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jueves, 7 de noviembre de 2019

El espejo negro


Sobre la deshumanización en la era de la hiperconectividad.


Hace poco tiempo ganó popularidad el bitcoin, ese experimento del que quizá en otro momento hablaremos, algunos expertos en economía decían parafraseando a algún magnate “cuando toda la gente habla sobre la bolsa es porque es tiempo de vender”, del mismo modo diría yo “si la gente habla de Black Mirror es porque ya perdió su valor cultural/intelectual”. En la cultura popular existe aún la creencia de que un grupo de rock (por ejemplo) que interpreta música popular pierde su espíritu creativo cuando se vende a una disquera, cuando entra en el juego del capitalismo, cuando puede ser escuchado en Spotify. ¿Se puede hacer música de protesta, de rebeldía, de cambio y a la vez ser escuchado masivamente en los grandes medios capitalistas?

Harry Potter fue un fenómeno de masas, un éxito comercial, además mi prima me dijo claramente “no desprecies a Harry Potter, porque gracias a eso que tú llamas basura, millones de niños abrieron libros y se pusieron a leer”. Podemos criticar a Harry Potter y su contenido, podemos poner en tela de juicio si es un producto creativo o no, pero hoy me limitaré simplemente a cuestionar un elemento: el espejo de Oesed.

    Albus Dumbledore: "Permíteme explicarte. El hombre más feliz en la Tierra podría usar el Espejo de Oesed como un espejo normal, eso es, él podría mirarse en él y se vería a sí mismo exactamente como es. ¿Eso ayuda?"
    Harry Potter: "Nos muestra lo que queramos... lo que sea que queramos."
    Albus Dumbledore: "Sí y no. Nos muestra nada más y nada menos que los más profundos, más desesperados deseos de nuestro corazón."
 
Según la autora de Harry Potter, J.K. Rowling, el espejo de Oesed mostraba aquello que más quería quien lo miraba, sin embargo a mi no me convence que lo que más quería Harry era estar con sus padres.

Freud plantea que la mente, lo más complejo que tenemos y que existe en nuestro universo conocido tiene una parte “inconsciente” que sirve para reprimir aquello que de algún modo es inaceptable, indecible o que trae problemas para la vida en sociedad o para la parte consciente de nosotros mismos. En ese inconsciente viven los deseos reprimidos, lo más oscuro de nuestros corazones, entre otras cosas… De modo que si me lo preguntaran a mi (o a Freud) quizá diríamos que lo que Harry realmente vería en el espejo de Oesed sería a él mismo con su madre, sin su padre. Claro que por este tipo de ideas el psicoanálisis es menospreciado y ridiculizado, pero para mi es muy ingenuo pensar que lo que el desea es una familia feliz y normal, después de todo hay millones de niños que tienen una familia normal y aburrida como la que “desea” Harry, pero eso no les basta para ser felices.

En este sentido el psicoanálisis siempre ha sido confrontativo y al igual que House, plantea que “todos mienten”, que la gente dice que quiere una cosa, pero en realidad quiere otra. Si realmente existiera ese espejo, ¿Qué verías tú?.

Black Mirror en cierto sentido es una serie que hace preguntas interesantes, que intenta involucrar al vidente en un debate complejo sobre temas no-cotidianos y parece invitar a la revolución, su nombre “espejo negro” es un término de libre interpretación en donde invito a leerlo como el espejo que muestra lo más negro de nosotros mismos, un espejo en donde no quisiéramos vernos reflejados, porque en cada ocasión veríamos lo peor de nosotros mismos. Y a la vez, como comentaba al inicio es un producto más en el mercado.

En este último sentido Black Mirror también aborda el problema del capitalismo, en el segundo capítulo de la primera temporada (15 Million Merits) el protagonista se enfrenta a un mundo no distante del nuestro en donde la meritocracia ofrece oportunidades de ascender en cierto microcosmos y cuando él intenta hacer la diferencia, asciende para descubrir que arriba todo es sólo ligeramente mejor que abajo, pero se encuentra nuevamente encerrado en una realidad artificial, ¿La revolución es imposible? Él intentó hacer las cosas de otro modo, intentó tener una relación intersubjetiva con la chica que le gustó, intentó hacer algo diferente, trascender de este mundo material e instrumental y falló, ella simplemente no pudo acompañarlo… Y al final el mismo se convierte en un producto más, un medio de contención… Podríamos saltar de aquí a Un mundo feliz del célebre Huxley, pero nos faltaría tiempo y tristemente ese debate lleva décadas.

