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martes, 28 de octubre de 2014

Bienvivir: una dinámica entre necesidades y potencialidades

En el viejo paradigma, las máquinas dominan, la mecanización es mejor que el trabajo manual, el progreso se mide por la cantidad de trabajo realizado por las máquinas, se espera que todos los problemas tengan una solución tecnológica, cada necesidad humana tiene un arreglo tecnológico. En el nuevo paradigma, hay dignidad en el trabajo humano. Servir, hacer, producir, construir, trabajar la tierra, cocinar e innumerables actividades humanas tienen su propio valor intrínseco. La máquina es una ayuda para los seres humanos, no un sustituto de ellos. La máquina es bienvenida como una herramienta, como  un ayudante, pero no como un maestro.

(Satish Kumar en Soil, Soul, Society)

En el artículo anterior “Bienvivir: unas gafas para un nuevo mapa en 3 dimensiones” se proponía una estructura fundamental del mapa del bienvivir como una dinámica entre el ser humano como individuo, la sociedad y el Planeta. Retomando la metáfora de la triada explorador-mapa-brújula, este segundo artículo profundizará en el explorador. El objetivo es encontrar también los fundamentos estructurales de ese explorador, el ser humano como individuo y la dinámica implicada en ello. Quedando pendiente para el último artículo de esta triada, la brújula o las direcciones que el explorador o exploradores podrían encaminar en ese mapa del bienvivir.

Como vimos en el anterior artículo, tanto Carlos Mallmann como Manfred Max-Neef trabajaron en diversas teorías sobre el desarrollo humano llegando a la conclusión que para su alcance se requería satisfacer una serie de necesidades. Por un lado Mallman proponía que las necesidades humanas eran (permanencia – protección – amor – entendimiento – participación – recreación – creación – darse sentido – sinergia) y sus satisfactores (intra-humanos, inter-humanos y extra-humanos). Por otro lado, Max-Neef optaba por estas 9 necesidades axiológicas (subsistencia – protección – afecto – entendimiento – participación – ocio – creación – identidad – libertad) que se podían satisfacer en 3 contextos: en relación con uno mismo o una misma, en relación con el grupo social y en relación con el medio ambiente.

Desde otra perspectiva, el filósofo y sociólogo Joaquim Sempere, en su libro “Mejor con menos: necesidades, explosión consumista y crisis ecológica” realiza una síntesis de diversas corrientes sobre necesidades, entre ellas las de Max-Neef, proponiendo un grupo llamado “Necesidades universales, transhistóricas e invariables”  que pueden verse resumidas en el siguiente esquema.

                Fuente: Elaborado a partir del libro "Mejor con menos" de Joaquin Sempere

Sin embargo, Sempere defiende la tesis de que “los sistemas de necesidades son construcciones histórico-sociales que varían de una a otra sociedad y de una época a otra”. De este modo, no existe sólo ese “núcleo duro” de necesidades humanas universales, sino que hay que incorporar una serie de necesidades culturales correspondiente a las diferentes etapas evolutivas que esa sociedad o comunidad ha alcanzado.  Es decir, el mapa está vivo, las necesidades van evolucionando. A esas necesidades, que llama “Necesidades emergente, históricas y variables”, las clasifica según el siguiente esquema.

                Fuente: Elaborado a partir del libro "Mejor con menos" de Joaquin Sempere

Como ejemplo para entender ese concepto, Sempere afirma que “llevar calzado o usar lámparas eléctricas en casa no son prácticas que satisfagan necesidades naturales”. Sin embargo, debido a la complejidad evolutiva de la sociedad se han convertido en necesidades. Así expone que “son acciones imperativas que les vienen impuestas por el contexto social”. La solución que propone es que esas necesidades que se han construido a lo largo del tiempo y se han convertido en ineludibles, pueden también deconstruirse y reconstruirse si han llegado a ser inapropiadas por su enorme huella ecológica o por no ser suficientes para todo el mundo.

Exponiendo esta clasificación de necesidades en el modelo de los cuatro cuadrantes con respecto a la parte estructural correspondiente al individuo quedaría de esta forma.

                                          BIENESTAR RESPONSABLE
                                         Fuente: Elaboración propia

El modelo del bienvivir no sólo se focaliza en el individuo sino que comparte dinámicas con la sociedad con la que este convive y con el medio ambiente del que depende totalmente. Esa dependencia del medio ambiente la explica perfectamente Michael Jacobs en su libro “La economía verde: medio ambiente, desarrollo sostenible y la política del futuro” donde describe las funciones que desarrolla el medio ambiente en relación con los seres humanos. En el siguiente esquema se ofrece una visión descriptiva de esas funcionalidades.

