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lunes, 9 de febrero de 2015

En busca de la democracia



Escribía José Ignacio Torreblanca (intelectual ligado a la fundación Juan March, y por tanto al PSOE) en El País, que Europa se está reconfigurando en torno a dos ejes, el del nacionalismo y el del europeísmo. Por supuesto, el nacionalismo es malo, atávico, antiguo, antediluviano. Dentro encontramos izquierdas (Podemos, Syriza), derechas (Frente Nacional, Pegida, Aurora Dorada) y liberales (UKIP). Por el contrario, Europa, al menos para países como España, es el cambio: lo moderno. Y lo moderno, ya sabemos, es sinónimo de bueno, incluso aunque sea sospechosamente poco democrático. Lo importante es modernizarse, la democracia es secundaria. Sin embargo, dicho artículo, que se limita a constatar un hecho, contribuye a oscurecer en lugar de aclarar la situación. Sí, que haya un eje de la soberanía enfrentado a un eje europeísta es un hecho, no en vano el nuevo gobierno griego de “izquierda radical” ha pactado con un partido escindido de Nueva Democracia (el partido que se ha alternado de forma periódica en el poder con los socialistas griegos, dentro de un sistema bipartidista similar al español), por considerar que el partido hegemónico de la derecha griega se plegaba demasiado a los intereses europeos. Lo que une a Syriza con este partido de derechas es evidente: la defensa de los intereses nacionales frente a la supeditación de la política nacional a los compromisos exteriores.

Según la narrativa de Torreblanca, el nacionalismo ¿por qué surge? No nos lo explica, cabría pensar que surge de forma natural de individuos malvados, cuyo objetivo es sembrar el odio, retrasar el progreso o dividir a los europeos. Nada más lejos de la realidad ¿acaso esta situación es imprevisible? No, es un tema del que se ha hablado largamente, por ejemplo el economista Dani Rodrick en su libro “La paradoja de la globalización”.

Rodrick nos cuenta que existe un trilema relacionado con la globalización: no podemos tener democracia, soberanía nacional e hiper-globalización al mismo tiempo, sólo podemos alcanzar dos de esos objetivos.


Si renunciamos a la democracia, lo que tenemos es una dictadura de mercado. Si por el contrario, renunciamos a la soberanía nacional, lo que tenemos es un federalismo global, es decir, el poder del estado nación se debe transferir a instituciones económicas globales. Esto es así porque los mercados necesitan instituciones públicas para funcionar, pero la competencia ilimitada internacional impone decisiones a los gobiernos, por ejemplo, la rebaja de impuestos a las transnacionales, o como en el caso del conocido TTIP que Europa está a punto de firmar con EEUU, renunciar a cualquier legislación que pueda hacer disminuir los beneficios de las inversiones de las transnacionales en Europa. Si esas decisiones no son refrendadas democráticamente, como está ocurriendo en Europa, lo que tenemos es una democracia de chirigota, sin soberanía. Rodrick nos muestra que históricamente esa situación suele conducir a una ruptura democrática, como ocurrió en Argentina durante la crisis que originó el corralito.

Recordemos que Argentina había abandonado de facto su política monetaria, para crear un marco de confianza respecto al cumplimiento de los compromisos externos. Finalmente, el pueblo no refrendó esos compromisos, lo que provocó el impago de la deuda, y cierto asilamiento de Argentina de la globalización, que quebró sus lazos comerciales y financieros con algunos países.

La solución que se podría aplicar a este problema, según la narrativa ortodoxa, son unas instituciones globales más fuertes, pero se nos presenta el problema de sus representatividad democrática, ya que una democracia global parece en estos momentos utópica.

