El calor extremo que
hemos sufrido en España durante los meses de mayo, junio y julio no
ha sido una circunstancia exclusiva de nuestro país, sino un
fenómeno generalizado, que ha afectado al resto del globo. Esta
circunstancia no nos debería pasar desapercibida, pero es tan sólo
un hecho. Un reciente artículo de la revista Rolling Stone “El
punto de no retorno: las pesadillas del cambio climático ya están
aquí” comienza
recopilando algunos hechos: una ola de calor mata a más de mil
personas en India y Pakistán
Pavimento derretido en India |
Londres alcanza 37 ºC en
el julio más cálido del que hay registros, California vive su peor
sequía en 1000 años, lo que no le impide recibir lluvias
torrenciales nunca vistas en pleno verano, Puerto Rico sufre el
racionamiento de agua más estricto de la historia, etc.
A continuación el
artículo pasa a detallar diversos hallazgos realizados por varios
científicos, y las conclusiones que se derivan de ellos para nuestro
futuro. El nivel del mar subirá diez veces más rápido de lo
previsto, hasta 3 metros en cincuenta años, incluso aunque la
temperatura sólo suba dos grados (el nivel que hasta ahora se creía
seguro), y la combinación de la subida de temperatura del océano
(hay una gran masa de hasta 700 metros de profundidad con
temperaturas entre dos y tres grados superior a la media histórica)
que nos contaba Antonio
Turiel en su artículo “Julio
de 2015: Comienzan los grandes cambios”, junto con su
acidificación, provocará la desaparición del 90% de la vida
marina, así como eventos climáticos extremos como tornados y
grandes tormentas. El artículo concluye detallando las evidencias
pasadas de grandes y abruptas extinciones, y señalando el
paralelismo con la situación actual.
Otra
noticia reciente nos habla de la
pérdida del 80% de las cosechas en Mongolia. Esa es la dura
realidad, la pesadilla del cambio climático es el hambre. Sin un
clima estable, sin ecosistemas saludables, no podremos alimentarnos,
incluso aunque dispongamos de energía abundante y barata, hecho
altamente improbable en un futuro. Ahora
podemos comprender por qué biólogos tan prestigiosos como Frank
Fenner piensan que el ser humano desaparecerá en noventa y cinco
años.
Ante
hechos graves y de tal magnitud nuestra sociedad muestra una
parálisis muy significativa ¿Por qué? Creo que parte de la
explicación nos la ha dado Daniel Lacalle, liberal, gestor fondos y
opinador profesional en su columna de El Confidencial y en diversos
libros. En
un artículo “memorable”, Lacalle sostiene que el
mercado es más efectivo que la acción política a la hora de
reducir emisiones ¿de verdad? Entonces ¿como hemos llegado hasta
aquí? El artículo no nos ofrece una explicación, tan sólo nos
muestra que en EEUU, en los últimos años, merced a la crisis
(aunque en el artículo no se dice pero es evidente como la caída
comienza en 2008), con su caída de la demanda y gracias a la
sustitución parcial del carbón por el gas natural de fracking como
energía primaria se ha producido un ligero descenso de las
emisiones.
Nada nos dice el artículo
sobre el nivel de emisiones de partida, que en EEUU son casi el doble
que en Europa en términos relativos. Por poner un ejemplo, y según
los datos del Banco Mundial, en 2011 en Alemania eran de
8,9 toneladas por habitante, y de 5,8 toneladas en España, frente
a las ¡17 toneladas per capita en EEUU! Esto implica que el
coste de reducción de una unidad adicional de emisiones es mucho más
bajo en EEUU que en Europa, donde parte de ese camino ya se ha
recorrido. Tampoco nos dice nada el artículo sobre los incentivos
del mercado para reducir emisiones ¿Cuales son? ¿Qué beneficio
obtienen las empresas de ello? El artículo contradice la propia
teoría económica neoliberal, establecida por el
miembro de la sociedad Mont
Pellerin Ronald Coase. En efecto, un clima benigno para
el cultivo de los alimentos y para la vida humana es un bien común,
y ya sabemos que lo que es de todos no se cuida, se sobre-explota, lo
que provoca la destrucción del recurso por la llamada “tragedia de
los comunes”. Dejando a un lado que los comunes, como ha mostrado
Elinor Olstrom, han sido y pueden ser gestionados de forma sostenible
sin ninguna tragedia, la solución de Coase a la tragedia es la
privatización del recurso, la creación de un nuevo mercado, hasta
el momento inexistente, para gestionarlo. Si contaminar es gratis el mercado puede que reduzca emisiones, pero lo hará por casualidad.