Y entonces la revolución está entre nosotros, como una anécdota, como un ejemplo de lo que no va a funcionar, de lo que no se puede hacer, esa voz vive en frases como “el socialismo/comunismo no funciona, nunca ha funcionado, genera pobreza”… Y sin embargo Black Mirror es un éxito y hay gente que dice “esa serie está muy buena”, ¿Por qué se les hace muy buena? Es algo que no entiendo, en mi opinión, que es una opinión narcisista y sesgada de alguien que intenta ser un lector digno de Bauman considero que hay lecturas que uno no puede leer, porque leer significa ponerse en acción, significa afiliarse a un movimiento, lo dice también Touraine, uno no puede permanecer inmóvil en los tiempos de la sociedad sitiada.

El espejo negro entonces (a mi parecer) nos intenta llevar a muchas tesis interesantes en donde se destaca como los individuos perdemos cada vez más nuestra escaza identidad frente al poderoso aparato tecnológico de la modernidad, una modernidad post-post-modernizada, en donde pareciera que sí vivimos en el mundo feliz de Huxley, ahí donde la tecnología si resuelve todo, pero nuestra mente no está preparada para lo que sigue.

Para entrar de lleno al análisis, en “The Entire History of You”, la tecnología logra suprimir el mecanismo de memoria selectiva y sesgada, los humanos ya no podemos recordar las cosas según conviene a la mente, todo se almacena en un chip tal cual sucede, eso de entrada conduciría a la locura según Lacan (no hay espacio para la represión de las memorias incómodas), pero aquí no, aquí es agradable ver las memorias en primer plano, las vacaciones y demás… excepto porque no falta quien empieza a atar cabos y nota lo obvio… la inconsistencia entre el discurso de una persona y la realidad, las cosas que realmente pasaron. La gente moderna de hoy (valga la redundancia) dice que hay que adaptarnos a nuestro entorno tal cual es, pero hace siempre lo contrario, el humano moderno siempre quiere cambiar el clima, el color, la disposición, etc., siempre intenta que el universo exterior se acople a los deseos de la mente…

Por otra parte, el saber se vuelve una obsesión, una adicción y en ese mundo se puede saber todo del pasado, se puede repasar y eso abre la ventana a asuntos peligrosos y extraños… Como ver y vivir una relación pasada, curiosamente la modernidad siempre ha odiado el pasado, como un adolescente que ansía irse de casa de sus padres y sin embargo aquí la modernidad sirve para mantener un vínculo insano con el pasado.

Peor aun resulta la sugerencia curiosa de tener relaciones sexuales con una pareja mientras se observan recuerdos con otra, hay una ruptura interesante… porque por una parte se desprecia el momento actual, el presente y se enaltece el pasado, lo que ya fue, lo que no funciono. Ese asunto es contrario al espíritu de la modernidad que no desea cadenas a aquello que realmente se desea, “stay cool” se dice, pero el espejo negro sugiere que la gente del futuro en secreto siempre desearía vivir del pasado que desprecia.

¿Está realmente muerto el psicoanálisis?, ¿Los humanos modernos realmente aman el momento y vivir al límite sin compromisos? La serie sugiere otras cosas, en la segunda temporada en Be Right Back, se sugiere incluso traer de vuelta a los muertos de una forma hiperrealista, rompiendo esquemas incluso por encima de la lógica binaria, robots que no nos hagan caso, que actúen violentamente. En el mundo “real y actual” hay hombres que se hacen operaciones para hacerse mujeres, pero el resultado no siempre es percibido como “genuino”, es decir, no son aceptadas plenamente como mujeres, ¿Podría un robot conseguir eso que las personas transexuales no han conseguido a plenitud? La serie nos plantea esa pregunta creo yo intentado que veamos hacia a dentro y no hacia a fuera, hacia el presente y no hacia el futuro.

La realidad es que el psicoanálisis (y el budismo siglos antes) intentó hacernos ver que más allá del problema de las formas, de las personas, colores y sexos existe una realidad y esa realidad es que todo lo que existe es solo un constructo psíquico, llamémosle deseo, pulsión, idea… son elementos virtuales que gobiernan la mente (y a la persona), pero que pensamos que los controlamos soberanamente cuando no es así.