                                 Funciones del Medio Ambiente

            Fuente: Elaboración propia a partir de "La economía verde" de Michael Jacobs

Tomando como base esas funciones del Medio Ambiente y para tenerlas presentes en nuestro camino al bienvivir, se pueden trasladar también a nuestro mapa de cuadrantes. De este modo, colocamos en el cuadrante superior derecho “Proporcionar recursos” ya que es la parte exterior del Medio Ambiente imprescindible para nuestra existencia. Respecto al superior izquierdo, se establece “Servicios de Consumo Directo Consciente”, ya que, la recreación de los paisajes o el incremento del conocimiento, forma parte de la realización interna desde un punto de vista de crecimiento individual. Por otra parte, para el cuadrante inferior izquierdo, se emplaza “Servicios de Consumo Indirecto e inconsciente” por su transcendencia colectiva y cultural en el soporte de la vida, la regulación del clima y la estabilización de ecosistemas. Por último, se ubica en el inferior derecho, la “Asimilación de Residuos” para poder reglamentar socialmente la perturbación de la necesidad colectiva de convivencia debida a los posibles efectos que el ser humano produce sobre el Medio Ambiente. Por lo tanto la figura queda de esta manera:


                                           MEDIO AMBIENTE
                                           Fuente: Elaboración propia

De un modo similar y para completar todo el modelo del “bienvivir”, analizamos el tercer elemento estructural, la sociedad. La interdependencia entre los tres elementos es clara; vivimos en una sociedad global compuesta por individuos que asimismo viven en sociedades más locales pero que finalmente ambas dependen del Planeta Tierra (Medio Ambiente). Por otra parte, el Planeta Tierra se transforma por las intervenciones de las distintas sociedades locales. El resultado global sobre el Planeta en estos últimos siglos, contaminación, transformación de los recursos, globalización, pérdida de diversidad biológica, cambio climático, retroalimenta de forma dinámica el comportamiento de esas sociedades para seguir satisfaciendo sus necesidades que dependen totalmente del medio donde viven.

En la siguiente figura, de forma estática y en forma de cuadrantes, se completa el modelo estructural Medio Ambiente – Sociedad – Individuo. Básicamente se divide a la sociedad en una parte externa donde poder realizar esa convivencia donde se colocan los Derechos Globales y una parte interna, para superarnos con madurez y transcendencia, donde posiciono a la Ética Global. Las sub-dimensiones de los Derechos Globales están tomadas de las tres generaciones de Derechos Humanos, destacando o dando protagonismo especial con otro cuadrante al Medio Ambiente que está incluido en la tercera generación. Por otra parte, las sub-dimensiones de la Ética Global es una composición que parte de los dos principales grupos de éticas y de la búsqueda de una ética integral basada en tres dimensiones básicas. Los dos principales grupos de éticas son: éticas deontológicas y éticas teleológicas con sus diferentes prioridades en los conceptos, lo moralmente recto y lo bueno respectivamente. Por otra parte, las tres dimensiones básicas son: los bienes (p. ej. Utilitarismo), las virtudes (p. ej. Estoicismo, Aristóteles), y las normas (p. ej. Kant). Una descripción más detallada del origen de las sub-dimensiones de estos dos últimos cuadrantes se puede encontrar en la Construcción de las bases para un modelo normativo basado en el paradigma de la Sostenibilidad.

                                     Modelo  Primario

                                  
                                   Fuente: Elaboración propia

El objetivo principal de ese modelo es plasmar primeramente de forma visual lo importante, los fundamentos humanos en relación con la sociedad y su medio ambiente. Como en la metáfora del frasco, si queremos gestionar la sostenibilidad en el tiempo, hay que poner primeramente las piedras grandes, las importantes para el bienvivir, porque si no, cuando introduzcamos piedras más pequeñas, menos importantes, ya no habrá posibilidades de volver a meter las que nos hemos olvidado. Una de las piedras grandes que nos hemos olvidado, principalmente en los últimos siglos, es la del medio ambiente. El sistema cultural en el que estamos inmersos, donde la economía tiene un gran poder, lo ha obviado. El Medio Ambiente es una externalidad en los procesos productivos y de consumo y estos no lo reflejan en su contabilidad. Es necesario volver a integrar esa piedra grande en el sistema y para ello hay que sacar las piedras pequeñas que no son significativas o transcendentes.

La figura del gráfico anterior muestra una descripción sobre las dinámicas internas o sistémicas dentro de los cuatro cuadrantes principales; Medio Ambiente, Bienestar Responsable, Ética Global y Derechos Globales, pero no muestra las dinámicas entre estos últimos cuatro cuadrantes principales. Dicha transformación, de modo visual se puede ver en la siguiente figura.

