1.Todos saben que hay un problema y nadie sabe cómo plantearlo: el problema de los expertos
En una charla que tuvo lugar en Dubrovnik en 2017, en el marco de la duodécima conferencia del Centro internacional para el desarrollo sostenible de la Energía, el agua y el medio ambiente (SWEDES en inglés), Mario Giampietro, coordinador del proyecto MAGIC desde Barcelona, el cual ha estado desarrollando el concepto de metabolismo social con un propósito de aplicación pragmática (entender la complejidad de los sistemas socioecológicos y poder desarrollar narrativas basadas en posibles escenarios metabólicos) hizo la siguiente afirmación:
“Hace dos semanas estuvimos en Bruselas discutiendo el nuevo horizonte 2020 de la UE e iba de la sostenibilidad de los sistemas productivos en agricultura. Teníamos que dibujar en un papel y nos dijeron: dibuja un sistema productivo. Todos eran expertos del más alto nivel y nadie pudo dibujar un sistema productivo, lo cual es fascinante. Estamos hablando de la economía, pero ¿Qué es una economía? ¿Puedes describir sus partes?”
Siguió describiendo su propuesta:
“Una sociedad tiene órganos como yo. Las familias reproducen a los humanos, los servicios y el gobierno reproducen las instituciones, el sector manufacturero reproduce bienes duraderos e infraestructura, la agricultura reproduce la comida… Puedes tener distintos órganos que están hechos de elementos estructurales y funcionales que tienen que consumir agua, comida, electricidad, combustible pudiendo reproducirse a sí mismos y al todo. Si adoptas el concepto de metabolismo puedes definir lo que es una sociedad”
Es importante entender como veremos más adelante en el artículo que esta visión no es una mera metáfora lingüística que es en lo que se ha quedado la sociología, sino que se pueden desarrollar representaciones tipo Nexus que relacionan el uso de la tierra, materiales, energía, agua, desechos y posibilidades tecnológicas y demográficas a distintas escalas espacio-temporales como la que propone la herramienta MuSIASEM. Pero antes de entrar en detalle del concepto de metabolismo social y de MuSIASEM, me gustaría exponer como una gran parte tanto del establishment científico de la Ciencia de la Sostenibilidad actual como de activistas en nuestro país, están a mi parecer bloqueando una discusión pragmática y útil de lo que debemos sostener o no y de lo que podemos y no podemos hacer.
Ni la actual Ciencia de la Sostenibilidad mainstream, ni el decrecimiento-colapsismo, ni el peak oil tienen un marco analítico riguroso para discutir la sostenibilidad de los sistemas socioecológicos. Finalmente he tenido que quitar la sección en la que criticaba tanto al establishment científico actual como al grueso de activismo español para la transición que están haciendo un flaco favor a quienes han venido negando o pitorreándose de los problemas de sostenibilidad.
Quiero destacar sin embargo que este año se debería publicar una síntesis de lo que ha sido la disciplina de la Sostenibilidad y que, viendo que uno de sus cofundadores desconoce totalmente las aproximaciones a la cuestión de la sostenibilidad desde el metabolismo social y que presenta la cuestión con un marco obsoleto y supersimplista basado en el concepto de stocks y flujos basados en distintos tipos de capital (que la teoría de sistemas ya conceptualizaba en los años 70), no soy pora hora demasiado optimista. Mi tesis de máster retomada esta semana va precisamente de una crítica epistemológica y ontológica profunda con el objetivo de que la nueva generación que viene de cientificos activistas sea más rigurosa, aprovechando que durante la siguiente década se irán presentando crisis y opciones de cambio.
Por lo que se refiere al activismo en nuestro país, el reciente artículo que publicó Santiago Muiño el pasado 2 de Marzo en el que hace una autocrítica del determinismo de la narrativa del pico del petróleo, supone un avance respecto a otro artículo del pasado mes de enero en el que, de forma a mi juicio esperpéntica e inconsistente se reconoce que “el siglo XXI será un siglo marcado por una dinámica ecosocial desgarradora: un descenso obligatorio de nuestra capacidad de producir y consumir con un largo declive traumático y que a la vez todavía nos movemos en un marco teórico deficiente a la hora de abordar la enorme complejidad de las interacciones sociedad-ecosistemas.
Esta no es una cuestión únicamente atribuible a Muiño y creo que tienen que ver con un excesivo determinismo en que científicos admirables como Antonio Turiel, Carlos de Castro y especialmente al mesías de la energía Pedro Pietro (quien por desgracia ha hecho mucho por contribuir al determinismo energético con su uso de la TRE), han presentando la cuestión del pico del petróleo y el decrecimiento, sin aportar narrativas pragmáticas a escalas lo suficientemente relevantes de cambio tal que si que parecen empezarse a verse en el incipiente movimiento de la regeneración de ecosistemas y como requiere la Ciencia de la Sostenibilidad y que a pesar de todo no ha sido transparente y clara en como incorporar esa normatividad (los valores) tal y como manifestaron recientemente en un artículo abierto dos de mis antiguos profesores de máster en Lund.
2. El olvidado concepto de metabolismo social
2.1 Breve historia del concepto del metabolismo social
Habiendo introducido brevemente y de la forma más directa posible el concepto de metabolismo social al inicio del artículo, cabe señalar su recorrido histórico. Hay dos tipos de enfoques: el que nos trae de vuelta a Karl Marx que defienden Toledo y Molina en su libro y el que defienden autores como Joan Martínez Alier que nos traen de vuelta a los 1880s con el nacimiento de la economía ecológica y los trabajos del ucraniano Serguei Podolinsky (que ya comenté que se podrían entender como precursor del criticado concepto de la TRE)
“Marx no formuló la cuestión de la eterna condición de la vida human en términos ecológicos (estudiando el flujo de materiales y energía) y lo que le interesaba era ver como esas condiciones variaban a los largo de la historia y quizás el concepto que más se acerca es el de fetishismo de las commodities o la ficción de la conmensurabilidad y de por tanto comprar kilos de carbón con horas humanas en las mismas unidades” (Alier, 1987, aquí)
Engels rechazó explícitamente la ley de la entropía y fueron otros autores como Eduard Sacher (que siguió por la misma vía que los balances de energía para la agricultura de Podolinsky) o Josef-Popper-Lynkenus quienes empezaron a hacer cálculos de entradas y salidas de recursos (un poco como precursor de los científicos de sistemas que en 1970 desarrollarían el modelo de los límites o el menos conocido modelo Bariloche).
Ecomarxistas como John Bellamy Foster con su concepto del rift metabólico que expone en su libro La Ecología de Marx: materialismo y naturaleza o autores como Toledo y Molina sí que piensan que en Marx se puede intuir el concepto, que toma prestado de Moleschött y lo explican de la siguiente manera:
"Karl Marx fue el primer científico social en aplicar este concepto cuando utilizó el término alemán stoffweschel (literalmente," el intercambio de sustancias ") en su análisis monumental de la sociedad capitalista. Marx, a su vez, obtuvo el concepto de las obras seminales de Moleschött, un naturalista alemán que escribió los primeros tratados sobre ecología. Sin embargo, el concepto permaneció prácticamente inactivo durante décadas hasta la década de 1960, cuando Wolman (1965) lo aplicó al análisis biofísico de las ciudades, al igual que Boulding (1966) y los economistas Ayres y Kneese (1969) lo aplicaron a los países industrializados. Pero fue Marina Fisher-Kowalski quien relanzó formalmente el concepto en un capítulo de su Manual de Sociología Ambiental publicado en 1997, presentándolo como un concepto estelar útil para analizar flujos de materiales ".