El espejo negro pocas veces plantea esta problemática, sus personajes existen y siguen su guión a la perfección, no reflexionan sobre si mismos, llevan sus patrones, ideas, creencias al límite sin abandonarlas, desde un principio se ven sus personalidades y estas no cambian, no hay forma alguna de redención, de reflexión, la tecnología los ha rebasado, no tienen criterio sobre lo psicológico, ¿Ese es el futuro del espejo negro o nuestro presente?
Aun tengo mis dudas sobre si el objetivo de Black Mirror es realmente hacernos reflexionar y pensar o simplemente nos cuentan historias, el silencio alrededor es interesante y las opiniones nunca tocan el análisis de fondo, la verdad es que no nos atrevemos a vernos en ese espejo:

·         ¿Le pondrías un arcángel (temporada 4, capítulo 2) a tu hijo/a? Foucault problematizó sobre la hipervigilancia en vigilar y castigar además de que mencionó que hoy en día no es necesario vigilar activamente, todo el mundo vigila para el sistema de forma gratuita, al igual que en Matrix, los ciudadanos des-individualizados protegen el sistema, participan activamente en que todo siga igual. Del mismo modo la modernidad exige libertad, pero sigue siendo controladora, manipuladora, vigilante, las parejas exhiben en redes sociales sus vínculos, que aunque valen nada actualmente pretenden señalar los límites de la propiedad privada, porque los vínculos son cada vez más débiles.

·         Otro asunto tiene que ver con la suplantación de afecto, de cariño. En la modernidad como dice una canción “al final el que más (amor) dio es el perdedor”, por lo que uno debe procurar recibir amor sin darlo, en ese sentido el espejo negro nos ofrece capítulos en donde los protagonistas se aferran a esos objetos que dominan y que perdieron, no pueden dejarlos ir, necesitan traerlos de la muerte o en casos aún más oscuros construirlos digitalmente, al final importa más la apariencia que la forma.

Y por último quisiera comentar como en el capítulo Striking Vipers los protagonistas pierden por fin todo rasgo de identidad, de lo cual nos advertía Bauman. Dos hombres masculinos, plenamente masculinos, con familia y demás de pronto viven en una realidad alterna, en donde no necesitan tener un buen trabajo, en donde su familia no importa, en donde la dimensión social no existe, aunque no juega solo precisamente… En esa realidad encuentran que experimentar otras formas de convivencia les provoca un gran placer, pero la realidad y la moralidad los persiguen, ¿Es real lo que viven? Mas allá de eso, como apuntaba, el verdadero problema es no saber quienes somos, ¿Para que vivimos?, ¿Qué parte del “juego” nos provoca tanto placer?, ¿Por qué la realidad virtual o la realidad real traen cosas que nos hace felices a precios tan elevados?

Hoy en día pensamos que la realidad virtual nos absorberá, pero no nos damos cuenta de que la realidad instrumental ya nos tiene presos, somos esclavos de esta Matrix y no nos damos cuenta, creemos que ser libres es poder comprar, poder jugar videojuegos, poder hacer uso de computadoras y teléfonos celulares, pero en cada uso de estas herramientas dejamos parte de nuestra personalidad. Al igual que los protagonistas de ese episodio, vivimos más del lado del videojuego y sus posibilidades que en el mundo “real” y la individualidad, es necesario leer más a Bauman.

Cada día nos acercamos más al futuro del espejo negro, si el mundo no se acaba antes, si llega ese día y la tecnología nos rebasa, ¿Nos casaremos con robots hechos a la medida?, ¿Esos robots tendrán que ver nada con nuestras madres?, ¿La psicología se verá resumida a sal a correr, compra algo bonito y métete a la realidad virtual a cumplir el deseo que en la realidad no podrás cumplir nunca?

Como muchas cosas en la vida, aquel que vea Black Mirror puede solamente verla y decir que es una buena serie, igual que muchos han leído a Bauman y dicen entenderle, pero ser un individuo, una persona con autodeterminación (lo que sea que sea eso) significa ser alguien que ante casos como los que se ven en la serie al menos reconozca que hay un mecanismo psicológico poderoso que le pone nervioso, ya actuar creativamente quizá es mucho pedir.
Regresando al inicio quisiera cerrar con una breve dinámica que me gustaría que escribieran en los comentarios…

Si realmente observarás a través del espejo de Oesed, ¿Qué crees que verías?
Siendo sincero y asquerosamente Freudiano yo sí creo que me vería al lado de mi madre (en su juventud) rodeado de dinero y siendo yo un hombre exitoso, tal y como mi madre esperaba de mí. En lugar de este intento barato de psicólogo, filósofo y promotor de un bienvivir sustentable e independiente.