                                    Modelo Normativo

                                  
                                   Fuente: Elaboración propia

Los modelos primario y normativo son como dos caras de una misma moneda. El modelo primario, de forma estática, describe los componentes en su origen y el normativo, de forma dinámica, pone los sistemas en funcionamiento.  Esto tiene una cierta semejanza al modo de funcionamiento de la ciencia mecánica o reduccionista y la ciencia holística. Ambas pueden ser complementarias. La primera intenta analizar las partes de cada objeto. Entendiendo cómo funciona cada parte, se entiende cómo funciona el objeto.  Al obviar interacciones con otras partes, el cual sería un procedimiento costoso por la infinidad de variables que habría que tener en cuenta, puede predecir su funcionamiento con más o menos acierto. La segunda se enfoca en las relaciones y en la emergencia de nuevas propiedades debido a esas interacciones. Si se obvian esas partes, el patrón característico del sistema cambia. La cuestión principal es que en la ciencia reduccionista se obtiene un cierto “control” sobre el futuro, un control que es ficticio por su reduccionismo al no poder predecir la aparición de “cisnes negros”. Sólo se entiende la aparición de cisnes negros a posteriori. Y si ese cisne negro fuera un colapso social o mediambiental, ¿cómo se podría predecir con antelación? Es aquí donde entra la ciencia holística que parte con la imprevisibilidad o la incontrolabilidad como principios internos.  Como dice Margaret Wheatley “Lo único que podemos predecir es que la vida nos va a sorprender”.  Ese punto ciego de la ciencia holística, sin embargo, potencia que sea inclusiva, que se fije en las relaciones, que introduzca al ser humano dentro del sistema, como una parte más. Lo importante no es el control sino la calidad de las relaciones. Incluyendo, como veremos seguidamente,  el ser humano con sus necesidades en relación con el planeta y la sociedad global, evitamos la aparición de esos “cisnes negros” que pueden llevarnos a un colapso tanto social como medioambiental. Evidentemente me refiero a “cisnes negros” intraplanetarios porque externamente parece ser que si estamos estudiando la relación con los asteroides y cometas que pueden circular alrededor de la Tierra aunque desde un punto de vista técnológico poco podemos hacer si aquellos chocasen contra nuestro planeta.

Necesidades Fisiológicas (Vivir / Existencia)

Las necesidades fisiológicas: nutrición, protección física, reparación, descanso, ejercicio físico, sexo…tienen una relación directa con la función del medio ambiente que nos proporciona recursos. La principal cuestión es que la mayoría de los recursos que se han consumido en los últimos siglos han sido no renovables (petróleo, carbón, minerales…) y han empezado a consumirse recursos renovables (pesca, caza, árboles…) más rápido que su capacidad de renovación. Sólo en los últimos años se ha puesto en marcha la investigación y emprendimiento en recursos continuos que ofrecen energía inagotable (a escala humana) como energía solar, eólica, gravedad…El desafío no es tanto el encontrar una tecnología que otorgue energía inagotable, como la exclusión que han sufrido y siguen sufriendo millones de personas (exploradores). Son justamente, los cuadrantes sociales (ética medioambiental y derechos del medio ambiente) los que prácticamente no han participado o han sido excluidos en esta dinámica, especialmente, en esta última parte de la historia de la humanidad. En una primera parte de la humanidad, en las distintas comunidades indígenas la relación con el medio ambiente estaba acoplado en su propia cultura por medio de mitos y tabús lo que en nuestra compleja sociedad vienen a ser la ética y las leyes. Por ello se requiere una gran transformación que ponga un papel más relevante en esa dinámica a la ética medioambiental y al derecho del medio ambiente, conceptos  que se entenderán de manera más práctica en el siguiente artículo orientando la brújula de la triada hacia distintas posibilidades en educación, ética, alimentación, comunidades, economía, trabajo…



Necesidades Psicosociales ( Vivir / Convivir)

Las necesidades psicosociales: seguridad (psíquica), reconocimiento, autoestima, pertenencia a una comunidad, confianza… tienen relación directa tanto con un medio ambiente que no cumple con su capacidad de asimilar desechos y residuos. De este modo, la contaminación, la pérdida de tierras genera desplazamientos de comunidades enteras (emigración) y  una convivencia masificada en grandes ciudades que llegan a ser impersonales, con escasas zonas verdes, contaminación, inseguridad y dependencia externa sobre los medios de vida. La reciprocidad y el intercambio, que se realizaba en el día a día de las pequeñas comunidades, ha dejado paso al mercado como principal modo de convivencia. La propuesta normativa entre estos cuadro cuadrantes para una convivencia que satisfaga esas necesidades pasa, por ejemplo, entre otras ideas, por el avance de una economía circular y colaborativa para disminuir los residuos, por una educación ética de fraternidad o solidaridad ya que todos vamos en esta nave “Tierra” común y por unas instituciones locales y globales que velen por unos derechos humanos de tercera generación también conocidos como derechos de la solidaridad. 


Necesidades Culturales (Consciencia)

Las necesidades culturales que han ido emergiendo durante la historia y que son variables dependiendo de las distintas sociedades han sido el instrumento para satisfacer las distintas necesidades fisiológicas y psicosociales. Sin embargo, se han vuelto inconscientes, creyéndose ilimitadas ya que son interdependientes de las demás partes del sistema (cuadrantes). Con respecto al cuadrante medioambiental, este presta servicios de consumo que no son directos y a los que una parte de la sociedad global ha permanecido inconsciente como se puede apreciar con los comportamientos económicos donde el medio ambiente es una externalidad. Esos servicios, que si eran conscientes en muchas sociedades indígenas, son el soporte de la vida ya que estabilizan los ecosistemas, regulan el clima y mantienen la diversidad de las especies. Consecuencias de ese crecimiento inconsciente de esas necesidades culturales se pueden ver con el cambio climático, la pérdida de diversidad de numerosas especies, algunas tan importantes para nuestra subsistencia como las abejas que polinizan las plantas. A un nivel de sociedad, la regla de oro de muchas sociedades y culturas tanto en su forma positiva “trata a los demás como querrías que te trataran a ti”, como en su forma negativa “no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti”, ha sido sustituida por una ley del mercado que es insensible a cualquier ética o moral. No sólo a nivel de individuos dentro de una comunidad o nación sino a nivel de comunidades o naciones a los que se les ha usurpado derechos económicos, sociales y culturales. Uno de los caminos para la transformación pasa por una ética dialógica que devuelva la regla de oro al centro de nuestra consciencia.



