamente decrecerá, por el avance de la productividad laboral y por los límites del crecimiento, con todos los desajustes que esto provoque.


Del mismo modo, no tenemos por qué concebirnos como trabajadores antes que como personas con pensamiento y motivaciones propias. Esta identificación con nuestro papel productivo nos impide tomar distancia respecto al mismo para valorar sus efectos sobre el sistema ecológico en el que se inserta y del que depende la vida. El trabajo actual enciende toda la maquinaria que depreda el planeta. 

  • Reparto del trabajo con mejores salarios
Esta parece la forma más directa e intuitiva de concebir el objetivo de una inclusión independiente del crecimiento. Es una aspiración irrenunciable. Pero distribuir adecuadamente el trabajo realmente necesario puede no ser nada fácil. El ajuste desde arriba no puede ser perfecto sino a golpe de leyes que gradualmente vayan introduciéndolo, (contra las horas extras, con prejubilación, excedencias, menores jornadas, etc.), y entre tanto la inclusión no queda garantizada. Por tanto habrá que buscarlo también mediante vías indirectas, como anteponer una RB que facilite elegir y organizar este reparto desde abajo, en función de las diversas necesidades, y que garantice la inclusión mientras se logra.

El reparto del trabajo es un propósito, un objetivo más que una herramienta económica. Requiere el soporte de una RB, que actúa con inmediatez y es resiliente ante las coyunturas. Esta haría posible precisamente que, quienes quieran, puedan trabajar menos en su empleo remunerado, haciendo sitio a quien no lo tiene. Por otro lado permitiría compartir mejor el trabajo no remunerado, (labores domésticas y cuidados), que sigue recayendo mayormente en mujeres sin autonomía económica, así como formarse libremente, trabajar como voluntario, implicarse más en la participación política o desarrollar la cultura libre, actividades todas ellas con un valor social que el mercado no puede reconocer.

Frente a la ansiedad por el crecimiento, busquemos autonomía. Liberemos tiempo en lugar de pretender más consumo. Repartamos tanto el empleo como el trabajo no remunerado en lugar de acumular a costa de la biodiversidad. El objetivo no es una propiedad media más grande sino una vida mejor.


  • Garantía Pública de Empleo
En cierto modo esta podría ser una forma indirecta de repartir el empleo acogiendo a quienes salieran del mercado laboral. Si el mercado al que hemos encargado la tarea de emplearnos y pagarnos no cumple con esa función a pesar de tener beneficios, parece lógico que esos beneficios devuelvan la parte necesaria para crear una GPE.

El empleo garantizado sería una buena forma de canalizar el deseo de integrarse activamente en la sociedad hacia producciones o formas de trabajo que no impliquen una mayor depredación del planeta o que incluso favorezcan la regeneración del daño ecológico infligido, (aunque en muchos aspectos es imposible de revertir). También actuaría como un marco de referencia en cuanto a las condiciones laborales, como elección de la jornada o incluso de la actividad a desarrollar dentro de las posibilidades, de modo que introduciría cierta democracia económica en el mundo laboral.

Sin embargo esta opción también tiene sus limitaciones. Si alguien decide abandonar su trabajo en el mercado o si le despiden ¿podría el estado proporcionarle un empleo garantizado con la suficiente agilidad como para no caer en una situación de penuria? Una opción intermedia sería que ese salario sustitutivo pudiera reclamarse con inmediatez, pero entonces habría que hablar más bien de un salario garantizado condicionado a la aceptación de un empleo público. La única diferencia con una renta de inserción estaría en la implementación de un plan de empleo público.

Esta otra propuesta de garantía de trabajo, en cambio, parte de la siguiente reflexión que introduce antes la noción de ingreso garantizado:


El problema del desempleo no es el problema de los ingresos, y supongo que la sociedad ofrece asistencia financiera a los más pobres o incluso un ingreso garantizado en su lugar.

En el texto se asume que las motivaciones para el trabajo tienen un componente psicológico y de integración social por encima de la mera huida de la miseria. No es necesaria la represión económica para que las personas deseen esa integración, esa actividad y una aspiración mayor. Basta con que las condiciones sean aceptables.


