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martes, 30 de abril de 2019

La construcción colectiva del conocimiento científico y su divulgación


A mediados de marzo envié un artículo al blog “Revista 15-15-15” con un texto que continuaba la interesante discusión iniciada por Emilio Santiago Muiño en el mismo foro. Debido a los problemas de salud de uno de los editores, la publicación del artículo empezó a demorarse, por lo que opté por publicarlo en el blog de Autonomía y Bienvivir, donde salió a mediados de abril. Una semana después de la aparición de este artículo apareció en el blog “Revista 15-15-15” una réplica de Pedro Prieto y otra de Carlos de Castro, publicadas una detrás de otra en un mismo post en dicho foro. Me sorprendió la rapidez de la publicación de esta respuesta a mi artículo, en comparación con la lentitud (comprensible) del proceso de publicación de mi artículo original. Entendí algo mejor esta falta de imparcialidad editora al observar que los autores de la réplica son miembros del consejo de redacción de la “revista” y, además, los principales contribuidores a dicha “revista” con 13 y 11 artículos publicados en la misma, respectivamente.



En la mayoría de revistas científicas o profesionales los miembros del consejo de redacción hacen funciones de asesoría editorial, orientación de la línea editorial de la revista, promoción de la misma, revisión de artículos externos, planificación y gestión. Hay algunas que permiten publicar en la revista a los miembros del consejo de redacción, pero suelen exigir en esos casos que se respete un sistema de doble anonimato, para que los otros miembros del consejo de redacción o los revisores puedan evaluar la calidad del artículo sin conocer que el autor es un colega de la misma redacción; y suelen limitar el número de artículos escritos por miembros del consejo de redacción a un porcentaje del orden del 20% del total de artículos de la revista.



Cuando no se respetan esas políticas editoriales de calidad e imparcialidad ante los artículos recibidos, el foro no se suele llamar “revista”; hay otras calificaciones más apropiadas como “blog”, “foro de discusión”, “revista de la asociación X”, “grupo de presión” o “lobby” X, etc. Por eso he empezado denominando “blog” a la llamada “Revista 15-15-15”. No tengo nada contra los blogs, todo lo contrario, pero creo que no hay que confundir a la gente. Un foro digital donde los editores no sólo filtran los contenidos y la rapidez con la que aparecen, sino que ellos mismos publican sus propios artículos cuando quieren no es una revista; es un blog.



Pero volviendo al tema que nos trae, la respuesta de Pedro Prieto me parece mesurada, respetuosa y defendible. Él adopta en algunos casos perspectivas diferentes a las que yo adopto, y ambas posturas pueden ser defendidas y beneficiar al lector; por ello, no voy a añadir nada a sus comentarios. Por el contrario, la respuesta de Carlos de Castro me parece que no tiene prácticamente ninguna relación con lo que yo estoy argumentando o, si la tiene, denota una comprensión nula de cómo se producen los consensos científicos.



Como muchas personas, incluidas algunos científicos, no entienden cómo se generan los consensos colectivos que llamamos “verdades científicas”, creo que puede ser útil resumir aquí el libro Ciencia en acción, del prestigioso sociólogo de la ciencia Bruno Latour. En ese libro, Latour analiza empíricamente cómo se generan tales acuerdos colectivos. El lector interesado puede encontrar también información útil en el resumen de la sociología del conocimiento, y de la sociología del conocimiento científico contemporáneo que publicamos en otro lugar.

 




La diferencia entre ciencia en construcción versus ciencia establecida




Latour nota que hay en realidad dos ciencias, o fases cualitativamente diferentes del proceso científico, y que se dicen cosas diferentes en cada fase. Las dos fases son: la ciencia ya sistematizada y la ciencia que crea nuevos constructos teóricos. La distinción procede de Reichenbach, quien denominó a las dos fases contexto de justificación y contexto de descubrimiento, respectivamente.   






Mientras que la Filosofía clásica de las ciencias se dedicó tradicionalmente a preguntarse qué rasgos de la ciencia, una vez sistematizada, la hacen tan diferente (y poderosa), Latour y otros sociólogos de la ciencia creen que es más fructífero preguntarse cómo construye la ciencia su conocimiento y su poder, y cómo una controversia científica se convierte en una verdad científica. 
Para ello, analiza con perspectiva de antropólogo un caso concreto de producción de hechos científicos: la historia de las controversias que condujeron al “descubrimiento” de la hormona estimulante de la hormona del crecimiento.



En los comienzos de una controversia científica, los científicos contendientes describen el comportamiento de los hechos observados por ellos en una forma que sea ensamblable dentro de afirmaciones con una modalidad positiva; y tienden a describir los hechos observados por sus contendientes insertándolas en proposiciones con modalidad negativa.



Modalidades positivas: son enunciados que apartan a una afirmación de sus condiciones de producción, haciéndola suficientemente cerrada para inducir otras afirmaciones seguras. Modalidades negativas: son enunciados que llevan una afirmación en la dirección opuesta, hacia sus condiciones de producción y a explicar en detalle por qué es sólida o débil.



En las primeras fases de la controversia, Latour detecta afirmaciones de modalidad positiva procedentes del Dr. Schally y de su grupo, tales como las siguientes:



1.    “La estructura primaria de la hormona estimulante de la hormona del crecimiento (GHRH) es Valina-Histidina-Leucina-Serina-Alanina-ÁcidoGlutámico-ÁcidoGlutámico-Lisina-AcidoGlutámico-Alanina”.

2.    “Ahora que el Dr. Schally ha descubierto [la estructura primaria de la GHRH], es posible comenzar los estudios clínicos en hospital, para tratar ciertos casos de enanismo, dado que la GHRH activaría la hormona del crecimiento de la que carecen”.



Pero, tras su publicación en revistas científicas, aparecen afirmaciones de modalidad negativa procedentes de un grupo de trabajo diferente:



“El Dr. Schally ha afirmado durante años, en su laboratorio de Nueva Orleáns, que [la estructura primaria de la GHRH era Val-His-Leu-Ser-Ala-Glu-Glu-Lys-Glu-Ala]. Sin embargo, por alguna extraña coincidencia, esta estructura es la misma que la de la hemoglobina, un componente corriente de la sangre y un contaminante frecuente del extracto purificado de cerebro, si es manipulado por investigadores incompetentes”.



La forma de insertar el hecho en la proposición ya está sugiriendo a otros investigadores cómo deben valorar y utilizar la información del Dr. Schally: como un artefacto derivado de una manipulación incompetente, que debe ser ignorado.



La siguiente generación de artículos se vuelve entonces crítica, pues desequilibrará la controversia hacia un lado u otro, según los distintos autores encuentren que las afirmaciones así construidas por ambos grupos son o no útiles para reforzar las afirmaciones derivadas de su propio trabajo de hacer hablar a los hechos. Así, en un workshop sobre el tema, un tercer grupo de investigadores hace pública la siguiente interpretación:



“Si hay una “extraña coincidencia”, reside en el hecho de que la crítica al descubrimiento de la GHRH por el Dr. Schally ha sido realizada de nuevo por su viejo enemigo, el Dr. Guillemin… Respecto a la homonimia de estructura entre la hemoglobina y la GHRH, es algo factible que nada prueba en contra del descubrimiento”.



Sin embargo, un cuarto grupo responde:



 “No es posible que la sangre transporte dos mensajes homónimos sin perturbar (el metabolismo). Se trata de una equivocación evidente de Schally; Guillemin siempre ha sido más fiable que él”.



A medida que la controversia se encarniza, entran en la discusión cuestiones de fisiología, personalidades de los agentes, métodos de trabajo y detalles del procedimiento de laboratorio de ambos. Schally defiende sus afirmaciones con una red de referencias a sus métodos, que a su vez referencian a otros trabajos: 35 artículos y 16 libros entre 1971 y 1978. O aceptas su afirmación, o te lees los artículos y los desmontas uno por uno.



Latour observa que en la producción científica de conocimiento hay una retórica, al igual que en las discusiones comunes, pero lo que hace la discusión científica es hablar en nombre de los procesos reales (construir hechos en forma linguística) y apoyar sus afirmaciones introduciendo muchos más recursos que la retórica común. Por ejemplo, apelaciones al comportamiento habitual de ciertos artefactos de observación y cómo ese comportamiento apoya la interpretación que estoy proponiendo.