Esto nos deja sólo una opción lógica, quedarnos con la democracia y la soberanía nacional y renunciar a la hiper-globalización. Se nos dice que esto no es moderno, que no podemos retornar a la autarquía, pero esto no es más que una caricatura de lo que se propone. La globalización limitada no es el retorno a la autarquía, sino refrendar el derecho de los países a defender sus propias regulaciones e instituciones, y a establecer acuerdos internacionales que regulen la interacción de las instituciones nacionales. Esto no es nuevo, también ha sido planteado antes, por ejemplo por el economista ecológico Herman Daly

La globalización, considerada por muchos como la ola inevitable del futuro, se confunde a menudo con internacionalización pero es, de hecho, algo totalmente diferente. La internacionalización se refiere al incremento de la importancia del comercio internacional, las relaciones internacionales, tratados, alianzas, etc. Inter-nacional, por supuesto, significa entre naciones. La unidad básica continúa siendo la nación, aun cuando las relaciones entre naciones sean cada vez más necesarias e importantes. La globalización se refiere a la integración económica global de muchas antiguas economías nacionales convertidas en una economía global, principalmente por el libre comercio y la libre circulación de capitales, pero también mediante una migración fácil o, incontrolada. Es la efectiva erosión de las fronteras nacionales por motivos económicos. Lo que era internacional deviene interregional. Lo que era gobernado por la ventaja comparativa ahora es dictado por la ventaja absoluta. Lo que era muchos se convierte en uno. La misma palabra “integración” deriva de “entero”, significa uno, completo o, todo. Integración es el acto de combinar en un todo. Debido a que debe haber un todo, una sola unidad con referencia a la cual las partes se integran, se sigue que la integración económica global implica lógicamente la desintegración económica nacional. Por des-integración no quiero decir que la dotación industrial de cada país es aniquilada, sino que sus partes son arrancadas de su contexto nacional (des-integradas), para ser re-integradas en un nuevo todo, la economía globalizada. Como dice el refrán, para hacer una tortilla tienes que romper algunos huevos. La desintegración del huevo nacional es necesaria para integrarlo en la tortilla global.

En Europa hemos olvidado esto, y no sólo eso, una vez machacadas las democracias nacionales por la dictadura de la troika y los tecnócratas como Mario Monti, anulado el referéndum que planteó Papandreu en Grecia sobre el rescate, todavía queremos profundizar en este camino, firmando un tratado de libre inversión con Estados Unidos, que reduce la soberanía nacional de los estados nacionales a un chiste.

Ni siquiera existe una justificación utilitarista para este hecho. Alguien podría pensar que bien se puede inmolar la democracia en el altar del desarrollo económico. Pero esto es falaz, dado que la historia muestra una y otra vez que precisamente la mayor prosperidad se alcanza mediante una integración en la economía mundial supeditada al cumplimiento de objetivos nacionales. Así nos lo cuenta Ha-Joon Chang en ¿Qué fue del buen samaritano? Naciones ricas, políticas pobres.

Para evitar que una mala interpretación de la historia de este simulacro del desarrollo —como define Rist a la globalización— la convierta en hoja de ruta para el progreso de los países subdesarrollados, Chang analiza la relación entre prosperidad y proteccionismo o libre cambio a la luz de la realidad económica histórica. Su conclusión es categórica: salvo excepciones, todos los países desarrollados aplicaron activamente políticas industriales, comerciales y tecnológicas.


Manda huevos, con perdón, que ahora venga gente como Torreblanca con su folclore intelectualoide a decirnos que la culpa es nuestra, de los ciudadanos, que no somos modernos ni competitivos, y votamos con el estómago a unos bárbaros nacionalistas. Que los ciudadanos voten a quién les ofrece recuperar algo de soberanía no debería extrañar a nadie, al fin y al cabo la democracia debería servir para decidir qué país queremos, y esto sólo se podrá lograr si la expresión de la voluntad popular puede ponerse en práctica a través del ejercicio de la soberanía nacional. No estamos hablando de profundizar en la democracia, a través del autogobierno comunal, un camino que merecería la pena comenzar a transitar en algún momento, tan sólo hablamos de recuperar lo que hasta ahora habíamos entendido de forma convencional por democracia.

16 comentarios:

  1. Hola Jesús,

    Estoy bastante de acuerdo, aunque con respecto a lo del "pacto a al griega" también se me ocurre que ha podido ser un chantaje de la todopoderosa cúpula militar helena para que no se toque al ejército (y al gasto militar) evitando un golpe de estado, dado que habría sido mucho mas normal un pacto con el KKE (comunistas) también duro con las posiciones europeas.