  • Autogestión colectiva
También sería posible intentar la inclusión mediante un acceso garantizado a bienes comunes o a recursos productivos con los que “labrarse” un sustento autogestionado en colectividad. Una fórmula que no depende de la competitividad y del crecimiento continuos. Pero en una sociedad en la que no existe un amparo económico básico, incluso los sistemas comunales pueden verse condicionados por la misma amenaza de exclusión de todo miembro que quiera abandonar su comunidad, quedando así coartada o viciada su convivencia, que en algunos casos podría no ser libremente decidida. Una vez más, nos falta algo.

  • Detrás de todo: la necesidad de una reforma monetaria
Finalmente hay que señalar este problema que condiciona todo lo demás. En cierto modo es el polo negativo de lo que he dicho hasta ahora. La RB es una medida monetaria y podría quedar inutilizada por el control del sistema monetario ejercido desde el poder financiero. Aunque exista un mínimo inembargable para las personas, el telón de fondo de la gestión del dinero condiciona las posibilidades de salir de la dependencia del crecimiento tanto como la organización social de la producción.

El dinero, creado y encauzado por la banca privada, exige la devolución de un irracional interés desde su mera emisión en forma de deuda, con independencia de la coyuntura y de las posibilidades del mundo real, material y finito. La actual crisis de deuda y su curso deflacionario dejan a las claras este estrangulamiento económico que a la vez exige un mayor crecimiento para pagar las crecientes deudas e impide el desarrollo humano al absorber las energías que podrían bastar a las personas sin esa carga añadida. Ninguna renta es bastante si la deuda es mayor y crece, y ningún crecimiento es bastante si la deuda es sistémica.

Pero en este terreno la RB también podría jugar su papel. Si además de llevar a cabo la reforma monetaria distribuyésemos la RB en monedas locales, estaríamos favoreciendo no sólo una mayor estabilidad frente a las fluctuaciones del mercado sino también cierta relocalización de la producción.
 

Cartel de la pasada campaña de la Alianza Española contra la Pobreza

En fin, la RB actuaría como la argamasa económica que haría de las distintas propuestas reseñadas una verdadera estructura de inclusión.
  

Instituir la libertad (3/3)

He dicho al inicio que la RB resolvería una carencia esencial. Se trata de la autonomía. Un basamento esencial de toda vida sana. El capitalismo vigente nos vende una idea de libertad que acaba pareciendo un lujo sólo accesible en la medida en que se disfrute de poder económico. Y es que, en realidad, es el poder económico lo que se nos ofrece bajo el señuelo de la libertad. Pero el poder distribuido mediante la lucha por el mismo no es libertad, incluye la sumisión y se asienta sobre un manto de dependencia absoluta que amenaza y condiciona al resto.

Por el contrario es necesario repartir (sin “lucha”) un poder económico mínimo para todo el mundo, no por el poder en sí, que al ser igual para todos no somete a nadie, sino por la defensa sobre otros poderes y por la posibilidad de desarrollo autónomo que ofrece, es decir, es necesario instituir la libertad. Se trata de un derecho que debemos concedernos entre todos para poder llevar una vida digna. Aunque a algunos les pueda parecer menos urgente que resolver sólo las necesidades materiales, (por ejemplo con empleo pero sin libertad), es necesario recordar que la libertad está estrechamente vinculada a la responsabilidad.

La falta de libertad individual implica no aprender a asumir consecuencias, no aprender a preverlas, no aprender el sentido de la responsabilidad que se deriva de ver las consecuencias de nuestras elecciones. Del mismo modo la sociedad entera no podrá actuar de un modo responsable si la libertad es algo ajeno a sus miembros, si funcionamos como un conjunto de autómatas determinados por el modelo económico impuesto desde las élites. ¿Adónde nos conduce esa conducta por mucho que nos ofrezca hoy?

Cuando se cuestiona si la RB desincentiva la actividad económica o fomenta una actitud improductiva, ya se está negando una libertad básica porque se da por hecho que todos debemos ser tan productivos como podamos. Este imperativo no tiene otra razón de ser, más allá del trabajo necesario para la subsistencia, que una apuesta irracional por el crecimiento o el “progreso” material. Es un acto de fe creer que esa clase de progreso nos conduce a un mundo mejor.

