Páginas

miércoles, 2 de septiembre de 2015

¿Cambiar el sistema como solución?


Sólo con oír hablar de cambiar el sistema a la mayoría nos entra un escalofrío por la espalda ¿Hablamos del sistema operativo del PC? No, hablamos de la sociedad, de como funcionamos los seres humanos. Pero ¿somos parte de un sistema? El conocido académico del MIT Jay Forrester no tiene ninguna duda al respecto.


Hablar de cambiar el sistema, siendo totalmente necesario, dado que el sistema actual nos conduce al colapso, es un debate completamente estéril ¿Por qué? Porque el supuesto cambio de sistema nos remite de forma inmediata a un debate muerto, el de socialismo vs capitalismo: existen dos sistemas posibles, capitalismo y socialismo, el capitalismo es mejor y ha ganado la batalla. Las luces de la ilustración conducen a un centro comercial, nuestro “sistema” es el mejor que permite la razón y la naturaleza humana.

El razonamiento es aparentemente impecable, sin embargo es tremendamente perverso. Es obvio que nadie es capaz de trazar un plano definiendo las funciones de cada uno de nosotros, su papel dentro del sistema, y diseñar como un ingeniero una sociedad mejor ¡Eso es imposible! No somos piezas en un engranaje, somos personas con un bagaje cultural y con aspiraciones individuales, es un ejercicio fútil diseñar una sociedad mejor.

A este respecto cabe recordar el fracaso (lógico) del socialismo y como lo definía Lewis Mumford en su Historia de las utopías

De haber sido de alguna utilidad, nuestro viaje por las utopías debería habernos enseñado lo patética que es la idea de que la clave de una sociedad buena se halla sencillamente en la propiedad y el control de la estructura industrial de la comunidad.

Sin embargo, ello no es óbice para no poner todas nuestras energías en el cambio. Hay cientos de reformistas, desde Frederick Soddy hasta Henry George, desde Herman Daly hasta Bernard Lietaer, por citar algunos, que nos indican cambios que podemos hacer, reformas para mejorar la situación. Nuestra asociación ha indicado algunas en nuestra página web y en nuestro Programa para una Gran Transformación.

¿Cambiará eso “el sistema”? ¿Y qué más da? El cambio de sistema sólo se verá con el retrovisor y será el resultado de muchos pequeños cambios que poco a poco irán cambiando la fisonomía de nuestra sociedad, hasta que se produzca un cambio cultural completo. El cambio de sistema será involuntario, un subproducto de ir mejorando poco a poco las cosas e ir adaptándonos a ello. Feudalismo, edad media, capitalismo, son etiquetas que han puesto los filósofos e historiadores, en general a toro pasado, viendo los hechos con cierta perspectiva. No es seguro que en el futuro se defina nuestra época como “capitalista”, de hecho es improbable, y equivalente a definir la edad media como “católica”. Una etiqueta más adecuada sería la “modernidad”, etiqueta que pone de manifiesto las similitudes se socialismo y capitalismo. Una de estas similitudes la ha expuesto de forma magistral el papa Francisco en su encíclica Laudato Sí, se trata del dominio de la naturaleza como fin en si mismo:

Se tiende a creer « que todo incremento del poder constituye sin más un progreso, un aumento de seguridad, de utilidad, de bienestar, de energía vital, de plenitud de los valores », como si la realidad, el bien y la verdad brotaran espontáneamente del mismo poder tecnológico y económico. El hecho es que « el hombre moderno no está preparado para utilizar el poder con acierto »,84 porque el inmenso crecimiento tecnológico no estuvo acompañado de un desarrollo del ser humano en responsabilidad, valores, conciencia.

Francisco coincide con Lewis Mumford, primero hay que pensar una vida buena, la prioridad son los fines, el ¿para qué? ¿Para qué vivimos, trabajamos, creamos? Yo tengo muy clara la respuesta, ahora le toca a usted aclararse querido lector.


12 comentarios:

  1. Habrá que rehabilitar el termino "reforma", jeje

    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Supongo que sí. Gracias por reflejar Don Quisancho.

    un saludo,

    ResponderEliminar
  3. Si la alternativa no es el socialismo no sé para qué se lucha...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se lucha por la inclusión, el buenvivir y la autonomía de todos dentro de un marco económico que minimice su flujo (esa transformación mal llamada "producción") maximizando la preservación del capital natural. Más pistas aquí:
      http://crashoil.blogspot.com.es/2015/09/una-modesta-utopia.html

      Eliminar
    2. Idealismo barato pequeño-burgués. ¡Cuánta razón tenía Lenin!

      Eliminar
    3. Supongo que ese análisis leninista te dice indica que estamos "equivocados", no comprendemos la grandeza del pensamiento "cientifico" marxista, que nos indica que todos estamos equivocados excepto el partido comunista.

      un saludo

      Eliminar
  4. Utopismo es creer que el capitalismo es reformable.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El capitalismo ha sido reformado muchas veces a lo largo de la historia y de formas distintas a lo ancho del globo. Creer que el capitalismo actual no es reformable es lo que quieren que pensemos, ("el fin de la historia" de Fukuyama). Eso tampoco es utopismo, eso es derrotismo, conformismo o la ingenuidad de creer que es posible un cambio inmediato de gran magnitud sin un colapso previo. Algunos privilegiados sonríen cuando ven a alguien que sólo apoya el todo ya mientras siguen imponiéndonos sus pequeñas reformas y pidiendo más con la pompa de lo inevitable.

      Eliminar
    2. Vamos a ver. El capitalismo si ha sido reformable ha sido por la correlación de fuerzas favorable a las clases subalternas desde 1917 hasta los 70 del siglo XX. Las reformas en el capitalismo siempre van encaminadas a la modernización de la extracción de plusvalía, otra cosa es el lapsus reformista materializado en el "estado del bienestar". O hay organización revolucionaria o no habrá nada porque el capitalismo no da nada. No es derrotismo, es simple y llanamente materialismo dialéctico. Todo aquello que no sea luchar por el socialismo es engañar a la gente, y la gente está harta de engaños y traiciones.

      Eliminar
    3. Lo que llamais "capitalismo" está en constante evolución, se escapa de vuestras categorías. No compares la sociedad actual con la del siglo XIX, ni la actual y la del siglo XIX con las décadas gloriosas. Lee a Hobsbawm (un marxista, por cierto) y quizás te enteres de algo.

      saludos

      Eliminar
    4. Nuestra asociación defiende la igualdad, pero es contraria al socialismo, ya que somos demócratas. Es una cuestión de principios. Nuestro principio es la igualdad política, y la soberanía del pueblo. Es obvio que ello es incompatible con el socialismo, ya que el pueblo puede decidir, por ejemplo, que la propiedad privada es estupenda. Los marxistas dirán que no, que el marxismo "científico" dice que nos equivocamos, pero nosotros eerre que erre con el pueblo.

      saudos,

      Eliminar
    5. Exactamente, Anónimo, la correlación de fuerzas es lo que cuenta, tanto para las pequeñas reformas, como para las grandes, y también para las revoluciones. Las pequeñas contrarreformas interminables de la derecha son posibles porque tienen una mayoría parlamentaria que se lo permite. Poco a poco han instalado su "revolución". Si la gente está cansada de traiciones, y eso es motivo para descartar las reformas, no veo que haya más motivación para las revoluciones.

      Eliminar

NO SE ADMITEN COMENTARIOS ANÓNIMOS