Este es el blog de la asociación Autonomía y Bienvivir, no dejes de visitar nuestra página web, para conocer nuestro ideario: Visitar página web

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Cinco caminos para un bienestar responsable: una propuesta inteligente, todavía vigente

“Gran parte de la vida moderna se basa en una lógica falsa, una lógica que supone que la felicidad y el bienestar provienen de la prosperidad financiera. Por lo tanto, la mayoría de los políticos, y la mayoría de nuestros medios de comunicación, parecen asumir que el objetivo principal del gobierno es garantizar que la economía avance para siempre. Es casi como si los padres fundadores estadounidenses hubieran declarado que nuestros derechos inalienables eran la Vida, la Libertad y la búsqueda del Crecimiento Económico. Hay dos razones principales por las que esta suposición es incorrecta. Primero, una vez que se satisfacen las necesidades materiales básicas, hay muy poca evidencia de que la búsqueda de la prosperidad financiera genere mucha más felicidad adicional para los individuos o las naciones. En segundo lugar, al perseguir el crecimiento económico, estamos creando todo un conjunto de problemas sociales y ambientales que socavarán la felicidad y el bienestar potenciales de las generaciones futuras.”
Nick Marks (uno de los creadores de los “Five ways to wellbeing” y del “Índice del Planeta Feliz)


En el año 2008, NEF (New Economics Foundation), Fundación para la Nueva Economía, desarrolló a petición del gobierno británico una investigación sobre posibles acciones para mejorar el bienestar personal. De esa larga lista de posibles ejercicios personales, con bastantes evidencias de buen funcionamiento, eligieron cinco para simplificar y para que llegara con mejor difusión a la población británica. Estos eran conecta, mantente activo, presta atención, sigue aprendiendo y da. De manera parecida al dicho de tomar al menos cinco frutas o verduras al día para mantener sano nuestro cuerpo, esas cinco maneras ejercidas diariamente podrían ser adecuadas para mantener o potenciar nuestro bienestar emocional, social, mental e incluso, diría yo, espiritual. Se cumplen ahora 10 años de aquella propuesta que todavía se utiliza, principalmente por el NHS (servició de salud público británico) en difusión de campañas y programas para mejorar el bienestar de los ciudadanos. Como bien nos dice la OMS (Organización Mundial de la Salud) con su definición de salud:

“Un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.”

la salud es un proceso integral y no solamente físico. En esta sociedad del siglo XXI, estamos alargando la vida de nuestros cuerpos, pero la calidad emocional, social, mental e incluso espiritual de nuestro ser parece ser que está descendiendo. Todo esto, lo estamos observando a través de las numerosas crisis, tanto personales como sociales y medioambientales que vivimos en estos días.

Los finales de año suelen ser épocas de balances, no sólo empresariales, sino personales. Además, con la entrada de un nuevo año, los propósitos personales que nos solemos plantear, normalmente, se olvidan nada más llegar el mes de febrero.


La propuesta principal de este artículo es mostrarnos esos cinco caminos para mantener o incrementar nuestro bienestar, así como tener a mano, nunca mejor dicho, una manera mnemotécnica para que no se nos olvide fácilmente estas cinco formas. Para esto último, utilizaré los cinco dedos de la mano, una propuesta que me recuerda a uno de los libros que ocupó mi cabecera en los años 90. Se trataba de “The hand-book for the positive revolution” (La revolución positiva: 5 principios básicos) de Edward de Bono.

martes, 18 de diciembre de 2018

De París a Katowice: la estafa internacional de las cumbre climática de las élites progresistas: postureo, tecnocracia y síndrome del salvador


Esta semana se ha celebrado en Katowice, la vigésimo cuarta Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático. Las COP o “Cumbres del Clima” son reuniones anuales que comenzaron en 1995 y que se constituyen como el órgano de decisión institucional más importante a nivel mundial, dentro de la Convencion Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climatico.
Se llegaba a la convención con cierto recelo: 

1) Después de que EEUU manifestara en 2017 su intención de abandonar los Acuerdos de Paris de 2015, la nueva Brasil de Bolsonaro haya considerado las cuestiones ambientales como menores y haya cancelado su rol como anfitriona en la siguiente COP y al escepticismo al cual se han sumado países como Australia y otros muchos de Europa del Este,

2) Los Acuerdos de Paris no han sido ratificado por todos los países, algunos de ellos de relativa importancia, especialmente Rusia (con más de un 7.5% de emisiones sobre el total), Turquía e Iran (que juntas suman prácticamente un 2.5% del total) y

