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lunes, 15 de diciembre de 2014

Las tendencias de progreso del pasado se están quebrando



Frente a los que alertamos de los graves riesgos que acechan a la humanidad de no dar un giro de ciento ochenta grados en sus patrones de desarrollo, dados los acuciantes problemas que enfrentamos, que como hemos visto son detipo general, y no se limitan al cambio climático o al peak-oil, hay quién mantiene una fe inquebrantable en el progreso. A estos individuos, todavía terriblemente numerosos, a mí me gusta denominarles como panglosianos, en honor al personaje del Dr. Pangloss, de la novela Cándido de Voltaire. Este personaje creía vivir en el mejor de los mundos posibles, lo que le hacía considerar como “bueno” cualquier padecimiento o desgracia, propia o ajena, ya que se trataba de males necesarios para un bien mayor, de tipo general. Las leyes de nuestro universo, según Pangloss, siempre conducían a este bien general a través de pequeños y necesarios males particulares. De la misma forma, los panglosianos gustan de presentarnos el crecimiento económico como única meta deseable y como cura de todos los males sociales (pobreza, exclusión, desigualdad, violencia, enfermedad, etc.), males que misteriosamente no habría que atajar directamente, al contrario, lo que hay que hacer es crecer y gracias a ese mágico remedio los problemas se arreglarán solos.

Así, es común que nos presenten una gráfica como esta, para posteriormente afirmar que nos encontramos en el momento de mayor desarrollo en la historia de la humanidad.
 
Evolución PIB per capita de países selectos. Fuente: La falacia del economista productor

Ante esto no debemos olvidar que el cénit coincide con el punto más alto, y tras él lo que espera es una dolorosa caída. Así le ocurrió a la industria ballenera en el siglo XIX, que vio reducirse dramáticamente su tamaño, a pesar de los altos precios del aceite de ballena, en aquella época la forma más apreciada de iluminarse por las noches.

Producción y precio del aceite de ballena. Fuente: Resource crisis

Y así nos han mostrado los antropólogos e historiadores que les ha ocurrido a las más deslumbrantes civilizaciones del pasado, hecho que el lector puede contrastar en los muy instructivos libros Colapso: por qué algunas sociedades perduran y otras desaparecen de Jared Diamond, Breve historia del progreso de Ronald Wright o The Collapse of complex societies de Joseph Taintier.

Sin embargo, particularmente no me quedo conforme con la idea de que nos encontramos en el cénit de nuestra sociedad, y que a continuación va a comenzar el declive, al menos me gustaría matizar esa afirmación. Herman Daly desarrolló el concepto de crecimiento antieconómico, que define como:

El crecimiento es antieconómico cuando incrementa los costes medioambientales y sociales más de lo que se incrementan los beneficios de la producción.
 
Esos costes sociales podrían ser una mayor desigualdad, y los costes medioambientales el agotamiento de los recursos naturales, o la contaminación. En este punto hay que recordar que la regulación del clima o la polinización, son servicios medioambientales que nos prestan los ecosistemas de forma gratuita, al no tener precio nadie puede pagar por su destrucción. Como insisto siempre, cuando tu sistema económico no valora lo más valioso para el sustento y florecimiento de la vida, tienes un serio problema, incluso puedes tener que terminar comiendo dinero.

Pero estos costes no se contabilizan, e incluso, rizando el rizo, se contabilizan de forma positiva.

Tomamos los costes reales de aumentar el PNB medidos en función de los costes defensivos en que incurrimos, para protegernos a nosotros mismos de los efectos colaterales no deseados de la producción y añadimos esos gastos al PNB en lugar del sustraerlos. Contabilizamos costes reales como beneficios. Esto es hiperfanatismo por el crecimiento.

Veámoslo con un ejemplo. Publicaba hace tres meses El País que una mancha de 5 millones de neumáticos usados se extendía, desde el año 2003, en el municipio de Seseña, ocupando una superficie de 9,8 Hectáreas. Es evidente que la producción y venta de estos neumáticos se habrá contabilizado en el PIB como una partida necesaria para que los distintos vehículos puedan suministrarnos servicios de transporte. Pero a este servicio deberíamos descontarle, entre otros (por ejemplo la emisión de CO2 durante la fabricación), el coste de eliminar el neumático usado, que es un residuo. Si A es el valor del servicio que presta el neumático, y B es el coste de su destrucción, el beneficio de la producción de neumáticos será A-B. Sin embargo, con la metodología del PIB, no sólo no se descuentan los costes, sino que se suman. Así, en el mundo de fantasía del PIB el beneficio social de la producción de neumáticos será A+B, ya que la partida de destrucción también la sumo de forma positiva.

