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lunes, 28 de septiembre de 2015

Presencing Institute: Educación para el Bienvivir en el siglo XXI


                         Foto por Global Humanitaria licencia bajo BY CC NC-SA 2.0

Continuando con la propuesta de describir y analizar las iniciativas y tendencias que se están dando en otras partes del mundo y que pudieran ser copiadas o adaptadas por aquellos exploradores del bienvivir, este artículo indagará sobre una organización que se enfoca principalmente, dentro de los 10 nodos del bienvivir, en el nodo de educación. Como indicaba en el anterior artículo sobre NEF (New Economics Foundation) como un actor global relevante del bienvivir, especialmente en economía, en este Presencing Institute lo es en educación.

En este viaje hacia el paradigma del bienvivir se van intuyendo propuestas que lo van definiendo del mismo modo que hay que dejar por el camino propuestas obsoletas que ya no nos sirven. En el tema de educación, seguimos caminando con muchas herramientas y conceptos del paradigma de la era industrial que surgió en Inglaterra en el siglo XVIII. Características de aquella época como el aumento del capitalismo, el progreso tecnológico, desarrollo de fábricas y la aplicación de la energía en la industria siguen vigentes en el modo de como se ve la educación hoy en día. Por ejemplo, se sigue eligiendo la educación para ganarse la vida y no tanto para vivirla, las ciencias exactas se imponen a las ciencias humanas (véase la reciente noticia de que Japón cerrará decenas de facultades de humanidades por considerarlas inútiles), la eficiencia, los números, en educación son más importantes que las cualidades o el bienvivir… En resumen, la metáfora de Charles Chaplin en Tiempos Modernos, sigue inconscientemente vigente; somos un producto, una parte dócil y obediente de la máquina y paradójicamente la máquina nos va sustituyendo, incrementando el número de parados y llevándonos a lo que muchos autores llaman el fin del trabajo. Un fin del trabajo que desde una posición hedónica (física) del ser humano no estaría realmente mal pero desde una posición eudonómica (espiritual, de sentido de la vida) lleva implícito muchas externalidades que no podemos obviar. La no aceptación de esas externalidades nos está llevando a las tres crisis o divisiones que se analizan en el modelo propuesto por el Presencing Institute.

- una crisis medioambiental (contaminación, cambio climático, energía, pérdida de diversidad…) que sustenta las bases de la vida humana.

-  una crisis social (guerras, desigualdad, lucha competitiva por recursos…) en la que luchamos entre nosotros.

- y una crisis personal sobre quién es uno y qué valores seguir en este mundo tan complejo y caótico.

Como los seres humanos no somos máquinas, es necesaria la reivindicación de una educación que englobe al ser humano y potencie sus virtudes y fortalezas. Concretamente, entre la gran variedad de listas con diferentes atributos o destrezas para la educación, presento la más novedosa. Se puede ver en el siguiente video, titulado "The adaptable mind" (subtítulos en español)



The Adaptable Mind from The Moxie Institute on Vimeo.

Este corto documental nos servirá de enlace entre un enfoque educativo en esas cinco habilidades encaminadas hacia el bienvivir y que concretamente no pueden realizar las máquinas, con la presentación posterior del Presencing Institute. Esta organización promueve el cambio del actual paradigma e implícita o explicitamente ya conlleva el uso de esos cinco atributos.


Cinco habilidades para un mundo cambiante

-Curiosidad. En un mundo lleno de datos e información este atributo es el que nos lleva a esforzarnos un poco más para intentar comprender en contexto toda esa información. Para Todd Kashdan, uno de los expertos mundiales de la curiosidad, este es ese ingrediente que nos falta para llevar una vida plena.

- Creatividad. No sólo es comprender esa información sino que se necesita una conexión para sacar nuevas y valiosas ideas. Como dice Mihaly Csikszentmihalyi, experto en creatividad, “esta no se produce dentro de la cabeza de las personas, sino en la interacción entre los pensamientos de una persona y un contexto sociocultural”.