En paralelo con la controversia científica, se va generando en los años siguientes una red de apoyos a ambas afirmaciones, por parte de profesionales (y stakeholders: partes interesadas) que están interesados en el posible uso de los nuevos hechos. Así, se produce la siguiente conversación en un hospital:



Médico-1 (como si resumiera un antiguo debate): “Teniendo en cuenta que existe una nueva cura del enanismo, ¿cómo puede usted decir eso?”

- Médico-2: “¿Una nueva cura? ¿Cómo lo sabe? Eso se lo ha inventado usted.”

- “Lo he leído en una revista”.

- “Habrá sido en un suplemento en color…”

- “No, fue en The Times y el que lo escribía no era un periodista sino alguien con un doctorado”.

- “¿Y eso qué importa? Probablemente era un físico en paro que no sabe diferenciar el RNA del DNA”.

- “Pero referenciaba un artículo publicado en Nature por el premio Nobel Andrew Schally y seis colegas, un estudio financiado por el Nacional Institute of Health y la National Science Foundation, en el que se exponía cual era la secuencia de la hormona que estimula la hormona del crecimiento. ¿Eso no significa nada?”

- “¡Vaya! Debería haber empezado por ahí… Sí, me temo que algo tiene que significar”.





La fuerza de la razón o la disputa por encajarse en la red de afirmaciones y objetos científicos




Obsérvese que la situación retórica de la conversación anterior se invirtió cuando uno apoyó su afirmación en un Nature, un Nóbel, seis coautores y dos instituciones importantes.



Lo que Latour observa es que, una vez cerrada una controversia, la ciencia se suele desmarcar de la retórica y opone su “razón” a los argumentos de autoridad. Sin embargo, mientras la controversia no está cerrada, los científicos buscan todos los recursos prácticos posibles para construir una retórica suficientemente poderosa, de modo que un grupo de investigación pueda enrolar las prácticas y afirmaciones de otros grupos, y de las autoridades, dentro de sus propias afirmaciones.



Para triunfar, las afirmaciones que son coherentes con las propias prácticas deben ser vistas por los demás investigadores como ensamblables con sus propias afirmaciones. Esto genera una red no-subjetiva de prácticas de conocimiento que Lakoff caracteriza como un sistema de metáforas especialmente coherentes y consistentes entre sí, pero que incluye también afirmaciones sobre el comportamiento de objetos de observación y artefactos técnicos, que supuestamente se comportan como afirma nuestro discurso y no como afirman otros discursos.



La “fuerza de la razón” consiste en la estabilidad de la asociación de esa red de actantes (investigadores, artefactos y agentes interesados).



Si un investigador ve que una afirmación no encaja en la propia red de apoyos y por tanto la amenaza, trata de minar los apoyos de la afirmación. Un modo de hacerlo es relativizando las referencias o reinterpretándolas o cambiando el sentido de sus implicaciones. Ejemplo en una publicación de Guillemin:



“El concepto, hoy bien establecido, de control neurohumoral de las secrecciones adenohipofisiarias, indica la existencia de un factor hipotalámico estimulante de la hormona del crecimiento (GRF) (ref. 1) que tiene como contrapartida inhibitoria a la somatostatina (ref. 2). Hasta ahora el GRF hipotalámico no ha sido caracterizado de forma inequívoca, a pesar de algunas afirmaciones prematuras de lo contrario (ref. a Schally)”

“Se ha propuesto una estructura para el GRF (ref. a Schally); sin embargo, recientemente se ha mostrado (ref. a Veber et al.) que no se trataba de GHRH sino de un contaminante secundario, probablemente un fragmento de hemoglobina.”



Schally, sin embargo, responde en otra publicación suya: “D. F. Veber et al. han señalado la similitud entre la estructura de nuestro decapéptido y el radical amino de la cadena beta de la hemoglobina porcina (ref. 32). Queda aún por establecer en qué medida esta observación es significativa”.



Como puede observarse, la referencia de Veber no decía exactamente ni lo que ahora le hace decir Guillemin ni lo que le hace decir Schally. El propio Veber, al leer ambos artículos, debe de tener dudas sobre cuáles son las implicaciones reales de su observación.



Cuando la controversia es suficientemente aguda, los recursos anteriores pueden no ser suficientes para desanimar al grupo contrincante y casi cada palabra del artículo debe ser defendida mediante recursos externos.



Ejemplo de un artículo en que Guillemin argumenta estar haciéndolo mejor en su laboratorio que Schally:



“En la intervención quirúrgica se encontraron en el páncreas dos tumores separados (ref. 6); los tejidos tumorales fueron troceados e introducidos en nitrógeno líquido a los 2 o 5 minutos de la resección, con la intención de extraer de ellos GRF … El extracto de ambos tumores presentaba actividad estimulante de la hormona del crecimiento, con un volumen de elusión igual al del GRF hipotalámico (Kav = 0.43, donde Kav es la elusión constante) (ref. 8). El volumen de actividad del GRF (ref. 9) era insignificante en uno de los tumores (0.06 unidades de GRF por miligramo (peso neto)), pero extremadamente alto en el otro (1500 unidades de GRF por miligramo (peso neto)), 5000 veces más que en el hipotálamo de las ratas (ref. 8)”.



Aquí cada palabra está tan pensada como en una jugada de ajedrez. El párrafo se entiende mejor como respuesta anticipada a posibles objeciones de competidores escépticos:

-¿Cómo podría estar usted haciéndolo mejor que Schally con cantidades tan ínfimas de su sustancia en el hipotálamo?

- Encontramos tumores que producían grandes cantidades de la sustancia, lo cual permitía que su aislamiento fuera mucho más fácil de lo que lo era para Schally.

- ¿Está usted bromeando? Estos son tumores pancreáticos, y usted está buscando una sustancia hipotalámica ¡que se supone proviene del cerebro!

- Muchas de las referencias indican que, a menudo, se encuentran sustancias del hipotálamo también en el páncreas, pero de todas maneras tienen el mismo volumen de elusión; esto no es decisivo, pero es una prueba bastante buena, suficiente en cualquier caso, para aceptar el tumor tal cual, con una actividad 5000 veces mayor que la hipotalámica. No se puede negar que es un regalo caído del cielo.

- ¡Un momento! ¿Cómo puede estar usted seguro de ese 5000?, ¿no puede sencillamente estar inventándose las cifras? ¿Se trata de peso en seco o peso húmedo? ¿De donde proviene el criterio?

- Bien. En primer lugar se trata de peso en seco. Segundo, una unidad de GRF es la cantidad de una preparación purificada de GRF proveniente del hipotálamo de las ratas que produce una estimulación medio-máxima de la hormona del crecimiento en el bioensayo de monoestrato de células pituitarias. ¿Está usted satisfecho?

- Tal vez, pero ¿cómo podemos estar seguros de que estos tumores no se han deteriorado después de la intervención quirúrgica?

- Fueron troceados e introducidos en nitrógeno líquido entre 2 y 5 minutos después. ¿Dónde podría encontrarse mejor protección?



Schally utiliza argumentos igual de detallados en sus artículos, pero usando sólo informaciones que encajen con su red de afirmaciones, y no con la de Guillemin.



El desenlace de la controversia la produjo la siguiente generación de artículos, que mostraron al grupo de Schally, al de Guillemin y al de Veblen de qué forma encajaban sus afirmaciones con las del resto de investigadores y usuarios.



Latour analizó las publicaciones de todos los autores que citaron posteriormente a Veblen, y observó lo siguiente: todos toman el trabajo de Veblen como un hecho bien establecido, dicen que la hemoglobina y la GRHR tienen la misma estructura y usan este hecho para minar la pretensión de Schally de haber descubierto la GHRH, que ahora escriben entre comillas. 

Esto fue catastrófico para las afirmaciones de Schally, que se encontraron sin poder seguir ensamblándose con el resto de la literatura y con las prácticas médicas interesadas en la hormona.



A partir de ese momento, la línea de trabajo de Guillemin quedó libre para desarrollarse sin competidores importantes. Pero ¿Y si esto no es suficiente para creer a Guillemin? La ciencia no es sólo una retórica que busca ensamblarse con muchos apoyos. Tiene una segunda característica: Se incluye en los artículos y documentos al propio referente del que se habla, para no depender sólo de asociaciones humanas. El investigador se convierte en portavoz de la hormona.



Ejemplo en otra publicación de Guillemin: “La purificación final de este material mediante HPLC analítico de fase inversa produjo tres péptidos altamente purificados con actividad GRF (véase fig. 1)”.