En los años 70 especialmente y 80 había una discusión importante sobre el agotamiento de recursos entre los profetas del desastre y los cornucipianos (un poco como el “debate” que se dio hace unos pocos años entre la visión de Turiel y la de Daniel Lacalle). Eso dio pie a una cantidad importante de estudio cuantitativos sobre la seguridad alimentaria (Pimentel y otros), de la relación entre los recursos económicos y energéticos (Hall, Cleveland y otros) así como de la compatibilidad entre los procesos ecológicos y económicos (los hermanos Odum, Georgescu-Roegen…). Esto tuvo que ver mucho con la crisis del petróleo y ante la vuelta del petróleo barato el debate y estos desarrollos languidecieron hasta que lo repescan Marina Fischer-Kowalski en la escuela de metabolismo de Viena, que hoy en día sigue siendo una de las que trabajan en la operacionalización del concepto en herramientas prácticas, junto con el grupo IASTE de Mario Giampietro en la UAB, y el grupo de trabajo de Toledo y otros en Andalucía.
Más recientemente, ya en el siglo XXI, se han desarrollado herramientas específicas que describen el patrón metabólico de determinados países o ciudades como las metodologías MEFA de la escuela de Viena o de la productividad primaria neta y balances de nutrientes para los agroecosistemas del grupo de Manuel González de Molina aquí. Sin embargo, el modelo más completo y elaborado, tanto a nivel conceptual como práctico y que exploraremos a modo introductorio en el siguiente apartado, es a mi ver el modelo MuSIASEM. Por desgracia no hay una entrada bien elaborado del modelo en Wikipedia, lo cual creo que facilitaría su divulgación y comprensión. Pasemos a la definición.
2.2 Definición
Si bien una primera aproximación al concepto de metabolismo social lo he presentado al inicio del artículo conviene diferenciar entre tres definiciones adicionales para poder completarlo. Así pues el metabolismo social es a la vez, siguiendo la definición de Toledo y Molina:
“1) La forma particular en que las sociedades establecen y mantienen sus aportaciones materiales y su salida a la naturaleza y como la forma en que organizan el intercambio de materia y energía con su entorno natural.
2) El metabolismo social también ha ocurrido como una teoría que explica el cambio socioambiental.
3) Se ha utilizado como un kit de herramientas metodológicas útiles para analizar el comportamiento biofísico de las economías.”
La primera sería la definición más parecida a la de Mario Giampietro, aunque creo que inferior pues no tiene una visión estructural-funcionalista que de hecho será la base del modelo MuSIASEM (la teoría importa). La segunda sería el trabajo más histórico en el que han trabajado autores como Toledo y Molina y la tercera sería la aplicación directa en herramientas de contabilidad y de estudio de la sostenibilidad de los sistemas socioecológicos, de las cuales se acaba de publicar un artículo (todavía no disponible) aquí.
2.3 Desarrollo conceptual
Paso en este fundamental apartado a presentar de forma visual, una aproximación conceptual integrada a partir de las siguientes preguntas: ¿Qué es un ser vivo y qué es la vida? ¿Cómo la conceptualizamos desde la perspectiva del metabolismo socialecológico? Para ello nos hacen falta tres cosas. Caracterizar a un ser vivo (me centraré en un ser humano con un metabolismo como cualquier otro ser vivo), trazar una analogía metafórica a nivel de procesos con los sistemas metabólicos social-ecológicos (que son emergencias de las interacciones de seres vivos organizados de forma holárquica hasta llegar al total de la biosfera) y finalmente proponer las categorías semánticas que puedan organizar de forma cualitativa y cuantitativa el metabolismo socialecológico.
2.3.1 ¿Qué es la vida?
Los intentos por dar una respuesta a qué es la vida (más que qué es un ser vivo), constituye la base de prácticamente toda cultura en la tierra por lo que se hace imposible abarcar todas las aproximaciones a la cuestión. En este apartado me gustaría partir de tres concepciones que parecen encajar bien con el paradigma aquí presentado que se encuentra en consonancia con lo presentado por mi compañero Antonio García Olivares en su pasado artículo sobre sistemas complejos y biosfera, la que plantea Humberto Maturana y Varela con su concepto de autopoiesis, la teoría evolutiva endosimbiótica de Margulis así como la noción de ascendencia de Robert E. Ulanowicz que nos llevaran de cráneo a la aparente Paradoja de Jevons y de vuelta al título de este artículo que busca politizar a nivel de activismo dos estrategias metabólicas que aparentemente son contradictorias pero que en realidad son las dos caras de la misma moneda que nos deberían permitir no extinguirnos y no seguir causando un daño prevenible como el que estamos causando. Ulanowicz presentó una nueva metafísica determinista que casa bien con el concepto de autopoiesis de Maturana y Varela y que contrasta con la metafísica fisicalista del siglo XIX que se ha ido desmoronando durante los siglos XX y XXI. El científico ya retirado afirma que si bien las leyes de la física son necesarias y que actúan como restricciones no son suficientes para explicar la evoluciónd de la vida. Explican lo que pueden hacer pero no lo que sucederá. Utiliza una metáfora del conocido juego de responder preguntas basadas en un sistema binario sí/no para descubrir la palabra imaginada por un grupo de personas pero en vez de saber de antemano que palabra es, la respuesta depende siempre de la respuesta del anterior miembro de manera que poco a poco uno se va aproximando a la palabra siempre de forma contingente a lo que ha sucedido antes (video aquí de los minutos 20 a 21:20).
Las leyes de la vida no serían universales sino contingentes y emergentes, basadas en un proceso histórico y sujeto a ciclos de retroalimentación que operan entre un orden expansivo autocatalítico de un sistema ecológico específico y una destrucción (o mejor dicho reorganización) de sus componentes de manera que existiría una indeterminación compatible con un mundo posibilista y creativo como el que defendía Ilya Prigonine tal y como afirma en su charla:
“Necesitamos una nueva metafísica
que nos permita ir en la misma línea que el universo. Tenemos pues configuraciones
y procesos y series históricas de eventos contingentes. Uno se rompe y otro se
ordena.”
En un pasado artículo (ver aquí) hice una representación metabólica contraponiendo a la biosfera (como entidad que hace posible a la segunda) y a la tecnosfera (como entidad parasítica de la primera) a partir de las categorías que Carlos de Castro presentó en una charla sobre su hipótesis ampliada de Gaia en Valencia (disponible aquí). A esta lista le añadiré otra fundamental que le da una nueva dimensión, pero que por su complejidad no es abordable aquí, la auto referencialidad o “consciencia” y que funciona a un nivel superior que el de metabolismo.