Necesidades como potencial (Realización)

Las necesidades específicas de cada individuo para realizar su potencial tales como la autonomía, la libertad, la participación, la autorrealización, las actividades con sentido, el afecto, el amor, el crecimiento moral… también están interrelacionadas con los otros elementos estructurales; el medio ambiente y la sociedad.  Por una parte, el medio ambiente nos da esos servicios directos que consumimos conscientemente como son el disfrute estético de los paisajes o la curiosidad científica para incrementar nuestro conocimiento sobre cómo funciona aquel, el cual  repercute posteriormente en las otras necesidades. A nivel social, poner nuestras capacidades, talentos y potencialidades depende de los modelos educativos y políticos de la sociedad donde se vive. Es necesario una sociedad donde verdaderamente se promuevan unos derechos civiles y políticos realmente participativos y donde la cultura y la educación estén al servicio de cada individuo para que pueda desarrollar sus virtudes morales más innatas, aplicándolas a sus fortalezas y talentos. Esos dos elementos sistémicos, derechos civiles y políticos y una ética de virtudes son los dos subsistemas sociales que podrían promover la potenciación de esas necesidades personales.




La complejidad sistémica de los diferentes sub-sistemas crea esa incertidumbre sobre los posibles pronósticos que se pueden dar.  Ya en la década de los 70, el profesor Graves creador de la espiral dinámica ofrecía tres grandes posibilidades sobre nuestro futuro.

1)      Como riesgo más negativo, lo que podría suceder sería un colapso tras sucesivas catástrofes.

2)   Algo menos terrible a lo anterior es un complejo social parecido a 1984 de George Orwell, con un gobierno tiránico, manipulador, lustrado por un barniz de pensamiento duplicado que suene humanitario y con racionalización moral. En este artículo “10 afirmaciones de George Orwell que se vienen cumpliendo” , uno puede examinar por sí mismo, si estamos muy próximos a ello o no.

3)      Finalmente, la posibilidad de que una nueva sociedad pueda emerger y estabilizar este mundo para que la vida continúe. Esto último es  lo que yo llamo, el camino construccionista hacia el bienvivir.

Una manera parecida de apreciar esa prospectiva, con 3 diferentes escenarios, es la propuesta de “Great Transition Initiative” que se puede observar en este  video didáctico.



¿Cuáles podrían ser las estructuras que guíen al explorador hacia el bienvivir?

Desde una perspectiva constructivista, un enfoque dinámico sobre necesidades y capacidades sería un posible camino hacia el bienvivir. Max-Neef dio varias claves cuando después de definir sus 9 necesidades, pasó a describir un catálogo de  cinco posibles satisfactores de esas necesidades. Estos están recogidos en su libro Desarrollo a Escala Humana, uno de los libros fundacionales de las propuestas de Max-Neef  que se puede descargar de su página web.


Satisfactores destructores


“Los violadores o destructores son elementos de efecto paradojal.  Al ser aplicados con la intención de satisfacer una determinada necesidad, no sólo aniquilan la posibilidad de su satisfacción en un plazo mediato, sino que imposibilitan, por sus efectos colaterales, la necesidad adecuada de otras necesidades. Estos elementos paradojales parecen estar vinculados preferencialmente a la necesidad de protección. Esta necesidad puede provocar comportamientos humanos aberrantes en la medida en que su insatisfacción va acompañada del miedo. El atributo especial de los violadores es que siempre son impuestos.”

Ejemplo: el armamento. Pretende satisfacer la necesidad de protección e imposibilita las de subsistencia, afecto, participación y libertad.

Pseudo-satisfactores


“Los pseudo-satisfactores son elementos que estimulan una falsa sensación de satisfacción de una necesidad determinada. Sin la agresividad de los violadores o destructores, pueden en ocasiones aniquilar, en un plazo mediato, la posibilidad de satisfacer la necesidad a que originalmente apuntan. Su atributo especial es que generalmente son inducidos a través de propaganda, publicidad u otros medios de persuasión.”

Ejemplo: la democracia formal que aparenta satisfacer la necesidad de participación.

Satisfactores inhibidores


“Los satisfactores inhibidores son aquellos que por el modo en que satisfacen (generalmente sobre-satisfacen) una necesidad determinada, dificultan seriamente la posibilidad de satisfacer otras necesidades. Su atributo es que salvo excepciones, se hallan ritualizados, en el sentido de que suelen emanar de hábitos arraigados.”

Ejemplo: Competencia económica obsesiva que satisfacen la libertad e inhiben la subsistencia, la protección el afecto, la identidad, la participación.

Satisfactores singulares


“Los satisfactores singulares son aquellos que apuntan a la satisfacción de una sola necesidad, siendo neutros respecto a la satisfacción de otras necesidades. Son característicos de los planes y programas de desarrollo, cooperación y asistencia. Su principal atributo es el de ser institucionalizados, ya que tanto en la organización del Estado como en la organización civil, su generación suele estar vinculada a instituciones, sean estas Ministerios, otras reparticiones públicas o empresas de diverso tipo.”