Sigue una figura en la que se aprecia una curva con tres grandes picos y un pie de figura con un texto que explica cómo leer la figura:



“Purificación final del GRF mediante el HPLC de fase inversa. La columna (Ultraesfera C18), 25 por 0.4 cm, tamaño de partícula 5-(pu)m, fue eluida con un gradiente de acetonitrilo (----) en ácido heptafluorobutírico al 0.5% (en volumen) a una velocidad de flujo de 0.6 mL/min. Se recogieron fracciones (2.4 mL) tal como se indica en la abcisa, y se usaron algunas porciones para bioensayos (ref. 7). Las barras verticales representan la cantidad de hormona del crecimiento segregada en el ensayo por cada fracción del efluente, expresada como porcentaje de la cantidad de hormona del crecimiento segregada por las células pituitarias que no recibieron tratamiento. AUFS, escala completa de unidades de absorción.”



La leyenda nos dice que los picos no son una mera retórica visual, sino el producto de un cromatógrafo líquido de alta presión, y se dan los parámetros de su funcionamiento. Estas inscripciones representan al referente objetivo o “parte más objetiva del referente”. Los detalles de funcionamiento y calibración del cromatógrafo son apoyados en referencias técnicas anteriores, que se ramifican hacia el pasado hasta alcanzar la física básica fundacional del campo técnico.

Si el disidente quiere seguir dudando, debe construir un laboratorio competidor o inspeccionar el laboratorio donde se generan tales inscripciones experimentales.



El disidente ve inscripciones sobre un papel o una pantalla, no la hormona misma. Y, superpuesto con estas inscripciones visuales, escucha unos comentarios verbales proferidos por el investigador, que actúa como portavoz o presentador de lo que está escrito en el visor del instrumento.



Para Latour un Portavoz es la persona que habla por otros, personas o cosas, que no hablan. Por ejemplo, un delegado sindical es un portavoz, porque representa a personas que pueden hablar pero que, en la práctica, no pueden hablar al mismo tiempo. El investigador representa a moléculas que no pueden hablar, en principio, pero a las que se les hace expresar su voluntad y hablar gracias a aparatos intermediarios.



Enfrentarse a un portavoz no es enfrentarse a una persona aislada, sino con él más las muchas cosas o personas en cuyo nombre está hablando. Sin embargo, el crítico siempre puede sospechar que lo que el portavoz está diciendo es sólo su propio deseo y no lo que las cosas (o personas) mismas dirían. ¿Es el cambio de pendiente que observamos realmente la misma que la que provoca la morfina? Podría suceder que todas las sustancias químicas provocaran el mismo cambio de pendiente. O posiblemente, el investigador, que tanto deseaba que dicha sustancia reaccionara igual que la morfina, confundió dos jeringas sin darse cuenta e inyectó dos veces morfina, produciendo formas idénticas.



El éxito o fracaso de la portavocía depende de la solidez de esa asociación
del portavoz con las acciones de las cosas en cuyo nombre habla:



Un escéptico aún podría intentar algo antes de abandonar su escepticismo: modificar algunos de los elementos de los que depende la generación de la inscripción, para observar la robustez del resultado.



Un ejemplo de esto lo proporciona el caso Blondot, un físico de Nantes, que realizó el descubrimiento de unos rayos distintos a los rayos X y, en honor de su ciudad, los denominó “rayos N”. Durante unos pocos años los rayos N tuvieron todo tipo de desarrollos teóricos y muchas aplicaciones prácticas, curando enfermedades y situando a Nantes en el mapa de la ciencia internacional. Un disidente estadounidense, Robert W. Wood, no creyó en los artículos de Blondot, pese a estar publicados en revistas prestigiosas y decidió visitar su laboratorio. Durante un tiempo Wood se enfrentó allí a evidencias incontrovertibles. Blondot se apartó y dejó que los rayos N se inscribieran en una pantalla colocada frente a Wood. Pero el obstinado Wood se quedó en el laboratorio manipulando el detector de rayos N. En determinado momento, quitó subrepticiamente el prisma de aluminio que estaba enfocando los rayos N. Pero Blondot, en el otro lado de la habitación tenuemente iluminada, continuaba obteniendo el mismo resultado sobre la pantalla, incluso en ausencia del supuesto foco. Por lo tanto, la inscripción sobre la pantalla provenía de otra cosa.



El portavoz se transforma de alguien que habla en nombre de otros, en alguien que sólo se representa a sí mismo, a sus deseos y fantasías. En función de sus pruebas de resistencia, los portavoces se convierten en individuos subjetivos o en representantes objetivos.



¿Es legítimo pasar de lo que se ve en tres hámsters a lo que ocurre dentro de los mamíferos en general? ¿De un tumor al GRF? ¿De unos pocos retazos de evidencia a una ley universal? El éxito o fracaso de este mecanismo de la inducción, tan frecuente en la teorización científica, no parece obedecer a ninguna regla lógica. Si hay un número suficiente de investigadores a los cuales esta inducción concreta les sea útil para sus propias afirmaciones e inducciones, la utilizarán como una regla que darán por válida con generalidad, mientras que si no les encaja a un número suficiente de investigadores la generalización no triunfará y será olvidada.



Cuando ocurre lo 1º, la controversia empieza a estar cerrada, y empiezan a aparecer afirmaciones que parecen referirse a “cajas negras” que nadie puede tratar de reabrir, por tratarse de “hechos”. En nuestro caso, esto ocurrió a finales de los sesenta y principios de los setenta. La controversia se dio por cerrada y empezaron a utilizarse afirmaciones del tipo siguiente:



“Existe una sustancia que regula el crecimiento corporal; esta sustancia está regulada por otra, llamada GRF; se compone de una cadena de 44 aminoácidos (los aminoácidos son los bloques con los que están construidas todas las proteínas); dicha cadena ha sido descubierta por el premio Nobel de Fisiología y Medicina de 1977, Roger Guillemin.”






Hay que decir, en favor de la Academia Nobel, que ésta reconoció no sólo el éxito final de Roger Guillemin, sino también la importante labor que tuvieron Andrew V. Schally y la física experimental Rosalyn Yalow (inventora del espectrógrafo de fluidos) en el “descubrimiento” (producción colectiva del concepto) de la hormona GRF, y otorgó el Premio Nobel de Fisiología y Medicina a estos tres investigadores conjuntamente.





Conclusiones filosóficas




Este análisis de Latour tiene corolarios filosóficos que me parecen importantes, más allá de las controversias de pueblo como las que nos traen a Carlos de Castro y a un servidor.



Primero, la “realidad” como conjunto de “hechos” es un conjunto de constructos retóricos y cajas negras técnicas que han resistido hasta el momento todos los intentos sociales de reconstruirlos o modificarlos.



Cuanto más técnica y especializada es la literatura científico-técnica, más “social” se vuelve, pues aumenta el número de asociaciones necesarias para domesticar a los lectores y forzarlos a aceptar como un hecho una afirmación.



Los “hechos” no están “ahí fuera” sino que se van estabilizando o inestabilizando a medida que el investigador trata de asociar sus afirmaciones con las existentes en su campo. Son construidos colectivamente.



Cosas como el “polonio”, la hormona GRF, o el “potencial eléctrico de las renovables” están constituidas por pruebas superadas o “actuaciones” que las delimitan de otras cosas conocidas. El “algo” de la cosa se va configurando progresivamente. Las competencias principales serán usadas luego para definir la cosa, como se hacía entre los pieles rojas: “anaerobio”: “superviviente en ausencia de aire”.



Esta genealogía es luego borrada como para sacralizar el resultado, el objeto constituido, y usarlo en la lucha modernista contra la superchería y las “afirmaciones de autoridad”.



Alguno dirá: “todo esto está muy bien, pero es irrelevante, puesto que lo que realmente importa para triunfar en una controversia es tener a la Naturaleza de nuestro lado”.



Si tomáramos en serio esto, bastaría con observar cual de las dos partes, Schally o Guillemin, hablan en nombre de la naturaleza, y controversia resuelta. Sería tan sencillo como en las luchas de la Iliada: esperar a que la diosa incline la balanza.



Pues bien, ¿qué dice la naturaleza?: Latour encuentra que tanto los partidarios de Schally como los de Guillemin dicen tener la naturaleza a su lado y lo argumentan con pruebas. La naturaleza no queda fuera del campo de batalla, sino que es un argumento retórico de la discusión. Se recurre a ella como a Dios en guerras no tan antiguas.



