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miércoles, 29 de mayo de 2019

Imperio, economía y globalización.




Artículo que continua en la línea de:







Cuando Roma dio inicio a la conquista de la Península Ibérica su primer asentamiento y punto de partida fue Ampurias, Emporion para los griegos, de “emporio”, mercado o punto comercial. La historia de los imperios no está aislada del comercio internacional, haciendo que no se pueda entender a uno sin el otro, pues son los imperios la primera fuerza en las relaciones internacionales.




Flavio cuenta que fue éste el discurso que Alejandro dio a sus hombres en un intento de continuar sus conquistas, las cuales fueron el primer intento conocido de globalización[1], idea que ha seguido presente en grandes imperios posteriores.


Cuando, con la caída del Imperio mongol y surgimiento del Imperio Otomano la Ruta de la Seda desaparece, el Imperio Español buscará una alternativa a ésta, descubriendo un nuevo continente y circundando la Tierra, haciendo reaparecer nuevamente el ideal de imperio global bajo las ideas del catolicismo, la paz cristiana en una Europa regina y la monarquía universal.

Intentos llevados a cabo infructuosamente y que hoy son retomados por Estados Unidos, quien ha seguido una vía imperial con pretensión global.

    
                                                Non sufficit orbis, “el mundo no es suficiente”. Lema de Felipe II.




Durante el siglo XIX el comercio se ve incrementado como nunca, Inglaterra mantiene la hegemonía en el mar mientras la potencia en el continente, Francia, mengua frente al Reino de Prusia que realiza la unificación, casi triplica su población y bajo una política económica proteccionista realiza un despegue industrial y militar que evoluciona la relación economía-guerra[2], permitiendo emerger nuevamente desde la Paz de Westfalia un poderío germano que necesita proyectarse al exterior[3].



Necesitamos ineludiblemente mercados para nuestra creciente producción industrial, necesitamos nuevas salidas para invertir nuestros sobrantes de capital y las energías del excedente intrépido de nuestra población. Esa expansión es una necesidad vital para una nación con la grande y creciente capacidad de producción que tiene la nuestra. Cada vez es mayor el número de británicos que se dedica a la industria y al comercio en las ciudades, y cuya vida y trabajo dependen de la llegada de alimentos y materias primas de tierras extranjeras... El imperialismo resulta, por tanto, no una prioridad, sino una necesidad”.[4]

miércoles, 22 de mayo de 2019

La agotada izquierda

Reflexiones sobre el ruido mediático en México y el cambio que prometió AMLO.


Hay quienes dicen que el psicoanálisis está superado, esas personas son las mismas que dicen que el socialismo o el comunismo han fracasado y que son insostenibles o que el libre mercado genera riqueza para todos. Freud plantea que cuando el niño nace ve en el padre un enemigo, alguien que naturalmente se interpone entre él y su madre, por lo que anhela de algún modo deshacerse de su padre, la muerte del padre es un deseo que el niño debe reprimir. 

 

Eventualmente, de un modo o de otro el individuo acaba perdiendo (matando simbólicamente al padre) ya sea por muerte natural, por accidente o cualquier otro motivo, el eterno problema es que el niño proyecta sobre el padre ciertos comportamientos dañinos que no necesariamente son ciertos, acusémoslo de maltratar a la madre, de ser infiel, de gastarse el dinero en cerveza, vino y tabaco, acúsemsolo de ser el peor tirano de todos… el mayor problema es que según Freud la psique conduce al niño a que muerto el padre, el niño quiere (y reemplaza) su lugar, pero en vez de convertirse en un regente justo, por algún motivo u otro, tiende a ser un tirano igual o peor que el padre.

Recientemente terminó Juego de Tronos, una de las series más épicas de la historia, con muchos sin sabores, uno de ellos la imposibilidad de cambiar el mundo. ¿Qué esperábamos? Una rendición de la ciudad y un juicio justo a Cersei, suena bien, pero esas cosas no pasan, ni siquiera en la ficción. Hoy vamos a abordar un poco esos problemas.