Ejemplo: los tours dirigidos que satisfacen la necesidad de ocio.

Satisfactores sinérgicos


“Los satisfactores sinérgicos son aquellos que por la forma en que satisfacen una necesidad determinada, estimulan y contribuyen a la satisfacción simultánea de otras necesidades. Su principal atributo es el de ser contra-hegemónicos en el sentido de que revierten racionalidades dominantes tales como las de competencia y coacción.”

Ejemplo: Organizaciones comunitarias democráticas que satisfacen la necesidad de participación y estimulan las de protección, afecto, ocio, creación, identidad, libertad.

Estos tipos de satisfactores propuestos por Max Neef son claves para reconstruir el ser humano (explorador) y posteriormente la sociedad y el planeta. De una manera visual en sistemas complejos, a ese movimiento sistémico de incremento positivo hacia un colapso de la nave “Tierra” llevada por una sociedad inconsciente, le  ha surgido otro movimiento sistémico de retroalimentación negativa representado por una masa de individuos cada vez más conscientes, responsables y sensibles con sus hábitos y actos.



Esos ciudadanos siguen perteneciendo a la sociedad, independientemente de cómo sea esta, pero como en la metáfora de la autopista del primer artículo sobre el explorador de la triada anterior, eligen una salida para reducir la velocidad de ese movimiento que se dirige hacia el colapso. Lo que más caracteriza a esos ciudadanos es la utilización, cada vez con más asiduidad y responsabilidad, de satisfactores sinérgicos o singulares en su comportamiento relegando a la mínima los satisfactores inhibidores, pseudosatisfactores y los satisfactores destructores. De una manera inconsciente y guiados por una brújula de valores universalistas es muy posible que como individuos sean más sanos, felices, realizados y responsables. Así mismo, es muy posible también, que la sociedad donde viven se esté volviendo más justa, solidaria y ética, por lo que el planeta tome una senda más sana y sostenible. Ante la elección de un crecimiento material y cuantitativo (mayormente en los países a los que se denomina "desarrollados") se opta por un crecimiento más relacional, inclusivo y cualitativo como pilares de un bienvivir.

Finalmente, como propuestas educativas de autoconocimiento de ese explorador que está en cada uno de nosotros, aparte de la lectura sobre necesidades de Max-Neef, es interesante la perspectiva de capacidades de Martha Nussbaum y Amartya Sen. Asimismo, como quedó inscrito en el templo de Delfos, el aforismo "Conócete a ti mismo", popularizado después por Sócrates, es una de las máximas para el autoconocimiento. Existen tantos métodos como escuelas para esta labor y en Internet se pueden encontrar muchas de ellas, aparte de una introspección propia. Uno de esos posibles modelos que me gusta sugerir es el de la Psicología Positiva ya que está muy relacionado con una de las sub-dimensiones de los cuadrantes, la ética de las virtudes y con las potencialidades individuales. El origen de la Psicología Positiva fue un cambio de enfoque o de cuadrantes. La mayor parte de la psicología del siglo XX se dedicó a reducir las patologías y los problemas, dejando a un lado investigar sobre las potencialidades, lo que realmente funciona en cada individuo. El equipo del psicólogo Martin Seligman, que investigo las características básicas del ser humano, halló 6 virtudes que podían ser reconocidas en todas las culturas y que podían ser fomentadas y educadas. Estructuraron las 24 fortalezas de las que se compone el cuestionario VIA de fortalezas personales dentro de esas 6 virtudes generales: sabiduría y conocimiento, coraje, humanidad, justicia, templanza y trascendencia. Se puede realizar el test gratuitamente en su página web. A pesar de que cualquier test o modelo tiene sus márgenes de error, además de asumir la perspectiva propia de ese mismo modelo, creo muy interesante el uso de esa herramienta de autoconocimiento de las fortalezas para seguir nuestra propia introspección y utilizar esos talentos y potencialidades con responsabilidad en el camino hacia el bienvivir. Por último, como la educación es uno de los nodos para potenciar un cambio de paradigma, el programa "Aulas Felices" es un destacable recurso para docentes que quisieran aplicar la Psicología Positiva y el reconocimento de esas virtudes universales en la enseñanza.

jueves, 23 de octubre de 2014

Bienvivir: unas gafas para un nuevo mapa en 3 dimensiones



El viejo paradigma es mecánico; la Tierra se compara con una máquina y se considera como materia muerta e inanimada. En el nuevo paradigma, la tierra es Gaia, un organismo vivo, una comunidad biótica, un sistema vivo que se auto-regula y auto-mantiene. 

El viejo paradigma es dualístico, como lo definió René Descartes y como es seguido por una mayoría o prácticamente todos los científicos y organizaciones educativas. En este dualismo, la mente está separada de la materia y además gobierna sobre ella. El nuevo paradigma no es dualístico. Mente y materia son uno e inseparables. La física cuántica es la física del nuevo paradigma, donde no hay distinción entre el observador y lo observado.