Latour imagina otra crítica posible: “Lo que queremos decir es que cuando tiene lugar una controversia, la naturaleza es el aliado final que la clausura, y no las herramientas y estratagemas retóricas ni los recursos del laboratorio”.



Pues bien, los científicos afirman simultáneamente estas dos versiones contradictorias: Por un lado, proclaman a la naturaleza como el último árbitro de las controversias, pero por otro lado, reclutan innumerables aliados mientras esperan que la naturaleza se pronuncie. Esta contradicción no es tal sino una mera dualidad, pues no son defendidas al mismo tiempo. Mientras abundan las controversias, la naturaleza nunca se utiliza como árbitro final ya que nadie sabe completamente lo que es y dice. Pero una vez la controversia se cierra, se sostiene que la naturaleza es el árbitro decisivo. La afirmación “Tiene a la naturaleza de su lado” sería equivalente en esos momentos de institucionalización a aquella otra de “tiene a Dios de su lado” de las cosmovisiones pre-modernas.



Una hipótesis sugerente es que cuando un constructo es muy social (y por tanto frágil) y a la vez es muy importante para la vida social, se le reifica. Se trataría de un proceso análogo al que llevó a la sacralización de las vacas cebús en la India, para evitar que fueran sacrificadas en épocas de grandes sequías, y permitieran el renacimiento de la agricultura (Marvin Harris).





La crítica de Carlos de Castro




Carlos DeCastro considera que las distribuciones de valores que da la literatura científica sobre la CSP, la FV y la eólica no son realistas y carecen de validez para cuantificar la incertidumbre, debido a su sesgo tecno-optimista. Y fundamenta esta afirmación en que en un artículo suyo obtiene valores para la TRE “real” de la  solar de concentración (CSP) inferiores a casi todas las estimaciones de la literatura. También cita un artículo suyo en que obtiene valores inferiores al resto de la literatura sobre el potencial eólico, y otro artículo suyo en que obtiene valores para el potencial solar de nuevo inferiores al resto de la literatura.



El razonamiento es: en los tres artículos utilizo hipótesis realistas, mientras que los demás científicos usan hipótesis tecno-optimistas, como he demostrado para el caso de la CSP. Por consiguiente, todos los artículos de la literatura científica que dan valores más optimistas que los míos están equivocados, y los míos no.



La demostración no es lógicamente rigurosa; para que lo fuese debería haber demostrado que las estimaciones de la literatura para el potencial FV y eólico (que son las fuentes principales renovables) son todas tecno-optimistas, y no sólo la CSP. Además, debería demostrar por qué el que la TRE de la CSP sea inferior a la esperada (en la forma en que entra en servicio en la actual gestión de la red eléctrica) la convierte en una fuente inútil para una futura economía 100% renovable. Y por qué el que la CSP tenga una TRE más baja de lo que muchos esperaban, hace imposible una economía 100% renovable. Porque es esto último lo que estamos discutiendo, sobre ello hay una abierta controversia científica, y mi artículo del post defendía la conveniencia de ajustar las afirmaciones activistas a dicho consenso científico, con el fin de no perder legitimidad.



Pero además, la verdad científica es una construcción colectiva. La mayoría de las publicaciones que discuten la transición renovable consideran que el ambiente cálido y seco de los desiertos no supone ningún límite a la utilización de fracciones del orden del 5% de los mismos, pese a la mayor dificultad de mantener infraestructuras allí (basta pensar en los 78 millones de personas que viven en la Península Arábiga, con ciudades e infraestructuras construidas en desiertos o su inmediata cercanía). La mayoría de las publicaciones consideran que el TRE de las principales fuentes renovables (eólica, FV e hidro) son más que suficientes como para suministrar energía muy por encima de lo que demanda su construcción, incluso tomando valores del rango bajo. Yo (junto con Ballabrera, Jordi Solé y Antonio Turiel) defendíamos hace 7 años la posibilidad de un mix 100% renovable basado en materiales no escasos, de ahí que incluíamos una fracción grande de CSP en dicho mix. Con los años, la mayoría de los investigadores en renovables han visto que la FV bajaba de precio a enorme velocidad y que la CSP no podía competir con la posibilidad de usar FV masivamente con el apoyo de sistemas de almacenamiento eléctrico; Breyer ha cuantificado bastante bien esto. Yo mismo he ido explorando otros mix diferentes, con distintas fracciones de eólica y FV, y concluyo que parece haber distintas maneras de construir un mix 100% renovable de unos 12 TWa/a, no una única. Como otros autores apoyan esta conclusión, esa clase de publicaciones se apoyan unas a las otras, y tiene que haber evidencias mucho más relevantes que la baja TRE de la CSP para que la mayoría abandone esa conclusión general de que un mix 100% renovable es factible.



No sé si la TRE que DeCastro estima en su reciente artículo para la CSP será aceptada por la comunidad científica. Para que un artículo publicado aislado demuestre algo habrá que esperar a que sea leído por otros científicos y ver cómo responden estos a las dudas que el artículo suscita. Los autores citados en el artículo, por ejemplo los que dan estimaciones de la TRE de la CSP, tendrán que ser convencidos de que los argumentos de De Castro y Capellán bastan para que la estimación de Corona de TRE=14-17.5 tenga que bajar a 1.5-3.4; Ehtiwesh y su grupo tendrán que convencerse de que su cálculo de TRE=20.2 estaba mal y debe ser bajado a 7.7; Heath y su grupo, de TRE=30 a un valor de 7; Lechón y su grupo, de TRE=25 a un valor de 1.9; Weissbach y su grupo, tendrán que aceptar de buena gana que su TRE=21 es en realidad TRE=1; y Viebahn aceptar que su TRE=11-68 es en realidad TRE=5. Como las TRE estimadas por de Castro y Capellán son de 3 a 20 veces menores que las que calcularon los autores originales, a muchos de ellos les extrañará que la nueva información justifique unas variaciones tan grandes de sus predicciones, y tendrán que hacer sus propias comprobaciones antes de aceptar el nuevo artículo tal como está planteado. Además, a los ingenieros les llamará la atención el que el factor de capacidad (CF) que el artículo da para algunas CSP con almacenamiento sea igual al que tienen las centrales sin almacenamiento. Entonces, querrán aclarar cómo es eso posible, pues el almacenamiento se construye precisamente para subir el CF. Querrán aclarar si el nulo efecto de la acumulación en Arabia se debe únicamente a las tormentas de arena o hay algo más; si la causa de esa aparente incongruencia es que algunas centrales no están funcionando todo los días del año debido a que el precio de la electricidad está demasiado bajo, o por qué motivo no están funcionando. Luego querrán estimar si esa bajada de la CF se puede evitar en un sistema de gestión eléctrico diferente al actual o es una limitación intrínseca a la tecnología CSP, luego contrastarán con lo que dicen otros autores sobre la evolución reciente de las CSP y estimarán si la supuesta baja TRE inutiliza a este sistema tecnológico en general, no lo hace, o lo hace en unos lugares geográficos y no en otros, porque la TRE varía con la latitud, etc.



Todo ese proceso de aclaraciones va conduciendo a que otros ingenieros y científicos saquen conclusiones sobre la capacidad que tiene la información que leen para modificar y mejorar su propio trabajo profesional, y si tales afirmaciones merecen ser incorporadas a nuevos estudios o merecen ser ignoradas. Vimos en el resumen anterior del libro de Latour que así es como se produce el consenso científico y acaban cerrándose las controversias para convertirse en hechos científicos. El artículo en cuestión me parece interesante, pero debe ser ensamblado en las redes existentes de discusión que buscan soluciones renovables para el futuro, antes de que sus afirmaciones puedan acabar siendo parte de hechos aceptados. Si es así, contribuirá a las líneas de evidencia (discusión) que en los últimos 7 años han ido considerando a la CSP como una tecnología de valor cada vez más discutible dentro de un mix renovable.



Sin embargo, las discusiones de los últimos diez años no han modificado el consenso mayoritario más general: la literatura no considera que haya aparecido ninguna traba seria que hagan inviable un mix 100% renovable, que se ha propuesto con una u otra combinación de fuentes y sistemas de almacenamiento, dependiendo de la región geográfica (pero principalmente basado en eólica, FV, hidro y geotérmica, con fuentes de acumulación variadas). Por el contrario, el IPCC, que recoge el consenso científico sobre cambio climático y las políticas factibles para encararlo, recomienda una transición lo más rápida posible hacia una economía 100% renovable como opción viable y recomendable para evitar un colapso del clima planetario.



