Os
presento El Huerto del Batán en Madrid. El proyecto se desarrolla
desde hace más de dos años en un espacio público residual, cedido
por el Ayuntamiento a un colectivo de vecinos del barrio
Este
huerto comunitario es emblemático, dentro de los cada vez más
numerosos huertos urbanos de Madrid: todas
las decisiones y los trabajos se realizan colectivamente y funciona.
Esta
es su declaración de intenciones:
El
huerto es un ejercicio, un proceso de aprendizaje
∙ Aprender
a hacer cosas nosotros mismos (cultivar comida, autogestionar un
espacio público)
∙ Equilibrar
lo individual con lo colectivo (la libertad de "aportar lo que
pueda cada uno", equilibrado con el compromiso de "aportar
lo que hace falta para que pueda existir" pues sólo puede
sostenerse si lo sostienen múltiples manos y mentes)
∙ Aprender
a cuidar. Esto implica constancia, el cuidar es lento, requiere
paciencia y vínculo emocional
∙ Aprender
a actuar desde la libertad: no hay autoridad, no hay "palo"
porque nadie obliga, y tampoco hay "zanahoria" en el
sentido de premio (bueno tampoco en el sentido físico, que es que no
nacen las zanahorias!)
∙ Aprender
desde este alter-lugar, sobre el lugar en que vivimos: lo que nos
aísla, lo que nos oprime y obliga, lo que nos impide
autogestionarnos. Aprender sobre la pérdida de la soberanía
alimentaria, sobre la destrucción de nuestros vínculos sociales y
con la naturaleza. Aprender sobre la fuerza de nuestras
costumbres consumistas. Tomar consciencia de la gravedad de nuestra
situación.
∙ Aprender
a dialogar, a escuchar y hablar. Sin prisas. A encontrar vías de
vivir los conflictos (conflicto como proceso de aprendizaje)
El
huerto nos da:
∙ Un
espacio para el libre juego, donde podemos atrevernos a soñar y
hablar sobre lo que soñamos y de esa forma empezar a caminar. Un
inicio de cambios, personales y colectivos.
∙ Un
espacio social, donde no estamos solos, donde re-encontramos vínculos
con nuestros vecinos.
El
huerto es una isla en un mundo hostil, y es precario y frágil, por
lo que siempre busca "enredarse", el apoyo mutuo con otras
islas, en ese sentido sirve a algo más grande que él. Pero no
aspira a mayor grandeza que el presente.
Del
huerto pueden surgir múltiples iniciativas, por lo que surge en él
en materia de sueños y proyectos. Pero es independiente, es un fin
en sí mismo, no quiere servir como medio para fines que siguen los
valores en boga: producir, conseguir dinero desde la autoridad,
juntar gente para movilizarla desde cualquier agrupación social o
política fuera de él mismo u otra ambición personal de alguien,
representar, ganar prestigio...
El
huerto urbano
que
están haciendo posible es un paso en la
necesaria
ruralización y naturalización de las ciudades,
a través de los espacios tanto privados como públicos. Tenemos que
devolver a la naturaleza estos espacios y facilitarle las condiciones
para recuperarlos, de modo que alberguen biodiversidad y, en lo
posible, biodiversidad
productiva.
Esta
es la zona donde se ubica el huerto,
inicialmente
era
un
descampado abandonado y someramente plantado por el ayuntamiento con
algunos pinos.
El
enfoque que tienen del lugar y de su transformación es impecable:
empezaron inventariando las plantas silvestres encontradas, con sus
usos y propiedades, plantas indicadoras, etc.
En
una primera fase se ocupó una zona (en verde en la foto) para huerto
ecológico que ya lleva tres temporadas productivas. Después el
Ayuntamiento cedió otra zona cercana (en rojo en la foto) donde este
año ha comenzado la plantación de un Bosque Comestible Urbano. Este
vergel urbano producirá sobre todo frutas, aromáticas y otras
plantas aprovechables.
El
concepto de bosque
comestible
incorpora, respecto a una plantación frutal convencional, una
aproximación a lo silvestre. En un bosque natural las plantas
componen distintos estratos y funciones que se complementan y
trabajan en conjunto; además, tanto el agua como los nutrientes y el
suelo orgánico participan de ciclos bastante cerrados tendiendo a la
autosuficiencia. En ellos la labranza, los abonados, los riegos, no
son necesarios. Sin embargo, en la ciudad los medios son muchos y el
espacio escaso, por lo que un bosque comestible en el medio urbano se
asemeja más a un vergel frutal. El riego es posible y los suelos
(pobres en materia orgánica) se pueden mejorar con aportaciones de
compost.
El
diseño del terreno y de las plantaciones tiene como objetivo que el
agua de lluvia permanezca en el terreno y se infiltre. De este modo
el sistema será cada vez más autosuficiente. Cualquier aporte de
agua de lluvia debe ser aprovechado: las flechas negras indican la
derivación de las aguas procedentes de una pista de deportes hacia
las zanjas de infiltración.
El
objetivo de las zanjas de infiltración es retener y conducir el
agua de lluvia y recibir las aportaciones de materia orgánica que se
compostarán en el sitio.
La autora de este artículo junto con miembros del Huerto Batán, durante la construcción de las zanjas de infiltración |
Estas son las zanjas de infiltración que estructuran este nuevo espacio |
Hay
en proyecto una colaboración con un grupo escolar del barrio:
algunas familias voluntarias cederán los residuos vegetales de sus
hogares para el huerto y también para surtir la fuerte demanda de
estas nuevas zanjas. Esto supone cerrar ciclos incorporando residuos
domésticos que actualmente se gestionan con gasto público e
incineraciones.
Algunos
árboles más rústicos se van a plantar en la zona externa, menos
intensiva: almendros, encinas, higueras…Dentro de la zona
intensiva, coincidiendo con las zanjas de infiltración, la lista se
amplía y se han plantado ya manzanos, perales, cerezos, acerolo,
vid, etc. así como diversos arbustos propios de esta zona
bioclimática.
Los trabajos prosiguen ahora en este sitio especial donde se aúnan los logros y esfuerzos de un colectivo de personas que creen en las actuaciones pequeñas y cercanas que pueden ayudar a cambiar un entorno como el de las ciudades.
Los trabajos prosiguen ahora en este sitio especial donde se aúnan los logros y esfuerzos de un colectivo de personas que creen en las actuaciones pequeñas y cercanas que pueden ayudar a cambiar un entorno como el de las ciudades.
Excelente iniciativa y aparte del impecable enfoque técnico, está el social y la incidencia en la satisfacción personal y la actividad de grupo.
ResponderEliminarOs deseo pan y rosas.