CARACTERÍSTICA
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SER HUMANO
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SOCIEDAD
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REPRODUCCIÓN
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Emergencia que surge de la interacción entre dos individuos del sexo contrario para seguir permitiendo reproducir a una sociedad que evoluciona
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El sistema disipativo representado por el sector terciario: gobierno y servicios (educación, salud, familias) se reproduce a si mismo y al hiperciclo (sistemas primario y secundario auto-catalítico que proveen los materiales, energía… para satisfacer las necesidades que reproducen a los humanos y al todo del sistema socialecológico)
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AUTO-REPARACIÓN
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Procesos metabólicos anabólicos (si por ejemplo hay que eliminar un tumor) y catabólicos (si por ejemplo hay que generar tejido para cerrar una herida) que incluye también procesos exosomáticos (más allá del cuerpo humano como las medicinas, terapias e intervenciones médicas que activan ciertas rutas metabólicas de auto-reparación).
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Estructuras disipativas que regeneran a enfermos (hospitales, consultas médicas, retiros, instituciones religiosas, gimnasios, sector educativo…) que pueden causar también iatrogenia. Es importante ver como los procesos desempeñados por estas estructuras cumplen una función que emerge a niveles superiores para seguir manteniendo la cohesión social
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RECICLADO MATERIAL
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Se produce a nivel interno de forma cíclica como por ejemplo lo hace el cuerpo filtrado por los riñones 200 veces (99,5%) vía procesos metabólicos que se alimentan de energía
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Fondos que reciclan materiales (no energía que se disipa) para volver a ser usados. Cálculos de 2011 dicen que reciclamos a un 6% mientras la bisofera parece reciclar > 99%
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METABOLISMO PROPIO Y REGULACIÓN
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Conjunto de estructuras-fondo a distintos niveles (células, tejidos, órganos) que se construyen, reparan y evolucionan vía flujos de materia movidos por un gradiente energético tomado de otros organismos (carbohidratos, proteínas, lípidos, vitaminas, minerales) para construir un todo funcional
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Conjunto de procesos que reproducen estructuras-fondo a distintos niveles (hospitales, escuelas, infraestructura, parques…) por las que fluyen los distintos vectores energéticos que permiten procesos de catabolismo (creación) y anabolismo (destrucción) continua que expresan propósitos/funciones (conservar bosques, divertir a la gente, satisfacer caprichos…)
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EVOLUCIÓN
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Pese a mantenerse en un equilibrio homeostático (como la temperatura corporal) a través de la reproducción y la interacción con uno mismo y el entorno el ser humano cambia y es por tanto un sistema que paradójicamente mantiene estructuras, funciones y procesos y a la vez los rompe (becoming system)
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Los sistemas sociometabólicos, a una escala superior que los humanos, están en constante dinamismo (usando flujos de materia energía e información) y mantienen unos fondos que reproducir (personas, suelos, infraestructuras…) al mismo tiempo que reflexionan sobre que fondos deben reproducirse y que flujos y stocks son necesarios para cumplir funciones.
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TELEOLOGÍA
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Diferentes propósitos basados en necesidades: no hay una jerarquía clara sino necesidades no equivalentes fisiológicas, emocionales, sociales, culturales, mentales y numinosas. Actualmente necesidades egoístas antiecologicas y antisociales prevalecen.
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Diferentes propósitos expresados como emergencia funcional a partir de procesos (rutas sociometabólicas) que emergen de estructuras que se acoplan espacial y temporalmente a distintos niveles para expresar dichas funciones.
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AUTOREFERENCIALIDAD (“CONSCIENCIA” o “AUTOPOIESIS COGNITIVA)
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Proceso cognitivo-perceptivo basado en un proceso evolutivo de reflexión (expresado en una tensión dialéctica entre consciente e inconsciente individual y colectivo) que debe buscar la mayor coherencia posible (no contradicción) en un marco de axiomas incompletos (se van generando de forma creativa a medida que la vida evoluciona en forma de principios o regularidades fenomenológicas que algunos llaman arquetipos).
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Instituciones formales e informales en un proceso político, social y económico deliberativo dentro de un marco psicocultural mayor (un marco axiomático jamás estático)
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No ampliaré aquí más estos temas, pero creo que deberían ser el punto de partida de una pregunta que hasta ahora ha dado mucho miedo plantear en Ciencia de la Sostenibilidad, tal y como Carlos de Castro ha reflejado en sus charla ¿Qué es la vida, cómo surge y tiene alguna inherente tendencia a la complejidad? Y por otro lado que rol juega la consciencia que llamo autopoiesis cognitiva aquí. En futuros artículos ampliaré la importancia de tener una aproximación psicológica fenomenológica macroscópica y no meramente mecanístico-neuronal, un trabajo sin duda a desarrollar por la ecopsicología, para poder tratar de dotar de significación a nuestras acciones pragmáticas que deberían ser armonizadora tanto de nosotros mismos como de la biosfera, en esa doble dialéctica organísmica de la que habla Francisco J. Varela en su charla Autopoiesis y Biología de la Intencionalidad (traducida aquí):
"Doble dialéctica: la naturaleza de una identidad y la naturaleza de una relación con un mundo. Doble paradoja. Autoproducción por contención dependiente y autonomía de conocimiento por acoplamiento con el entorno. Ambas dialécticas dan lugar a la alternante naturaleza del organismo, ineluctablemente formándose a sí mismo e in-formando donde está, e igualmente ineluctablemente implicado en el paisaje del que brota. Organismos, esas fascinantes mezclas de yoes sin centro ni más ni menos que existencias circulares multinivel, abiertas al cambio siempre conducidas por la falta de significatividad que generan al afirmar su presencia."
Así pues, llega Varela a proponer dos dialécticas que a su vez auto-contienen dos dialécticas para expresr su concepto de autopoeisis :
- Dialéctica de la identidad: es decir “el mundo interior” o relación todo y partes del sujeto (lo dinámico a un nivel inferior del todo que emerge de este)
- Dialéctica del entralazamiento (o bootstraping): releación sujeto-objeto (entre un acoplamiento al mundo y la significación que el sujeto le da a esta relación).
Este par de dialécticas y el concepto de autopoiesis que hizo famosos a Maturana y Varela, y que explica Humberto Maturana de la siguiente manera en el pasado Congreso Futuro:
“Nosotros somos seres maravillosamente espontáneos. No somos fabricados, robots, no hemos sido diseñados… Sí hemos surgido como redes de circuitos cíclicos metabólicos cuyo resultado somos nosotros mismos.”
Esta visión cíclica, dialéctica y no objetivista sino emergente de las interacciones ser vivo consigo mismo y con su entorno se asemejan mucho a dos niveles, a mi ver, al modelo junguiano de la psique de las interacción entre consciente e inconsciente individual (memoria histórica), inconsciente individual y colectivo (accedido en estados alterados de consciencia) y consciente individual/consciente colectivo (un diálogo más mental y sosegado como el que se da por ejemplo en conferencias académicas). Esto será abordado en un futuro artículo pero lo menciono dado que la cuestión de creación emergente de la significación no dirigida de la que habla Maturana es fundamental para cambiar patrones psicoculturales modernos y civilizatorios fundamentalmente patológicos y que han terminado en una escisión cuerpo-mente-emociones-espíritu (si usted cree) y que nos han llevado a ser robópatas excesivamente condicionados por un ego patológico heredado y herido.