De Castro podrá considerar que todas las publicaciones menos las suyas son tecno-optimistas, pero cuando Raugei, Sgouridis, Fthenakis, Breyer, Hugo Bardi, Carbajales-Dale, Csala y otros obtuvieron una TRE=9-10 para la FV en Suiza (Raugei et al. 2017) no consideraban que sus hipótesis fueran tecno-optimistas, sino que las hipótesis de los artículos que dan TREs bajas no son creíbles. ¿Por qué debemos creer a un autor particular o al otro si la controversia no está cerrada? Para que las afirmaciones de un autor concreto, como De Castro, se conviertan en “estado del arte” del campo de investigación deben convencer a todos esos colegas de que sus hipótesis son artefactos y las de De Castro son hechos no discutibles; y ya vimos antes toda la complejidad del proceso colectivo que ello entraña. Mientras todas las controversias que rodean a las renovables no se cierren, lo que guiará a la mayoría de la comunidad, de los políticos y de los movimientos sociales será el estado del arte del conocimiento científico y técnico, en este caso resumido por el IPCC con todas sus incertidumbres asociadas, no lo que diga De Castro y sus colaboradores.



Este estado del arte incluye amplias bandas de incertidumbre y escenarios plausibles que hay que respetar, sin que ello quite ninguna fuerza al hecho de que debemos actuar en la dirección de evitar las gravísimas consecuencias que se derivarían de que el escenario más pesimista se realizara. Pero esta recomendación, que está de acuerdo con la estrategia de la Ciencia Posnormal de Funtowicz y Ravetz, no lleva a ocultar las incertidumbres (o a engañar a la gente “por su propio bien”), sino todo lo contrario, lleva a ponerlas sobre la mesa para poder discutir públicamente todas las opciones posibles con los grupos sociales que pueden sufrir las consecuencias.



¿Cómo es que el artículo aislado escrito por de Castro et al. (2018) “desmonta la mayor parte de lo que ha escrito Antonio García-Olivares”? Si lo desmontara porque cierra las controversias y da un escenario evidente para todo el mundo que pudiéramos tomar como referencia para actuar, pues qué alegría tan grande: por fin podríamos ir acotando las incertidumbres, ir poniéndonos de acuerdo todos los científicos sobre “la verdad” del sistema social que las renovables permiten, y podríamos empezar a discutir con la gente los detalles de la “única manera posible de utilizar las renovable” en una futura sociedad. Pero desgraciadamente las cosas no son tan simples.



Yo ya estoy en el tercio final de mi vida, de modo que mi prioridad es ir preparándome para la muerte. A estas edades no nos tomamos ya unos vulgares artículos científicos que no lee casi nadie, ni las críticas a los mismos, como algo importantísimo; ni como algo a defender como si nos fuera la vida en ello; ni tampoco disfrutamos ya de juegos infantiles como el “yo soy más listo que tú”; y el que alguien esté en desacuerdo o de acuerdo con los propios artículos es algo que vemos más bien con aburrimiento, y como una parte normal del trabajo de cualquier investigador. Sólo trato de ayudar a encontrar si puedo, en los pocos años que me queden, una solución energética colectiva que sea sostenible, viable y que no arrase si es posible con el 80% de la población mundial. Me alegraré mucho (por ti, Carlos) si consigues convencer a la comunidad científica de que las incertidumbres que comento en mi post son inexistentes, dado que te afecta tantísimo el tener o no tener razón en tus predicciones. Ese colapsista insuficientemente radical llamado García-Olivares no está de acuerdo con afirmaciones demasiado tajantes y deterministas, pero no lo hace por joder a nadie, sino porque cree que a un científico le pagan para que sea riguroso, y no un cantamañanas, que de estos ya hay demasiados. Creo que para movilizar a la gente desde una base segura hay que contarles rigurosamente el estado del arte de la discusión científica, sin tratar de manipular ni a la gente ni a la información. Por el momento, no veo que ese artículo que acabáis de publicar refute nada de lo que decía el post de Autonomía y Bienvivir. Veamos las afirmaciones concretas de ese artículo:



-“El que el peak-oil nos pueda llevar o no al colapso dependerá del momento y la velocidad a la que se empiece a sustituir el petróleo por otras fuentes energéticas en los principales sectores económicos, y esto puede ser ampliamente alterado por decisiones políticas gubernamentales.



Dado que el tema tiene bastante incertidumbre, sería más positivo lanzar mensajes del tipo siguiente: “el cénit del petróleo (peak-oil) puede afectar muy negativamente a nuestra economía, dada su fuerte dependencia de este combustible, sobre todo en el transporte; es necesario reducir consumos, y electrificar todo lo posible los procesos económicos que hoy dependen del petróleo, y nada de esto lo está haciendo actualmente el mercado”. El artículo de De Castro no demuestra nada sobre la certidumbre o grado de incertidumbre del colapso, ni demuestra que la sustitución del petróleo por otras fuentes sea imposible.



-“la afirmación de que el declive de los combustibles fósiles provocará “el fin de la civilización industrial” es algo tan probable como improbable y podría evitarse si se produjera una sustitución relativamente rápida de procesos económicos por otros basados en electricidad, biogás y carbón vegetal renovable (…) Es posible una industria sofisticada no basada en el progreso, el crecimiento y la acumulación de capital (…) Dada la controversia vigente, sería más coherente y positivo limitarse a mensajes de este tipo: “el cénit de los combustibles fósiles no se puede posponer eternamente; es probable que tenga lugar en pocas décadas, y provocará una importante crisis energética si para esa fecha no se han instalado fuentes renovables suficientes para compensar el declive, y no se ha reducido la demanda energética (…) Deberíamos aprovechar el fin de la era fósil para construir una forma de vivir sostenible, ecológica y de calidad, para todos; Las energías renovables y la disminución del consumo de recursos son la única solución a largo plazo al cénit de los combustibles fósiles y a la degradación ecológica; La energía renovable tiene un enorme potencial para democratizar el acceso a la energía y aumentar así la prosperidad y la autonomía de las capas más desfavorecidas; Los gobiernos deben apostar por las renovables,  por el decrecimiento del consumo, y por las cooperativas energéticas renovables; Los grandes sistemas de generación renovables y las redes eléctricas deben ser controladas públicamente y debe ser de propiedad nacional o municipal; El crecimiento debe estar supeditado a la sostenibilidad y al bien vivir.” No veo en qué sitio del artículo de DeCastro se refutan estas afirmaciones.



-“La destrucción que está provocando [el capitalismo] sobre los ecosistemas, la diversidad, los suelos, el clima y las sociedades, [son] problemas globales para los cuales no hay soluciones claras en la literatura científica que parezcan compatibles con la dinámica del crecimiento exponencial. Por ello, creo que el riesgo de colapso por la compulsión a depredar (la biosfera y la sociedad) que tiene el capitalismo es un problema muy superior al que tendrá el reto de la sustitución a renovables. Pero, de nuevo, predecir los tiempos concretos en que la fertilidad de los suelos, el suministro de agua, las abejas, o las cosechas, van a colapsar es muy aventurado; y la posibilidad de que se tomen medidas (o no) para evitar algunas de estas crisis, es algo completamente incierto”. No veo en qué lugar del artículo de DeCastro se refuta esta afirmación y se resuelven estas incertidumbres.



-“   Algunos paneles fotovoltaicos (FV) utilizan metales escasos como el indio, el arsénico, o la plata. Pero el 90% del mercado FV está dominado por paneles de silicio que no usan ningún material escaso salvo en sus metalizaciones, que en algunos casos son de plata, en otros de aluminio, y en otros de cobre y níquel. Dado que la plata no es imprescindible en las metalizaciones, si nos limitamos a usar paneles de ese tipo, no parece que la FV vaya a estar limitada por ningún material escaso.



Algo similar ocurre con la generación eólica. Los molinos que usan imanes permanentes con neodimio son hoy en día el 20% del mercado, con el 80% usando electroimanes en lugar de imanes permanentes. Un molino con electroimanes produce energía igual que uno con imanes de neodimio, sólo que es algo más voluminoso y tiene una caja de engranajes para aumentar la velocidad de rotación que llega al electroimán, eso es todo. Así que cuando el neodimio empiece a encarecerse, la industria tendrá que usar auto-inducción en lugar de imanes, y debería ser obligada a hacerlo por ley antes de que ello ocurra.