3) estimaciones de este mes de diciembre apuntan a un incremento de las emisiones de Co2 de un 2.7% en 2018 (entre un 1.8 y un 3.7%), siguiendo con la tendencia de 2017 donde crecieron un 1.7% después de tres años estancadas (2014-2016). El pasado 5 de diciembre se publicó un artículo en Science en el que quedaba claro que el incremento en el uso de fósiles en el sector energético (con el repunte del carbón y el incremento en el uso de petróleo y gas natural), especialmente en China, India y EEUU supera el ritmo de decarbonizacion que ha tenido lugar en la UE y otros países. 
David Paul, ministro de medio ambiente de las amemazadas Islas Marshall y uno de los más críticos durante las negociaciones, afirmaba lo siguiente:
“Necesitamos tres cosas de esta COP: una, es que el informe del IPPC –en referencia al nuevo informe que compara los impactos al sobrepasar los 1.5 y 2 grados respectivamente consultable aquí y publicado recientemente- debe ser considerado como piedra angular al salir de esta COP y en todo el trabajo futuro. Dos, debe haber una clara señal de que habrá un aumento en la ambición que saldrá de esta COP. En tercer lugar, necesitamos un reglamento que implemente completamente todos los aspectos del Acuerdo de París».
Pues bien, ya sabemos que se ha llegado a un nuevo acuerdo que se ha vendido como un gran triunfo desde las Naciones Unidas pero que parece que no deja satisfechos a una gran parte de los países, y menos aún a muchos activistas y científicos como se ha visto en algunas reacciones en twitter que la agencia periodística Carbonbrief ha documentado. Finalmente, se ha tenido en cuenta el último informe del IPCC y sí que se ha aprobado el esperado reglamento (rulebook en inglés) que establece unos criterios comunes para la contabilidad de las emisiones y absorciones de gases de efecto invernadero, del seguimiento en materia de mitigación (reducción de emisiones o incremento de sumideros) y adaptación, de un seguimiento de las vulnerabilidades e impactos del cambio climático así como de la contribución de los distintos países en materia financiera.
Antes de pasar a comentar las consecuencias e implicaciones de estos nuevos acuerdos en Katowice me gustaría hacer escala en Paris y especialmente San Francisco, donde este pasado septiembre tuvo lugar una esperpéntica reunión mundial sobre el clima que parecía más un mercado a ver quién anunciaba y se vendía mejor que una reunión de adultos serios y responsables tomándose la cuestión climática con el respeto que merece.




  1. De París a Katowice, pasando por San Francisco: un años moviditos llenos de postureo político, irresponsabilidad científica y medias verdades
Han pasado ya más de 3 años desde los Acuerdos de París (aquí en español) y la tónica parece ser la misma. Nada realmente ha cambiado. En Paris, una gran parte del foco de discusión recaía sobre si los acuerdos eran legalmente vinculantes o políticamente vinculantes. Los EEUU, entre otros países, presionaron para que no hubiera ningún tipo de compromiso legal, alegando que eso disuadiría a muchos países de firmar el acuerdo. El acuerdo acabo con una polarización con respecto a las reacciones. Las grandes empresas y toda la parafernalia institucional de las Naciones Unidas nos lo vendieron como un gran triunfo, con una memorable foto de líderes políticos mundiales casi llorando. La realidad es que el documento no era claro sobre el nivel de emisiones ni como contabilizar las Contribuciones Nacionales (eso es lo que se ha venido a discutir en esta COP24), no especificaba cuantías de financiación ni había una metodología común y transparente para evaluar los flujos monetarios de países desarrollados a otros en vías de desarrollo, no se creó ningún fondo de compensación de daños y el lenguaje era claramente BAU (Business as Usual, aquí un resumen de todo esto). Dado el fiasco de Copenhague en 2009, donde se fracasó en el intento de acordar objetivos legalmente vinculantes, los Acuerdos de París trataron de evidenciar que había una voluntad política para firmar algo, aunque fuera descafeinado y estuviera plagado de dudas.

2.1 El postureo tecnocrático en San Francisco
Este mismo año tuvo lugar en San Francisco una cumbre global por el clima para calentar motores hacia la COP24. La conferencia estuvo más centrada en el rol de las ciudades, en una mansalva de anuncios y compromisos de las multinacionales del sector privado y de filántropos, en dejar claro que los demócratas americanos rechazaban a Trump y como EEUU estaba liderando la transición mundial hacia la sostenibilidad y en un intento por parte de la parte del establishment científico con más voz dentro de las Naciones Unidas de dar un impulso a la lucha contra el cambio climático, que de enviar un mensaje claro y sin ambigüedades. Sabemos lo que ocurre, sabemos lo que hay que hacer y lo vamos a hacer.
De la conferencia de San Francisco, sobre la cual no tuve tiempo de hacer un articulo como merecía por cuestiones de tiempo, saque las siguientes conclusiones. La cumbre se convirtió en un espacio mayoritariamente de postureo global para ver quien era más líder en la transición en la que parecía que lo más importante era hablar de grandes números y de como el estado de California y sus ciudades eran pioneras mundiales en haber desacoplado el crecimiento de las emisiones y el impacto ambiental (afirmación que habría que entrar a analizar en profundidad pero que de hecho sabemos que es falsa), o de cómo la transición a las renovables iba a traer puestos de trabajo y crecimiento verde y unos precios competitivos, de el cambio climático como algo que combatir y por tanto como una amenaza para nuestra economía (quizás es una lucha contra nosotros mismos y nuestro modelo civilizatorio), en un optimismo generalizado porque se está llevando a cabo acción muy significativa y eficaz, en una plataforma para el coche eléctrico como vehículo cero emisiones y para el futuro uso de geoingeniera artifical que dejaba entrever la ponencia del científico Johan Rockstrom… Y finalmente en una plataforma de relaciones públicas para anunciar como filántropos contribuirán con un nuevo fondo de 4000 millones de euros, como Starbucks va a optimizar toda su cadena de suministro, como California es el líder mundial y una región única.
Los puntos más importantes de la reciente conferencia de San Francisco fueron los siguientes:
1)     El crecimiento verde inclusivo como pilar
Mientras en ocasiones anteriores las empresas eran reticentes a unirse al barco ahora parece que tienen más presencia e influencia. Las tres PPP fundamentals son = Planet, Profit, People.
El propio Johan Rockström en una charla ante un público de alto nivel en la que hablaba del mediático modelo de los límites planetarios hace un tiempo reconocía que la narrativa de los límites al crecimiento había fracasado y al final acababa proponiendo soluciones muy basadas en el progreso tecnológico energético y reconocía el derecho de los países en desarrollo a convertirse países desarrollados (ver vídeo en los minutos 33:50-35:00).