martes, 18 de junio de 2019

Ciencia y política: Precisiones sobre el debate en torno al camino que debe tomar el activismo ante las grandes incertidumbres del futuro y la estrategia de Extinction/Rebellion



Quiero agradecer a Quim Moncanut, de Facebook, la inspiración para este artículo. Sin sus valiosos comentarios no me habría dado cuenta de que en gran parte la postura de la asociación, y la mía propia, en el debate sobre el camino que puede ser más útil al activismo en su búsqueda del cambio social, se está malinterpretando. Quim me atribuye una postura “tecnocrática” por apelar al consenso científico.

Más allá de clarificar posturas personales el debate tiene un enorme interés ya que en el núcleo de este está la cuestión de la relación entre la ciencia y la política, y por tanto es fundamental para cualquiera que quiera participar de forma activa en movimientos sociales y eso que se dio en llamar “sociedad civil”. Si la ciencia es la “Verdad”, no queda mucho espacio para la política: “la termodinámica no negocia” se suele argüir. Puede que a veces la ciencia deje poco espacio para debatir ciertas cuestiones como la trayectoria de un proyectil, pero en muchos casos corremos el riesgo de que se nos presenten como “soluciones simplemente técnicas”, medidas debatibles, sustrayendo de esta forma ese debate a la población.

Es bastante frustrante que te atribuyan una postura tecnocrática cuando, como es mi caso, has dedicado gran parte de tu labor de divulgación y activismo a denunciar los discursos políticos que se revisten de cientifismo para estrechar el marco del debate, haciendo pasar por medidas “técnicas”, lo que en realidad son medidas políticas. En el blog de Autonomía y Bienvivir podéis encontrar artículos muy significativos en este aspecto como Expertos vs. el colectivo, pero donde de forma más recurrente hemos tocado este tema ha sido en el podcast de Ampliando el Debate de la mano de alguno de los mayores expertos de España en la cuestión, como el historiador Carles Sirera. Quien esté interesado puede escuchar programas como Los cuentos de los todólogos, La narrativa de la ciencia y sus límites, La dictadura de los expertos, Científicos al borde de un ataque de nervios o Rebelión y tecnocracia. Pero no he venido aquí a hablar de mi libro, vayamos al grano.


La ciencia posnormal

La ciencia posnormal, o ciencia con la gente (no suena muy tecnocrático ¿verdad?), es la metodología que en varios artículos (1, 2, 3 sin ser exhaustivo) publicados en el blog de Autonomía y Bienvivir se ha defendido como fundamental para abordar los grandes problemas medioambientales de nuestra sociedad.

¿Realmente puede hacerse ciencia con la gente? ¿No es esto un posibilismo ingenuo? ¿No deben decidir los expertos sobre cuestiones que escapan del ámbito del conocimiento de la mayoría de las personas como la energía nuclear? En realidad, no. La ciencia posnormal establece una categoría de problemas, que se pueden representar en un diagrama, en función de la incertidumbre y de los riesgos asociados al problema

miércoles, 12 de junio de 2019

Pensamiento responsable: una nueva manera de pensar en el siglo XXI


De un economista inmaduro a un economista responsable: una 8ª manera de pensar la economía del siglo XXI *

“Economistas, cuando hablan de “jugarse la piel”, sólo se preocupan por lo primero.” (Nassim Nicholas Taleb)

“Los economistas son humanistas, necesitan muy pocas matemáticas.”                             (Christian Felber)

En su libro “Jugarse la piel: asimetrías ocultas en la vida cotidiana”, Taleb especifica que “jugarse la piel” es exponerse al mundo real, y pagar un precio por sus consecuencias, sean estas buenas o malas. Sin embargo, la mayoría de los economistas de los últimos siglos no sufrieron en su piel por sus errores, pero sus consecuencias causaron muchos problemas a una gran mayoría de gente y al Planeta donde vivimos.

Estos errores podrían clasificarse en dos grandes categorías: ignorancia y mala fe. Por el contrario, los objetivos principales en la educación durante nuestra infancia tratan de evitar lo anterior. Por lo tanto, un signo de inmadurez en la edad adulta ocurre cuando la ignorancia y la desinformación (posverdad, propaganda, falsas noticias…) dominan nuestro comportamiento para una buena convivencia. 