- Iniciativa. Las ideas, geniales o no, si no se plasman en acciones, proyectos o prototipos que empiecen a caminar son sólo ideas en la mente de cada uno. Tomar la iniciativa, ser proactivos,  es además uno de los siete hábitos de Stephen Covey que permite unir la curiosidad con la creatividad en algo realmente tangible.

-  Pensamiento multidisciplinar. El paradigma educativo actual promueve la especialización y esta llevada a sus extremos nos hace expertos en materias y campos muy concretos e ignorantes en los demás. De ahí surge la necesidad de colaborar con otros especialistas para que nos muestren otra perspectiva que nos ayude a solucionar los problemas más complejos de la sociedad. Edgar Morin y Nicolescu Basarab apuestan por una educación transdiciplinar para vivir, aprender y enseñar un pensamiento complejo, que vuelva a tejer las distintas disciplinas que han ido separándose para así tener la posibilidad de alcanzar una humanidad integrada.

-   Empatía. Es la habilidad que nos permite percibir lo que sienten y quieren los otros. Daniel Goleman y Roman Krznaric nos dan bastantes pistas sobre esta destreza. Así el primero, en su libro la práctica de la inteligencia emocional, nos explica las cinco competencias laborales que dependen de la empatía y el segundo en su libro “Empathy: a hanbook for revolution” (Empatía: manual para una revolución) nos recomienda cinco formas de incrementarlas. Aparte de esa empatía social, yo añadiría la práctica ancestral de numerosos pueblos de “empatizar” con los seres y medio ambiente donde viven.


Presencing Institute

El Presencing Institute, ubicado en Boston (Estados Unidos), es una comunidad de investigación y acción basada en la conciencia. Su misión es crear tecnologías sociales, construir capacidades y generar espacios para la renovación de la sociedad. Su historia está influenciada por el MIT Center for Organizational Learning fundado, entre otros, por Peter Senge, autor del conocido libro, “La quinta disciplina”, y que además es uno de los referentes del pensamiento sistémico. El libro “Presence” escrito por Peter Senge, Otto Scharmer, Joseph Jaworski y Betty Sue Flowers introdujo el proceso “U” como modelo y teoría de desarrollo sobre el cambio y el aprendizaje. Posteriormente Otto Scharmer, escribió el libro “U Theory”, donde explicaba la teoría y la práctica transformacional de los procesos ocurridos a través de esa herramienta.

Como el Presencing Institute abarca otros muchos campos y proyectos, me centraré en este artículo en describir y analizar tres elementos clave en esa organización. Primeramente la teoría U como herramienta transformacional individual y colectiva. En segundo lugar,  el concepto y modelo “From Ego-to-Eco-system Economies”, muy relacionado con el concepto de Bienvivir (seres humanos más felices, en sociedades más equilibradas, y en armonía con su entorno). Y por último el U-LAB como MOOC o COMA (Cursos online masivos y abiertos), un curso con una metodología y práctica relacional que poco tiene en común con cualquiera de las metodologías propuestas en otros cursos online. muy relacionado con el concepto de Bienvivir.

Teoría U: Liderando desde el futuro que emerge

La herramienta o el modelo de la teoría U es una invitación a un viaje de autoconocimiento, personal u organizacional, donde descubriremos fuerzas generativas internas desconocidas y una creatividad que nos lleve hacer frente a los retos y complejidades emergentes de esta era globalizada.
                            Foto: Presencing Institute
A través de la gráfica con forma de U, se van experimentando las diferentes fases sobre los procesos de cambio que pueden ocurrir tanto a nivel personal como a nivel organizacional. Este proceso nos lleva hacia posibilidades emergentes a través de un estado alterado en lugar de simplemente reflexionar y reaccionar a las experiencias pasadas. Es un marco de trabajo que nos permite co-crear mejores futuros.
                  Foto: Presencing Institute