“Vivimos en un mundo que todavía cree que podemos tener un crecimiento sin límites. Nosotros, los científicos, tengo que ser autocrítico, probablemente nos hemos ido pareciendo un poco a Moisés caminando 40 años en el desierto predicando los límites del crecimiento demasiado lejos y sin éxito. Ahora hay una nueva historia de crecimiento dentro de los límites. Una historia positiva de abundancia y oportunidad dentro de un espacio operativo seguro para la humanidad y la Tierra que no es una historia de frenazo del desarrollo sino una historia basada en la prosperidad y la innovación y la transformación hacia un futuro deseado " (video, min 37:10-37:06)".

Este tipo de narrativa pro-crecentista fue clave ya en el discurso inaugural de la alcaldesa demócrata de San Francisco:

“San Francisco ha estado a la vanguardia de esos esfuerzos. Desde 1990, hemos reducido nuestros gases de efecto invernadero en un 30% y hemos reducido nuestra disposición de la tierra a la mitad, mientras nuestra economía crece en un 111% ".

Ni una palabra sobre el mito del desacoplamiento entre emisiones y crecimiento, cual es la causa real de esas reducciones ni como se ha distribuido ese crecimiento claro. Este afán por vender grandes logros perdiendo el contacto con la realidad es el que a mi juicio ha hecho que Trump y otros neo-nacionalistas estén ganando, de forma muy comprensible, votos ante un discurso cargado de falsedades y de un triunfalismo cínico.

2)     “Si no lo puedes medir, no lo puedes gestionar”
Esta fue la frase que el ex alcalde de Nueva York y ahora filántropo Michael Bloomberg expresó. Durante toda la conferencia se mostró un aire de seguridad y absolutismo científico y se afirmó que la ciencia era clave para la gestión de riesgos, tal y como un representante de la empresa Blackrock anunciaba:
"Creo que cuando hablamos sobre el cambio climático en el mundo de las finanzas, aceptamos que el riesgo del clima es real, pero a largo plazo, los riesgos son muy son muy difíciles de medir, son demasiado inciertos como para construir una estrategia de inversión. El segundo punto es que los hechos y los datos han hecho que esa visión sea obsoleta y que la oportunidad y la responsabilidad de todos nosotros en la comunidad inversora es mejorar la comprensión de esos riesgos, medir esos riesgos, evaluar los riesgos y luego utilizarlos para entregar mejores resultados. En Blackrock estamos comprometidos a hacer esa parte".

Esta peligrosa idea de que sin poder medir algo de forma inequívoca y basándonos en la evidencia  no podemos obtener conocimiento, y el miedo a discutir los supuestos normativos que esconde cualquier medición, así como la gestión de la incertidumbre criticada por algunos filósofos de la ciencia  nos ha llevado a un impase y crisis importante en muchas disciplinas científicas.

Habrá que seguir muy de cerca en qué números exactamente se fundamentan las decisiones políticas al más alto nivel. Si para tomar decisiones mejores hay que reducir la incertidumbre y no reconocerla, cosa que ya critique en un pasado artículo, lo que sucede ante la mala capacidad predictiva de modelos climáticos que había quedado patente en algunos estudios (por su complejidad, quiero dejar claro que no niego el cambio climático ni mucho menos, pero que no es un buen ejercicio el camuflar incertidumbres tanto en el apartado descriptivo como el predictivo) vamos por el mal camino. De hecho, en la charla que cerró la conferencia, el gobernador de California Edmund. G Brown afirmó, con ese postureo y espectacularidad tan americanos lo siguiente:

“Estando la ciencia bajo ataque y la amenaza del clima en auge, hoy lanzamos nuestro propio jodido satélite. Esta iniciativa revolucionaria ayudará a gobiernos, negocios y terratenientes darse cuenta y parar emisiones destructivas con una precisión sin precedentes, a una escala nunca vista antes”

Esto nos lleva al tercer punto fundamental. La idea de que la tecnología es la que va permitir la salvación.