    Un saludo

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    1. Buenas Don QuiSancho,

      Tengo entendido que los comunistas no eran tan duros como este otro partido, pero puede ser que haya más cosas. Lo del golpe lo veo improbable, la verdad, pero es cierto que puede haber otras razones para no pactar con los comunistas. Lo que está claro es que la prioridad es nacional, en eso tiene razón Torreblanca, lo que ocurre es que él continúa con el europeismo naif, y no saca las debidas conclusiones.

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  2. Me ha gustado mucho el artículo y gracias a la simplicidad de ese modelo triádico de Rodrick, la explicación encaja perfectamente. Como muchas veces digo, el problema es que la globalización es sólo pseudoglobalización porque anda coja. De los 4 factores de producción (capital, tierra, trabajo y tecnología) parece que sólo el capital y los recursos naturales (tierra) son los que circulan más o menos libremente. Las personas (trabajo) no pueden circular libremente y la tecnología hay que pagarla bien cara o a veces ni con dinero.

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    1. Buenas Bienestar,

      Lo que dices es importante, porque al no circular el factor trabajo, los modelos neoclásicos de los economistas ya no son válidos, es decir, su demostración de que la apertura al capital y a las mercancías trae el progreso material se queda en agua de borrajas.

      un saludo,

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  3. Os pasáis la vida en este blog criticando hasta la extenuación al capitalismo y al liberalismo, pero cuando planteáis una solución siempre acabáis diciendo que el socialismo es imposible. ¿En qué quedamos? ¿Por qué denostáis tanto al comunismo y lo presentáis como una bestia igual o peor que el capitalismo? La única alternativa al capitalismo es el socialismo, porque el capitalismo de rostro humano y con conciencia social NO EXISTE, y para ello hace falta una revolución socialista por mucho que las matemáticas digan que al capitalismo le quedan los días contados.

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    1. Buenas Anónimo,

      Perdón por la tardanza, se me había pasado revisar los comentarios. En primer lugar, hablar de "capitalismo" a mi no me gusta, me parece entrar en un "frame" o marco conceptual donde nos resultará muy difícil ganar. En segundo lugar, las alternativas son infinitas, la verdad que el número de reformistas y de propuestas de cambio social es absolutamente apabullante. Quizás no sean tan famosas como el socialismo porque no se han puesto nombres pomposos y no se han presentado como "alternativa única".

      Me has dado una idea para hacer un artículo sobre el socialismo. Cuando la presente hablamos.

      saludos,

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    2. No tenemos capitalismo. Adam Smith ya nos aviso hace más de 200 años del "mercantilismo corrupto". Cuando lo hizo, tenia los ejemplos de la corrupción total de la "city of london" y de la rebelión de los estadounidenses contra esta corrupción. Sigamos en lo mismo. Y el hedor en EEUU esta asfixiante.

      A Historical Perspective: The Banking Monopoly
      https://criminalbankingmonopoly.wordpress.com/

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  4. Buenas Jesús,

    Confieso que no me he leído el artículo, pero necesito que alguien me aclare mis dudas y de los economistas "buenos" eres el único que está disponible para charlar con el gran público (bueno, quizás junto con Jordi Llanos y alguno más, pero a Jordi apenas lo he leído). Te pondré un poco en contexto antes de ir al grano. Hace relativamente poco que “abrí los ojos” y por cosas que iba leyendo aquí y allá (principalmente al maestro Chomsky), empecé a darme cuenta de que la realidad no es como nos la cuentan en los medios de comunicación de masas, y que hay otros problemas más importantes que la corrupción como son el peak-oil o el funcionamiento del sistema bancario.

    Mi problema es que una vez uno decide “salirse del sistema”, es muy difícil saber donde informarse sin cruzar de la realidad, de la verdad, a las teorías conspiratorias. Me explico. Tengo localizados unos cuantas webs o blogs donde puedo informarme con seguridad, como son el blog de Antonio Turiel (The Oil Crash es quizás mi página de referencia), La Proa del Argo y este blog, en castellano; y sitios como Chomsky.info, Medialens, Patrick Coburn de The Independent y la web de Michael Hudson, en inglés. Pero más allá de estas webs, incluso en sitios como Colectivo Burbuja o Counterpunch me da la sensación de que hay cosas (o más bien columnistas) que hay que coger con pinzas.