Hoy en día, muchos economistas se encuentran todavía en esta fase inmadura. Por un lado, no han adquirido un sentido crítico para cuestionar la mala educación económica que han recibido, por lo que continúan inmersos en cierta ignorancia. Por otro lado, reconocen esos fallos de la economía, pero continúan siguiendo el mismo camino, ya que obtienen ciertos beneficios personales sin que las consecuencias les afecten todavía. Esto podría ser un problema de egocentrismo o narcisismo con una cierta falta de empatía. En este caso, la línea delgada entre el comportamiento patológico y criminal debería ser resuelta por psicólogos y jueces. 

Para dar la vuelta a esta situación se necesita un nuevo pensamiento. Este nuevo camino podría construirse alrededor del concepto de "responsabilidad". A través de esta idea, el desafío es integrar la regla de "jugarse la piel" y algunas herramientas para disipar nuestra ignorancia. Las virtudes de justicia y sabiduría acompañarían el camino hacia la "responsabilidad". Ambas ideas son complementarias.

Obviando el camino de la mala fe y sus consecuencias, que en circunstancias normales se debería corregir a través de los órganos institucionales de justicia, nos centraremos en solventar el problema educativo de la ignorancia. Ser ignorante en cualquier tema o específicamente en aspectos económicos no es un problema en sí mismo. No es posible conocer todo y ser humilde para preguntar o aprender es un rasgo de responsabilidad. Sin embargo, si durante nuestra fase educativa infantil y juvenil, nuestros padres, la cosmovisión predominante de la sociedad o nuestros profesores de economía u otra materia no enseñaron cosas erróneas porque ellos así lo creían, ¿cómo podríamos saberlo?

Actualmente, la educación general, que, muy frecuentemente, es influenciada por el mercado, los lobbies y otros muchos factores, se enfoca en STEM (acrónimo en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Algunos departamentos de educación añaden “Arte” (STEAM), pero muy pocos de ellos añaden “Humanidades” (SHTEAM). La economía es una ciencia social y la “H” de Humanidades, como bien indicaba Felber al principio, debería ser su marco principal. Sin embargo, la economía se ha infectado por ese enfoque STEM que está tratando de dominar la agenda y la política de muchos departamentos de educación. Las ciencias sociales y humanidades con ramas como la filosofía, sociología, antropología, literatura, lingüística, historia…están perdiendo protagonismo y, quizás con ello, la semilla de nuestro humanismo.

Como dicen los economistas ecológicos, la economía se circunscribe al Planeta Tierra y no al revés. Similarmente podríamos decir que las matemáticas se circunscriben al lenguaje humano. Los números por sí solos no significan nada. Necesitan del lenguaje humano para tener un sentido significativo en nosotros. Por ello, la siguiente figura nos guiará por los fundamentos para buscar, de modo general, un bienestar responsable y, de modo particular, ser un economista responsable. Con esto último intentaremos dejar atrás a ese economista inmaduro que debido a circunstancias contextuales ha dominado los siglos anteriores. Quizás las claves de esa inmadurez económica vengan de darle tanta importancia a las ecuaciones, integrales y algoritmos y haberse olvidado de la importancia de las narrativas, metáforas y paradojas. Es decir, se enfoca más a lo técnico que a lo humano.  

                   Fig. Pensamiento Responsable. Fuente: Elaborada por el autor

jueves, 6 de junio de 2019

Querido Antonio Turiel,


Llevo tiempo siguiendo tu blog, en primer lugar decirte que agradezco de corazón tu labor de divulgación, de la que hemos aprendido enormemente. Sin embargo,  el otro día publicaste un artículo con el que no estoy de acuerdo, y me parece necesario volver a explicar las importantes divergencias. En realidad, aunque me voy a centrar en un sólo párrafo de un artículo tuyo, podrás comprobar a lo largo de este artículo que ejemplifica y funciona como epítome de los males de algunos discursos por la sostenibilidad que encuentran un techo de cristal muy bajito ¿Por qué la gente no entiende el peak-oil? Creo que por cosas como esta.

Dices en tu artículo, llamado “Respuesta a la emergencia”

Hay que comenzar por entender una cosa. El problema ambiental (en general, no solo el cambio climático) es grave y reclama medidas urgentes, pero no es una emergencia. Lo que sí que es una emergencia es hacerle frente al descenso energético que ya tenemos no delante sino bajo nuestros pies. Lo que verdaderamente plantea una emergencia seria para los próximos años es el anunciado declive de la producción de petróleo, el peak oil, como reconoce la propia Agencia Internacional de la Energía.