El proceso empieza con una escucha atenta a la situación, a los diversos agentes y voces de la organización o de la comunidad. La suspensión del juicio dejando pasar nuestros hábitos y modelos mentales permite “presenciar” y “sentir” (Presencing) una conexión e inspiración que nos da valor para actuar y tomar esas ideas para la creación de pequeños prototipos. En ese espacio de co-creación experimental se pueden utilizar cosas nuevas sin preocuparnos tanto de los errores. Cuando tengamos la sensación de que ya tenemos algo que puede funcionar esto ya se puede trasladar a un sistema mayor.
Todo este proceso y aprendizaje para entender y ganar capacidad en el uso de esta herramienta lleva su tiempo y sobre todo práctica, pero no es un obstáculo para cualquier persona que busca la transformación.  El libro de Otto Scharmer está en inglés pero pronto se publicará en español. Mientras tanto, aquí hay un enlace con un resumen en español, así como en este otro enlace se pueden consultar varios videos en internet para su mejor comprensión. No obstante, también queda la tercera opción, la inscripción en el Curso Online, donde la práctica, aprender haciendo, y la ayuda y guía de los facilitadores te permitirán avanzar en el uso de esta herramienta.



De Ego a Eco en sistemas económicos: El bienvivir en 3 dimensiones integradas
El libro “Leading from the emerging future: from ego-system to eco-system economies” escrito por Otto Scharmer y Katrin Kaufer nos proporciona una gran perspectiva o marco sobre las tres grandes divisiones que nos amenazan globalmente y que ya se están manifestando en mucho de los problemas que surgen en la sociedad global como la pobreza, el caos climático, la emigración, la falta de agua, la alimentación, las oligarquías financieras, el terrorismo…
                 Foto: Presencing Institute

La división ecológica: estamos utilizando un 50% más de recursos de los que el planeta puede regenerar.

La división social: la gran desigualdad entre los más ricos y los más pobres. Oxfam pronostica que en el 2016, ese 1% de la población podría tener tanto como el 99% restante.

La división espiritual-cultural: Mientras que la división ecológica es la desconexión de uno con la Naturaleza y la división social es la desconexión de uno con el otro, esta desconexión espiritual hace referencia a la disociación de uno consigo mismo. Y se ve claramente en nuestra sociedad en el aumento del stress, el agotamiento en el trabajo, las depresiones, el malestar general que nos hace sumergirnos en diversas adicciones para intentar ocultarlo.

Para los autores esos síntomas que nos afectan y dividen esa estructura podrían integrarse por medio de lo que ellos llaman  puntos de acupuntura.
     Foto: Presencing Institute

Esos 8 puntos de acupuntura incidirían sobre las desconexiones ecológica, de ingreso y riqueza, financiera, tecnológica, de liderazgo, de consumo,  de gobernanza y de propiedad.En libro surgió en un intento de responder a estas tres preguntas interrelacionadas:

1)    A la vista de toda la problemática global ¿Cómo podemos liderarnos desde el futuro emergente?

2)    ¿Qué marco económico evolutivo puede guiarnos hacia adelante?

3)    ¿Qué estrategias pueden ayudarnos a operar desde el futuro que queremos crear?
Las respuestas a estas preguntas empiezan con el uso de la Teoría U para transformar los negocios, la sociedad y uno mismo. Y continua con el reto de actualizar nuestra lógica económica y el sistema operativo que pende de un obsoleto sistema basado en el bienestar de uno mismo a otro basado en una conciencia ecológica que haga hincapié en el bienestar de la totalidad.

     Foto: Presencing Institute

Este libro también será publicado en español próximamente pero mientras tanto aquí está un enlace a su introducción (inglés), enlaces a algunos videos (inglés) y los que realizan el curso pueden tienen acceso a leer varios de los capítulos de ese libro.