3)     Ante todo postureo tecnológico del más alto nivel y marketing verde

El mismo alcalde, pasaba a continuación a alabar los grandes beneficios de la tecnología como elemento clave para tanto luchar contra el cambio climático como para perpetuar el exitoso modelo de crecimiento en referencia a Planet, la encargada de poner en órbita ese maravilloso nuevo satélite:

"Como empresa comercial impulsada por una misión, uno de los mayores impactos que Planet puede hacer es convertir los avances tecnológicos y los datos en herramientas que beneficien al planeta al tiempo que fomenten el crecimiento de los negocios".

4)     Posturas científicas absolutistas, medias verdades, camuflando incertidumbres y con un discurso ideológico tecnocrático muy marcado

Para mi esta fue la parte más interesante a la vez que preocupante y que demuestra la crisis que una parte del establishment científico (el más mediático y con más relevancia política) no es capaz de asumir. En una charla de 17 minutos, Johan Rockström y Christiana Figueres dieron mensajes claros sobre el estado de la ciencia y se hizo una propuesta atrevida: la “Carbon law” o ley del carbono en la que es una propuesta de que las emisiones lleguen a su pico en 2020 y luego decrezcan exponenciálmente con un ambicioso plan de medidas que afectan todos los sectores y niveles sociales.
Johan afirmaba lo siguiente:
"Hace solo unos meses, resumimos las evidencias científicas con todos los puntos de inflexión que tenemos que muestran que ya a 2 grados celsius podríamos ingresar a un camino irreversible hacia una Tierra en lucha con el ser humano"

De hecho en el artículo se afirma que ya a partir del grado centígrado se pueden poner en marcha de forma irreversible algunos procesos que se podrían retroalimentar con otros y acelerar el proceso de calentamiento, por lo que el propio científico se contradice, camuflando dichos resultados, imagino que por un afán pragmático y para seguir con la línea política del 1,5 °C de los acuerdos de París:

 “Observaciones contemporáneas del comportamiento de puntos de no retorno en una anomalía de temperatura observada de aproximadamente 1 °C por encima de la era preindustrial sugieren que algunos de estos elementos son vulnerables a cambios abruptos con solo un aumento de 1 °C a 3 °C de la temperatura global, siendo muchos más vulnerables a temperaturas más altas“(pp. 18, aquí).

En el siguiente mapa, sacado del artículo del que saco la cita anterior, se observa como hay cinco elementos que se consideran haber cruzado un punto de no retorno y que podrían retroalimentarse con otros procesos y debilitar la capacidad que Gaia ha tenido para regular la temperatura: el deshielo de Groenlandia, el hielo veraniego del ártico, los glaciares alpinos, los corales y la capa de hielo del antártico oeste. Estos factores combinados con el hecho de que los fenómenos extremos se están repitiendo con mayor intensidad y frecuencia (recordar el fenómeno "El Niño" que tuvo lugar en 2014-2016) podría ya haber activado procesos irreversibles de no retorno dado que el último informe del IPCC ya considera que hemos llegado al grado de calentamiento.

Tengo mis dudas también de que el permafrost, como aparece en el artículo, pueda cruzar un punto irreversible únicamente por encima de los 5 grados cuando tenemos ya procesos de escape de gases de efecto invernadero importantes que ya están creando problemas en Siberia o en el norte de Escandinavia o del propio Amazonas y otros bosques que están ya contribuyendo a un mayor calentamiento pasando de ser sumideros a ser emisores netos de carbono. El pasado año se publicó un artículo en Science en el que, usando nuevas observaciones vía satélite se determinó que el Amazonas, con la degradación actual, era ya un emisor neto de carbono y que las incertidumbres eran altas (ver el abstract aquí).



A todo esto, Christiana Figueres le preguntaba al mediático científico si estamos condenados a esta “Hothouse Earth” a lo que respondió con la idea de la “Ley de Carbón” que consisten en reducir las emisiones cada diez años (ver la fotografía a continuación). 



Como se observa en el gráfico cada 10 años la cantidad de carbono en la atmósfera se reduce a la mitad. Los primeros años son los más críticos y en los que se requieren más esfuerzos a nivel de reducción de emisiones de origen humano y a parir de 2050 cobran importancia las medidas de aumento de los sumideros. En el discurso se reconocen los distintos esfuerzos que hay que hacer a nivel de la industria de los fósiles, la gestión de la tierra y la necesidad de incrementar los sumideros de la Tierra, que como se ve en el gráfico apuesta de forma cada vez más importante por una polémica solución basada en la geoingeniería a gran escala, la BECCS, del inglés, bioenergía con captura y almacenaje de carbono.

Se supone que en la segunda parte del siglo XX la tecnología BECCS (Bio-energía con captura y almacenaje de carbono del inglés) debe permitir almacenar carbono a una escala muy grande. Esta tecnología fue propuesta por primera vez en una publicación científica con revisión por pares por un estudiante de doctorado en 2001 y se definía como “una tecnología que produce emisiones de dióxido de carbono negativas combinando la bioenergía (energía de la biomasa) con la captura y el almacenaje geológico” (Obersteiner et. al, 2001). De hecho, no se puede considerar ni un artículo sino más bien un comentario o carta.