El mensaje correcto que en mi opinión habría que propagar es: “las tecnologías renovables más deseables desde el punto de vista de la sostenibilidad son las de baja tecnología, no las de alta tecnología”. DeCastro sólo subraya que las renovables usan, además de los metales comentados, otros metales en menores proporciones, pero no demuestra por qué eso inutiliza a tales tecnologías. A la escala a la que yo he hecho cálculos (unos 12 TWa/a) yo no he encontrado cuellos de botellas en minerales que no sean Li, Ni, Ag, Pt-Pd, y tampoco he encontrado artículos que digan que cualquier economía renovable es imposible debido a las reservas limitadas de metales. Sí que he visto estudios que alertan sobre una serie de metales que podrían encarecerse bastante y llegar a convertirse en cuellos de botella si continuamos con el ritmo de crecimiento exponencial habitual. Pero obviamente, si buscamos una economía renovable diez, veinte o cien veces mayor que la actual entonces chocaremos sin remedio con las reservas de esos y otros metales. Esto creo que pocos autores podrán negarlo con argumentos creíbles.



-Las TREs de las renovables son muy inciertas, y la controversia sobre sus valores más exactos no está cerrada. No veo que el artículo de DeCastro cierre esta discusión.



-Hacer afirmaciones tajantes como que “las renovables nunca proporcionarán ni el 30% de la energía que nos proporcionan los combustibles fósiles” no está de acuerdo con la controversia existente en el mundo científico sobre el potencial tecnológico de las principales fuentes renovables (solar, eólica, hidroeléctrica, geotérmica). No veo en qué modo el artículo de DeCastro es capaz de deshacer esta incertidumbre.



-La afirmación de que una flota de coches eléctricos del tamaño de la actual es imposible “puede ser tan probablemente cierta como falsa y es muy imprudente cargar las tintas sobre ella. Más prudente sería afirmar que: “la necesaria reestructuración del transporte debería apostar por un transporte de calidad, principalmente público, basado en trenes, y complementado en las ciudades por autobuses eléctricos, bicicletas eléctricas, y un número limitado de vehículos eléctricos compartidos”. No veo en qué modo el artículo de DeCastro refuta esta afirmación.



En resumen, que un artículo como el de DeCastro y Capellán-Pérez (2018) es interesante de leer, proporciona información nueva sobre el comportamiento observado en condiciones reales de las centrales CSP, pero es un artículo técnico sobre centrales CSP, no sobre las incertidumbres de la futura economía post-fósil. Un artículo aislado como ese no tiene ni el contenido ni la capacidad de poner punto final a la amplia red de controversias actualmente en curso en torno a un futuro mix 100% renovable, ni de deshacer las incertidumbres asociadas a las estimaciones que surgen de esas controversias. Mientras esas controversias se resuelven, lo mejor que podemos hacer es tener en cuenta por dónde van los consensos mayoritarios (resumidos por ejemplo por el IPCC) y respetar las incertidumbres asociadas a las actuales discusiones.





Referencias


-De Castro C., Capellán-Pérez I. (2018). Concentrated Solar Power: Actual Performance and Foreseeable Future in High Penetration Scenarios of Renewable Energies. BioPhysical Economics and Resource Quality 3:14. https://doi.org/10.1007/s41247-018-0043-6



-Raugei Marco, Sgouris Sgouridis, David Murphy, Vasilis Fthenakis, Rolf Frischknechtf, Christian Breyer, Ugo Bardi, Charles Barnhart, Alastair Buckley, Michael Carbajales-Dale, Denes Csala, Mariska de Wild-Scholten, Garvin Heath, Arnulf Jæger-Waldau, Christopher Jones, Arthur Keller, Enrica Leccisi, Pierluigi Mancarella, Nicola Pearsall, Adam Siegel, Wim Sinke, Philippe Stolz (2017). Energy Return on Energy Invested (ERoEI) for photovoltaic solar systems in regions of moderate insolation: A comprehensive response. Energy Policy 102, 377-384.



Artículo escrito por Antonio García-Olivares

15 comentarios:

  1. carlos de Castro1 de mayo de 2019, 14:04

    La verdad no es una construcción social, eso es anticientífico. Repito de otra forma: la Tierra no era plana y lo demostraron con hechos no teorías los viajeros post Colón, pese al consenso mayoritario "científico" de la época. En 1450 la Tierra no era plana pese a que el construcción social mayoritaria así lo creía.
    Exactamente en el mismo sentido, afirmo que la tasa de retorno energético de la CSP es muy inferior a la que se ha venido publicando, y la razón no es que yo haya publicado en una revista científica que es menor basándome en estimaciones o cálculos de papel como han hecho justamente todos los demás hasta ahora, ecagerando más que la propia industria, la razón es que los cálculos de la tasa de retorno energético tiene un numerador bastante simple: la energía eléctrica real que producen y llega a la sociedad; y tiene un denominador más complejo: estimar cuanta energía la sociedad invierte para obtener esa energía del denominador. Lo que es discutible es mi denominador y el de los demás, lo que no es discutible, porque se basa en datos y observaciones directas, es el numerador. Y lo que nadie ha hecho, y Antonio sigue sin querer ver porque rompe sus escenarios basados en una enorme implantación de la CSP que hoy es muy probablemente un sumidero energético, es comprobar la realidad del numerador con lo publicado hasta la fecha.

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    1. Hola Carlos,

      La verdad sí es una construcción social ¿de verdad te crees que yo, un ingeniero y activista, me voy a tomar en serio tus cálculos para decisiones transcendentes en mi vida? No lo voy a hacer, especialmente cuando muchos afirman lo contrario ¿por qué te debo creer a ti?

      La verdad sí es una construcción social. La tierra no fue redonda mientras la gente no tuvo conciencia de que fue redonda. Si hoy mayoritariamente se impone la visión de que la tierra es plana, para la sociedad la tierra será plana.

      Lo relevante no es la "verdad", sino tener una forma de avanzar en proyectos cooperativos sociales, los cuales requieren que se pongan en común los valores en conflicto.

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    2. Estamos en este punto "proyectos cooperativos sociales", de eso va la ciencia, de poner en común cosas que nos permitan cooperar, hacer cosas juntos. Hacer cosas juntos como... instalar energías renovables ¿De verdad crees razonable dejar de instalar renovables por un cálculo de un artículo tuyo? ¿Y cual es la alternativa? Es una visión top-down que no es útil en nuestra sociedad. Es mucho más útil instalar renovables y ver los problemas que van surgiendo, la ciencia puede ir intentando de anticipar algunos, y ello ser útil a la sociedad, cambiando políticas, etc....

      La incertidumbre no es una cuestión de Antonio, ni de los tecno-optimistas. Es una cuestión real y de sustancia, que no podemos eludir.

      Parece que te toca mucho "tu artículo" el valor que se da en tu artículo. A mí me da igual, eso es una cuestión personal tuya y como tú te sientas con ello. Mi obligación es señalar que tu artículo es uno más, y que debemos guiarnos por el consenso científico.

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    3. Carlos de Castro2 de mayo de 2019, 12:11