    Pues bien, ayer estuve eschuchando el programa de Ampliando el Debate en el que Chus Marcano entrevista a Gregorio Abascal sobre el TTIP y cerca del final Chus mencionaba un artículo de un tal J. Jacks, colaborador de Radio Gramsci, en el cual este señor asegura cosas como que Wall Street financió a Alemania para que pudiera continuar la guerra en 1915 o que las condiciones del tratado de Versalles se eligieron con la expresa intención de “que el pueblo aleman las rechazara para asi provocar los acontecimientos que ocurrieron posteriormente”:
    http://radiogramsci.org/2015/01/por-que-alemania-1953-no-es-grecia-2015-por-j-jacks/

    Leyendo más cosas de este señor, encuentro cosas como que “al-Qeda no era un grupo terrorista sino una database de mujadines y armas que los servicios secretos saudí-americanos usaban para armas guerrillas y bin Laden solo un peón en este juego”, o “Isil también se beneficia. Al igual que Al Queda es un producto de los servicios secretos americanos y se les usa o se les deja hacer según las circunstancias, Isil es una válvula de escape y mientras no aspire a mas que controlar una parte de Iraq y servir los intereses americanos-judíos, les dejaran en relativa paz”:
    http://radiogramsci.org/2015/01/religion-poder-y-petroleo-en-el-avispero-de-oriente-medio-por-j-jacks/

    En otros artículos le he leído cosas como que los impuestos no son necesarios, que los estados los usan para “a) regular la demanda (si la economía se “calienta” se aumentan para controlar la inflación) b) para que los ciudadanos trabajen para conseguir esa moneda, el único medio para pagar impuestos y c) para oprimirlos” (en Colectivo Burbuja!):
    http://www.colectivoburbuja.org/index.php/david-serquera/entrevista-a-j-jacks-especial-finanzas/

    O en general, todo este artículo, que me parece una explicación manipulada de la anulación de la ley Glass-Steagal en 1999:
    http://www.caffereggio.net/2010/06/01/el-hombre-mas-listo-del-mundo-de-j-jacks-en-el-confidencial/

    Querría saber tu opinión sobre estos asuntos, si te parece que este señor está diciendo la verdad, y si no es así, por qué no hay un mayor control sobre quién habla o escribe en sitios como Colectivo Burbuja o Counterpunch (donde puedes encontrarte desde a Michael Hudson hasta al conspiracionista Nafeez Ahmed), que por otro lado son refugios donde liberarse de la manipulación de los medios de comunicación e informarse de forma independiente de lo que pasa en el mundo.

    Muchas gracias por tu tiempo, y que sepas que os estoy enormemente agradecido a gente como Antonio Turiel, Juan Carlos Barba, los miembros de Autonomía y Bienvivir y, en general, Colectivo Burbuja.

    Un saludo,
    Asier

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    1. Buenas Asier,

      Los temas que me planteas son más cuestiones políticas e históricas que económicas. Aquí nuestro referente es Carles Sirera, le puedo decir que intente contestar a lo que planteas.

      La parte que yo sí estoy capacitado para responderte es respecto a los impuestos. J. Jacks sigue a la escuela post-keynesiana, son seguidores de Minsky (entre los que se encuentra Varoufakis el ministro de finanzas griego) y se les considera heterodoxos (el mainstream no les hace ni caso). Tienen cosas buenas y malas, en general pesa más lo positivo, aunque ultimamente están atacando con rabia a Daly y la economía ecológica, pero plantear las cosas como las plantea J.Jacks me parece excesivamente atrevido. Yo he hablado de cosas relacionadas en La Proa del Argo, por ejemplo, "Consideraciones críticas y elogiosas sobre la TMM" y el post contra Juan Ramón Rallo acerca del origen del dinero. Los que más están trabajando en este tema de la TMM son Randal Wray y Bill Mitchell, y te aseguro que no han podido demostrar (y ellos lo reconocerían) la teoría chartalista sobre el origen del dinero (que el dinero nace por primera vez gracias a los impuestos que el estado impone a los ciudadanos). Aunque es cierto que se aproxima más a la verdad que la teoría del dinero mercancia, que en su última versión, y como puedes comprobar en mi debate con Rallo, es pensamiento circular puro y duro. Respecto a los impuestos, en condiciones ideales, unas condiciones que no existen, por ejemplo, que los ciudadanos sólo puedan usar una moneda, que no se necesite comprar nada al extranjero o que se pueda comprar con nuestra moneda, y que no podamos sustituir la moneda estatal por otra de forma informal, en ese caso, irrealizable, los impuestos no harían falta y todo se financiaría con la emisión de moneda. J. Jacks lleva las teorías de Randall Wray y Bill Mitchell demasiado lejos. Pero sí, lo que dice tiene relación con teorías más o menos sensatas, no es pura conspiranoia, aunque yo no estoy de acuerdo, como te he explicado.