A todo esto hay que añadirle la noción de evolución por simbiosis que según Margulis, una primera estocada que defiende que algunos orgánulos de las células eucarióticas proceden de células procariotas primitivas que habrían estado en endosimbiosis con las primeras y que tuvo lugar por acoplamiento entre dos bacterias que darían lugar a una célula eucariota (con núcleo y membrana) y luego por asociación de la eucariota anaeróbica y una procariota aeróbica (iniciando así la respiración celular e incorporando al ser vivo procariota como mitocondría u órgano interno) y así sucesivamente. ¿En qué condiciones sucede esto? ¿Tiende a pasar cuando nos aproximamos a ecosistemas maduros de alta disipación que chocan con algún límite como propone de Castro y entonces se debe proceder a una reorganización estructural para poder superar los límites?
Esa tensión entre incremento en la disipación energética a partir de aumentar el total de energía disipada(maximizando el flujo de transformación total en el ecosistema, como propuso Odum como cuarta ley termodinámica o Lotka con su Ley de Máximma Potencia) y la reorganización a base de mayores retroalimentaciones, reciclaje, intercambio de información... Propiedades importantes en ecosistemas maduros que nos recuerdan a la ley de mínima entropía de Prigonine y pueden haber dado lugar a lo que el ecólogo teórica Robert Ulanowicz llama ascendencia, una tensión diálectica entre crecimiento (incremento en la escala o variable extensiva de flujo total) y reorganización (o mejora de la organización o variables intensivas a escalas inferiores en la que se desmaterializan ciertas estructuras para ser más eficientes en expresar funciones que emergen a niveles superiores). Precisamente esto es lo que permite evaluar a nivel social y ecológico una metodología como MuSIASEM a través de la operacionalización del concepto de metabolismo social (o socialecológico).
2.3.2 Los cinco procesos metabólicos: el modelo de Toledo y De Molina
El siguiente gráfico muestra de forma muy simplificada (y desafortunadamente) de forma lineal los cinco procesos básicos que nos sirven para representar un sistema sociometabólico. En primer lugar hay una apropiación posible gracias a gradientes energéticos y materiales favorables (energía que disipar, agua para usar, materiales suficientes para generar tecnologías…) que acaba circulando al lugar de transformación (por ejemplo plantas de producción de acero o de quema de combustible fósiles) que acaba consumiéndose y finalmente se excretan como residuos (o mejor dicho disipándose en forma de calor y dispersándose en materiales menos ordenados que los anteriores elementos consumidos). Creo que el dibujo no acaba de hacer justicia al modelo y cabe remarcar que algunos de estos residuos materiales se quedan dentro del propio sistema (pensemos en los cigarros que vemos a diario en las calles de grandes ciudades) o exportándose a otros sistemas y que si bien la materia es reciclaje la energía se degrada en forma de calor irreversiblemente (si bien hay una diferencia importante entre la evapotranspiración de un bosque que proporciona humedad y refrigeración y la de por ejemplo los coches y el asfalto en una ciudad que generan un calor sofocante mal adaptativo o sin función).
Figura 1. Modelo de metabolismo social basado en cinco procesos de Molina y Toledo
¿Y todos estos procesos caracterizados de forma tan abstracta, cómo se pueden operacionalizar para representar un sistema sociometabólico que permita guiar la acción práctica? Para eso cabe introducir los siguientes conceptos: flujo, stock, fondo, relaciones stock-fondo y flujo-fondo, estructuras, funciones y procesos, holarquía y escala.
2.3.3 Representando un sistema metabólico: el kit necesario
En un sistema metabólico existen toda una serie de procesos que defino como la organización e interacción particular de las estructuras y funciones metabólicos de los sistemas socioecológicos en relación a procesos de dos tipos: stock-flujo y fondo-flujo. Las estructuras son el conjunto de elementos espacial organizados y temporalmente contingentes que expresan funciones, que son los propósitos emergentes a escalas espaciales superiores. De la misma manera en que varias estructuras se acoplan (como las neuronas) para realizar funciones concretas varios elementos estructurales del metabolismo social se acoplan en rutas metabólicas que expresan un telos o función (un congreso de expertos de alto nivel que no saben cómo representar un sistema social que intenta solucionar los problemas de la UE o un conjunto de hospitales que deben actuar ante una emergencia debido a inundanciones).
Estas estructuras se organizan de tal manera que son capaces de acoplarse para expresar ciertas funciones por medio de procesos de manera que se organizan holárquicamente. Una holarquía es una jerarquía (una organización espacial de niveles inferiores a superiores y viceversa) en la que cada nivel jerárquico es a su vez parte de un nivel superior y todo de un nivel superior (holón) de tal manera que a cada nivel se dan procesos cualitativamente distintos que a otro nivel y que por tanto podemos estudiar independientemente (siempre y cuando tengamos en cuenta sus límites y su relación con niveles superiores e inferiores). Así pues, los niveles inferiores suelen ocupar espacios de menor tamaño y ser más dinámicos y así expresar más autonomía que los superiores, pero a la vez están restringidos por estos. La analogía con el cuerpo de esta holarquí anidada, se hace pues muy ilustrativa.
Figura 2. Simple holarquía con 4 niveles a nivel del cuerpo humano
Los biólogos clasifican a los seres vivos de forma jeráquicas (especie, familia…) y los ecólogos estudian redes metabólicas a distintos niveles por lo que están acostumbrados a representar los ecosistemas de manera jerárquica (aunque no tato holárquica) por la que el concepto de holarquía no debería ser complicado de entender.
Figura 3. Organización jerárquica de los sistemas vivos. Fuente: Fundamentos de la Ecología de los hermanos Odum
A cada nivel se dan una serie de procesos que condicionan a los sistemas superiores y a la vez son condicionados por estos (doble causalidad). Se hace fundamental pues conocer que estructuras y procesos intervienen a cada nivel y para ello siempre hay que partir de la percepción del observador y su rol en un sistema. Si somos un político que administra una gran ciudad debe(ríamos) tener en cuenta nuestra organización estructural-funcional y que procesos intervienen, así como los agentes que “gobernamos” a nivel inferior como aquellos que nos “gobiernan” a nivel superior. Esto hace imposible una descripción independiente del espacio y del tiempo condensada en indicadores como la Tasa de Retorno Energético, la Exergía y otros parámetros si lo que queremos es representar un sistema sociometabólico holárquico complejo.
Finalmente cabe introducir la importancia y que como se ve al principio del artículo, a día de hoy no se entiende, entre flujos, stocks y fondos. La teoría de sistemas representar los sistemas como interacciones entre elementos o nodos que pueden acumular stocks de materiales (como la biomasa) y con flujos de entra y salida (de energía, materiales e información). Es fundamental entender la diferencia entre stocks y fondos. Si bien un stock es un elemento temporalmente almacenado para poder metabolizarse y que si se usa como energía se disipa irreversiblemente (pensemos en los stocks finitos de combustibles fósiles que han dado pie al movimiento del pico del petróleo), los fondos son elementos estructurales de los sistemas sociometabólicos que cabe reproducir dados unos valores sociales (deseabilidad) y una capacidad para poder mantenerlos en relación a restricciones externas (factibilidad) e internas (viabilidad).