El sueño de la democracia es un asunto clásico, se genera en el mundo griego y romano y frecuentemente es confrontado por distintos tipos de poderes, siendo la violencia un poder notable, en Roma ningún político era inmortal, bastaba una espada para terminar con la democracia. Hoy en día los golpes de estado siguen amenazando democracias, al igual que el crimen organizado y otras formas de violencia, la democracia cuenta que muchos enemigos, habría que pensar si la fortaleza institucional es suficiente para garantizar una vida democrática en el estado. Desde mi perspectiva el problema es el débil tejido social que cubre a las naciones hoy en día, la modernidad sigue minando la cohesión entre ciudadanos, ya no hay ciudadanos, ahora hay solo votantes.

Por otro lado tenemos el eterno sueño de la izquierda, que se empieza a construir principalmente en la ilustración, esa bella idea de que el mundo sea un lugar de igualdad en el que todos seamos felices, en el que la riqueza se distribuya de manera justa o equitativa y en donde la ciencia pudiese producir el estado de bienestar para todos.

miércoles, 15 de mayo de 2019

El forzamiento de consensos científicos y la ciencia del siglo XXI (I)

Nota del autor: en esta serie de artículos hablaré del peligro de tratar de forzar ciertos consensos en temas relativos a la sostenibilidad en base a ciertos modelos y metodologías que se presentan a menudo como necesarios y hasta casi suficientes. En este primer artículo hablaré usando como motivación el reciente artículo acerca de la biodiversidad. En el segundo seguiré con una crítica espistemológica en relación al debate Pedro Pietro, Carlos de Castro y Antonio García Olivares en relación a la transición energética. Finalmente en los artículos 3,4,5 (probablemente ya después del verano por su dificultad y tiempo que conlleva) haré una crítica constructiva de las narrativas/paradigmas que han venido dominando el radicalismo socioecológico en nuestro país: colapsismo, decrecentismo y ecofeminismo. El objetivo final, en el artículo 6, será el de, y después de que publique mi tesis de máster acerca de la Ciencia de la Sostenibilidad, presentar una jerarquización de axiomas, siempre revisables, pero necesarios para la acción pragmática y que puedan ir guiando especialmente a los pioneros que emprenden proyectos concretos a distintas escalas, en la linea de lo que William Clarck, cofundador de la disciplina comenta en su reciente charla y que veremos en este primer artículo. Por tanto la idea es que estos axiomas/principios acaben justificando ciertas metodologías y prácticas que ayuden a mejorar la calidad de las narrativas científicas y ciudadanas y que acepten que la ciencia que necesitamos en este siglo XXI va a ser muy distinta de la de los siglos anteriores si queremos dar un salto evolutivo.

En la linea de lo que comentó en un artículo muy recomendable de Nafeez Ahmed la actual crisis civilizatoria tiene su origen en un problema de procesamiento y puesta en práctica de información (y de sus límites) y en una crisis de la cosmovisión civilizatoria y moderna. ¿Qué es sin embargo la esto que llamamos civilización? ¿Hay algún tipo de hilo en común entre distintas filosofías/cosmovisiones o muchas cosmovisiones incomensurables? ¿Y la modernidad? Preguntas difíciles que hay que abordar y que en mi juicio urge hacerlo desde una perspectiva pragmatista porque esta filosofía se centra en las consecuencias prácticas de nuestros actos, pensamientos, emociones e intuiciones así como las repercusiones en lo que constituye una buena vida, idea con la que este blog nace, y
 fundamentalmente pues nos jugamos el pellejo como especie (ya no como tribu) en este siglo XXI.

Tenemos una academia científica fragmentada, una sociedad civil polarizada y divididas en subtribus (al menos en occidente) y unas dinámicas que se dan a varias escalas y niveles con sus patrones respectivos e irreducibles. Creo que uno de los problemas fundamentales, y en el que particularmente me gustaría contribuir, es en que no hemos sido por el momento capaces de generar instituciones que sean capaces de ofrecer análisis y narrativas más sistémicas, a la vez que estas tengan una complejidad que refleje el comportamiento del sistema pero que a la vez proponga escenarios y princpios heurísticos y prácticos accionables en un plazo de tiempo corto. Sino corremos el riesgo de que cada uno toque solo una parte del elefante y que no veamos marcos de acción individual y colectiva, ambos necesarios en este "gran trabajo de neustro tiempo", parafraseando a John D. Liu

1. Introducción: el problema de la biodiversidad y la aproximación científico-activista

Hace pocos meses el IPCC (Panel Intergubernamental por el clima, la mayor institución de consenso científico sobre los problemas del cambio climático) nos advertía de que teníamos 12 años (2018-2030) para evitar los peores escenarios de cambio climático y el pasado 6 de mayo semana el IPBES publicó una versión preliminar del informe global del IPBES, un informe equivalente al IPCC en términos de biodiversidad, el más grande hasta la fecha, de la organización intergubernamental más importante y encargada de realizar análisis sistemáticos sobre la biodiversidad y los servicios ecosistémicos de forma regular a través de informes científicos con relevancia a nivel de decisiones políticas (ver aquí).