De modo que al hablar de inclusión no estamos hablando sólo de problemas materiales o de mera subsistencia. Las implicaciones van más allá. Es un problema de dependencia y de responsabilidad. La libertad, la posibilidad de decir “no” sin caer en la más absoluta miseria y en la exclusión, es una condición básica para una vida satisfactoria. La posibilidad de elegir alguna forma de prosperidad no materialista es una libertad de la que carecemos y que por tanto nos encierra en una sola dirección: el crecimiento económico indiscriminado.

No son pocas las personas que entienden que el buen vivir no depende de las condiciones materiales una vez rebasado cierto crecimiento inicial en las mismas. Sin embargo hoy en día carecemos de control sobre las condiciones más básicas de nuestro trabajo. Rara vez es posible elegir el grado de dedicación, conformarse y trabajar menos horas aunque la capacidad productiva y los beneficios lo permitan. Demasiadas personas no pueden renunciar a lo que se les ofrezca aun cuando las condiciones sean de explotación, y una mayoría teme “caer” en esa situación, lo cual da lugar a toda clase de abusos, humillaciones (a menudo elegidas ante la ausencia de alternativa), supeditaciones domésticas, mafias, etc. Y da lugar a que debamos dejar en segundo plano el daño ambiental de la producción. Casi nadie se plantea esto si necesita dinero y le ofrecen un empleo. Así es muy difícil elegir una adaptación económica respetuosa con la biocapacidad del planeta incluso si la población va comprendiendo el problema. Somos dóciles traficantes de nosotros mismos y de nuestra naturaleza.

Bajo el paradigma económico actual, es casi imposible decidir que no queremos crecer más, incluso aunque sepamos que eso nos conduce a un lento suicidio ecológico. Este es un claro ejemplo de cómo la falta de libertad implica falta de responsabilidad. Necesitamos poder elegir si crecemos o no, en qué sectores y cómo.

De modo que cuando hablamos de inclusión en realidad estamos hablando de libertad. No la libertad para tener “poder adquisitivo” o para imponernos a los demás, sino libertad para poder decir no a la dependencia y sí al futuro. Se trata de una liberación social en favor de la autonomía.

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Por último cabe señalar que la reforma que implica una Renta Básica es de suficiente calado como para que convenga la realización de un referéndum sobre su aplicación, tras un período en el que tendría lugar la suficiente deliberación. La inclusión universal no es una quimera imposible sino una opción política.

Por poner un ejemplo real, en Suiza será sometida a referéndum aunque en su primer trámite, la propuesta ha sido rechazada por el gobierno. Cabe preguntarse qué ocurriría en un país que sí conoce la exclusión social a gran escala a pesar de que algunos de sus ciudadanos estén en los primeros puestos de las listas de los más ricos del planeta. La campaña suiza nos ha dejado este interesante documental sobre algunas implicaciones de una RB:


 

25 comentarios:

  1. Hola Ecora

    Magnífico y oportuno post. Lo cierto es que la cantidad de cosas que se están diciendo, mayoritariamente fruto de un profundo desconocimiento o mala intención, sobre la RBU durante estos días muestran la necesidad de información y no de confusión.

    Por otra parte, dejando de lado las críticas faltas de cualquier argumentación válida, uno de los puntos cruciales que suele confundir respecto a la RBU o cualquier instrumento de política económica visto de forma aislada es que como decía Jan Tinbergen (Premio del Banco de Suecia en Economía en memoria de Alfred Nobel) para cada objetivo político independiente se requiere un instrumento de política independiente. Es decir, que la RBU no es la panacea universal y que no pretende solucionar todos los problemas y puede crear o agravar alguno, pero si es positiva en su conjunto los otros problemas se deben tratar con instrumentos diferentes.

    Comparto tu énfasis en la reforma monetaria, pues resulta fundamental para evitar los excesos de creación y destrucción de dinero que son tan perjudiciales y generan una aceleración de la desigualdad. Por otra parte, el recuperar el derecho de señoreaje es un instrumento de política económica muy potente por partida doble, tu ganas un gran margen de maniobra en el gasto, pero lo esencial, es que privas de una de la fuentes esenciales de poder del capital y, en consecuencia, de influencia para entorpecer las políticas económicas.