En primer lugar voy a dar un poco de contexto a mi comentario sobre este párrafo de tu artículo, sin el cual sería imposible entender mi discrepancia. Para ello me gustaría volver nueve años la vista atrás, al primer artículo de tu blog, en el que reconoces:

Creo que en primer lugar debería hablar un poco de mí (y así dar por terminado tan bochornoso trámite). Me llamo Antonio Turiel, soy Científico Titular del CSIC en el Institut de Ciències del Mar de Barcelona, en el Departamento de Oceanografía Física. Mi especialidad (si es que tengo alguna) es el tratamiento de datos en teledetección para usos oceanográficos.

Agradezco tu sinceridad y valoro mucho tu formación como científico. Como simple ingeniero, sin doctorado ni artículo alguno publicado en revistas académicas, reconozco que tu formación y experiencia te da una ventaja inigualable a la hora de interpretar el caudal de información que es necesario tratar, de una complejidad apabullante, para explicar la hipótesis del Oil Crash que es el objeto de tu blog. Voy a aplicar este sustantivo de "hipótesis", con el respeto debido, puesto que se trata de una suposición hecha a partir de unos datos que sirve de base para iniciar una investigación o una argumentación. En tu blog se habla de estimaciones de recursos minerales, energéticos (petróleo, gas, carbón, uranio), metálicos e industriales (cobalto, litio, tierras raras, y muchos más) necesarios para determinadas tecnologías renovables y de movilidad, de los límites físicos a las tecnologías de captación de energías renovables, de la posible evolución tecnológica (fracking, vehículo eléctrico, baterías, sistemas de captación renovable), de eficiencia energética, de economía (paradoja de Jevons), de cambio climático y posiblemente de muchas cosas más.

Convendrás conmigo en que no existe nadie en el planeta capaz de dominar a nivel científico todas las disciplinas implicadas, de hecho la base de la hipótesis del Oil Crash son los modelos y predicciones de geólogos (Hubbert, Campbell, Laherrere…) que sí son grandes especialistas en su campo, a pesar de lo cual han fallado sus previsiones. En particular Campbell y Laherrere acertaron el cénit de petróleo crudo con siete años de antelación, pero han fallado reiteradamente al estimar el cénit de lo que se conoce como “todos los líquidos del petróleo”.

Señalo todo esto con el fin de llegar a una conclusión en la que supongo coincidirás conmigo, lo que haces en The Oil Crash no es ciencia, sino divulgación y activismo, basándote en los trabajos de algunos científicos, expertos, blogueros, etc. Sin duda tu formación científica, aunque sea en la especialidad del tratamiento de datos de teledección, te da una perspectiva privilegiada a la hora de interpretar y divulgar otros trabajos. Ello es cierto y me parece un privilegio poder contar con un blog como el tuyo en castellano.

Ahora bien, teniendo todo esto en consideración a mí me chirría la contundencia y seguridad con la que te expresas sobre la no emergencia climática y la emergencia energética. Hay que expresarse ante la sociedad dejando constancia de las enormes incertidumbres que existen, tanto a nivel científico, como por la imposibilidad de un solo divulgador de estar al día de todos los trabajos que se publican a nivel académico en cada uno de los campos científicos que involucra la hipótesis del Oil Crash. La divulgación que se hace por las redes, es fruto de comunidades de expertos, los cuales realizan un esfuerzo encomiable, pero cuyo trabajo no está sometido a los controles de calidad que requiere el método científico. Seguro eres consciente de las incertidumbres por las conversaciones con tu compañero Antonio García-Olivares, que nos habló de ellas en un magnífico artículo titulado El activismo ante las incertidumbres de los grandes riesgos del futuro.

Y teniendo en cuenta el sentido de nuestra actividad (divulgación y activismo) y lo que es de justicia reconocer ante la sociedad a la que nos dirigimos (las enormes incertidumbres implicadas) podemos analizar lo que está sucediendo y la conveniencia de tu mensaje.