El observatorio y agencia de noticias Carbonbrief explica la historia del origen y evolución de esta tecnología en un fantástico artículo en inglés (aquí). Lo interesante es bajo que propósito surgió este concepto y el hecho de que su potencial se basaba en como la industria del papel sueca se podía beneficiar de créditos de emisiones (otorgados por la reducción de éstas, otro tema que da para un artículo en si mismo, el de los mercados de emisiones y el hecho de que algunos hayan comentado que se han convertido más en un instrumento financiero donde rascar más beneficios que en una voluntad real de reducción de emisiones):

"Kenneth Möllersten, que estudiaba en el Real Instituto de Tecnología de Estocolmo, había pasado gran parte de los últimos 12 meses pensando en cómo la industria del papel sueca podría beneficiarse financieramente del sistema de comercio de emisiones de carbono de Kioto mediante la captura de sus emisiones de fábrica. Propone que los secuestren bajo tierra. De hecho, uno de los autores mismo declaró que la idea del BECCS no era la de que fueran incluidos para escenarios como el que presenta Rockström sino como una tecnología de última instancia que incluir en caso de que tuviéramos malas noticias acerca del sistema climático”.

Deja claro Möllester, el doctorando su intención:

"Estaba tratando de ver algún tipo de modelo que recompensara a la fábrica de celulosa por emisiones negativas. Me doy cuenta de que cuando escribí ese documento no entendía fundamentalmente cómo funcionaría un sistema de compensación de emisiones, pero eso realmente no importa. El principio de que podría crear un incentivo para que un productor de energía, o una industria, genere emisiones negativas permitiéndoles vender un crédito de emisión, o algo así, todavía se mantiene ".

Obersteiner tomó la idea y la convirtió en una estrategia de mitigación de riesgos climática para el beneficio de la gran industria del papel sueca. 

El BECCS no es el único esquema geoingenieril existente. En el artículo en el que se basan los gráficos que Johan Rockström mostró en la conferencia también se habla de la DACCS (captura de carbono y almacenaje por aire directo) que fundamentalmente se trata de instalar grandes ventiladores que succionen los gases directamente desde la atmósfera con un filtro y un químico absorbente de gas CO2 para que pueda ser almacenado. Una vez más, el observatorio de la geoingeniera, en un artículo del pasado mayo nos explica quien hay detrás de este tipo de iniciativas. El nombre de David Keith vuelve a aparecer, así como el de otras corporaciones:

 “DAC es una tecnología de geoingeniería comercialmente activa. La empresa Carbon Engineering de David Keith está financiada por inversionistas privados, incluidos Bill Gates y Murray Edwards, el magnate multimillonario de arenas de alquitrán que dirige Canadian Natural Resources Ltd [...]. David Keith y otros desarrolladores han lanzado DAC como un medio para utilizar el CO2 capturado para ampliar masivamente la industria EOR en los Estados Unidos y en otros lugares. En una cumbre del DAC en Calgary en 2012 asistieron varias compañías petroleras, entre ellas Suncor, BP, Husky Oil y Nexen (cita extraída de aquí)".

Es curioso que la revista socialista líder en publicaciones en EEUU, Jacobin, se pronunciara a favor de la utopía de la geoingeniería, medida que las “izquierdas” deberían promover.  En un artículo de 2018, Jean Back, quien colaboró en la publicación de un artículo con David Keith, defendía también las tecnologías para remover carbono tipo BECCS o DACCS como fundamentales en la mitigación del cambio climático. Curioso es que una revista socialista promueva el trabajo de alguien que parece apoyar y colaborar con quien tiene la intención de hacer de la mitigación un negocio como Keith. David Keith es parcialmente propietario de una startup de DACCS y un defensor de la SRM (solar radiation management) y en un pasado artículo Keith y Back defendieron la SRM, lo que curiosamente no se menciona en el artículo de la revista Jacobin (información disponible aquí). Vemos como los contornos del capitalismo y el socialismo se difuminan una vez más, algo que no es de extrañar pues comparten supuestos fundamentales sobre la naturaleza del ser humano, de la vida y de la economía.

Así pues la idea es que:

¨Así pues queridos amigos, si pudiéramos descarbonizarnos de acuerdo con la ley del carbón presentada, tenemos un 66% de probabilidad de permanecer en 2 grados centígrados. Esta es una transformación global. Es un viaje exponencial".


La palabra exponencial apareció unas cuantas veces, vendiendo la idea de que ya estamos en medio de una transformación tecnológica exponencial a gran escala. De hecho, ese fue el mensaje clave de Christiana Figueras, en la charla con Johan Rockström:

“Johan y yo queremos demostrar que de hecho ya estamos en una trayectoria exponencial, al menos en algunos sectores”.

Se continúa hablando de que el ritmo actual de incremento en las energías renovables va ya por el buen camino sin evidentemente darse cuenta de que ese mismo crecimiento exponencial es más difícil a medida que se incrementa su uso y sin mención alguna de las limitaciones que tienen las renovables a nivel de tierra, materiales, impacto ambiental y bajo qué régimen sociopolítico se quieren implementar pues no es lo mismo una implementación centralizada a gran escala que una participación democrática desde abajo con una implementación mas descentralizada en la que quizás hay que priorizar la reducción del uso de energía.