    Saludos

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    1. Hola Jordi

      Intentando abreviar la entrada recorté una parte algo reiterativa en la que además decía precisamente que la RB no es la "panacea" que pueda solucionar la actual crisis de civilización. De hecho ni siquiera la inclusión, con todas sus medidas integradas, lo sería. Lo veo más bien como una condición para poder empezar, para poder eliminar ese obstáculo primordial que es la obsesión productivista o la insistente confusión entre producción-empleo y valor, y para poder iniciar una transición equitativa hacia la sostenibilidad. Como digo en la parte (1/3), la disminución del consumo de recursos (por ejemplo) depende de establecer otros objetivos, en otras instancias, para eludir el crecimiento antieconómico, ilegalizando la destrucción del capital natural por encima de su regeneración. Lo mismo vale para el resto de herramientas de inclusión que he reseñado, o ampliando el foco, para buscar otros objetivos como un desarrollo humano más allá de la economía una vez que se tiene lo básico, o para revitalizar esta biosfera en decadencia.

      Pero quizá además de entender cada herramienta con su objetivo, nos conviene observar cómo se interrelacionan las partes; nos conviene ensayar el tipo de visión holística que necesita el mundo, y hacerlo desde distintos ángulos. En este caso he observado desde el ángulo de la RB pero mirando más allá de esta medida, en sus líneas de encuentro con el conjunto de la economía, de la sociedad y del marco natural. Por supuesto, desde cualquier punto de vista siempre quedan zonas ocultas. Ya estoy girando el molde para buscar otra perspectiva que pueda desvelar nuevas regularidades.

      De todas formas me doy cuenta de que las limitaciones no están sólo en la forma sino también en la mirada. Por eso es una buena noticia que alguien más se acerque a mirar. El molde también necesita más ojos.

      Saludos

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    2. Sin duda, uno de los problemas que atenazan la economía neoclásica es que su visión hedónica e individualista no es capaz de integrar las estructuras emergentes en las que el todo es más que la suma de las partes. Por eso, el paradigma económico dominante está atestado de falacias de agregación, cuando pasa de lo individual a lo colectivo fracasa miserablemente y no lo entiende, lo interpreta como imperfecciones que deben ser domadas y sometidas como Ptolomeo hacía con las estrellas que no se ajustaban al comportamiento requerido por el sistema, que debía ser verdad sin importar los hechos.

      Nuestra mirada está acostumbrada a analizar el mundo del relojero, y nos cuesta separarnos de esa visión aunque seamos conscientes de la trampa que representa ya que la costumbre, la educación y muchas otras cosas confabulan en contra nuestra. Nos es fácil razonar en términos lineales de causalidad simple, cuando las cosas se complican es como pensar en términos espaciales, rápidamente nos perdemos. La RBU como cualquier otro instrumento, es completamente diferente si estamos considerando una economía colaborativa que maximiza el stock a una economía en crecimiento indefinido que maximiza el flujo. En está última la RBU no tiene sentido, pues es como la tarea de Sisifo.

      Saludos.

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    3. Exacto. Es lo que he tratado de tener en cuenta tanto en esta entrada como en esta otra que escribí hace un año: su utilidad como herramienta para la adaptación social a una economía de flujo decreciente. Se trata de poner en primer plano la antifragilidad (o resiliencia social) en lugar de arriesgar la estabilidad en lo básico a la posibilidad de crear empleo de uno u otro modo (neoliberal o keynesiano) siempre con el imperativo y la angustia de tener que crecer. Los subsidios condicionados, por ejemplo, amortiguan la caída pero siguen bebiendo de esta expectativa de crecimiento porque no institucionalizan un automatismo redistributivo. Con ellos cada año hay que cuestionarse una partida del presupuesto que se integra como caridad: aunque legalmente se estipule como un derecho, alguien debe decidir regularmente si se concede, si se mantiene o si se retira.

      Por contra, es imprescindible asimilar que las cosas no dan más de sí y que la única salida razonable es entender el sistema económico del país en cuestión como una cooperativa social en la que todo el mundo tiene derecho a una parte, (recuperando con ello un equivalente monetario al acceso a los bienes comunes que perdimos con La Gran Transformación explicada por Polanyi). Esto no implica abandonar el objetivo de repartir los costes de la producción -el trabajo-, pero sí colocarlo en segundo lugar, porque esta es una variable menos precisable institucionalmente.