Está pasando que han emergido de forma imprevista por muchos dos movimientos sociales que son mencionados en tu artículo, Fridays for Future y Extinction Rebellion. Estos movimientos, con mucha fuerza a nivel europeo, centran su discurso en el problema del cambio climático, en mi opinión con gran acierto. Simplemente hay que ver las tres exigencias únicas del segundo de estos grupos, por el que dices sentir mayor aprecio (no entiendo tus reticencias ante Fridays for Future, espero que no tenga nada que ver con algunas teorías conspiranoicas que se han extendido sobre Greta Thunberg, que para algunos se ha convertido en un sostén del neoliberalismo, a pesar de su retórica abiertamente antisistema). Estas son las tres medidas que reclama Extinction Rebellion, tal y como se recoge en Wikipedia y como me explicaron en persona activistas de Zaragoza en un reciente festival al que acudí a impartir un taller y aprender sobre agroecología, entre otras cosas.

El Gobierno debe contar la verdad sobre el desastre climático inminente, dar marcha atrás en sus políticas incoherentes y trabajar junto a los medios para una efectiva comunicación con la ciudadanía. 
El Gobierno debe implementar medidas de cumplimiento obligatorio para reducir las emisiones del carbono a 0 para el año 2025 y reducir los niveles de consumo. 
La creación de una Asamblea Ciudadana Nacional para supervisar los cambios necesarios y crear una democracia que funcione.

Si como señalas, las medidas que hay que implementar para hacer frente a los problemas climático y energético son similares ¿qué sentido tiene poner de relieve que en realidad Extinction Rebellion se equivoca? A lo único que puede conducir eso es a desmotivar a tus lectores de unirse a este grupo, el cual está consiguiendo sumar a un gran número de ciudadanos a la protesta, y el cual ha conseguido (por lo que yo sé de personas que han colaborado con él en Reino Unido) evitar de momento que los medios conservadores pongan al resto de la ciudadanía en su contra.

Soy de la opinión de que en cuestiones sociales hay que operar por ensayo y error, y valoro mucho lo que ha conseguido Extinction Rebellion, que es algo que no habéis conseguido los grupos de activistas que sostenéis la hipótesis del Oil Crash. Su mensaje ha funcionado y el vuestro no, esto es un hecho, no una opinión. La sociedad, con sus millones de personas, cada uno con su psique y sus creencias particulares, y sometidos a influencias diversas y contradictorias como los medios o las redes sociales, es algo tan complejo, que hasta grandes campañas políticas con muchos fondos y grandes académicos detrás son incapaces de llegar a ella y fracasan. Cuando tratamos con algo tan complejo y desconocido, la prueba (fundamentada) y el error son lo mejor que podemos hacer. Y Extinction Rebellion y Fridays for Future han conseguido articular un discurso que ha tenido mucha mayor repercusión que el que has intentado tú, eso debes reconocerlo y, como persona inteligente, tomar nota. Solo tendría sentido desacreditar el mensaje de estos dos grupos si se tuviese una certidumbre absoluta de que se equivocan, pero no es el caso, porque no es posible tenerla.

Claro que las medidas que se están tomando ante la “emergencia climática” son cosméticas, y estoy seguro que los movimientos sociales en torno al clima son conscientes de que esas medidas no podrán reducir las emisiones a cero para el año 2025, por eso no hay que temer. Intuyo que también son conscientes de la posible falta de equidad de algunas medidas, ya que piden que se abra un debate democrático que incluya a todos para determinar cuáles son las medidas apropiadas.

Por último, dices que el problema climático es urgente, pero no una emergencia. Me parecen juegos de palabras de difícil justificación. El término que socialmente han conseguido imponer los movimientos sociales es emergencia, pretender ahora enmendar esto parece un juego cuya única consecuencia es la pérdida de energía. Sin embargo, creo que estos movimientos son conscientes de que científicos muy reconocidos, como Steffen y Rockström postulan que un calentamiento de 2ºC debido a las acciones humanas podría llevar a un planeta entre 4-5ºC más cálido, dado que esto podría desencadenar otros procesos (retroalimentaciones) del sistema terrestre. Es difícil imaginar qué consecuencias puede tener esto cuando con sólo un grado de incremento ya estamos teniendo enormes problemas en la producción de alimentos, problemas que según la FAO ya habían impactado en el periodo 2016-2018, pero que según parece van en aumento en 2019, con daños en las cosechas de EEUU, Argentina, Australia, Italia, Francia, México, Corea del Norte y otros. Parece urgente, y parece una emergencia.