Esta es la clave del
asunto, el absurdo e iletrado artículo de Lacalle, ese nuevo
monumento liberal a la ignorancia que resulta difícil pensar que ha
sido escrito honradamente, al final viene a coincidir con Coase: la
solución es el mercado.
Si uno analiza las
soluciones que han propuesto las fábricas de ideas o think tanks
neoliberales al problema del cambio climático verá que todas tienen
este punto en común. En efecto, el
negacionismo, la negación del problema, nos impele a no
hacer nada, y por lo tanto salvaguardar el status quo dominado
por el mercado. El mercado de derechos de emisión de carbono supone
reconocer que los mercados actuales fallan, pero sólo para proponer
la creación de nuevos mercados como solución. Por último, la
geoingeniería supone también que el mercado resuelva problema, pero
no atacando las causas a través de la reducción de emisiones, sino
mediante las soluciones técnicas que las empresas vayan encontrando
sobre la marcha, por
ejemplo, inyectando ácido sulfúrico en la estratosfera.
Quizás le sorprenda, pero fábricas de ideas como CATO o American
Enterprise Institute financian tanto el negacionismo como la
geoingeniería ¿Por qué financiar investigación para paliar algo
que crees que no existe? Ya le he dado la respuesta.
Este es el paradigma en
el que estamos atrapados, y esta es una de las principales causas de
nuestra incapacidad para resolver el problema: la ideología. Ninguna
solución que no potencie o al menos mantenga el papel del mercado
puede ser admitida como válida. Tal vez dentro de cincuenta años
(esos cien años de Frank Fenner me parecen terriblemente
optimistas), en algún lugar al norte de Canadá, los dos últimos
especímenes de ser humano continúen este debate. En algún momento
el partidario de Hayek (o de Keynes) matará y se comerá al otro. En
ese momento la batalla del siglo XX por fin tendrá un ganador claro
y definitivo, pero la víctima principal no habrá sido el bando
contrario, sino el futuro de la especie humana.
Hola Jesús
ResponderEliminarResulta curioso que la solución propuesta por los neoliberales consista en planificar nuevos mercados, un ejemplo vivo del origen de los mercados: una planificación al servicio de los intereses privados dominantes, un "azar" con resultados económicos tan previsibles como los de una máquina tragaperras -previsibles para el dueño-. Quizá esta pueda recordarse como la época del azar, una época en la que todas las demás variables (distintas del rédito cortoplacista) quedan supeditadas al azar del mercado. Las especies, el clima, los recursos no son más que dibujitos combinándose en las pantallas de la mega-máquina de la obnuvilación general. Pero, ah, no oséis cuestionar las combinaciones posibles, (la libertad del mercado), buscad soluciones ingeniosas, que puedan eludir el ceño fruncido de los financieros, los dueños emisores de la confianza que te permite jugar (y subsistir con ello).
Si alguien sobrevive maldecirá por siempre esta época en la que lo más vital se dejó al albur ludópata de los beneficios.
Saludos
Buenas Ecora,
EliminarEn efecto, no parece casualidad, ese es el argumento del artículo, que tú has expresado de una forma distinta. Totalmente de acuerdo.
un saludo,
Muy interesante artículo. Parece mentira el freno para actuar que están poniendo los negacionistas y la inactividad de mucha gente, fruto también de la comodidad relativa en la que nos encontramos en el primer mundo. El problema es que cuando reaccionemos de verdad, seguramente sea demasiado tarde.
ResponderEliminarBuenas Juan,
EliminarHay muchos intereses de por medio, y como dice Naomi Klein "esto lo cambia todo". Pero ellos intentan que no cambie nada.
un saludo
Una sola solución a los 24 paÍses Mediterráneos y Venecia (MOSE)
ResponderEliminarLa solución en el mar Mediterráneo al cambio climático y la unión de Europa y África.
https://youtu.be/9bbFyKE2DWw
Una sola solución a los 24 paÍses Mediterráneos y Venecia (MOSE)
ResponderEliminarLa solución en el mar Mediterráneo al cambio climático y la unión de Europa y África.
https://youtu.be/9bbFyKE2DWw
La subida del nivel del mar es el menor de los problemas que traerá el cambio climático. Con soluciones como esa estamos apañados.