De esta manera una vaca puede ser un elemento fondo a reproducir en la India (y usado como un tractor que fertiliza o como una contemplación de lo sagrado) o un elemento flujo en un matadero que acaba transformándose y consumiéndose (metabolizándose) como vector nutricional. Es en función de unos valores pre-analíticos y de una discusión moral y psicocultural sobre lo que hay que sostener o no que se debe sostener una discusión no autoritaria y participativa sobre el proceso de transformación ecosocial.
Una vez entendido esto no es difícil ver que la definición de los fondos de un sistema a reproducir (que en MuSIASEM son humanos cunatificados en horas, tierra cuantificada en m^2 y capacidad de potencia en W generalmente) determinará las relaciones flujo-fondo y stock-fondo y que por tanto este paso normativo no científico es ineludible. Nos aproximamos pues poco a poco a una visión epistemológica postmoderna donde el observador determina (y selecciona) a lo que observa y lo observado es una función de los propósitos del observador y de su proceso cognitivo-perceptivo. No es lo mismo representar una ciudad en Indonesia que España a nivel metabólico y los reduccionismos no son válidos.
Los distintos procesos se pueden representar en la herramienta de los procesores (explicado aquí) que ofrece MuSIASEM a través del a relación entre flujos y fondos que caracterizan distintas estructuras (por ejemplo un campo de naranjas) que luego cumplen una función (alimentar a la gente o hacer licores para urbanistas hípsters). Llega pues el momento de introducir la herramiento
3. MuSIASEM: un modelo para pasar la prueba del algodón de lo posible materialmente
Llegados a este punto de explicación más teórica cabe enseñar como funciona la herramienta práctica de forma general y mostrar una aplicación específica. MuSIASEM significa Mulsti-scale Integrated Accounting of Societal and Ecosystem Metabolism (Contabilidad integrada multiescala del metabolism social y de los ecosistemas) y es una herramienta analítica de contabilidad multivariable capaz de organizar la información del metabolismo de un sistema socialecológico (el nexo entre los flujos de energía, agua, desechos, materiales… Y sus los fondos de tierra, trabajo y tecnología) a diversas escalas y niveles de análisis a partir de bases de datos y, si se estima necesario, Sistemas de Información Geográfico. Específicament:
- Es una herramienta que permite manejor narrativas cuantitativas como un proceso sistémico de falsificación de narrativas basado en un chequeo simultaneo entre la factibilidad (compatibilidad con procesos fuera del control humano, es decir flujos de materiales, energía, servicios ambientales en relación a unos fondos que queremos reproducir), viabilidad (con los procesos dentro del control humano como la cantidad de horas disponibles, la tierra disponible o la capacidad de potencia disponible) y la deseabilidad (valores e instituciones) de un sistema metabólico socioecológicos concreto.
- Permite entender la sociedad como una serie de estructuras y funciones divididas entre un hiperciclo (el sector primario y secundario en términos economicista, que es la parte del metabolismo que genera los vectores energéticos, de alimentación, agua… que luego serán usados en el apartado disipativo o terciario de servicios e instituciones gubernamentales).
Los siguientes dibujos, modificados del inglés y que ya presenté en un pasado artículo, muestra de forma muy esquemática este segundo punto:
Figuras 3 y 4. Arriba una representación de un sistema metabólico genérico con una parte disipativa que genera los gradientes energéticos y materiales que luego serán usados en el compartimento disipativo de las familias, los servicios y el gobierno y cuya sostenibilidad depende de sus relaciones con los gradientes y sumideros externos (factibilidad) y con sus restricciones internas tanto biofísica (viabilidad) como a nivel de sur propósitos en función de sus valores representados en la psique, la cultura y las instituciones(viabilidad)
El primero paso en MuSIASEM consiste en la definición de la visión pre-analítica que depende de un proceso de reducción del espacio informativo, una especie de filtro espistemológico, con el que vamos a definir las categorías formales relevantes para el caso estudiado (ver caso de Barcelona abajo).
En función de lo que queramos analizar y dado que por ahora no se ha publicado un libro u artículo especificando todas los elementos metodológicos y usos de MuSIASEM hasta la fecha (dendograma, procesor, matrices de uso y final y de impacto ambiental, gramáticas multi-propósitos, análisis secuencial de rutas metabólicas o procesos, indicadores finales con variables extensivas e intensiva como la presión bioeconómica o la fuerza del hiperciclo exosomático o loop autocatalítico, análisis espaciales con Sistemas de Información Geográficos en proceos participativos o PGIS), he decidido por ahora presentar una aplicación directa reciente y dejar para más adelante una explicación más al detalle de todo esto a partir de otros casos de estudio. Sin embargo vale la pena detenerse un momento en el concepto del procesor.
Anteriormente hemos dicho que el metabolismo social(ecológico) se conceptualiza a partir de una serie de relaciones flujo-fondo (biomasa de un bosque por hora trabajada) y stock-fondo (crudo procesado en una planta por hora) que permiten reproducir las distintas funciones sociales (mobilidad, producción de alimentos, ocio) a través de varias tipologías estructurales. Una misma función (proveer electricidad) se puede hacer con distintos elementos estructurales. En el caso específico de la electricidad se debe distinguir entre los distintos procesos estructurales (uso de gas natural, hidro, solar pv, solar térmica...) con los procesos funcionales (electricidad pico, electricidad base o electricidad intermitente). ¿Cómo organizar toda esta información que una procesos locales con agregaciones a escalas mayores?
Anteriormente hemos dicho que el metabolismo social(ecológico) se conceptualiza a partir de una serie de relaciones flujo-fondo (biomasa de un bosque por hora trabajada) y stock-fondo (crudo procesado en una planta por hora) que permiten reproducir las distintas funciones sociales (mobilidad, producción de alimentos, ocio) a través de varias tipologías estructurales. Una misma función (proveer electricidad) se puede hacer con distintos elementos estructurales. En el caso específico de la electricidad se debe distinguir entre los distintos procesos estructurales (uso de gas natural, hidro, solar pv, solar térmica...) con los procesos funcionales (electricidad pico, electricidad base o electricidad intermitente). ¿Cómo organizar toda esta información que una procesos locales con agregaciones a escalas mayores?
Figura 5. El procesor, elemento fundamental de MuSIASEM 2.0 Aquí se muetra la visión interna (dos cuadrantes superiores) vs. la interna (los dos cuadrantes inferiores). En el cuadrante superior izquierdo tenemos los flujos necesarios para reproducir un cultivo vegetal indeterminado de invernadero para el que hacen falta agua azúl, electricidad, combustible, pesciticidas, fertilizantes, suelo y plástico con sus respectivas cantidades. En el cuadrante superior derecho están representados los fondos (trabajo en horas, tierra en hectáreas, y maquinaria en toneladas aunque podría ser necesario contabilizarlo en unidades de potencia como kw). En el cuadrante inferior izquierdo tenemos flujos que entran desde fuera de los límites del sistema analizado en un tiempo y espacio determinados. Se necesita importar agua azul. Finalmente tenemos los flujos que salen fuera del sistema en forma de contaminación (nitrógeno, fósforo, Co2). Podría ser relevante añadir otras variables como por ejemplo las pérdidas irreversibles de calor (las cuales en algunos casos podrían tener impactos importantes en los ecosistemas como es el caso de algunas plantas o cuando un camino asfaltado disipa un calor tórrido y contaminante). El procesor puede llegar a ser de una elevada complejidad y siempre debe evaluarse su representación en función del propósito que se quiere conseguir con su uso (elemento pragmático o causa final aristotélica). En un futuro artículo se ampliaré la conceptualización teórica del procesor, el cual parte de una conceptualización aristotélicas de la causalidad, menos reduccionista que la típica causalidad atemporal y a espacial con la que operan muchos modelos reduccionistas.