Si este razonamiento es correcto, y lo es, podemos poner en duda que nos encontremos en el cénit de nuestra civilización. Al menos se puede matizar esa tesis, y eso es lo que me gustaría hacer a mí. En mi opinión, y si obviamos los problemas medioambientales que hemos comentado ampliamente en este blog, los países desarrollados se encuentran estancados desde hace cuarenta años, y los países en vías de desarrollo han mejorado levemente. Así, aunque como hemos comentado el PIB no es el mejor indicador, su crecimiento por habitante se ralentiza desde hace sesenta años. Un frenazo que podríamos definir como secular.

Crecimiento del PIB per capita global. Fuente: Elaboración propia con datos de Madison, UNCTAD y World Bank

Este frenazo probablemente ha vuelto a las sociedades más desiguales, si damos por buenas las tesis de Thomas Piketty, que indica que la desigualdad se agudiza cuando el crecimiento es inferior a la tasa de rendimiento del capital.
 
Indice Gini neto para 4 países seleccionados. Cuanto mayor es el índice mayor desigualdad en el ingreso. Fuente: SWIID

Y esto es importante, dado que según han demostrado Kate Pickett y Richard Wilkinson. los ciudadanos de sociedades más igualitarias viven más, disfrutan de mejor salud, tienen menos probabilidades de sufrir enfermedades mentales, obtienen mejores resultados académicos, consumen menos drogas ilegales, tienen menos comportamientos criminales, disfrutan de mayor movilidad social, son más confiados, experimentan menos violencia y tienen menos posibilidades de convertirse en madres adolescentes.

Quizás por esto la percepción subjetiva de felicidad está estancada, o declinando.
 
Porcentaje de personas muy felices en EEUU, en relación con ingreso per capita

Al mismo tiempo se ha producido cierta convergencia entre los países en desarrollo y los países emergentes, que ha permitido a muchas personas abandonar la pobreza extrema, pero dicha convergencia se muestra ficticia si excluimos a China e India del cómputo.

 
Desigualdad entre países ponderada por población.

Lo que explica por qué las migraciones incontroladas hacia Europa y EEUU no remiten. Es preciso también hacer un breve paréntesis para puntualizar como ha sido el desarrollo chino, y cómo ha afectado a la calidad de vida de sus ciudadanos. Al calcular el metabolismo de las sociedades, una nueva herramienta cuyo origen está en la economía ecológica, se puede dividir el tiempo de los ciudadanos entre el que dedican a actividades fisiológicas (comer, dormir, reproducirse), al trabajo y al ocio. En China no hay posibilidad de aumentar el tiempo dedicado al trabajo por sus ciudadanos, dado que el dedicado al ocio es prácticamente nulo, y los niveles de contaminación en las ciudades son tan altos, que inciden de forma muy negativa en la calidad de vida de las personas.

Quizás por ello la tasa de mortalidad global no converge en valores de 0,1 muertes por cada 100 habitantes, valor típico en las sociedades desarrolladas. Al contrario, ha mostrado recientemente una tendencia preocupante a estabilizarse, y quizás comience a subir en breve.

 
Tasa de natalidad y mortalidad (negro) global . Fuente: Turner

Si a los hechos aquí expuestos les sumamos los graves problemas ambientales que sufre nuestra sociedad es difícil opinar que la humanidad progresa, y sin embargo, todavía se trata de una amplia mayoría aquellos que creen en ello ¿usted que cree, querido lector? ¿Es nuestro crecimiento antieconómico? ¿Se están quebrando las tendencias de progreso? ¿Es el crecimiento un genocidio a cámara lenta?


Post data: En breve espero desarrollar en mi blog un artículo más amplio y con más datos sobre la cuestión aquí planteada.

8 comentarios:

  1. La gráfica del PIB per cápita decreciente me ha recordado esta otra [tomada de este post: El inevitable Colapso del Sistema Financiero Global]. En ella se ve como el endeudamiento en USA tiene un efecto cada vez menor en el PIB, apuntando a cero en 2015. Se diría que estamos ante un inminente punto de inflexión histórico (incluso aunque no tuviéramos en cuenta el pronóstico de Gail Tverberg sobre los recursos).