      Según me han dicho, el libro de Wray "Teoría Monetaria Moderna" se va a publicar en castellano.

      Respecto a los casos históricos, a ver que nos cuenta Carles. Decir que sobre Bin Laden y Al Queda hay un documental que creo que presenta testimonios de mucho valor. Se llama "El poder de las pesadillas", es de Adam Curtis.

      Espero haberte ayudado.

      un saludo,

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    2. Respecto a "El hombre más listo del mundo". Nuevamente hay parte de verdad, yo he tratado el tema en "La guerra de divisas II", y un poquito también en mi último artículo, que publiqué hoy de madrugada. Pero claro, miremos la realidad con un poco de objetividad ¿los chinos son unos membrillos que han crecido al 10% durante 4 años seguidos antes de la subprime? ¿Así quiere EEUU mantenerse como 1ª potencia? Chico, son cosas que tienen parte de verdad y puede sonar plausibles, pero entre algunas verdades se mete mucha morrala, y son temas, además, donde no puede haber discusión, ya que todo lo que sustenta el relato son juicios de valor sobre el comportamiento de otro ¿o acaso hay algún testimonio que respalde esto?

      El tema está claro. Por cierto, te recomiendo que leas este artículo, es corto e instructivo ;-)

      un saludo,

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    3. Buenas Jesús,

      En primer lugar te estoy muy agradecido no ya de que me hayas contestado, sino de que lo hayas hecho tan rápido. Por supuesto, te agradecería enormemente también que le trasladaras a Carles Sirera mis dudas políticas e históricas. Bueno, al grano.
      - ¿Qué artículo me recomiendas que lea, el último que has escrito (“De políticas y relatos... “) o “El hombre más listo del mundo”. Supongo que te refieres al tuyo, que leeré con mucho gusto en cualquier caso.
      - ¿Me puedes confirmar si “El hombre...” habla de la anulación de la ley Glass-Steagall y sus “consecuencias” (según J. Jacks)?
      - J. Jacks es de la escuela post-keynesiana, como Varoufakis (del que Michael Hudson dice que es uno de los “buenos”, y por cierto, según Wikipedia también Hudson es de esta escuela). Pero, que todos sean de la misma escuela económica no quiere decir que opinen lo mismo, ¿no? Es decir, ¿firmarían Varoufakis y sobre todo Hudson punto por punto las teorías de “el hombre más listo del mundo”? Y sobre todo, ¿critican Varoufakis y Hudson a Daly y su teoría ecológica? Se me vendría el mundo encima...
      - Dices que hay parte de verdad entre mucha morralla. Te diré lo que yo pienso: eso se puede aplicar a todos los artículos de J. Jacks, pero especialmente a ese artículo en concreto. Yo soy ingeniero químico, pero al igual que tú con la economía, mi pasión es una disciplina diferente. En mi caso es la física, y respeto al método científico por encima de todo. Tú no puedes difundir unas teorías tan fuertes, con tantas implicaciones, si no puedes demostrarlas. Además, normalmente la explicación más sencilla es generalmente la correcta. La anulación de la ley Glass-Steagall permitió, según Wikipedia que “los bancos comerciales pudieron tomar más riesgos y apalancarse más, ya que eran al mismo tiempo bancos comerciales y de inversión”, o en otras palabras, ganar más dinero poniendo en peligro a los depositantes y en general, a toda la economía, hinchando la burbuja. Si Robert Rubin estuvo 26 años en Goldman-Sachs antes de que Clinton lo llamara, no es más problable que Rubin convenciese a Clinton (que no es ningún santo) de derogar la ley, con la intención simple y llana de que sus colegas pudieran forrarse (aún) más?