      La reducción en el consumo de recursos no la da la RB pero esta medida la hace socialmente asumible, además de tener otras virtudes propias relacionadas con los derechos y la autonomía (no con la riqueza de la nación) que el desarrollismo tampoco nos daba ni aun creciendo.

      Saludos

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    4. Muy bueno el artículo Ecora y totalmente de acuerdo que la RB no es la panacea total pero sin embargo es un excelente catalizador para ir desbloqueando otros nudos gordianos dentro de la estructura de la sociedad y que afectarían positivamente al medio ambiente. En este caso y valga la redundancia la RB sería parcialmente inclusiva con el medio ambiente. En cuanto a las personas ese nudo gordiano afectaría al cambio de valores y con ello se estaría acelerando las diferentes iniciativas de cada uno de los 10 nodos que proponía. Por cierto, creía que había puesto la RB en el nodo de economía pero se me olvidó. Haciendo un poco de prospectiva y viendo los otros 9 nodos, sin lugar a dudas todos se reajustarían al insertar la RB en economía. Medio Ambiente por la desaceleración; Alimentación por posibles iniciativas personales de huertos que irían a más a largo plazo; Familia ya mencionado con lo del trabajo domestico; Comunidad, creo que en un principio saltaría alguna chispa por parte de los que pierden pero justo ahí quizás empezaría el cambio de valores en algunos; Trabajo ya mencionado; Educación, cambiaría totalmente al cambiarse los objetivos; Ética tanto en la parte medioambiental como en la parte social mejoraría; Salud, mejoraría tanto física al solucionarse la necesidad de subsistencia como mental con los temas de estress; Desarrollo Personal, una de las que más se desarrollaría al abrirse un mundo singular de potencialidades.

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    5. Hola Bienestar Responsable

      No se te había olvidado citar la RB en tu post. Está incluida dentro del apartado Trabajo y bienvivir. Gracias por ampliar la visión con tu perspectiva.

      Creo que el primer efecto de la implantación de la RB sería una distensión social importante. Incluso algunas personas que recelan de la solidaridad pueden ser sensibles a la idea de cohesión social. Se debe entender que la pobreza y al miedo a caer en ella están rodeados de angustia y desafección. Cuando la insuficiencia del mercado no ofrece empleos para todos, la exigencia de encontrar uno para algo tan elemental como subsistir sólo puede ser percibida por quien no tiene nada como un sarcasmo cruel y e injusto. Por contra, el amparo real, (el que cubre necesidades y no sólo promete nuevo empleo, algún día), permite comprender la sociedad como un proyecto común que merece la pena respetar. De algún modo esta base lleva a la macroeconomía la lógica de ese reducto de economía humanista que es la familia, donde lo esencial no se cuestiona para nadie.

      Los beneficios conjuntos de reducir la desigualdad han sido estudiados y puestos de manifiesto, por ejemplo en el conocido libro de Richard Wilkinson y Kate Picket "Desigualdad. Un análisis de la infelicidad colectiva". Pero si además pensamos en transitar hacia una economía no depredadora del planeta, la única manera de anticiparlo con aceptación o incluso con apoyo social es hacerlo sobre la base de la inclusión. La implicación social en un cambio que afecta a casi todos los sectores y a toda la estructura económica requiere que podamos sentir el mismo como una empresa común... hacia el bien vivir.

      Saludos

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    7. Encuentro valiosisima la idea de que la paz social derivada de la Renta Basica es lo que posibilitaría una economia no depredadora del planeta, de modo que tener no sea requisito para ser, desactivando la propension a tener mas para ser mas.
      La Renta Basica elimina la coaccion por desposesion, pues si bien el ofertante de un empleo no obliga a aceptarlo sin embargo aprovecha la situacion de desposesion en que se encuentra el demandante de empleo pudiendo verse forzada a aceptar cualquierempleo, incluso uno muy malo y lindante con el delito.