No podía faltar como no una oda al coche eléctrico a pesar de las limitaciones a nivel de litio y cobalto, de que el propio coche eléctrico tiene unas emisiones importantes en su proceso de fabricación y de un precio prohibitivo que lo hace un juguete para ricos y de que, en definitiva, tampoco su implementación cuestiona la idea de un coche para todos y los problemas de movilidad en grandes ciudades u otros impactos ambientales importantes como el de los micro plásticos que ya comentamos en este blog.

“Lo que esta sucediendo con el coche eléctrico es francamente apasionante. Hace diez años los coches eléctricos eran ciencia ficción pero ahora tenemos todas las principales compañías de automóviles con modelos para el coche eléctrico”

Lo que no nos dice la buena de Christiana es que también tienen modelos para una reducción de la flota del 95% en determinados escenarios o que lo que se están vendiendo más son híbridos con unos niveles de contaminación en muchos casos superiores a los coches diesel, tampoco dice que el coste de las baterías probablemente no baje demasiado salvo milagro tecnológico y que en definitiva parece que nos están preparando para un futuro donde lo más factible en la mayoría de países es que se impongan transportes eléctricos ligeros (motocicletas, patinetes y coches simplificados), las bicicletas y el transporte público con una menor presencia del coche, que pasará a ser un juguete para ricos, como explicaba Beamspot en nuestro último post.

Y a esto le seguían las maravillas de las finanzas verdes, la curva exponencial de los países con un impuesto sobre el carbono (que en realidad tenia pinta de ser una curva logística y llegar a un tope ya estos últimos años) y la cantidad de compromisos de desinversión en combustibles fósiles cuando lo que realmente está ocurriendo es que las compañías petroleras no están invirtiendo lo suficiente porque no encuentran la rentabilidad por los bajos precios y que como ya nos ha advertido la Agencia Internacional de la Energía y algunos ministros de energía como el ruso, nos enfrentamos a que en unos pocos años la oferta no pueda cubrir una demanda creciente a nivel mundial).

La charla acababa exponiendo un documento elaborado por la organización Earth First, lo que es para mí la parte más interesante y que recomiendo al lector que lea detenidamente por si mismo, en la que se presentan 30 medidas escalables que operacionalicen esa “Carbon law” de rápida descarbonización. El informe se encuentra disponible aquí (en inglés) y plantea una hoja de ruta de 2020 a 2030 basado en:
  • La rápida transición a las renovables (especialmente la fotovoltaica y la eólica).
  • La transición industrial a una economía circular basada en la tecnología digital y las oportunidades del big data.
  • Una mejora en el consumo de energía de edificios desde reformas, pasando por construcciones nuevas de bajas emisiones, automatización digital y finalmente hasta una reducción considerable de las emisiones en calefacción y refrigeración).
  • Un cambio radical en el transporte que especialmente tiene en cuenta al coche eléctrico como pieza angular y un aumento en el transporte público de masas y en menor medida una reducción del transporte aéreo, apuesta por el uso compartido como servicio y apuesta por el trabajo a distancia y uso de camiones de bajas emisiones
  • Una clara apuesta por las dietas vegetarianas y la reducción de los desechos alimentarios y mayor compostaje.
  • Un cambio importante en la gestión de bosques restaurando ecosistemas degradados y con la creación de nuevos sumideros y protección de bosques existentes.
  • Una mejora de las prácticas agrarias intensificando la productividad y apostando tanto por una agricultura de alta tecnología (agricultura de precisión) como por la agroforestería, así como la restauración de tierras agrarias abandonadas y degradadas y la restauración de turberas, que son un importante sumidero de carbono global.
Algunas de estas medidas parecen más factibles que otras pero lo que está claro es que se apuesta por una serie de implementaciones específicas, muchas de ellas (especialmente las del coche eléctrico y las de la renovables) que son muy cuestionables y que presentan multitud de incertidumbres.
Es de agradecer al informe que por lo menos presente un plan ambicioso de reducción de emisiones de cara a 2020-2030 pero cabe clarificar y analizar en profundidad las implicaciones de cada una de estas medidas, no camuflar las incertidumbres y riesgos y ver si realmente son compatibles con el cambio institucional, cultural y psicoespiritual que una minoría creemos como fundamental para una transición lo menos traumática y efectiva posible. El discurso tecnocrático evidentemente no ayuda.

5)     Herramienta política para criticar a los anti-ciencia
Finalmente, y que no falte, la conferencia se convirtió en una herramienta política para criticar a ultranza a Washington y a la administración Trump por haber manifestado su intención de no reafirmar los compromisos de París sobre el clima. Los demócratas utilizaron la plataforma para mostrar la narrativa de que existe un presidente anti-ciencia, lo que llevó a las “marchas por la ciencia” y a defender que ellos son los que sí que hacen ciencia y van por delante con la antorcha de la verdad. Con una sonrisita y una pose claramente falsa se felicitaban los unos a los otros (gobernadores a alcaldes, alcaldes a gobernadores…) por su gran contribución en la lucha contra el cambio climático y sus políticas ambientales. Mientras tanto, manifestantes a las afueras llamaban la cumbre una hipocresía, argumentando que las políticas extractivistas no se habían revertido. 