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    4. Según Jacks, “ni Alemania ni China vieron que eran parte del plan de transferencia de riqueza desde Europa y Asia hacia EEUU. A cambio de productos reales, Alemania y China recibían dólares creados a voluntad y sin respaldo”. ¿No es acaso eso lo que lleva sucediendo desde que Nixon desligara el dólar del patrón oro y Kissinger convenciese a la OPEP de que aceptasen vender el petróleo sólo en dólares? (La caída del Gigante I, the Oil Crash, octubre-noviembre de 2013). Entonces, “Los dólares que Alemania y China recibían se tenían que reciclar en sus mercados domésticos, dado que ni entidades financieras ni ciudadanos podían usarlos localmente”. Mejor gastarlos en petróleo, ¿no? No soy economista, así que no sé por qué es más lógico pasarle el muerto a España y Grecia que simplemente ahorrar, depositarlo en cuentas americanas o lo que sea. Tengo entendido que ciertamente los bancos alemanes “financiaron” la burbuja de la construcción española y el derroche militar en Grecia pero, ¿por qué tuvo que ser para deshacerse del exceso de dólares? Los grandes bancos de Wall Street lo hicieron simplemente para ganar dinero a costa de la burbuja, a sabiendas de que no iban a castigarlos, entonces ¿por qué iban los alemanes a tener un motivo diferente? Es un punto muy importante, porque la teoría de Jacks implica que el gobierno alemán tuvo algo que ver en la burbuja española, que “conspiró” contra los países del Sur, mientras que de la otra forma solo se trata de banqueros haciendo lo que más les gusta, enriquecerse. A mi modo de ver, los economistas neoliberales realmente creen en sus teorías, y cuando Alan Greenspan dice que no vio ver la burbuja lo dice en serio. Fue culpa nuestra por dar libertad total a los banqueros, ellos solo hicieron lo único que saben hacer, no un plan urdido por el gabinete de Clinton en 1995 para frenar a China y Alemania. Es mi punto de vista, por supuesto.
      -En cuanto a lo que dices de los impuestos y las condiciones ideales, recuerdo a mi profesor de Fenómenos de Transporte decirnos para calcular el perfil de temperatura de un pollo en un horno, “supongamos que el pollo es una esfera uniforme...”. Nos entendemos, ¿no? ;) A mi modo de ver, lo que dice J. Jacks en este asunto equivale a mentir, simple y llanamente.

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    5. Acabo de entender que te referías a que leyera "En busca de la democracia", jajaja. No te preocupes, leeré los artículos que me has recomendado, y también veré el documental sobre Al-Qaeda. Respecto a este tema, solo decirte que me molesta profundamente que este señor pretenda saber más que Patrick Cockburn (no Coburn, como había escrito antes), que lleva visitando Oriente Medio desde 1977, y según Chomsky es "el periodista y analista mejor informado de la región ahora mismo". Vuelvo a mi motivo principal para escribirte, bastante difícil es saber donde informarse, y donde informarse verazmente, fuera de los medios de comunicación de masas, como para encontrarse con autores como este, que podrán tener la mejor intención del mundo, pero en realidad sólo entorpecen más que ayudan. En mi opinión, el mayor problema al que nos enfrentamos no es el agotamiento de recursos, ni el neoliberalismo ni nada por el estilo, sino que las personas corrientes estén bien informadas, e informadas verazmente, de lo que sucede en el mundo. La realidad ya es bastante mala, no hace falta ponerla peor de lo que es, para que los ciudadanos presionen a sus gobiernos para que alteren este rumbo que nos lleva al colapso.

      Un saludo,

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    6. Buenas Asier,

      Yo diría que más que de la anulación de la Ley Glass-Stegal habla sobre acuerdos de comercio con China y Alemania. En cuanto a la banca, más que una ruptura brusca, hay un proceso gradual de evolución desde los años 70. El primer paso es la internacionalización, que lograron marchándose a Londres, donde la ley Glass-Stegal no actuaba.