El informe muestra, en la línea de las recientes investigaciones climáticas, que de seguir la trayectoria actual vamos de cabeza a un colapso ecológico todavía mayor (ver apartado 2) y que peligrarían muchos de los Objetivos del Desarrollo Sostenible así como el bienestar humano y eclógico del planeta. En este artículo no vamos a criticar estos objetivos, para lo que ya hay literatura y alguna propuesta alternativa preliminar y ciertamente incompleta. ¿Cómo presentar la información científica? ¿Cómo manejar las incertidumbres? ¿Qué implicaciones tiene a nivel activista, de acción? Pasamos a dar una breve descripción del informe antes de adentrarnos en estas cuestiones.

2. El informe

Destacaría lo siguiente del informe que saco de este resumen de la ONU y del informe en sí, del cual hasta ahora existe una visión preliminar.

(1)    Este es el análisis más completo jamás realizado y compilado por más de 145 expertos de más de 50 países. Es el primer informe intergubernamental que mejora y amplia el Análisis de los Ecosistemas del Milenio de 2005
(2)    Se reconocen las incertidumbres asociadas al grado de conocimiento en relación a distintos parámetros considerados relevantes por la narrativa del Desarrollo Sostenible respeto a la biodiversidad (ver figura 1).
(3)    Se reconoce que pese a todas las incertidumbres (ver figura 1) podemos afirmar que más de 1.000.000 de especies están en peligro de extinción y que una importante parte de las especies están amenazadas (ver figura 2) con un 75% de los ecosistemas terrestres y un 66% de los marinos significativamente alterados x
(4)    Las causas principales son 5: cambios en el uso de la tierra (75%) y del mar (66%), explotación directa de organismos (en 2015 33% de los stocks marinos se explotan de forma insostenible), cambio climático, contaminación (se ha multiplicado x10 desde 1980) y especies invasoras (+70% desde 1970).
(5)    La pérdida de la biodiversidad socava un 80% del progreso hacia los objetivos del desarrollo sostenible y es un problema no solo ambiental sino de desarrollo, económico, de seguridad, social y moral
(6)    Se reconoce a la población indígena local y su sabiduría ancestral a la hora de conservar la naturaleza. En estas areas la biodiversidad declina en menor proporción y se deben tener en cuenta su conocimiento, inovcaciones y prácticas, valores e instituciones.
(7)    Se puede revertir la situación con una transformación que será resistida pero posible:

a. Agricultura: se requiere un manejo más integrado, mayor participacion pública y promover buenas prácticas, incluyendo prácticas agroecológicas. Se destaca la transparencia, localización y reducción del despilfarro alimenticio.
b.  Sistemas marinos: soluciones basadas en los ecosistemas, cuotas, planificación espacial, reducción de vertidos…
c.  Sistemas de agua dulce: planificación integrada, políticias del agua más inclusivas, promoción de proyectos con criterios de sostenibilidad fuertes.
d.   Areas urbanas: promoción de soluciones basadas en la naturaleza, mayor acceso a areas verdes, produccion y consumo más sostenibles y conectividad ecológica con especies nativa
e.    Valores: se destaca la improtancia de la diversidad de cosmovisiones
f.     Los jóvenes paracen estar liderando el cambio

Se proponen además 5 puntos de gobernanza específicos a nivel más general, llamados intervenciones para una gobernanza multinivel y 8 prácticas concretas de acción:

Intervenciones para una gobernanza multinivel:

(1) incentivos y gestión de la capacidad:
(2) cooperación intersectorial:
(3) acción anticipativa,
(4) políticas de decision bajo resiliencia e incertidumbre
(5)leyes ambientales (regulaciones) e implementaciones