Eliminarsaludos,
No voy a defender a Lacalle, no me gusta mucho su doble rasero, pero me parece inexacto lo siguiente:
ResponderEliminar"Lacalle sostiene que el mercado es más efectivo que la acción política a la hora de reducir emisiones ¿de verdad? Entonces ¿como hemos llegado hasta aquí?"
¿Qué cómo hemos llegado hasta aquí? Pues no será por el libre mercado, porque que me digan dónde está ese libre mercado que me voy para allá. Más bien será por el gobierno que por el mercado. Gasto público medio de los países desarrollados: más del 40%. ¿Libre mercado? Sois muy elocuentes para hablar de negacionismo del cambio climático pero luego llamáis libre mercado a lo que os parece bien para seguir vuestros argumentos.
¿Hay mercado libre en el mercado de la electricidad en España? ¿En el del petróleo? Ni asomo de libre mercado. No sé dónde veis ese libre mercado.
Y, por favor, dejad de usar el término "neoliberal", es una construcción. Si queréis decir liberal, decidlo (estaréis en un error, no existe ningún gobierno liberal en la actualidad en todo el mundo). Pero si lo que queréis reflejar son las políticas de los gobiernos actuales usad términos más correctos como intervencionismo, estatismo, falsocapitalismo, oligarquía, etc. No simplifiquéis porque perdéis la esencia de lo que está ocurriendo.
No soy negacionista, soy escéptico. Más que nada porque tras 5 años trabajando en el sector medioambiental, me tragué previsiones apocalípticas que no se cumplen (mirad previsiones de 1995, por ejemplo).
El problema es que mientras clamáis por la solución a un problema que pudiera o no existir y que de existir pudiera o no ser solucionable y que de ser solucionable pudiera o no ser peor solucionarlo que no, mientras hacéis todo eso, dejáis de lado el gran problema: nos estamos muriendo poco a poco en una gran montaña de porquería. La contaminación es el gran problema, no el cambio climático. Los mares está podridos, las grandes ciudades expulsan veneno, se destroza cada vez más terreno virgen ... Esos son los problemas que existen con seguridad. Parece que la contaminación que no tenga que ver con el cambio climático ahora es casi invisible. Enhorabuena, lo habéis logrado.
En mi ciudad, las tasas de cáncer son superiores a causa de la industria química. Pero qué más da, dediquemos recursos a estudios sobre el cambio climático que demuestran que hay que hacer más estudios. Por cierto, queréis ácido sulfúrico, pues hemos producido como si no hubiera mañana y los pulmones de los trabajadores que han muerto 10 o 20 años antes de lo que les tocaba lo atestiguan.
Ya que me he desahogado, prosigan con su batalla en favor de las generaciones futuras, que yo seguiré amargado con mi suerte. Disculpen las molestias.
Buenas nosequíen,
EliminarEl término neoliberal está perfectamente usado, y todo el mundo sabe a quién nos referimos, los Hayek, los Friedman, los Popper, y todo el pensamiento que domina nuestra sociedad ¿que te parece paradójica la "fortaleza" de los estados? Se llama teoría de la doble verdad, los neoliberales se dieron cuenta que en la sociedad que había surgido del siglo XIX era necesario controlar el aparato de estado para realizar una política liberal
Revolucionarios ¿como cambiar el mundo?
el liberalismo no existe, es cierto, murió en las trincheras de la I guerra mundial. Tras el colapso del pensamiento liberal lo que surgió es el neoliberalismo. Tú lo eres, aunque no lo sepas, y aunque creas que eres liberal
Respecto a lo que comentas de Lacalle, su argumento es absurdo como he demostrado en el artículo, y por otro lado no creo que las pensiones, la eduación, la sanidad, que constituyen el ¿80%? del gasto del estado, tengan mucho que ver con el cambio climático. Sabemos que no son los factores más determinantes.
El problema del cambio climático existe, y quizás es solucionable, los otros que citas también. No menospreciamos esos problemas que citas.
saludos,
Ya he comentado que no quería defender a Lacalle porque cae frecuentemente en contradicciones, pero tu respuesta refuerza mis argumentos. Llamar a Hayek neoliberal es simplemente absurdo. Hayek era liberal. Friedman y Popper eran otra cosa. De hecho a Friedman, liberales como Mises (o su propio hijo) le llamaron socialista en las reuniones que citabas en tu artículo. O no has leído a Hayek o has escuchado llover. Hayek fue antiestatista. Hoy sería totalmente antisistema (ya lo era).