(Satish Kumar en Soil, Soul, Society)

En este viaje hacia el “bienvivir” en el que se han expuesto los principales fundamentos del nuevo paradigma, voy a dar una vuelta de tuerca más definiendo las principales características a tener en cuenta de cada uno de los tres elementos de los anteriores artículos: el explorador en el primer artículo, el mapa en el segundo  y la brújula en el tercero.  Explicitando y dando visibilidad a esas cualidades, uno se podrá dar cuenta cuando se va acercando o alejando de ellas. En este primer artículo de una nueva triada se expondrán las 3 dimensiones del mapa del bienvivir: el ser humano como individuo, la sociedad y el Planeta. En un segundo artículo sobre el explorador, se definirá a este por sus necesidades y potencialidades humanas dentro  de esas 3 dimensiones. Finalmente, en el tercero se expondrán diez propuestas o cualidades que la brújula tendrá en cuenta para guiarse sobre ese eje del mapa tridimensional.

Fundamentos de las 3 dimensiones del mapa del Bienvivir: Individuo, Sociedad y Planeta.

Como se explicaba en el artículo “Ciencia Holística para el bienvivir: el mapa está vivo”, el mapa es una representación porque la realidad es cambiante en cada instante, sin embargo, de manera simplificada creamos mapas o modelos que nos puedan servir durante más tiempo. Al cabo de un cierto periodo, que no son los segundos con los que la realidad cambia sino meses o años, renovamos el mapa. Las guías de viaje, los mapas de carretera son, entre otros, ejemplos de negocios basados en esa realidad cambiante. 

Fue Ken Wilber en su teoría integral quien planteó un mapa de la realidad con un sentido holístico. Así el mapa de la figura siguiente divide la realidad en cuatro cuadrantes, dos colectivos y dos individuales o bien dos interiores  y dos exteriores.


                              Fuente: Libro "Breve historia de todas las cosas" de Ken Wilber


Así Wilber en ese libro explica que:
“Todos los cuadrantes están relacionados entre sí, porque todos son mutuamente determinantes, y todos son causa y a su vez efecto de los otros”.

Para ilustrarlo expone el  ejemplo de  un individuo que  tiene el pensamiento de ir a una tienda para comprar algo de comer. Ese pensamiento se correspondería con el cuadrante superior izquierdo, que nadie excepto el individuo conocería. Sin embargo, si en el momento de tener ese pensamiento, ese individuo hubiera estado en un laboratorio donde le estuvieran tomando una resonancia magnética en el cerebro podríamos ver “exteriormente” su comportamiento de “pensar” por medio de imágenes del cerebro en un monitor donde se iluminarían las diferentes áreas físicas del cerebro que intervienen en ese proceso. Entonces estaríamos en el cuadrante superior derecho. El pensamiento tendría sentido dentro de un contexto cultural del conocimiento de un lenguaje, cuadrante inferior izquierdo. Por último, toda cultura tiene una correlación social en cuestiones de tipos de tecnologías, factores de producción o instituciones que, en el caso  de las tiendas como tal factor, se podría observar en el cuadrante inferior derecho. Es decir, si ese individuo ha sido educado en una cultura occidental ha aprendido tanto la palabra “tienda” en su idioma como su representación exterior física y su función. Si ese individuo perteneciera a un pueblo indígena del interior del Amazonas, probablemente su pensamiento no hubiera sido el de querer ir a una tienda sino a lo mejor ir a una parte del bosque donde sabe que puede encontrar comida o quizás tomar un arco, cerbatana u otro utensilio e irse a cazar. De esto podemos extraer esa interrelación holística entre los cuadrantes individuales y colectivos. Nuestros pensamientos y acciones vienen determinados por la cultura y los medios de esa cultura. Pero así mismo, nuestra cultura y medios también viene determinado por individuos que abstrayéndose de la cultura en que viven, piensan, crean e innovan transformándola. Es como el funcionamiento de la doble hélice de la espiral dinámica, por una parte las condiciones de vida nos afectan a nuestras capacidades mentales y por otra enfocándonos en unas u otras capacidades mentales nos adaptamos o intentamos cambiar esas condiciones de vida.


El economista E.F. Schumacher en su libro “Una guía para perplejos” ya distinguía cuatro “campos de conocimiento” diferentes, que se exponen a continuación y que tienen cierta similitud con los diseñados por Wilber posteriormente.

                                Fuente: Elaboración a partir de Schumacher

Stephen Covey en su libro “Primero lo primero: vivir, amar, aprender, dejar un legado” también llegó a un modelo de cuatro cuadrantes para tratar la realidad personal. Si extrapolamos sus dimensiones: Física-Social-Mental-Espiritual a los cuadrantes se obtiene la siguiente figura.

                                      Fuente: Elaboración a partir de Covey
 
En 1973, el investigador argentino Carlos Mallmann expuso una teoría sobre las necesidades humanas y sus satisfactores. Para él, el ser humano necesitaba en su desarrollo humano dos cosas importantes: vivir (existencia y convivencia) y crecer (realizarse y superarse). De allí extrajo sus 9 necesidades humanas (permanencia – protección – amor – entendimiento – participación – recreación – creación – darse sentido – sinergía) y sus satisfactores (intra-humanos, inter-humanos y extra-humanos). En la siguiente figura extrapolo esas cuatro dimensiones al sistema de Wilber interior/exterior o individual/ colectivo.