Todos estamos de acuerdo en que el coche eléctrico es un gran error, y posiblemente tenemos que ir articulando el decrecimiento de muchas otras actividades, no solo la movilidad mediante automóviles. Sin embargo no es adecuado defender esto aduciendo que no existe emergencia climática y poniendo delante el posible problema que usted se dedica a analizar. Esto es mal activismo y mala divulgación. Desde el cariño y el respeto que le profeso le aseguro que no es agradable decir esto, pero alguien debe asumir esa responsabilidad, incluso intuyendo las piedras que van a llover sobre mi cabeza, porque decirlo es la única forma de que no se repita.

Queda mucho por hacer en la construcción de culturas regenerativas, aunque ya hay un camino recorrido como puede comprobarse en este artículo (seguramente todo lo que hay en él no será útil, pero muchas cosas sí), donde por cierto no veo contribución significativa de los peakoilers ¿donde está tu ayuda a los que están intentando un cambio hacia una cultura regenerativa? Ayudar a esclarecer todo lo posible la incertidumbre sobre la abundancia o escasez de recursos minerales o las incertidumbres tecnológicas y señalar soluciones pragmáticas en el camino del decrecimiento me parece una labor mucho más útil a la que puedes contribuir que esta de pretender encauzar el discurso del activismo, especialmente cuando trata de rectificar a colectivos que han tenido mucho más éxito que tú y que el resto de divulgadores de la hipótesis del Crash Oil.

En las circunstancias presentes, necesitamos gran humildad, y un esfuerzo coordinado de los científicos de distintas disciplinas para resolver estos wicked problems que tenemos. Todo ese esfuerzo debe conectarse con lo que se está haciendo sobre el terreno a nivel de activismo práctico (podríamos hablar, de forma más técnica, de cumplir los criterios de credibilidad, legitimidad y prominencia, ello se explica con más detalle en el artículo de mi compañero Rugi Carles: El forzamiento de consensos científicos y la ciencia del siglo XXI)

Atentamente, Jesús Nácher Fdez.



Post-data: No te responsabilizo de las opiniones de la gente que te leen, no hay que tomar las imágenes que ilustran este artículo con esa literalidad. Pero sí veo una correspondencia muy clara entre la facilidad con la que esta persona desecha el cambio climático como problema, y la rotundidad y certidumbre con la que te expresas. A mí me ha resonado. Da que pensar.

miércoles, 29 de mayo de 2019

Imperio, economía y globalización.




Artículo que continua en la línea de:







Cuando Roma dio inicio a la conquista de la Península Ibérica su primer asentamiento y punto de partida fue Ampurias, Emporion para los griegos, de “emporio”, mercado o punto comercial. La historia de los imperios no está aislada del comercio internacional, haciendo que no se pueda entender a uno sin el otro, pues son los imperios la primera fuerza en las relaciones internacionales.




Flavio cuenta que fue éste el discurso que Alejandro dio a sus hombres en un intento de continuar sus conquistas, las cuales fueron el primer intento conocido de globalización[1], idea que ha seguido presente en grandes imperios posteriores.


Cuando, con la caída del Imperio mongol y surgimiento del Imperio Otomano la Ruta de la Seda desaparece, el Imperio Español buscará una alternativa a ésta, descubriendo un nuevo continente y circundando la Tierra, haciendo reaparecer nuevamente el ideal de imperio global bajo las ideas del catolicismo, la paz cristiana en una Europa regina y la monarquía universal.

Intentos llevados a cabo infructuosamente y que hoy son retomados por Estados Unidos, quien ha seguido una vía imperial con pretensión global.

    
                                                Non sufficit orbis, “el mundo no es suficiente”. Lema de Felipe II.




Durante el siglo XIX el comercio se ve incrementado como nunca, Inglaterra mantiene la hegemonía en el mar mientras la potencia en el continente, Francia, mengua frente al Reino de Prusia que realiza la unificación, casi triplica su población y bajo una política económica proteccionista realiza un despegue industrial y militar que evoluciona la relación economía-guerra[2], permitiendo emerger nuevamente desde la Paz de Westfalia un poderío germano que necesita proyectarse al exterior[3].



Necesitamos ineludiblemente mercados para nuestra creciente producción industrial, necesitamos nuevas salidas para invertir nuestros sobrantes de capital y las energías del excedente intrépido de nuestra población. Esa expansión es una necesidad vital para una nación con la grande y creciente capacidad de producción que tiene la nuestra. Cada vez es mayor el número de británicos que se dedica a la industria y al comercio en las ciudades, y cuya vida y trabajo dependen de la llegada de alimentos y materias primas de tierras extranjeras... El imperialismo resulta, por tanto, no una prioridad, sino una necesidad”.[4]