      Hudson tiene puntos en común con los post-keynesianos, por ejemplo, el aspecto que a mí me parece más interesante, que es la importancia de la deuda. A nivel académico su trabajo se ha centrado en la historia económica, siguiendo los pasos de Polanyi. Es uno de los referentes más importantes, entre los economistas, sobre la cuestión del origen del dinero. Por otro lado también es georgista. Así que le podemos considerar sobre todo un ecléctico y heterodoxo. Hudson es demasiado riguroso como para sostener tesis tan conspiranoicas como las de ese artículo, además con tan pocos datos.

      Sí, al usarse el dólar como moneda de reserva y de cambio, es posible financiar parte de los déficits comerciales con impresión de moneda. Esto es así desde los setenta, aunque se agudiza mucho a partir de 1997.

      Alemania y China tienen varias opciones con los dólares que han obtenido con su superávit comercial. De forma simplificada. Reinvertirlo en bonos del tesoro americano, manteniendo la denominación de los activos en dólares o cambiarlo a otra moneda. En el segundo caso, ello haría que el dólar se devaluase, por lo que su superávit comercial estaría en peligro. Lo de reciclar los dólares para prestarlos a los países de la periferia no tiene sentido. Es cierto que nos han prestado dinero, pero la mayoría no es dólares, que yo sepa. Existen los créditos a la importación, que son créditos a 3 o 6 meses, generalmente en dólares, pero su volumen es pequeño, y no tiene nada que ver con la burbuja. La única opción que les queda es vender dólares y comprar euros para prestárnoslos, pero entonces volvemos al segundo caso. No cuadra.

      Un saludo,

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  5. Hola Asier,
    sobre las dudas que comentabas:
    No hay nada extraordinario en decir que Wall Street financiaba a los alemanes en 1915. Hasta el asunto del telegrama Zimmermann en 1917 hubo relaciones comerciales fluidas y siempre ha existido una relación de admiración e imitación entre los capitanes de la gran industria yanqui y alemana (el MIT surge para importar en USA el modelo de colaboración entre Universidad y gran industria alemán, por no hablar del mismo Ford).
    Sobre la intencionalidad del tratado de Versalles la frase es confusa: sí es cierto que Francia y RU impusieron unas condiciones draconianas a plena consciencia que estaban debilitando el precario surgimiento de la República de Weimar liderada por el SPD y esa actitud favorecía el surgimiento de un golpe reaccionario. La amenaza reaccionaria siempre estuvo ahí y al fin de la IGM le sigue una breve Guerra Civil europea y una gran Guerra Civil en Rusia. En esos enfrentamientos, el papel de RU, como siempre, fue alentar y promover el conflicto en esos países, su habitual política exterior desde Cromwell, para ser justos.
    Sobre los vínculos USA y Al-Quaeda: ese es el problema menor. Toda la política exterior de los USA en la Guerra Fría es lamentable. Es un realismo descarnado que sólo atienda a sus intereses estratégicos. Intentar vender la Guerra Fría como una lucha entre la democracia y el Imperio del mal no hay por dónde cogerlo.
    Finalmente, para saber de estos temas (como soy profe de universidad) no puedo evitar aconsejar que se lean más libros y menos blogs (que hay de todo y la mayoría, para captar la atención, debe recurrir a la brocha gorda). El tocho "Postguerra" de Tony Judt es fundamental para entender Europa desde 1945 o más breve "Europa Negra" de Mark Mazower. Sobre el ascenso de los nazis "A treinta días del poder" de Henry Ashby Turner. Son libros bastante conocidos y será fácil encontrar alguno en una biblioteca pública. Son historiadores conocidos, reconocidos, que se podrían considerar como liberales amargos o críticos. MI twitter por cierto, es @DrSirera. Las dudas bibliográficas suelo contestarlas ahí, que es dónde es más fácil encontrarme. Saludos, Carles.

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  6. Gracias, Carles. Tomo nota de los libros y tu cuenta de twitter. Sobre el nazismo ya tengo la trilogía de Richard J. Evans, pero el de Tony Judt lo añado a la lista de futuribles.
    Un saludo,
    Asier

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