                               Fuente: Elaboración a partir de Mallmann


Posteriormente el economista alternativo chileno Max-Neef que trabajó con Mallmann (y del que me extenderé en el siguiente artículo de esta segunda triada), describió en su tesis de desarrollo humano cuatro dimensiones para las necesidades existenciales: Ser, Tener, Hacer y Estar. A esas necesidades existenciales añadiría 9 necesidades axiológicas (subsistencia – protección – afecto – entendimiento – participación – ocio – creación – identidad – libertad) lo que le daría una matriz de 36 elementos. Esas necesidades se podían satisfacer en 3 contextos:

  1. En relación con uno mismo o una misma
  2. En relación con el grupo social.
  3. En relación con el medio ambiente.
Ken Wilber simplificó sus cuatro cuadrantes en tres, al tomar los de la parte derecha (exteriores) con la posibilidad de ser descritos con el lenguaje objetivo del “ello”, el cuadrante superior izquierdo descrito con el lenguaje del “yo” y el inferior izquierdo en el lenguaje de “nosotros”. Lo llamó el “Gran Tres” como muestra la figura siguiente e hizo ciertas correlaciones con otros sistemas, como las disciplinas tradicionales estética, ética y ciencia o la Belleza, Bondad y Verdad de Platón. También lo vinculo a los tres mundo de Karl Popper (subjetivo, cultural y objetivo), las tres pruebas de validez de Habermas (sinceridad subjetiva, ajuste intersubjetivo, verdad objetiva) o la trilogía de Kant (crítica del juicio estético, crítica de la razón práctica y critica de la razón pura).

                        Fuente: Libro "Breve historia de todas las cosas" de Ken Wilber


En mi propuesta de creación de un modelo normativo para la sostenibilidad diseñé también cuatro cuadrantes apoyados en los anteriores cuadrantes (principalmente Wilber y Mallmann) con una pequeña alteración al modelo de Wilber. Al ser un sistema normativo, es decir ideal, lo idóneo para la sostenibilidad sería intentar comportarse adecuadamente con la Naturaleza, como así ha sido más o menos durante miles de años en diferentes pueblos indígenas a lo largo y ancho del planeta. Por ello el cuadrante conductual de Wilber lo convierto en Medio Ambiente, quedando el sistema como se ve en la figura siguiente. 

                                            Fuente: Elaboración propia


Internamente, la idea intencional del concepto normativo “Bienestar Responsable” para su  posible realización conlleva un crecimiento interno donde el individuo se va desarrollando y renovando humanamente dentro de una cultura consciente en la que participa y  transforma lentamente (deja un legado) para que pueda primar una ética global que englobe los desafíos humanos más importantes. Externamente, como individuo refleja una conducta en simbiosis con el medio ambiente o Planeta del cual reconoce su importancia para su supervivencia de él y de la sociedad donde convive con otros individuos, con los cuales ha desarrollado unas instituciones que velan por unos derechos globales de todos ellos (bien como individuos, bien como colectivos) y del Planeta en general.

De la misma forma que Wilber simplificó las dos partes exteriores, se puede hacer otro simplificación distinta, en este caso simplificando las partes inferiores, la parte colectiva por lo que tendríamos una parte individual interior a la que llamó “Bienestar Responsable” (Yo), una parte colectiva, la sociedad donde uniría los cuadrantes Ética global y Derechos globales (Nosotros) y finalmente la parte del Medio Ambiente (Ello). Esto coincide con los satisfactores de Mallman (intra-humanos, inter-humanos y extra-humanos), con los ámbitos de Max Neef (uno mismo, grupo social, medio ambiente), con la triada propuesta por Satish Kumar (Soul, Society, Soil) y con la de este blog (Autonomía y Bienvivir, Sociedad y Planeta Tierra). Por último, incluso Stephen Covey en su libro “Los 7 hábitos de la gente altamente eficaz” proponía una triada dependencia-independencia-interdependencia que se podría extrapolar a la estructura anterior. Si el individuo depende de la sociedad (cuando nacemos dependemos de nuestra familia u otros individuos) y posteriormente interdependemos con esta cuando adquirimos un rol más bien activo, la sociedad, compuesta por todos sus individuos, depende completamente del medio ambiente o Planeta. De este modo el Planeta con su perspectiva de vida de millones de años, es indiferente a la perspectiva de vida del ser humano (de hecho, lo más probable es la desaparición del ser humano antes que la desaparición del  Planeta). Así mismo, un individuo en la sociedad en la que vive interdependientemente también tiene una pequeña parte de independencia, esa que  le hace crecer, desarrollando sus propias capacidades o fortalezas individuales, tomando sus propias decisiones más o menos libres.

La siguiente figura nos muestra esas tres dimensiones que considero estructurales en el proceso de bienvivir.