 U-LAB, un curso “revelador” que te puede cambiar la vida
Finalmente, las herramientas de la teoría U, y el modelo conceptual “De Ego a Eco en sistemas económicos” se plasman en un curso realmente práctico y relacional a través de la plataforma de cursos de EDX y la plataforma ULAB del Presencing Institute. El nuevo modelo educativo que se caracteriza por aprender haciendo, en contraposición del antiguo en el que se daban conferencias y se escuchaba está muy presente en este curso. Así mismo, ponen en práctica los tres principios que consideran que estarán vigentes en las universidades del siglo XXI. Estos son:
1)    Llevar el aprendizaje desde las aulas a las calles, uniendo cabeza y manos (head and hand)

2)    Vincular el poder de la iniciativa empresarial con pasión y compasión, que es la inteligencia del corazón (heart)

3)    Finalmente el tercer principio es sobre autoconocimiento. Autoconocimiento como una investigación sobre estas dos preguntas ¿Cuál es mi ser? Y ¿Cuál es mi trabajo? La primera pregunta lleva a reflexionar sobre el máximo potencial de uno en el futuro y la segunda a considerar el camino que se quiere seguir en el viaje que tome cada uno.

Como parte del viaje en ese curso, los alumnos conectarán realmente con una comunidad global de actores de cambio, encontrarán líderes en los negocios, en el gobierno y en la sociedad civil que son ya pioneros en las nuevas formas de trabajar, vivir y crear. Concretamente en esta segunda edición del curso “Transformando los negocios, la sociedad y uno mismo” hay inscritos más de 40.000 participantes de 183 países. Además no sólo han logrado conectar esa comunidad global online, sino que existen más de 40 hubs (centros de actividad) repartidos por todo el mundo donde los participantes se reúnen físicamente varios días a lo largo del curso.


Consideraciones personales finales
La educación es, sin ninguna duda, el principal punto de acupuntura que pueden hacernos fluir hacia un cambio de paradigma dirigido hacia el bienvivir en este siglo XXI. Una educación que saque lo mejor del ser humano, enfocándose en aquellas características que nos diferencian de las máquinas. Si además es acompañada por la “ética” repercutirá positivamente en el medio ambiente, la sociedad y en cada ser humano. El Presencing Institute comparte esta estructura triádica con esta asociación. Además, por experiencia propia en sus cursos, he podido comprobar que la metodología de sus cursos fomenta el desarrollo de esas cinco habilidades educativas para este siglo XXI. 
Curiosidad. Un curso tan popular (40.000 inscritos) y tan diverso  (183 países) ejerce una gran atracción para descubrir las ideas que hay detrás él. Es una oportunidad de abrir nuestra mente a diferentes perspectivas y suspenderla a cualquier estereotipo.
Creatividad. Esa numerosa y diversa participación más la facilidad de hacer conexiones, gracias a las diferentes herramientas tecnológicas, propicia que la chispa de la innovación pueda prender más fácilmente. Es más, a veces no es necesario re-inventar la rueda,  ideas y soluciones aplicadas en otros lugares pueden ponerse en práctica en otros con sus consiguientes adaptaciones.
Iniciativa. Es quizás, la clave de este curso. Hay que hacer, experimentar, hacer prototipos sin miedo a los errores. Cada vez que erramos, seguimos aprendiendo.
Pensamiento Multidisciplinar. Una vez que uno ha hecho su propio prototipo, este puede mejorarse gracias a la colaboración de los otros participantes con unos antecedentes profesionales diferentes, bien porque han sentido la curiosidad de leerlo y participar en su co-cración, bien porque uno está integrado en uno de los numerosos grupos de coaching creados al principio del curso para viajar juntos a través del proceso de la teoría U.
Empatía. Su modelo de atención profunda, puesto en práctica  bien en los grupos de coaching o bien con otra persona en el “Empathy Walk”, además de separarnos de nuestro ego, va más allá creando una escucha generativa que haga surgir soluciones creativas y valiosas.

               Foto: Presencing Institute 

martes, 15 de septiembre de 2015

Trampas al solitario


La humanidad, tal y como podemos comprobar de forma intuitiva con sólo salir a la calle y ver a la gente buscando en la basura, o viendo la oleada de inmigrantes que se agolpa a las puertas de Europa para adquirir el derecho a buscar en nuestra basura, no progresa. Eso no debería ser un problema, la humanidad ha permanecido durante buena parte de su historia en un estado estacionario, sin apenas cambios tecnológicos o culturales durante cientos o miles de años, sin que ello haya supuesto un problema a nuestros ancestros, o por lo menos no tenemos noticia de ello.