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    9. Gracia Ecora. Ya me parecía que había puesto la renta básica. Tal como se trabaja en la ciencia con compartimentos estancos, economía por aquí, física por allí, biología por el otro lado… al ver la ciencia desde una forma holística e intentar poner los elementos en un campo concreto te encuentras que pueden ajustarse a varios de ellos. En este caso, creo que entra mejor en el nodo de Trabajo aunque la medida parte del nodo de Economía. Pero finalmente afecta a todo por algo estamos en el paradigma holístico aunque a unos más que a otros. En este caso creo que afecta principalmente al tema de desarrollo personal, “Autonomía”. Una de las cuestiones que me he dado cuenta está en que cuando se observa un sistema, además hay que mirar fuera de él y ver los elementos no incluidos. Me gusta la palabra “inclusión” porque te hace pensar fuera de la caja.
      Justo ayer estuve en una conferencia con los de Positive Money, otra propuesta para alterar el sistema y siempre me planteo cual es más factible, cual tiene menos resistencia para ponerle como se dice “el cascabel al gato”. Así pensando en plan ajedrez, creo que la renta básica es un jaque mate y “Positive Money” es un jaque. Es decir, el problema está en qué medida de ser aprobada afectaría más al status quo. Si afecta mucho, tendrá mucha resistencia. A mi parecer la renta básica pone la casa patas arriba mientras que la idea de “Positive Money” sería volver a una época donde la creación del dinero no partía de los bancos. Afectaría bastante al sistema pero creo que no tanto como la renta básica. Además tenemos el problema en ambas de cómo afecta esa medida aplicada en uno o varios países cuando la sociedad en la que vivimos es global y no es una medida implantada hace 3000 años cuando todavía no estaba todo interconectado socialmente.
      Hablando de Wilkinson y Picket, esta semana me he encontrado dos joyas recién salidas del horno, lo último de ambos autores, un informe de 60 páginas descargable “a convenient truth: a better society for us and the planet” y este otro informe también descargable “Sustainable Well-being”. Este último movimiento por lo que leí hace un año creo que viene de la Psicología Positiva. Como decía antes, la psicología positiva es un movimiento interesante pero alguien miró fuera de la caja y se dio cuenta que estaba el “medio ambiente” tan olvidado en la economía actual y también olvidado en la psicología positiva ya que trabajar en compartimentos estancos. Así que se le ocurrió incluir la psicología positiva con la sostenibilidad y ahí está ese nuevo maridaje. Cuando acabe de leer esta semana esta otra joya que encontré el mes pasado “Happier people healthier planet” me pongo con esos dos informes.

      Estos son los enlaces que no salían en la respuesta borrada anterior

      A convenient Truth: http://www.fabians.org.uk/publications/a-convenient-truth/

      Sustainable Well-being http://www.eswb-press.org/publications.html

      Happier People Healthier Planet http://happierpeoplehealthierplanet.com/contents/

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    10. Hola Dubitador

      Has señalado muy bien el punto crítico.

      Daniel Raventós escribió un libro para explicar la Renta Básica titulado "Las condiciones materiales de la libertad". Si además tenemos en cuenta que esa carencia de una autonomía básica nos empuja a un "funcionamiento" que está provocando la sexta extinción masiva de especies y que está comprometiendo el futuro de la nuestra, también podríamos hablar de "las condiciones inmateriales de la vida", en referencia a lo que perdemos con esta falta de libertad en nuestros días, con este dogmatismo economicista, con ese imperativo de crecer sin mesura ni conformidad.

      Además, la vida no depende sólo de subsistir materialmente, -o no habría suicidios, en el ejemplo extremo-. Hay condiciones inmateriales para una vida sana. Disponer de autonomía básica es una de ellas, pero se trata de una condición que, al mismo tiempo, depende de un soporte material básico: el cuerpo, la biosfera y el acceso incondicional a una parte suficiente de sus frutos. La civilización actual basa su poder en negar el derecho a ser; instauró su poder negándo el acceso a bienes comunes suficientes. Por ello ahora, si queremos recuperar la libertad para ser, debemos instituirla políticamente.

      De momento, la lógica del poder y la propiedad prevalece sobre la vida porque prevalece sobre la autonomía.