Puntos de actuación

(1) aceptar diversas cosmovisiones de lo que constituye una buena vida
(2) reducir el consumo total y el despilfarro
(3) "desatar" valores y acción
(4) reducir desigualdades
(5) inclusividad en la conservación (mujeres e indígenas principalmente)
(6) internalizar las externalidades y el telecoupling (término inglés para referirse a las relaciones de distancia en sistemas socioecológicos, por ejemplo el rol del comercio internacional en el impacto en biodiversidad)
(7) Asegurar la tecnología, innovación e inversión
(8) promover la generación y el compartir de la información así como la educación

lunes, 6 de mayo de 2019

Principios para el diseño de acciones para cambiar el mundo: el paradigma sociocultural


En un reciente artículo describí la extrañeza que me produjo la visita de la exposición “Auschwitz. No hace mucho. No muy lejos” y que se pudo ver hasta febrero de este año en Madrid, y que en breve podrá visitarse en Nueva York. La extrañeza proviene de estar contemplando con mis propios ojos la puesta en práctica de una forma de pensar que llevábamos tiempo analizando en el podcast Ampliando el Debate, con la ayuda pensadores/divulgadores como David de H-E-F, Rugi Carles o un servidor y generalmente tomando como referencia una serie de autores que incluyen a Lewis Munford, Thomas Kuhn, Theodor Adorno, Max Horkheimer, Jean-François Lyotard, Michel Foucault y un largo etcétera. De forma poco rigurosa vamos a etiquetar a esta serie de autores como postmodernos. Me interesa bien poco que en la actualidad la academia filosófica les atribuya o no esta etiqueta, más adelante entenderéis las razones. La extrañeza sobre todo proviene de que esta forma de pensar que pude ver plasmada en la exposición, estas ideas o narrativas, siguen siendo comunes hoy en día, pese a la narrativa contraria ampliamente aceptada de rechazo al holocausto judío. En consecuencia, desde mi punto de vista, estaba contemplando una especie de extraño juego de engaño/alienación social donde se niega de forma explícita lo que se afirma de forma implícita.

Deconstruyendo Auschwitz: las raíces de nuestro afán destructivo, recibió entusiastas alabanzas y críticas furibundas, algo que es normal, porque se trataba de un tentativa apresurada y provocativa de generar una “tormenta de ideas” en torno al paradigma sociocultural moderno, es decir, el paradigma sociocultural en el que vivimos actualmente, y que desplazó al anterior paradigma medieval allá por el siglo XV-XVI, y que, de forma también poca rigurosa, identificamos alcanza una formulación explícita acabada en los voceros de la Ilustración, esa que siguen defendiendo todavía hoy, de forma también poco rigurosa, los voceros del neoliberalismo.

Al hablar de paradigma sociocultural estamos tomando prestado, en un contexto mucho más amplio, el término acuñado por Thomas Kuhn en sus famosas obras La revolución copernicana y La estructura de las revoluciones científicas. Recordemos brevemente lo esencial de los planteamientos del físico norteamericano.

A la concepción del desarrollo de la ciencia de forma lineal, mediante pequeñas aportaciones que van suponiendo un avance, Kuhn opone su concepción de los paradigmas, que evolucionan a través de revoluciones científicas. En concreto, existiría un periodo de ciencia normal durante el cual se van resolviendo enigmas que deja abierto el paradigma, al que seguiría una revolución científica, en el que se plantean nuevos paradigmas para resolver las anomalías, o enigmas persistentes, que se han ido acumulando en el periodo de ciencia normal. El paradigma, define el campo de investigación, los conceptos fundamentales, los modelos teóricos y la metodología utilizada, y requiere la aceptación de la comunidad científica pertinente. Situarse en paradigmas distintos implica que se tienen distintos problemas que resolver, e incluso una concepción distinta de la disciplina científica en la que se trabaja, además de diferencias conceptuales ligadas a diferencias en el lenguaje teórico.


Así pues, podemos ver el paradigma como un conjunto de proposiciones que guían la investigación, y dentro del cual deben encajar, en el sentido de que deben ser compatibles con él, los resultados y teorías científicas que se van desarrollando. Es interesante señalar que los paradigmas son inconmensurables, no se puede evaluar con una medida común. Pasar de un paradigma a otro implica un cambio global de la percepción y de la producción de significado, lo cual excede ampliamente la lógica. Kuhn documentó este proceso para el paso de la física ptolemaica a la newtoniana.