La falta de progreso hoy sí es un problema, por eso día tras día leemos noticias que nos hablan de los grandes progresos tecnológicos que nos traerá el futuro, sí, el futuro. Se fomenta la neomanía para legitimar el sistema, pero como dice el papa Francisco la tecnología no es ni buena ni mala por sí misma, hay que vincularla a unos fines ¿Y cuáles pueden ser esos fines? Deberían determinarse democráticamente, pero la reducción de la pobreza, el aumento de la seguridad y la reducción de la violencia parecen fines lógicos, con los que la mayoría de la población estaría de acuerdo, pero eso no parece estar produciéndose.

Sí, dicen que se está reduciendo la pobreza y la desigualdad a nivel global, pero como ya mostramos en un artículo anterior eso es cuestionable, incluso aceptando la definición estrecha de pobreza que nos proponen, que consiste en disponer de una renta de 1,25$ diarios. Sin embargo, hace tan sólo unos días leíamos en El País que buscar basura en un vertedero, en condiciones higiénicas deplorables, con los pies llenos de úlceras y costras y sometido a la presión de las mafias, podía reportar 2,4€ diarios ¿Podemos considerar que una persona así está fuera de la pobreza? No lo creo.

Todavía más significativo es la ausencia de progreso en cuanto al cuidado del medioambiente. En 1952 una gran niebla tóxica cubrió Londres, estimándose que causó 12.000 muertos y 100.000 enfermos.
 
En pleno día, con las farolas apagadas, Trafalgar Square no luce demasiado.

Hoy estos hechos nos resultan difíciles de creer, todos hemos estado en Londres o conocemos a alguien que ha estado allí, y sabemos que se trata de una ciudad amigable, apta para el turisteo despreocupado ¿Tanto ha cambiado la ciudad? Y si es así ¿Por qué? La respuesta es sencilla, gran parte de la contaminación la hemos llevado a otro lugar. Hace poco conocíamos la noticia de que una de cada seis muertes prematuras en China es provocada por la contaminación. Esto nos vuelve a remitir al tema de la pobreza, aproximadamente la mitad, de hecho algo más, de las personas que han salido de la pobreza extrema a nivel global lo han hecho en China ¿Pero podemos considerar que alguien deja de ser pobre por disponer de más de 1,25$ al día mientras se expone a niveles insalubres de contaminación? ¿O cuando se trabajan jornadas de 13 horas en condiciones lamentables? Hemos destrozado el planeta para no arreglar ninguno de los problemas esenciales de los más necesitados, pero nos hacemos trampas al solitario.

Por supuesto en 63 años quizás hemos mejorado algo, un poco, hay que pensar que el PIB, un estupendo índice de nuestro impacto ambiental, se ha multiplicado por nueve en ese periodo, mientras que la población está a punto de triplicarse. Quizás no sólo hemos trasladado la contaminación desde occidente al extremo oriente, quizás también hemos reducido un poco el impacto por unidad de PIB, en caso contrario el planeta no habría resistido el impacto de multiplicar por nueve nuestra actividad. Pero este es el ingrediente menor, estoy seguro, lo principal es la traslación de la actividad y de sus impactos negativos. No debería asombrarnos, por lo tanto, que un estudio ha encontrado, tras analizar diversos sectores industriales en varias regiones del planeta, que ninguno de estos sectores sería rentable si internalizase sus costes ambientales.

¿Quiere esto decir que no hay alternativas, que estamos condenados? No, lo que quiere decir es que es hora de afrontar los problemas, ya no podemos trasladarlos a otra región, o sentarnos a esperar que inventen algo que los arregle en el futuro.