4. El caso de Barcelona: el patrón energético del metabolismo urbano
Una vez introducido el concepto de metabolismo social y los elementos básicos de la herramienta MuSIASEM ya estamos listo para presentar una de sus últimas aplicaciones, el estudio del metabolismo energético de la ciudad de Barcelona de forma preliminar. El objetivo de este artículo es proporcionar un caso ilustrativo y explorativo (aprendiendo haciendo) de la potencialidad del uso de MuSIASEM para el metabolismo urbano centrándose exclusivamente en el metabolismo energético. En palabras de los autores:
“At present, the sole goal of this work is to illustrate the possibility of organizing, in a coherent way, the various pieces of quantitative (including spatially explicit) information required to characterize, monitor and control urban energy performance. Generation of data useful for decision-making would require the fulfillment of three aditional conditions”.
No pretende presentar una contabilidad exhaustiva pues para ello se deberían cumplir esas tres condiciones adicionales que son:
- Un proceso participativo para poder organizar la información en las categorías semánticas estructurales y funcionales relevantes para los distintos agentes implicados en el proceso
- La inclusión de expertos locales para triangular la calidad de los supuestos y los datos
- La iteración del proceso analítico empezando con unos resultados analíticos preliminares para ir aprendiendo a través del diálogo entre las partes implicadas (expertos, ciudadanos y políticos).
Pese a no ser un análisis exhaustivo, supone una evolución respecto a los análisis reduccionistas mono-dimensionales y mono-escalares de sostenibilidad como son el caso de la TRE, la huella ecológica o el PIB urbano dado que estamos abriendo al caja negra del patrón metabólico para luego poder decidir que se debe priorizar y que se debe mantener o crear dentro del metabolismo urbano. Para ello el artículo utiliza los siguientes elementos, resumidos en la tabla de abajo:
Elemento
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Descripción
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Definición biofísica-termodinámica de una ciudad
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Estructuras disipativas extremadamente abiertas que intercambian energía, materiales y desechos con su entorno para poder reproducir sus estructuras y expresar funciones a distintas escalas espaciotemporales que les permitan evolucionar y adaptarse
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Dendrograma – Figura 7
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Caracterización multi-nivel de las categorías funcionales y estructurales a distintos niveles de la ciudad de Barcelona centrado en el transporte y en el uso de servicios de los turistas vs. residentes vs. trabajadores pendulares no residentes (escala: metabolismo energético de Barcelona durante el año 2019)
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Datos de horas de actividad humana – Figura 8
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Horas que los residentes, no residentes pendulares y turistas dedican a: su casa, el trabajo pagado, el ocio-educación y comercio, hoteles y otras actividades
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Matriz de usos finales – Figuras 9-11
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Herramienta que organiza la información de como los distintos vectores energéticos (electricidad, líquidos, y calor) se metabolizan en los distintos usos finales de la ciudad (en las familias, la industria, el transporte…) en relación a unos fondos (horas humanas, tierra) y que nos dice cuanto, donde, cuando, por quien y para qué son usados éstos. Se presentan. Se organiza la información midiendo cuatro flujos (electricidad, calor, líquidos y valor agregado bruto) y dos fondos (horas de actividad humana y tierra) y así poder calcular los indicadores intensivos: los de densidad energética metabolizada (relacionando a la cantidad de energía disipada en cada vector por m^2) así como el ratio energético metabolizado (contabilizando la energía disipada de cada vector por hora trabajada en los niveles funcionales n-1, n-2 y n-3, ver figura 8)
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Análisis espacial por barrio – Figura 12
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Pasamos ahora a ver las herramientas visuales de MuSIASEM usadas en este caso de estudio:
Figura 7. Dendrograma: organización jerárquica de las categorías funcionales (n-1 a n-4), los elementos estructurales para el transporte (n-5) relativos a Barcelona (ente emergente en n). Fuente: artículo original
Figura 8. Horas trabajadas por los residentes, los trabajadores pendulares no redidentes (commuters en inglés) y los turistas – los componentes constituyentes – en relación a las unidades funcionales donde invierten su tiempo (casa, trabajo pagado, ocio-comercio-educación del inglés LCE, movilidad, otras actividades al aire libre y hoteles). Los datos son para el año 2012 Fuente: artículo original
Figura 9. Matriz simplificada de uso final donde se muestra el para qué (funciones que la ciudad expresa), quien (variables extensivas que son el fondo de actividades humanas en número de horas/año), cómo (variables intensivas que son los ratios energéticos de metabolización) y el qué/cuánto (variables extensivas que son el total metabolizado por cada vector por función). Los datos son para el año 2012. Fuente: artículo original
Figuras 11 y 12. Matriz de usos finales ampliada para los niveles n-1 y n-2 (arriba) y para el sector servicios del nivel n-3 (abajo) incluyendo el fondo tierra (variable extensiva), las densidades metabólicas (variables intensivas EMD), el valor añadido bruto (variable extensiva) y la productividad por hora trabajada y por área (variables intensivas EJP, EUSP. Los datos son para el año 2012. Fuente: artículo original
Figura 13. Correlaciones entre cuatro variables y las variables intensivas de metabolismo energético (ratios y densidades metabólicas) siendo los más significativo que cuantos más metros cuadrados hay disponibles por habitante más aumenta la energía consumida por hora (hasta un 500% más) y que a mayores ingresos mayor es el consumo energético por hora también (aunque parece que cuando se llega a niveles altos se tiende a frenar un poco) con diferencias también que pueden ser del 500%.
De lo expuesto anteriormente por medio de las tablas y los visuales y a modo de resumen para no abrumar al lector, al que le recomiendo leer el artículo original para ampliar su conocimiento, querría resaltar lo siguiente y basándome también en lo que comentó uno de los autores del artículo, Raúl Velasco comentó en un pasado programa de Ampliando el debate.
Las soluciones tecnológicas solo son posibles de analizar en relación a un complejo proceso-estructura-función específico, se necesita abrir la caja negra del metabolismo social para proponer soluciones pragmáticas:
“La calidad de soluciones tecnológicas específicas (rendimiento energético) solo pueden evaluarse enrelación con una función o tarea identificada (por ejemplo, movilidad privada, residencial,
movilidad pública, construcción). Cuanto más nos movemos el análisis.
del patrón metabólico a un nivel inferior de análisis, mejor se pueden identificar puntos de referencia que permitan comparar manzanas con manzanas y naranjas con naranjas "al estudiar el desempeño de diferentes ciudades".