      Saludos

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    11. @ Bienestar Responsable

      Tiene todo el sentido que la RB esté encuadrada en el apartado que dedicas al trabajo porque sus implicaciones y los motivos principales para adoptarla trascienden la economía tal y como se entiende hoy: la búsqueda de crecimiento. Más bien, se trata de un ajuste en el modelo económico por motivos no económicos: la autonomía. El trabajo viene a ser la dimensión humana de la economía (aquella en la que nos implicamos con nuestra participación activa), y el reverso del trabajo es la renta incondicional o el acceso a los frutos de la biosfera que siempre tuvimos en la mayor parte de nuestros 200.000 años de existencia. Ese "negativo" del trabajo es el que queda oculto en la cámara de la economía actual, y por tanto, como digo, tiene todo el sentido que expliquemos la RB en relación al binomio empleo-autonomía, en relación al "desarrollo personal", como dices.

      En cuanto a la afección sistémica yo explicaría así en qué consiste ese "poner la casa patas arriba": hoy en día el objetivo prioritario es que la renta media aumente, y la inclusión se trata como una aspiración marginal, sólo alcanzable si cumplimos con el objetivo de la competitividad tan tan bien que el paro quede anulado; en cambio, con una inclusión básica universal (referenciada proporcionalmente a la renta nacional -que no me hablen de falta de recursos-) estaríamos cambiando el orden de prioridades. La consecución de beneficios mayores quedaría supeditada al cumplimiento con la autonomía de todos, y por tanto a la verdadera valoración que hagamos de ese crecimiento en relación a otras necesidades como preservar la biosfera, la cohesión social y la salud mental.

      No me atrevo a prever qué medida tendría más impacto -y por eso he destacado la palabra inclusión sobre la herramienta "renta"- porque podría ocurrir que una falla en el sistema monetario actuara como la pata rota que deja caer la estructura o el agujero por el que acaba escapándose el agua. Además, aun con autonomía, podríamos ser presas de otros errores filosóficos que nos llevaran a elegir mal. Por tanto puede que al final la clave más importante sea definir bien en qué consiste el Buen Vivir. Gracias por los enlaces que nos ayudarán a profundizar en este punto.

      Saludos

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  2. Me gusta el termino inclusion universal, mejor que Renta Basica Universal.

    El detalle monetario envilece el ambiente y los negacionistas de la RBU la llaman paguita.

    El dinero no es un mero asunto tecnico, siempre fue politico. El dinero conecta con el esclavismo, con el titulo y procedimiento de extraccion de riquezas mediante el trabajo de otros.

    No es que el dinero esclavice, sino que es la metaorfosis del esclavismo, cuyo modo de ejercicio material fue mutando hacia una modalidad menos personal y directa, a la vez que se ha ido ampliado el ambito de los esclavizados.

    El amo esclavista tenia los esclavos que tenia.

    El señor feudal esclaviza a todos los habitantes de un territorio.

    El capitalista, el autentico y esencial capitalista, no es el propietario de medios de produccion, este es solo una modalidad de vasallo/siervo, el verdadero capitalista somete a servidumbre a todo el mundo, pues todos, de forma mediata e inmediata, deber acudir a pedir dinero bajo interes; de hecho quien quiera que use dinero ya esta retribuyendo al creador y prestador de dinero. Todos producen, comercian y trabajan para devolver el dinero dado en prestamo y como se trata de un dinero emitido en forma de deuda, todo el mundo debe siempre mas de lo que tiene y en consecuencia se ha que producir cada vez mas, la economia debe crecer, pero como los recursos son finitos, el resultado es agotamiento y destruccion de los recursos, en definitiva quema de los vagones del tren para alimentar la caldera de la locomotora.




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    1. Hola Dubitador

      Al elegir el término "inclusión" he querido poner de relieve el objetivo sobre la herramienta.

      La herramienta podría ser concedida pervirtiendo el principio que se buscaba, como en la forma neoliberal de entender la RB, en sustitución de los servicios públicos, o como puede ocurrir en la práctica si necesitamos sobre-endeudarnos para tener techo: en ocasiones si se paga la deuda de la casa no se come -el mínimo inembargable sólo actúa en caso de desahucio-. Lo importante es el principio. Y este requiere la integración de la RB con otras medidas, con el resto de medidas que he citado. Especialmente la reforma monetaria, ya que estamos ante una herramienta monetaria, como destacas, y podría quedar absorbida por su actual lógica explotadora. Podría añadirse un parque de viviendas sociales digno de tal nombre, suficiente.