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    1. Buenas Ecora,

      El PIB, como sabemos, no es una medida perfecta del bienestar, especialmente en los países con rentas altas, dónde gran parte del crecimiento es antieconómico. Sin embargo, podemos afirmar que incluso está medida de la actividad económica crece cada vez más despacio.

      un saludo,

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  2. Me gusta la frase del capítulo de conclusiones de Piketty: CUANDO LA RENTA SUPERA EL CRECIMIENTO, SOBREVALORAMOS EL PASADO FRENTE AL FUTURO. Y las verdades que apunta: CUANDO NO SE GRAVA EL CAPITAL, SE INCURRE EN REGRESIVIDAD FISCAL, pues LAS GRANDES FORTUNAS ya no POSEEN directamente las tierras, inmuebles, obras de arte... sino A TRAVÉS DE SOCIEDADES INTERPUESTAS DE GESTIÓN DE FONDOS DE INVERSIÓN Y FONDOS FIDUCIARIOS repartidos entre los familiares -por un lado; y por el otro, LA FALTA DE APOYO A la natalidad que permita el RELEVO GENERACIONAL combinada con la ausencia de políticas migratorias compensatorias HACE INVIABLE EL SISTEMA DE PENSIONES DE JUBILACIÓN POR SOLIDARIDAD INTERGENERACIONAL; además, hace 30 años NO SE HIZO UN APOYO DECICIDO -fiscalidad baja sobre rentabilidad neta- A LOS PLANES DE PENSIONES personales basados en la capitalización del ahorro. Las palabras proféticas de Carl Sagan quedan cumplidas: EL CÓCTEL DE IGNORANCIA Y PODER ACABARÁ ESTALLÁNDONOS EN LA CARA. Y, para terminar, DELENDA feminismo radical = HEMBRISMO = delito de lesa humanidad.

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    1. Buenas Anónimo,

      ¿Quién eres? Los problemas que apuntas son efecto graves, pero quizás lo que los convierte en extremadamente graves es que nuestra sociedad busca resolver ese tipo de problemas (la pobreza, la desigualdad, el envejecimiento) de forma indirecta, a través del crecimiento económico. Crecimiento que permita pagar las pensiones, que permita emplear a la gente, que permita que aumenten las rentas. El problea es que tal y como trato de mostrar en el artículo puede ser peor el remedio que la enfermedad, si Daly tiene razón y nuestro crecimiento es anti-aconómico.

      un saludo

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  3. Otras con estos neocon, que no cesan pese a que la crisis ha demostrado por las bravas el caracter estafador de su ideologia y politica economica.
    Siempre recurriendo a el factor forma (¿libertad? ¿individuo? ¿sociedad civil?), a la apariencia interesante y razonable para colar las medidas regresivas y castuzas.
    En este caso, en el caso del anonimo todo orientado a insultar al feminismo y colar la estafa de las pensiones privadas, que en realidad no son mas que una bonificacion a las rentas altas, amen de goloso pastel para los fondos especulativos.
    Hay que dejarlo clarisimo. De un sueldo de miseria, un sueldo normal, tan siquiera hay para una pension de miseria. Quien vive al dia, o al mes, no puede ahorrar y el ahorro que se empeñe en hacer sera un ahorro de miseria.

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    1. Pues sí,

      Precisamente ayer empecé a leer un libro sobre la cuestión "Nunca dejes que una crisis te gane la partida". Seguimos igual, a pesar de la crisis, ninguno de los mantras liberales ha perdido su hegemonía. Es un tema que hay que estudiar muy detenidamente, dado que la batalla ideológica se continúa perdiendo.

      un saludo,

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  4. A este respecto, he autopublicado un libro, de venta solo en Madrid, que titulo "Un solo mundo, un único gobierno". Vale 16 euros. Creo que os gustará.

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    1. Buenas Unknow,

      No estoy muy de acuerdo con un gobierno único, la nación sigue siendo el único espacio simbólico de solidaridad, desgraciadamente. Por mi parte, frente a globalización o nacionalismo, prefiero la internacionalización

      Ni globalización ni nacionalismo, internacionalización

      un saludo,

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