      Hola Jesús,
      si crees que la Tierra no fue redonda mientras la gente pensaba que fue plana, vale. Normalmente muchos pensamos que a eso se le llama fe, nada que discutir de todas formas.
      Creo efectivamente que lo relevante no es necesariamente "la verdad" y ójala la ciencia nos pudiera poner en común cosas que nos permitan cooperar y hacer cosas juntos, trabajamos pues en la misma dirección.
      Yo no estoy en contra de las energías renovables, de hecho estoy convencido que son el único futuro que tenemos. Lo que denuncio en mis artículos (más de cuatro) con otra gente es que se está publicando científicamente exageraciones sistemáticas de su bondad, lo que en realidad, en mi opinión sincera, va en contra a medio plazo de ellas. Pongo un ejemplo del mundo real de nuevo: en Estados Unidos una empresa de concentración solar puso una instalación grande prometiendo una producción menor que la que se publica por cientificos e ingenieros en las revistas científicas pero aún así, seguramente llevados en parte por el entusiasmo "del consenso científico", producen menos de lo prometido y fueron denunciados a los tribunales. El dinero en juego era tanto que finalmente el estado tuvo que poner el dinero con los impuestos de los ciudadanos. Es decir, exagerar puede entusiarmarnos pero también puede meternos un tiro en el propio pie.
      Yo no pido que te leas, ni tú ni nadie, mis artículos para que te los creas o no, lo que pido es que se contraste más la realidad de los datos con lo que estamos publicando. Si vas a los artículos del consenso científico y luego vas a los datos de la producción real de las propias empresas y gobiernos, verás, no porque lo diga yo, que hay diferencias, en ocasiones nada pequeñas. Y mi argumento es que eso es peor que errar por el lado contrario y pensar que vamos a conseguir menos de lo esperado por ese consenso con las renovables.
      El consenso científico del cambio climático hoy empieza a discutirse por el lado contrario: de nuevo están errando por el lado menos dramático. También escribo artículos sobre eso mismo, los sociólogos y psicólogos hace décadas ya que saben que tendemos a ser optimistas, los científicos e ingenieros también. En ingeniería, es típico que se hagan medidas de seguridad en varios factores por encima de lo que los cálculos arrojan como seguro, pues eso mismo, más humildad con lo que podemos conseguir con las renovables, ir a renovables más humildes (calentadores solares, molinos para extraer agua...) y menos molinos de 8MW offshore creo que sería mejor para hacer cooperación y cosas juntos (pues ni tu ni yo empezamos a controlar los intereses de grandes empresas que instalan parques de 500MW offshore).
      Siento la intromisión en vuestro blog, por otro lado tan necesario. Y te pediría que no nos arrojemos piedras entre nosotros, creo que los de la nuclear o el shale oil se pueden estar partiendo de risa si es que nos vieran.

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    4. Buenas Carlos,

      No es fe. Es que tener un "modelo" de La Tierra, fue necesario por ejemplo para la navegación. Que el modelo de "tierra redonda" fuese usado en la práctica por navegantes, con buenos resultados, fue clave de su éxito. Mientras la navegación no estuvo desarrollada, ni hubo un problema práctico que resolver, no fue necesario tener un modelo de La Tierra a ese nivel, por lo tanto lo que creyese cada cual era bastante irrelevante.

      Cómo te ha mostrado Antonio en este post, el potencial de las renovables será el que sea, pero la cuestión es que mientras no se forme un consenso ¿qué opción tiene quién tiene que tomar decisiones políticas? Creo mucho más sensato guiarse por los consensos, puesto que no somos "científicos" que podamos posicionarnos en un lado u otro. Y respecto a tus artículos, el que hiciste de potencial renovable creo que sigue sin recabar atención de nadie. Se han publicado hasta en "Nature" artículos posteriores que dan potenciales mucho más altos. Esa batalla la estás perdiendo, y me pregunto si has reflexionado respecto a ello.

      Respecto a tu argumento de que es peor errar por arriba que por abajo, yo creo que es lo contrario ¿Qué consecuencias puede tener que Antonio se equivoque y se adopten políticas en función de su artículo? Basicamente que perderemos dinero en subvenciones ¿Qué consecuencias puede tener que te equivoques tú y se adopten políticas en ese sentido? Que no se promocionen renovables, que se siga quemando fósil o que haya una crisis energética. Me parece mucho más benigno si nos equivocamos siguiendo a Antonio que si nos equivocamos siguiéndote a ti.

      Yo no arrojo piedras, planteo la postura que considero correcta desde mi ámbito, que es el activismo. He defendido un discurso sólido, que se pueda sostener, para eso pido basarse más en el cambio climático y la sexta gran extinción que en la cuestión energética, y respecto a la cuestión energética pido seguir lo que propone Antonio, que me parece razonable. Un discurso sólido acepta las incertidumbres, no tenemos porque incurrir nosotros en sesgos porque los demás tengan sesgos.

      Un abrazo

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  2. carlos de Castro1 de mayo de 2019, 14:09

    Antonio sabe que la EROIext (la más próxima a la que tiene sentido en cualquier escenario) es menor que la EROIpou y ésta menor que la EROIst, pero sabiendo esto, prefiere tomar EROIst que le vienen bien en sus escenarios posibilistas porque están publicados por muchos científicos, algunos de los cuales no han rectificado cuando se les ha demostrado que sus metodologías violaban principios básicos de la física y exageraban algunos parámetros. Si Antonio no es capaz de rectificar con la CSP, ¿por qué lo iban a hacer los demás científicos que, a diferencia de Antonio, mucho más serio, han hecho el ridículo violando con sus metodologías el primer principio de la termodinámcia -caso de la éólica- o no han mirado ni una vez la producción real eléctrica de una planta de CSP? El "delito" de Antonio ha sido fiarse de unos cálculos mal hechos porque estan publicados por muchos, pero el delito de los otros es haberse dejado llevar por un mundo mágico.
    En cuanto a los otros dos artículos, yo no he dicho en mi réplica que mis estimaciones de límites solares y eólicos sean mejores porque las demás estén mal. Lo que digo es que los demás han exagerado parámetros importantes, y de nuevo lo demuestro con datos del mundo real o con principios admitidos por todos (conservación de la cantidad de movimiento, conservación de la energía) y dicho esto, digo que me parecen más razonables los míos.

    Si el consenso científico decidiera la verdad, no estaríamos escribiendo aquí. El mismo Galileo ya escribió en contra del argumento de autoridad, y los antiguos griegos antes de que hiciéramos la ciencia como la entendemos en la actualidad.
    A Antonio no le pido que crea mi artículo de la CSP, le pido que como científico mire en RED eléctrica española la producción solar de la CSP (el factor de capacidad) y lo contraste con todas las publicaciones científicas que tanto gusta citar. También podría hacerlo si quisiera con la producción real de la CSP en desiertos, pues ya hay unos cuantos ejemplos, y lo contraste con el número que se inventa él apoyándose en otros que se basán en puros deseos de una literatura tecno-optimista (sistemáticamente tecno-optimista, y no solo en las renovables, pues los científicos asociados al carbón o al shale-oil publican también maravillas).
    El consenso científico, lo sabe bien Antonio, también dice que tenemos petróleo, carbón y gas para mucho tiempo, y basta almacenar el CO2 con mil propuestas que también se publican en revistas científicas a patadas.
    Hay incertidumbre, pero ni mucho menos tanta, la incertidumbre es el arma de los negacionistas y reaccionarios, cuidado con emplearla en demasía porque es, en mi opinión, la causante fundamental de la inacción.

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    1. Carlos, si hay científicos que cometen "delitos" denúncialos. El camino es sencillo. Estoy bromeando, pero la cuestión es simple, si la gente se equivoca muéstralo ¿por qué tantos se empeñan en ir contra lo que tú crees haber descubierto? Puedes responder?

      Humildad

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    2. La incertidumbre no es la causa de la inacción, al contrario. Hay narrativas en conflicto, y para que una se imponga sobre la otra hace falta mucha coherencia, y mucho rigor. Es decir, ser escrupulosos al milímetro.

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    3. Me hace gracia la referencia a la energía eólica y la presunta violación del primer principio de la termodinámica, cuando ya se discutió largo y tendido sobre ese aspecto particular... pues el estudio de DeCastro simplemente ignoraba la transferencia de energía eólica desde las capas superiores de la atmósfera a las inferiores (via flujo turbulento, y produciendo un engrosamiento de la ABL).

      Sinceramente, mi impresión es que no se está partiendo de unos hechos observados sino de unos resultados deseados a priori (ningunear la posible contribución de la eólica), ajustando a posteriori los parámetros que hagan falta -tirando sistemáticamente de estimaciones pesimistas, a ser posible encadenando operaciones que exacerban el sesgo bajista-.

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    4. Yo pido también que se tenga en cuenta que cualquier intento de usar la TRE como indicador para "probar" o "falsar" cosas (me da igual si es la pou, la extended o la que sea, se abandone, y pese a que en este blog he publicado al respecto no ha habido jamás una contestación --) http://autonomiaybienvivir.blogspot.com/2018/01/una-primera-critica-la-tasa-de-retorno.html?m=1

      La definición espacio-temporal es fundamental para poder ver la factibilidad/viabilidad de una tecnología. Reconoces eso en tu artículo cuando le dices a Olivares que su escenatio CSP en los desiertos es frágil y no considera impactos ambientales y requerimientos de trabajo, infraestructura... Bien. Hay alternativas metodológicas a ello, y lo he explicado recientemente --) http://autonomiaybienvivir.blogspot.com/2019/03/el-modelo-musiasem-de-metabolismo.html?m=1

      En mi máster hice un intento por calcular la TRE de una planta de resciclaje de residuos, tratando de seguir el protocolo de Murphy, Hall et. Al. De 2011 que nadie sigue en sus publicaciones TRE.