Nuestra forma de entender el mundo debe cambiar, porque está en crisis, no podemos seguir parcelando la realidad en compartimentos estancos e independientes unos de otros. Es hora de mirar al todo además de a las partes, y de pensar en los fines y no sólo en el incremento de los medios. Es hora de afrontar los problemas de forma directa, y no a través de un proceso de incremento de los medios que de forma objetiva, está fallando, a pesar de que no queramos verlo y nos hagamos trampas al solitario.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Una foto, muchas narrativas



Es difícil expresar con palabras las emociones, y es difícil intentar articular razones, racionalizar en cierto grado aquello que nos entra por los ojos y nos llega directamente al corazón. Lo sentimos, nos duele, y eso parece suficiente. Hurgar en la herida podría parecer obsceno, hablar sobre el dolor es desagradable, especialmente si la razón, como una brújula, nos guía hacia territorios incómodos ¿Cuáles son esos territorios incómodos y qué es lo que nos guía hacia ellos?

Lo que nos sirve de brújula en este caso es una imagen. Es incuestionable el poder catalizador de una imagen. Los mismos hechos se siguen repitiendo día tras día, con diferentes protagonistas, pero el hecho de que el modo de transmisión sea gráfico parece cambiarlo todo, como si estuviésemos desprovistos de imaginación, incapaces de comprender todas las implicaciones de la palabra muerte. Son más de 2.600 muertos los que llevamos ya, pero uno de ellos puede suscitar cierta reacción si su imagen nos conmueve.

Los territorios incómodos hacia los que esa imagen nos guía han sido esquematizados en El País, que es el tabloide que yo leo habitualmente (críticamente, por supuesto), con los siguientes sintagmas: “El fracaso de Europa” o “La vergüenza de Europa”. Lo que se quiere expresar en esos términos es que imágenes como esa ponen en entredicho el modelo social europeo. Una Europa construida en torno a los valores de libertad, democracia y estado del bienestar. Se trata de una narrativa tremendamente falsa, teñida de humanitarismo, con el fin de colarnos gato por liebre.

La falsedad de lo que nos venden tiene dos caras. En primer lugar, es falso que los valores fundamentales en la construcción de Europa sean la democracia o el estado del bienestar. No se puede hablar de estado del bienestar en sociedades con un paro galopante, con un número creciente de personas sin ningún tipo de ingreso, dejadas a su suerte o dependientes de la ayuda de la familia o de la caridad. Tampoco es compatible el estado de bienestar con jibarizar las oportunidades de los jóvenes, condenándoles al éxodo económico. Sin embargo, estas son las condiciones que se están dando en los países del sur de Europa, a pesar de que parecemos encontrarnos en la parte alta del ciclo económico, y que no dentro de mucho comenzará un ciclo descendente.

Tampoco es cierto que otro de los valores transversales sea la democracia. Tal y como comenta Dani Rodrick, la globalización impone compromisos externos a los países, que minan su capacidad de decidir. Es el conocido trilema de Rodrick, que establece un país no puede tener al mismo tiempo democracia, soberanía y unirse de forma profunda a la globalización. En Europa hemos llevado ese trilema a su máximo exponente, creando el euro, que elimina la soberanía monetaria, lo que implica una versión más restrictiva del anterior trilema, que he bautizado con mi propio nombre, y que implica que no es posible mantener al mismo tiempo una moneda única como el euro, una democracia con un mínimo de soberanía para decidir, y las deudas de los países de la eurozona independientes por completo; al menos se deben mutualizar los riesgos catastróficos que puedan causar fugas de capital, caídas bancarias, etc. Los hechos son tozudos, y Grecia se ha convertido en un protectorado, sin capacidad para tomar ninguna decisión relevante en materia económica que no sea previamente autorizada por la troika, y su patrimonio nacional ha comenzado a ser liquidado a favor de los acreedores.

No hay duda, la democracia y el estado de bienestar sin duda están relacionados con Europa, como objetivos secundarios, supeditados al principal, que son los beneficios de las empresas y la acumulación de capital, o como se suele definir en nuestros tiempos, a la “competitividad”. En una palabra, la democracia y el estado de bienestar son principios que Europa aplicará mientras podamos pagarlos.