Cada ciudad tiene un patrón metabólico distinto y no es posible hacer políticas basadas en valores agregados a nivel de ciudad. El caso de Barcelona muestra la importancia de tener en cuenta el turismo puesto que eso determina (y de hecho sesga al alza) el consumo energético en muchas estructura y funciones del patrón metabólico y por tanto comparar pongamos Barcelona con una ciudad China de 4 millones de habitantes con poco turismo no tiene sentido puesto que son tipologías de ciudades distintas.
“Las diferentes ciudades expresan diferentes funciones, de diferentes maneras, utilizando diferentes tipos de tecnologías y diferentes combinaciones de fuentes de energía primarias. Las políticas basadas en evaluaciones o comparaciones de niveles agregados de consumo de energía o emisiones se arriesgan a omitir esta diversidad ".
Las transformaciones energéticas en una ciudad son complejas y requieren un manejo cuidadoso en su representación para evitar narrativas triundfalista que externalizan impactos a otras sociedades o camuflan una pérdida en la calidad de vida en los ciudadanos:
“Los vectores energéticos tienen diferentes características cualitativas (electricidad vs combustibles) y esta diferencia debe tenerse en cuenta en la contabilidad. Además, un análisis integrado del patrón metabólico debe incluir otras dimensiones más allá de la energía: global y local, emisiones, reducción de costes económicos, requerimiento de mano de obra, efectos en la calidad de vida de los ciudadanos, etc. Sin considerar todas estas dimensiones, es fácil caer en una trampa de esquemas de monitoreo defectuosos, donde un colapso no planificado en la actividad económica puede interpretarse como un éxito de política medioambiental reduciendo las emisiones o donde los objetivos son conseguidos por medio de la externalización de las actividades intensivas en energía”
La matriz de usos finales es una potente y prometedora herramienta analítica que diferencia entre variables extensivas (sobre la que nos fijamos para ver si nuestro crecimiento es sostenible) e intensivas (sobre las que actuamos para reorganizar un sistema en ese caos creativo) para cambiar:
La representación del patrón de un sistema socioecológico es el resultado de un proceso ensayo y error no determinista en el que hay que ser críticos con los datos y los procesos de representación, que siempre se deben enmarcar dentro de un propósito con unos valores normativos pre-analíticos (y no como una imposición objetivista por lo que la filosofía es claramente postmoderna):
“En lo que se refiere al carácter impredicativo de la evaluación, la definición fe la estructura semántica de la contabilidad y del conjunto de reglas lógicas que identifican a los componentes funcionales y estructurales es necesariamente el resultado de un proceso de aprender haciendo”
Como resultado de esto y tal y como comentó uno de los autores del artículo en un pasado programa de Ampliando el Debate, una de las cuestioens que emergió como resultado de este aprender por ensayo y error es la necesidad de diferencias entre los habitantes de la ciudad de Barcelona, los trabajadores pendulares y los turistas, siendo estos últimos los que consumen una cantidad mayor de recursos y por tanto contribuyendo a hinchar unos números que hacen que el patrón metabólico no sea comparable al de otras ciudades menos turísticas y que por tanto haya que irse con mucho cuidado con los objetivos por el clima y de sostenibilidad que plantea de forma abstracta y sin tener en cuenta estos detalles la UE
En un sentido de democratización científica (ciencia postnormal) la elaboración de evaluaciones multi-criterio social son importantes para evaluar la calidad de la matriz de usos finales. Esto es exactamente lo que invalidaría comentarios sacando pecho como los que hico la alcaldesa de San Francisco en una pasada cumbre internacional sobre el clima cuando afirmaba que habían reducido el consumo energético desde los 90 de forma considerable y uno de los motivos por los que existen el proyecto MAGIC en el que se emmarcar la publicación de este caso de estudio centrado en Barcelona. Lo que probablemente ha ocurrido es que se ha externalizado parte de la industria pesada y se han creado puestos de trabajo de bajo consumo metabólico en el sector servicios (que ya hemos visto que tiene ratios y densidades metabólicas más bajas que los sectores pesados).
5. Conclusión: la necesidad de una estrategia pardójica de sostenibilidad normativamente abierta: remetabolización y regeneración.
Lo aquí expuesto encaja bien con la conceptualización de los seres vivos por parte de los sistemas complejos y por como autores como Maturana y Varela, Margulis y Ulanowicz (entre otros) han ido defendiendo. Esto se debería entender como un intento de trascender a la síntesis neodarwinista que opera especialmente reduciendo la selección al nivel de organismo o máximo poblaciones y que es fundamentalmente determinista (hacia niveles inferiores fundamentalmente genéticos) y reduccionista. También cuestiona el modelo teológico que requiere un planificador central omnisciente y omnipotente tal y como plantean ciertas religioens monoteístas o el mismo marxismo en términos materialistas. La incertidumbre en forma de indeterminación, la esponetaneadad y la creatividad son parte del proceso vital tal y como lo conocemos.
Hoy mismo volvía a revisar de nuevo una muy inspiradora charla de Carlos de Castro, defensor de la Hipótesis Ampliada de Gaia y firme anti-darwinista y defensor del colapso civilizatorio, en la que planteaba que la biosfera únicamente crece si aumenta el reciclado vía coordinación entre sus estructuras a reproducir vía procesos metabólicos en los que circula energía, materiales y energía. ¿Cómo es posible que la biosfera crezca únicamente dado que el reciclaje impone límites? El reciclaje o coordinación es equiparable a como un sistema cerca de los límites, a un ecosistema maduro por ejemplo se comporta, pero la biosfera está en contacto con una geosfera y unos gradientes energéticos externos sobre los cuales se puede expandir y lo hace. Esta es de hecho la base de la paradoja de Jevons cuando a partir de la mayor eficiencia a niveles inferiores (que incluye el reciclaje entre otros procesos) es posible que el sistema disipe más energía en términos absolutos y es a lo que se refiere Ulanowicz con el concepto de ascendencia que implica una tensión dinámica entre el crecimiento (que se asemeja al incremento de disipación energético que lleva a un crecimiento de la biomasa en términos absolutos, parecido al principio de poder máximo de Lotka u Odum) y el desarrollo (mayor coordinación que Ulanowicz mide como la capacidad de organizarse de una red metabólica a partir de la informacion media mutua entre varios elementos de una red metabólica de seres vivos. En una charla de 2015 disponible aquí Ulanowicz contabiliza esa tensión con su concepto de ascendencia como combinación de esa tensión entre crecimiento (o expansión auto-catalítica) y conservación (o auto-organización a partir de ciclos de retroalimentación de flujos materiales, informativos y energéticos) que opera a distintos niveles. Se afirma lo siguiente:
“Para que la auto catálisis progrese y crezca, necesita contingencia, necesita ruido, necesita el otro lado. Y a medida que se hace más eficiente disipa más y esto tiene un nombre la paradoja de jevons y es la idea de que por unidad de masa hay menos disipación, pero en el todo hay más. La idea es que al siguiente nivel estos dos son obligatorios. EL pensamiento oriental tiene un nombre, cooperación profunda y es la idea de que los antagónicos se necesitan el uno al otro (ying yang) y esto va un poco en contra de nuestro pensamiento occidental. Los que han nacido en oriente lo entienden perfectamente”
El problema fundamental desde este punto de vista es doble:
1) Hemos generado un estilo de vida derrochador que genera cosas tan esperpénticas como los atascos en grandes ciudades para realizar una función (moverse de A a B) que debería poder hacerse con una cantidad muy información de energía, materiales y burocracia ya hemos además creado funciones tóxicas y egocéntricas (el capricho de tener motos y coches ruidosos, que corran lo más rápido posible y puedan llegar a cualquier lugar). En este sentido se requiere remetabolizar el sistema que puede hacerse o bien colapsando a lo bestia o bien de forma más coordinada, caracterizando el sistema sin reducirlo a discursos maniqueos como los de la mayoría de nuestros activistas en España y en un contexto de ciencia postnormal (poniendo encima de la mesa de forma transparente las distintas perspectivas de agentes sociales) con modelos como MuSIASEM (por desarrollar y mejorar). Esto exige una caracterización adecuada (coordinación institucional, tecnológica) para luego poder tomar decisiones bajo incertidumbre y no libres de valores.