1.2 La COP24 de Katowice: sigue el postureo de más alto nivel
De la conferencia de esta pasada semana me gustaría señalar cinco puntos para resumirla:
1)     La promoción del carbón de Polonia y EEUU

Remarcable fue la promoción del carbón que la anfitriona Polonia hizo (no hay que olvidar que la cumbre se celebró en la región minera del país y que Polonia, con un gobierno nacionalista muy conservador ha sido uno de los más rehacios a compromisos ambientales y climáticos) y de los mismos EEUU, charla que fue saboteada por algunos activistas y recibida con risas por algunos de los asistentes.

De hecho, el mismo presidente de Polonia, Andrej Duda afirmó en su primera intervención que “no existe un plan para abandonar el carbón por ahora”.

2)     Sigue el postureo institucional y el crecimiento ante todo: el discurso de Christiana Figueres

Christina Figueres, secretaria general de la Convención Marco para el Cambio Climático de las Naciones Unidas siguió a lo suyo en una entrevista haciendo énfasis de nuevo en la idea que ya defendió en San Francisco, sin lugar a ambigüedades ni incertidumbres técnicas, muy en la línea de nuestra ministra para la transición ecológica Teresa Ribera.

“Tenemos toda la tecnología en nuestras manos para no tener un progreso lineal sino exponencial en realidad. Tenemos que dejar de lado el concepto de progreso lineal y comprender que ahora estamos progresando y descarbonizando de manera exponencial, no de manera lineal".

En esta misma entrevista el entrevistador le pregunta a Cristina Figueras sobre que considera que es más importante en relación a la acción. La respuesta no tiene desperdicio

"Me alienta el hecho de que realmente estamos empezando a entender que descarbonizar nuestra economía no es en detrimento del crecimiento económico, si usted es un país, o de sus ganancias, si usted es una corporación. Lo que realmente entendemos es que en este siglo las empresas deben reunir todos estos factores, que deben reunir a las personas, el planeta y las ganancias si quieren seguir siendo viables. Si usted es un gobierno, debe comprender que todos estos componentes deben estar juntos y que los gobiernos y las empresas están empezando a trabajar juntos, mucho más cerca”.

Tan cerca que de hecho en el informe sobre el Desarrollo Sostenible en ningún caso se hace mención a las malas prácticas de muchas empresas o al poder desmedido que ostentan. Quizás lo más interesante fue el reconocimiento de que no se están haciendo bien las cosas en algunos sectores, especialmente aquellos que tienen relación con la conservación, la gestión de la tierra y la agricultura y el muy necesario incremento en sumideros de carbono para no quedarnos fritos en unos años. En esto incidiré en la conclusión pues creo que es donde hay más margen para una acción civil coordinada y efectiva.

3)     La participación simbólica pero sentida de los jóvenes ante unos adultos (algunos semifosilizados) que son quienes llevan el peso de la negociaciones

Los más jóvenes parecen ir por delante como demostró el directo y critico discurso de la ya mediatica y famosa niña Greta Thunberg, aquí con subtítulos en español.

4)     Se acuerda la hoja de ruta con buena voluntad pero con más agujeros que un queso gruyere

El informe del IPCC es únicamente bienvenido y tiene un rol testimonial por los países sin más y quedan muchas cuestiones por resolver, si bien se aprueba el muy esperado rulebook u hoja de ruta para implementar los acuerdos de París de forma específica. Los avances en esta cuestión y el estado actual en relación a la implementación de los Acuerdos de París son consultables de forma abierta (en inglés) aquí.

Principales resultados de la COP24
Tema
Artículos de los Acuerdos de París
Descripción breve de lo ocurrido
Crítica
Informe del IPCC

Se le da la bienvenida sin más, algunos países como Rusia o EEUU no lo ven con muy buenos ojos

Contribuciones nacionales (NDCs)
Artículo 4
Los inventarios de emisiones deberían basarse en la metodología del IPPC de 2006 (pronto actualizada) pero se permite flexibilidad. Esto se guardara en un registro público existente de la ONU (aquí).
Ni la metodología del IPCC es científicamente robusta por ahora (está en proceso de ser revisada) ni los países se han comprometido a una total uniformidad basada en criterios rigurosos
Mecanismos de mercado
Artículo 6