La segunda falacia implícita en el razonamiento de que estamos ante el epítome del fracaso o la vergüenza de Europa es pretender que este problema es europeo ¿Que tienen que ver países como España, Portugal, Finlandia o Irlanda en este problema? La lógica que pretende implicar a todos en el problema particular de unos países concretos se basa en que los países fronterizos a zonas “menos civilizadas” (como España o Grecia) pueden ser más susceptibles a sufrir la emigración, e incluso las solicitudes de asilo por parte de los refugiados. El problema surge cuando los refugiados no quieren solicitar asilo en esos países, y tan sólo quieren transitar por ellos hacia su destino final ¿Es de recibo que un país como Grecia emplee recursos para interceptar y dar asilo a refugiados, contra la voluntad de estos, con el fin de aliviar un “problema” a países mucho más prósperos como Alemania? Porque los refugiados fundamentalmente quieren ir a Alemania.



Un país de tránsito es normal que simplemente haga la vista gorda, pero en general será difícil probarlo, dado que los refugiados lo atraviesan de forma clandestina, y sus circunstancias económicas le pueden impedir dedicar una cantidad ingente de recursos al problema.

Son comprensibles las preocupaciones humanitarias de la población, pero la mejor forma de ayudar a los refugiados no es de forma individual, sino colectiva. Y en este caso es exigiendo al gobierno que reclame con firmeza a Alemania el cumplimiento de sus compromisos con los refugiados. España, por su parte, debería atender sus propias solicitudes, y aceptar las que sean genuinas.

Hay más, evidentemente hay más, una serie de guerras (Siria, Libia, Ucrania) en países que eran cercanos a Rusia, y que hacen temer el retorno de las dinámicas imperiales ¿Por qué la OTAN está obsesionada con plantar bases alrededor de Rusia? ¿No acabó la guerra fría? Las guerras y las rivalidades ¿son entre sistemas, como el comunismo y el socialismo o entre naciones? Desde que en 2008 EEUU intentó atraer a su órbita a Georgia, y Rusia reaccionó protegiendo a las regiones disconformes con esa decisión, a las que Georgia había atacado militarmente, parece que hay una escalada del conflicto, que ha visto un nuevo hito en el conflicto de Ucrania.

El drama de los refugiados se une a un proceso más general de emigración, en países donde ya existen graves problemas sociales. Este proceso se da en plena era de la globalización que según nos dicen ha reducido la violencia, la desigualdad y la pobreza. Si las sociedades son más libres, menos violentas y más prósperas ¿por qué emigra la gente? ¿Por qué no se reduce sino que aumenta la gente que emigra? Huele a rata. La realidad es que las tendencias de progreso del pasado se están quebrando, y es predecible que en el futuro este proceso se agudice, según se profundicen los daños del cambio climático, y la volatilidad que acompaña al mercado de la energía. Quién acertó en El País fue la literatura, por obra de Juan Cruz: El guardia hizo el gesto desesperado; pero antes del guardia fue el mundo el que no lo supo salvar; el guardia fue el héroe de los ojos tristes, hizo todo lo que pudo. No lo supo salvar el mundo.

Para salvar a otros niños es preciso cambiar el mundo, pero hay que empezar por la casa de uno. España puede ser vulnerable a los cambios que sucedan en los países de su entorno, para mitigar ese riesgo habría que cambiar de rumbo en el sentido que nos propone Herman Daly:

La globalización, considerada por muchos como la ola inevitable del futuro, se confunde a menudo con internacionalización pero es, de hecho, algo totalmente diferente. La internacionalización se refiere al incremento de la importancia del comercio internacional, las relaciones internacionales, tratados, alianzas, etc. Inter-nacional, por supuesto, significa entre naciones. La unidad básica continúa siendo la nación, aun cuando las relaciones entre naciones sean cada vez más necesarias e importantes. La globalización se refiere a la integración económica global de muchas antiguas economías nacionales convertidas en una economía global, principalmente por el libre comercio y la libre circulación de capitales, pero también mediante una migración fácil o, incontrolada.

En definitiva, la política tendría que asignar su parcela al mercado y no al contrario.