EliminarEsa estrategia que usáis de meter en el mismo saco a los Rajoy, Cameron, Bush, Sarkozy, etc. y Hayek es muy exitosa, lo reconozco, pero es una mentira interesada.
Responde a una pregunta: ¿realmente crees que Hayek aprobaría el sistema político que tenemos ahora?
Esos que cito son marionetas de las oligarquías, no de una ideología que os inventáis una y otra vez en la esperanza de que la gente os crea, y vaya que si lo habéis logrado. Pero no vais a conseguir que sea cierto, al menos la victoria moral no la tenéis.
Respecto al cambio climático, fíjate que lo comento es que soy escéptico. Es una postura perfectamente defendible. No voy a entrar en datos, pero ese no era mi principal argumento. Mi rabia viene de que problemas urgentes y probablemente irreversibles en el que hay un consenso mucho mayor como el de la contaminación se dejan de lado.
Luchando contra el cambio climático no se lucha contra la contaminación, ese es una falsedad. Pero cuando os deis cuenta será tarde. Mientras, le hacéis el juego a las oligarquías.
Ainss que pereza,
EliminarBueno, me da mucha pereza, pero te voy a explicar lo que yo he entendido. Sí, he leído a Hayek, sí, he leído a historiadores y economistas que están trazando la historia del neoliberalismo (principalmente Philip Mirowski, puedes leerlo en castellano). Hayek no sólo es neoliberal, es el padre de los neoliberlaes, el gran padre de nuestra sociedad. Él fue quién reunió a la sociedad Mont Pellerin ¿con qué fin? Con el fin de resucitar, redefiniendo, el liberalismo. Entre las cuestones que descarta Hayek de forma tajante el laissez faire, el dejar hacer, o la no intervención del gobierno. Si Hayek descarta (ya en Camino de Servidumbre) la no intervención ¿hasta que punto es partidario de la intervención? Hay está el debate, y lo que se tendrá que esclarecer en las próximas décadas.vLo que está claro es que él y los montpelerinos son partidarios de una u otra forma de tomar el poder del estado para favorecer un aagenda neoliberal, ergo, un estado fuerte que cree un marco para el libre ejercicio de la competencia.
Joder, seamos sinceros, entre Thacher y Hayek había una historia de amor y el propio Fiedrich von hayek felicitó a Marrgareth al ganar las elecciones. HAYEK TENÍA CLARO QUE EL CAMINO ERA EL ESTADO. Lo demás son cuentos. Cuentos para tontos, y el que se los crea es libre de hacerlo.
Salud y bienvivir.
Ahí està el debate". No, "hay està..."
ResponderEliminarAhí està el debate". No, "hay està..."
ResponderEliminarMuchas gracias, pero no se pueden editar los comentarios. Ahí se quedan por la eternidad, jeje. la celeridad, y nuestras propias inercias mentales nos hancen cometer estos errores. Lo siento.
EliminarRealmente la contaminación y el Cambio Climático son problemas parejos. Los grandes consorcios industriales,mineras, del turismo, de la energía, automóviles, etc.. instalan sus empresas y contaminan vertiendo productos al aire, al mar, se talan al día zonas boscosas como la superficie de Bélgica, y todo ello va a traernos antes el Cambio Climático.No hay contradicción. Un hecho para los escépticos del CC. Las plantas y animales(cambios en las floraciones , migraciones, zonas de caza, temperaturas del mar, etc..) ya lo están notando, y han empezado a adaptarse, pero no todas lo conseguirán.
ResponderEliminarDe acuerdo. La contaminacion es una de las causas del cambio climatico, como lo es la emision de gases invernadero y la agricultura intensiva y monocultivo, etc. Lo que me parece correcto tambien segun lo leido en otros comentarios y muy logico es que para acabar con la consecuencia es necesario eliminar las causas primero, por lo que habria que primar acciones para acabar con la contaminacion actual a la par que se continuan haciendo estudios sobre el cc, que no esta mal pero se requieren no solo buenas intenciones sino acciones, y ya.
EliminarDe lo mejor que he leído (y he leído bastante ya)
ResponderEliminarsobre el tema es este libro, cuya postura es idéntica
a la postulada en este artículo:
https://www.amazon.es/Every-Environmentalist-Needs-About-Capitalism-ebook/dp/B005J36WSW/ref=sr_1_fkmr0_2?ie=UTF8&qid=1497250138&sr=8-2-fkmr0&keywords=Freg+Magdoff+Foster