      Luego vi la dificultad de tratar de establecer un msrco temporal (cuando termina la producción de energía), de establecer ina boundaries espaciales (uno puede ir iterando hasta el infinito el deniminador pero eso no soluciona nada, es un problema de representacion formal que requiere una contabilidad multi-escala y multi-nivel que defina la escala espacial, temporal en un contexto metabólico-tecnológico específico), lo mismo pasa por el tema del reciclaje. Actualmente existen incertidbred alrededor de los procesos de reciclaje de la PV y otras tecnologías y aunque existen posibilidaded, la mayoría están en desarrollo y otras existen (para porr ejemplo la monocristalina). Sin se consiguen escalar métodos de reciclaje ya existentes, substituir ciertos materiales y integrar sistemas de cector solarwea DENTRO DE UNA MANERA DE ORGQNIZARSE DISTINTA, te invito a que le heches un ojo a proyectos como el de TAMERA o a que consideres las venajas de no separar el hiperciclo de la parte metabólica disipativa (multifuncionalidad) ¿Cómo metes eso en tus cálculos? ¿No subiría la TRE (incluso suponiendo que no es un bodrio formal que alguien con una ideogía darwinista y anti-economicista que acaba cayendo en los mismos reduccionismos que el economicidso)?

      Da la sensación de que quieres"zanjar" debates en función de una verdad técnica. Es muy posible que Olivares exagere en sus predicciones... Y que tu tambié con las tuyas...

      Lo que no es admitible es tu actitud de querer colarnos en cada publicación en base a una metodología problemática y con más agujerod que un queso gruyer que todos lso escenarios llevan a un colapso rápido, sin luego aportar ninguna medida de sociedad alternativa, de principios organizativos, ni de proyecto concreto.

      La verdad es una construcción socisl en eo momento que admites la incertidumbre y no tomas de partida una cosmovisión newtoniana-determinista como la que dejas caer. De esto han hablado bastante epistemólogos de la ciencia como Funtzowicz, Ravetz, Saltelli, Zora Kovacic, Mario Giampietro... Que nos proponen modelos y mecanismos de delibersción para la toma de decisiones con conocimiento limitado.




      Siendo un defensor como eres de la

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    5. Tu mismo reconoces en TU artículo incertidumbres en la conversión de valores monetarios a energéticos, tomas valores de capacity factor concretos, tomas un valor g medio... Eso en mi casa se llama incertidumbre y no aplicáis ningúm análisis de sensibilidad más allá de esos parámetros.

      Quizás tu análisis es mejor que el de Antonio y tiene en cuenta más cosas, eso NO invalida su exposición sobre el tema de ls incertidumbre por el que pasas de puntilla y lo despachas em tu artículo tan pancho. A eso le llamo yo ser tendencioso y centrarse en la parte de argumento de tu adversario que te viene bien.

      Dice en tu artículo --)
      "From the point of view of the viability of the full energy system (and society) the
      relevant magnitude is the EROI of the system, including the additional costs related with
      overcapacities, grids and storage to deal with the intermittency of RES generation (Day et al.,
      2018; Lambert et al., 2014; Palmer, 2017), which is not possible to capture with monetary
      indicators such as the levelised cost of electricity of an individual technology (LCOE)."

      A mi me han educado en una cosa que se llama penamiento sistémico y por eso hice un curso de verano con Giampietro y aprendí MuSIASEM, un verdadero instrumento para medir la viabilidad espacial/temporal de un sistema no solo energético aislado con condiciones específicas (tu título lo deja claro ACTUAL no ABSOLUTE, NI FUTURE NI BEST) y no esta bazofia llamada EROI, de la que, parafraseando al amigo Charlie Hall (quien jamás ha querido aceptar la crítica a "su" EROI) "no me interesa partir", como cuando él, en un video que lleva ya unos años, dice que su objetivo es "tumbar la economía neoclásica". Have unos años empatizabs con esa narrativa hasta que vi lo peligrodo de tratar de ir por la vida intemtando "falsificarlo todo lonque es como lo qur mi indicador me dice," y usando una patraña que avergonzaría a gente como Georgescu-Roegen u otros padres de la energética si levantaran cabeza.

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    6. Es mucho mucho MUCHOOO más fácil estar 1 año (y muchos más) tratando de publicar artículos que tratar de proponer alternstivas al actual lock-in metabólico (a mi me parece que ese es un problems más grande y que exige más estudios INTEGRADOS en vez de perder dinero público, recursos y tiempo en tratar de hacer artículos iendo una por una en tecnologías renovables bajo este o ese SUPUESTO). Dicho todo esto, el concepto de "verdad" pierde toda su relevancia y además camufla y no es transparente al no partir de un cambio social/cultural para LUEGO poner las restricciones técnicas y no al revés como.tu haces: mirar la viabilodad técnica sin ser más explícito en supuestos (y en eso quizás también no ha sido transparent Olivarwd aunque todavía no me he podido leer su artículp de 2016), pillando worst case scenarios pars luego "informar" a la gente y que se aplique NO SE QUE... Lo cual me lleva a hacerte uns preguntq

      ¿CUÁL ES TU TELEOLOGÍA, TU PROPÓSITO CON TODOS ESTOS ESTUDIOS? ¿BUSCAS RECONOCIMIENTO ACADÉMICO Y VENTA DE LIBROS O BUSCAS DISCCUTIR VARIOS ESCENARIOS DE TRANSICION?

      y te vuelvo a citar a ti y tus sesgos,

      "It is crucial to correctly inform society about the decisions to be
      taken in order to make a rapid transition to a renewable global energy system to avoid climate
      change and other environmental impacts, as well as the physical limitation of fossil and
      nuclear resources, remaining critical of the self-advocated solutions and avoiding wishful
      thinking."

      O sea que somos nosotros los expertos los que debemos "informar" para ver que "decisiones tomar". Pues venga a ti, a Pietro y los colapsistas intuitivos, si queréis tenet wlgua credibilidad, tenéis que empezar a proponer alguna medida política concreta, y, especialmente proponer proyectos y experiencias concretas (como venimos haciendo y seguiremos haciendo en este blog) em vez de quedarse en un ridículp intercambio de EROI 2:1, EROI 1:10

      Yo lo que veo es autoritarismo epistemológico y soberbia por los poros, a mansalva

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  3. carlos de Castro1 de mayo de 2019, 14:26

    Y otra cosa más. Las insinuaciones que hace Antonio sobre 15 15 15 son como mínimo desafortunadas y para mí ofensivas.
    Efectivamente el artículo de Antonio se pospuso en 15 15 15 por un problema de salud de la persona que se encarga de subirlos y cola de otros artículos. Sin embargo, yo lo leí y a pesar de la cantidad de fallos lógicos y contradicciones que yo veía en él, voté por su publicación en la revista, además en ese momento dio la casualidad de que discutíamos sobre la conveniencia de publicar otros dos artículos, que se rechazaron. La impaciencia de Antonio fue la que provocó pues que no se publicará en 15 15 15. . Obviamente, no tenía sentido publicar una réplica a un artículo de Antonio muchas semanas después, con lo que se decidió no esperar mucho a la publicación de las réplicas de Pedro y mías. Lamentablemente habría sido cuestión de días que hubiera salido en 15 15 15 el artículo de Antonio puesto que incluso la revista ya había solicitado a los diseñadores gráficos una imagen de cabecera y cuando me dijeron que Antonio había sacado su artículo, lo busqué de hecho en 15 15 15 primero.
    Así que al igual que presuponemos honradez científica y humana a Antonio, sería mejor que él la presupusiera también en los editores de 15 15 15 (siempre abierta a Antonio, por cierto).

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    1. Pues, siento que te ofendas. A mi me parece oportuno lo que comenta Antonio, Y no, no son "insinuaciones", son hechos, es la realidad ¿o tienes otros datos que mostrar? No hay insinuaciones, hay datos.

      Esa narrativa de "estaba enfermo", "yo lo leí", yo tal, es lo que quiera creer cada cual. Yo tengo mi idea clara, y espero que también nuestros lectores.

      Un abrazo,

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  4. Decir que la verdad es una construcción social es una forma de validar el argumento "ad populum", aunque en hay que reconocer que su sofisticación. Esperemos entonces que la realidad biofísica se pliegue a las expectativas de las masas.

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