2) Todo esto lo hemos hecho con un crecimiento que ha parasitado a Gaia, de manera que, como apunta John D. Liu nuestro crecimiento no tiene función y que se remonta a catástrofes ecológicas previas a la modernidad como muestra el caso del altiplano Loess y que parece tener raíces cosmológicas, al menos en occidente, en metáforas como la del pecado original. Por tanto, necesitamos también un incremento de la biomasa, la materia orgánica y la biodiversidad a distintas escalas y niveles como propone la cooperativa de los Ecosystem Restoration Camps. Esto es lo que llamo la estrategia de regeneración (crecimiento autocatalítico) vía distintas estrategias de conservación (resalvajización, regeneración de suelos desérticos con permacultura, agricultura de la conservación, ganadería holística…).
Esta aproximación se acerca bastante a la de los ciclos adaptativos presentado de sistemas complejos holárquicos por Holling en 1986 y que distingue entre una fase de crecimiento que llega a un máximo de conservación y uno de renuncia y reorganización que acabó materializándose en el concepto de Panarquía (mezcla de Pan, diosa cuya personalidad invoca el cambio impredecible). Los niveles holárquicos superiores son más lentos de cambiar y conservan el sistema mientras niveles inferiores van probando de forma no determinista nuevas opciones a través de nuevos procesos que darán lugar a nuevas instituciones, tecnologías y valores.
Esta aproximación se acerca bastante a la de los ciclos adaptativos presentado de sistemas complejos holárquicos por Holling en 1986 y que distingue entre una fase de crecimiento que llega a un máximo de conservación y uno de renuncia y reorganización que acabó materializándose en el concepto de Panarquía (mezcla de Pan, diosa cuya personalidad invoca el cambio impredecible). Los niveles holárquicos superiores son más lentos de cambiar y conservan el sistema mientras niveles inferiores van probando de forma no determinista nuevas opciones a través de nuevos procesos que darán lugar a nuevas instituciones, tecnologías y valores.
Figura 14. Panarquía funcionando a dos niveles. Uno pequeño y que tiene capacidad para experimetnar a escalas pequeñas y uno más grande y lento que en momentos de transición como el actual está en lock-in y que por tanto no puede plantearse como si se tratará de una máquina "descomplejizarlo", "decrecer en un corto tiempo y dramáticamente" o "cambiarlo radicalmente en 10 años". Fuente: aquí
Es la combinación y el diálogo entre estas dos estrategias y a través de tener un mejor sistema institucional que permita reflexionar en un marco indeterminista, la que nos puede permitir avanzar y mutar como civlización dejando patrones auto-destructivos atrás y no a través de un determinismo metabólico sin base analítica ni epistemológica rigurosa y no autoritaria como se ha hecho desde revistas como por ejemplo 15-15-15 y como acaba de reconocer Santiago Muiño en un reciente artículo admitiendo perspectivas predictivas fallidas y falta de comprensión de los problemas (aunque resistiéndose a abandonar la idea anticapitalista y socialista por encima de una visión más pragmática como la de Liu o la de activistas más sistémicos como Juan del Río, a mi ver).
La fundación Ellen MacArthur habla de que existen:
“Dos modos amplios de circularidades. La regeneración de recursos (el ciclo biológico) y la restauración de materiales y productos (lado técnico). Idealmente, el consumo de recursos está limitado por biociclos que son totalmente regenerativos”
Esto acaba desembocando en tres estrategias: una de regeneración en la que ayudamos a que los sistemas biológicas crezcan y se desarrollen de forma natural a partir de una transición sociometabólico (por ejemplo vía agricultura regenerativa a la vez que consumismos y regeneramos), una de restauración en el lado técnico en el que se mantiene y repara, reutiliza, remanufactura y en última instancia recicla los fondos, de forma que se consigue un sistema sociomeabólico mucho más circular y en último lugar una estrategia de desmaterialización a niveles de estructura mejorando procesos a partir del rechazo (haciendo por ejemplo un producto superfluo como el de los coches de gran velocidad o los jets privados), repensado (intensificando el uso del producto con una economía colaborativa basada en el uso compartido y no la propiedad o a través del multifuncionalidad) y la reducción (generando fondos y productos finales usando menos recursos y materiales o diseñándolos para una intensidad inferior por unidad estructural, por ejemplo con edificios de consumo 0).
La distinción entre estos tres procesos estratégicos, el primero de crecimiento (aumento de la funcionalidad de los sistemas socioecológicos que permitan una mayor complejidad y disipación) y el segundo y tercero de desarrollo o coordinación (remetabolización vía reciclado y desmaterialización) no deberían separarse y la diferenciación conceptual se ha hecho para poder cuestionar a los decrecentistas o colapsistas deterministas que no parten de una visión integrada y sistémica de los sistemas sociometbólicos. Así pues no se trataría, idealmente, de diseñar únicamente edificios de consumo energético bajo o 0, o de hacer tranvías autónomos electrificados con renovables sino de que estas estructuras también pudieran cumplir con una función ecológica pro-biosfera (con un diseño que por ejemplo a la vez contenga elementos orgánicos en los tejados para mejorar el ciclo hidrológico o de zonas en dichos elementos de movilidad en las que por ejemplo se transporten semillas o se emitan sonidos que en vez de causar un impacto ambiental realicen una función positiva).
Es entre este diálogo a partir del cual todos podemos salir ganando ante estos problemas malditos (wicked problems) como se conocen en Ciencia de la Sostenibilidad manifestados a múltiples escalas espacio-termporales, con grandes incertidumbres, un gran número de agentes interactuando y que requieren respuestas urgentes. Y para ello necesitamos tanto a expertos como a ciudadanos de a pie que bajo procesos participativos puedan visionar escenarios de lo que es factible, viable y deseable.
Información adicional: una extensión y explicación más detallada de MuSIASEM y sus implicaciones epistemológicas se encuentra en el curso gratuito MOOC aquí que empieza de nuveo en Mayo y en el que me basaré para ampliar la herramienta MuSIASEM y mostrar otras posibles aplicaciones.