                                          Fuente: Elaboración propia


Unas dimensiones que deberían estar presentes en nuestra mirada o en nuestro mapa del bienvivir. Sin ir más lejos, la economía global actual, apenas se fija en el Medio Ambiente y con respecto a la parte social, esta es cada vez menos relevante por lo que se podría diagnosticar que su foco principal es el individuo, olvidando las otras partes del sistema. Los efectos sistémicos de este foco en el individuo lo podemos ver en una sociedad enferma con un incremento en el stress, las adicciones, la obesidad, la infelicidad, etc y un planeta que está perdiendo diversidad, está contaminando océanos, ríos y aire, está cambiando morfológicamente tan rápido que no le da tiempo al ser humano de adaptarse (bosques, selvas, hielos desapareciendo).


Finalmente para acabar y ya que me guio por un modelo constructivista, que cree una diversidad de posibilidades, de las cuales algunas tengan éxito presentaré un esquema en tres dimensiones que puede ser útil para generar ideas o para estructurar nuestra mirada con unas gafas que permiten ver en 3D. Una mirada que sea más profunda y que pueda permitir, quizás, nuevas ideas y soluciones. Muchas de las ideas y conceptos  con los que pensamos e interactuamos están estructurados de forma bipolar, excluyentes y a veces reduccionistas (blanco-negro; derechas–izquierdas; bueno-malo…), pero si se incluyera un tercer elemento (en el caso de que sea posible), se crearía un sistema mucho más complejo pero más real con tres elementos que requiere un cierto equilibrio. Por ejemplo, en el caso de la política, la aparición en el siglo XX de los partidos ecologistas rompió el espectro derechas-izquierdas. La siguiente tabla contiene parte de una serie de triadas que he ido encontrando en los dos últimos años en el que diversos autores proponían tres elementos o triadas que conformaban la totalidad de un concepto o idea. Como nos cuesta ver esas totalidades, para explicarlas tendemos a reducirlo en varios elementos, sin embargo el todo es más que la suma de las partes. Los  he clasificado subjetivamente según una estructura Yo-Nosotros-Ello. Cuando digo subjetivamente es que cualquiera de los términos de cualquier triada puede ir en cualquiera de las casillas, no es algo reduccionista sino más bien holístico. Sin embargo, de un modo práctico, los he colocado en esas posiciones porque personalmente en el caso de que hubiera que dividir ese concepto o idea en 3 elementos con esa estructura, cada uno de ellos me parece que encaja mejor en esa posición.






                                    Fuente: Elaboración propia


Como ejemplo para aquellos que se quieran hacer una tabla de triadas, explicaré 2 nuevas que encontré en el último mes y como las estructuro. La primera la encontré en el libro “Antifrágil” de Nassim Nicholas Taleb. Sorprendentemente, su interesante libro se estructura con una larga tabla de triadas expuesta en el prólogo bajo las columnas de frágil-robusto-antifrágil. Para él lo frágil es algo que se puede romper muy fácil, lo robusto algo que aguanta choques y sigue igual y lo antifrágil al contrario que lo robusto, ante los choques mejora. Extrapolando a la estructura de la tabla, frágil, lo colocaría con el Yo ya que un individuo me evoca fragilidad, robusto con Nosotros porque ante la desaparición de algunos individuos, más o menos sigue igual  y lo antifrágil con el Ello, ya que me evoca el Planeta o Gaia ya que ante golpes o crisis, se vuelve a reinventar, autoorganizándose de otra manera.

La segunda triada la encontré en el libro “Neuroeducación” del investigador Francisco Mora. En ese libro nos dice que “La neurociencia cognitiva ya nos indica, a través del estudio de la actividad de las diferentes áreas del cerebro, que sólo puede ser verdaderamente aprendido aquello que llama la atención y genera emoción. Aquello que es diferente y sobresale de la monotonía.” Por ello propones tres elementos imprescindibles para aprender de los que habla largamente en el libro, la triada atención-emoción-curiosidad. En esa tabla, personalmente colocaría la atención en la columna del Yo porque me evoca algo que tiene que hacer el individuo, emoción en la columna del Nosotros (somos animales emocionales y disponemos de neuronas espejo para empatizar con los demás) y la curiosidad en la de ello, porque aquello que nos atrae o sobresale está en el exterior de nosotros.

El doble objetivo de mirar al mundo en esas 3 dimensiones es, primeramente, estructurar el pensamiento hacia la complejidad de los sistemas, en lugar de ver una respuesta en sólo blanco o sólo negro. Segundamente, como soy un seguidor del psicólogo y escritor Edward de Bono y de su pensamiento lateral que genera posibilidades o ideas mediante distintas estrategias diferentes a un pensamiento lógico, una estructura en 3 dimensiones como la de la tabla puede generar ideas o conexiones para resolver, quizás, problemas individuales, colectivos o ambientales. Los tres elementos de una triada tienen sentido lógico entre ellos, pero no tienen que tener una conexión lógica los elementos de una columna porque cada elementos pertenece a un ente diferente. Sin embargo, utilizando los elementos de las columnas como pensamiento lateral podrían surgir ideas y soluciones. Por ejemplo, en la columna del Ello, Planeta o Medio Ambiente, los elementos resiliencia, mapa, evaluativo, práctico, empoderar, eco, ciencia… a modo de brainstorming podrían resonar en ciertos individuos a decir ¡Eureka¡ ante problemas o ideas sobre el Planeta en las que ya estuviesen  trabajando.