      Por otro lado, si nos centramos en el principio al que queremos dar cumplimiento, la "inclusión", carece de sentido el debate sobre si apostamos por una prestación o por otra salvo para ponderar la forma de integrarlas.

      La inclusión universal es el principio que puede otorgarnos la autonomía que necesitamos.

      Saludos

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    2. Buenas,

      Respecto a la "coacción por desposesión" viene bien recordar el capítulo 13 de "La Gran Transformación" titulado "Nacimiento del credo liberal". En él se nos cuenta como Herbert Spencer se quejaba amargamente del dirigismo, y entre otras medidas se lamentaba profundamente del intervencionismo estatal al promulgar una ley para reglamentar e inspeccionar la anchura de las chimeneas, con el objeto de que no muriesen más niños al deshollinarlas.

      Ecora, una errata, has puesto un enlace a una página que no existe, en el mensaje de 26 de novimbre, cuando hablas de "la insuficiencia del mercado".

      un saludo,

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    3. Supongo que el enlace cascado de Ecora relativo a la insuficiencia del mercado era este:
      http://ecorablog.blogspot.com.es/2011/09/la-leyenda-de-la-inversion-privada-55.html

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    4. Hola Jesús

      Con quejas como la de Spencer el intervencionismo debería haber parecido una maravilla a todo el mundo. Dice mucho del personaje. Como sabemos en realidad no hay nada más dirigista que la imposición de una “selección del más apto”, al igual que no hay nada más burocrático que un mercado, por mucho que la ley y la organización impuestas no se hagan explícitas y se expresen de un modo voluble dentro de sus parámetros predeterminados.

      El enlace que falla es este: La insuficiencia del mercado http://ecorablog.blogspot.com.es/2011/09/la-leyenda-de-la-inversion-privada-55.html

      Gracias por el apunte y por el aviso. Saludos

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    5. Ups,
      Ya ves que habías acertado con el enlace Dubitador. Me había saltado tu mensaje al dejar la página abierta un rato. Gracias de todas formas.

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    6. Ha sido estupendo comprobar como desde hace tanto tiempo (2011) ya tenias planteados algunos memes que ahora estan en el candelero.

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  3. Excelente! Lo comparto en un sitio de Facebook que he abierto: https://www.facebook.com/futuroimperfectolanovela?ref=bookmarks , dedicado a una novela en construcción en la que dibujo un escenario en 2081 donde algunos países hemos adoptado una economía cooperativa y la RBU es un derecho que nadie se cuestiona.
    Me apetecía jugar con la imaginación a imaginar un mundo así, porque creo que visualizarlo es una poderosa herramienta para luchar por él.
    Gracias por tu aportación para ayudarme a soñar con mayor detalle y fundamento.

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    1. De nada Oscar. Nos ayudamos mutuamente cruzando información y puntos de vista.

      Comparto la idea de que visualizarlo narrativamente puede ser importante. Los ejemplos son la forma intuitiva de aprehender el sentido de lo que quizá no se entiende al desmenuzar la complejidad.

      Hemos crecido viendo demasiados futuribles ambientados en unas condiciones que, pareciendo deseables, nos venden un crecimiento de la transformación material irracional, inasumible. Esto moldea la noción de destino que nos impregna, la noción de progreso. Y el problema es que colaboramos acríticamente en su persecución, cuestionando sólo cuánto avanzamos y muy poco hacia dónde.

      “El futuro” no es lo que ocurrirá sino una variable del presente. Sin duda hay que reinventar el futuro.

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  4. Por supuesto, estamos en la misma onda. Una documentadísima reflexión sobre la RBC. Gracias por escribirla.

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    1. Hola Cive

      Hablando de documentarse, que nadie se pierda esta sencilla forma de ponerse en antecedentes que nos regalaste en tu blog: Fundamentos del Ingreso Garantizado de Ciudadanía http://carnetdeparo.blogspot.com.es/2014/02/fundamentos-del-ingreso-garantizado-de.html

      Saludos

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