Los mecanismos para transferir emisiones a otros países (comprando por ejemplo compensaciones) son voluntarios y no se llega a un consenso
La controversia más grande hace referencia a la posible doble contabilidad (que mucho me temo va a ocurrir,) sobre la que Brasil no estaba de acuerdo. Algunas ONGs presionan para que un porcentaje de las compensaciones sean canceladas automáticamente y así los países sean ambiciosos en sus medidas de reducción de gases de efecto invernadero, pero en el texto final solo se  considera como voluntario
Como informas sobre las finanzas
Artículo 9
Los países desarrollados deben comunicar bianualmente y de forma obligatoria las contribuciones financieras que hagan (se han comprometido a 100 mil millones anuales) y los países en vías de desarrollo informarán de forma voluntaria.
El lenguaje es muy permisivo y se permite informar sobre el total de los créditos en vez de la menor cantidad (equivalente a una beca). Algunos críticos como Brandon Wu afirman que esto socaba el objetivo de los 100 mil millones anuales
Transparencia
Artículo 13
Se define sobre que parámetros se debe informar: emisiones, progreso sobre los compromisos nacionales, medidas de adaptación, impactos climáticos y finanzas. En este caso se han   aprobado unas reglas comunes para países desarrollados y en vías de desarrollo (exceptuando cuando no lo permita su capacidad)
Se consigue que los países deban informar no importa cuál sea su condición económica y se intensifican los requerimientos informativos pero hay agujeros negros como por ejemplo el hecho de que se deba informar sobre emisiones en C02 equivalente, cuando se sabe científicamente que no se pueden agregar los impactos de gases a largo plazo (como el Co2) o más corto plazo (como el metano). Hay dudas de si se va a informar de cada tipo de emisión de forma independiente y agregada.
“Global stocktake” (rendir cuentas cada 5 años)
Artículo 14
La rendición de cuentas se divide en: información recopilada, análisis técnico y consideración de los resultados.
La inclusión del análisis técnico y el hecho de que parece que hay una voluntad de ir un poco más allá de la reducción de emisiones, la adaptación y los flujos financieros parece que invitan al optimismo.
Daños y pérdidas

Los países podrán informar sobre los daños y pérdidas
Se hace de una forma voluntaria y a criterio de cada país pero no de forma categórica por lo que algunos países potencialmente más afectados (como algunos Estados Isla) pueden sufrir grandes impactos sin que otros deban comprometerse a ayudarles.
Otros

Mecanismos de monitoreo por parte de un grupo técnico independiente

Los diálogos de Tanaloa: unas reuniones para incrementar la ambición sobre las contribuciones nacionales
El comité técnico no será punitivo y siempre atenderá al consentimiento del país en cuestión
Los países son simplemente “invitados” a considerar los resultados de estas reuniones pero peces gordos como China, Japón, los EEUU e India se oponen.

5)     Siguen las protestas de activistas por el clima
Especialmente interesante es la aparición del nuevo movimiento “Extinction Rebelion” o rebelión contra la extinción, el cual hizo acto de presencia en las calles.


2. Conclusión: se ríen de nosotros pero no debemos desistir: apunte final
Después de este y otros artículos que hemos publicado en este blog debería quedar claro que tipo de narrativa y abordaje hace las Naciones Unidas y las grandes élites iluminadas y progresistas de la cuestión del cambio climático y de la catástrofe socioecológica en la que estamos metidos. Por un lado tenemos unas élites conservadoras que son las que han llevado el peso durante la modernidad industrial que vuelven a emerger con fuerza con discursos nacionalista y tradicionalistas y por otro unas de corte más progresista que se ven con una carga de culpa y vergüenza histórica (y presente) que como expertos y condición de élites deben solventar, siempre con un discurso tecnocrático que camufla supuestos e incertidumbres (más asociado a las élites de Silicon Valley high-tech).

Dejo para el siguiente artículo el abordaje de esta cuestión y una serie de claves y principios que creo que podrían ayudar a los activistas a pie de calle y a la parte de la sociedad más concienciada a tirar del carro en un sentido pragmático para la gran transición.

Mientras tanto les dejo con el discurso políticamente incorrecto de la joven Greta Thunberg, que da motivos para la esperanza, al menos de los más jóvenes.

"Mi nombre es Greta Thunberg, tengo 15 años y soy de Suecia. Ahora hablo en nombre de la justicia climática. Mucha gente dice que Suecia es un país pequeño y que no importa qué hagamos, pero he aprendido que nunca eres tan pequeño como para no hacer la diferencia, y si unos pocos niños pueden conseguir titulares alrededor del mundo tan solo por no ir al colegio, entonces imagínense qué podríamos hacer todos juntos si realmente quisiéramos. Pero para hacer eso tenemos que hablar claro, no importa qué incómodo sea. Vosotros solo habláis de crecimiento económico verde eterno porque tenéis demasiado miedo de ser impopulares. Solo habláis de moverse hacia adelante con las mismas malas ideas que nos han metido en este desastre, incluso cuando lo único sensato es tirar del freno de emergencia. No sois lo suficientemente maduros para decir las cosas como son, incluso esa carga nos dejáis a nosotros(as), los(as) niños(as). Pero a mí no me importa ser popular, me preocupo de la justicia climática y del Planeta Vivo. Nuestra civilización está siendo sacrificada para que unos pocos tengan la oportunidad de seguir haciendo grandes cantidades de dinero. Nuestra biosfera esta siendo sacrificada para que la gente rica en países como el mío pueda vivir con lujo. Es el sufrimiento de muchos el que paga los lujos de pocos. En el año 2078 celebraré mi 75 cumpleaños. Si tengo hijos(as) quizá pasen ese día conmigo, quizá me pregunten sobre vosotros(as), quizá me pregunten por qué no hicisteis nada mientras aún había tiempo de actuar."