Queridos lectores, hoy les ofrecemos un artículo de Francisco Ortega Martínez, un reformador (tiene hoy en día más caché la palabra emprendedor) social, que nos habla de las monedas sociales y complementarias, y en concreto de la que ha creado él, de extraordinario interés, por su énfasis en las valoraciones morales, un aspecto que no tenemos en cuenta a la hora de nuestras decisiones económicas, aunque más nos valdría hacerlo para mejorar nuestra sociedad, y esto es lo que nos permite potenciar esta herramienta, según nos cuenta su creador.
Desde Autonomía y Bienvivir hemos apoyado las monedas sociales y complementarias, como instrumento para potenciar la economía y la autonomía local, pero Francisco nos invita a explorar nuevas potencialidades que van más allá de esto. Escuchémosle:
Sus formatos son biodiversos. Cartones,
papeles, apuntes en una libreta, números en tus pantallas desde un
navegador o desde una aplicación propia. [ Social Coin
¡incorpora una semilla! ] Asombra de cuántas maneras podríamos
pagar algo sin monedas oficiales estatales. Con favores, con tiempo,
con vales. Hay vida más allá del euro, dólar y yuan. En las
tarjetas de puntos de compañías aéreas o cupones de tiendas, en
los cajeros automáticos de bitcóins, la cito aunque no es
propiamente social. De toda esta biodiversidad, algunas
desaparecerán, se venderán como rarezas en la Plaza Mayor. Otras
cundirán. No todas pueden adjetivarse como sociales porque
parecen egoístas y anónimas; muchas son electrónicas, otras son
apuntes de libreta, piezas de cartón o plástico; algunas gozan de
apoyos institucionales, o no. Hay cosas que no son cabalmente monedas
sino vehículos de crédito mutuo. Las hay para sociedades no pobres,
como el Wir suizo. Otras en sociedades no ricas, como ciertas
experiencias de Indonesia, Brasil o Argentina. O bien son proyectos o
bien ya se usan. Aquí van buenos enlaces para aprender más:
Una hora, documental
trabajado y completo.
August Corrons, Monedas
complementarias en pro de la
sostenibilidad y el desarrollo.
Miguel Yasuyuki Hirota: Monedas
sociales y complementarias.
La perplejidad de Positive Money.
Cuidado con las palabras abstractas y
no siempre concisas al explicarnos, con los false friends o
las clamorosas omisiones. Pasa que la cantidad total de dinero del
que se habla en en planeta Tierra, dinero comprometido, apuntado en
deudas, en contratos o cuentas de ahorro es mucho mayor que la
cantidad de monedas y billetes muy reales que hay en el planeta. Y
las dos juntas, aún mayores que la cantidad de oro en sótanos,
aquellos que aún parecían respaldarlos hace cincuenta años. ¿Cómo
es posible esto? La mayoría del dinero es inventado de la nada
cuando un banco te financia un crédito. Tecleado, sin más, en una
pantalla, en un papel. Con su esperanza estadística de que nunca
vaciaremos todos a la vez sus cajas fuertes trabajan con cantidades
que realmente no existen. Como en la sobreventa de asientos para
avión, overbooking; o el juego infantil de las sillas que se
rodean bailando mientras no se interrumpa la música; que siempre son
menos que bailarines. En el fondo se trata de un asunto de altitud,
pirámides de clase. Nosotros, aquí arriba, públicos o privados,
podemos emitiros dinero. Vosotras ahí abajo, no.
La iniciativa de Dinero Positivo
consiste en que la creación de dinero no esté en manos privadas,
ajenas al estado y a la gente, ciudadanía o pueblo. Y en esto las
monedas sociales o complementarias coinciden, porque parece
intolerable no saber de cuánto hablamos si hablamos del dinero,
sangre del cuerpo social.
Kapital Truth
¿Como será el dinero en una colonia
espacial, para unos cientos de personas? Hay recursos que se
entropizan, se disiparán ahí, como la energía o la luz. Otros
circulares, no hay más remedio que reciclarlos depurando, como el
agua o el aire. ¿Podríamos hacer un dinero cuyo valor no se
entropizara, una economía donde los precios no se inflaran? Cantidad
de dinero siempre estable.
Kapital Truth es una moneda social
electrónica educativa que premia las buenas valoraciones mutuas
entre quienes la usan. Sirve para poblaciones que conviven cercanas.
Kptl nos impone el rasgo severo de no admitir el anonimato.
Valoramos con los mismos nombres con que nos tratamos en el mundo
real, porque sirve a personas cercanas. Sirve para las habituales
funciones del dinero: pago, cobro, ahorro, liquidación inmediata o
reserva de valor futuro.
Las monedas no se crean al contestar
preguntas sobre buenos valores y comportamientos ajenos. Están
previamente en un depósito o tesoro común, en cantidad redonda y
ostensible. A medida que las usuarias sentencian van saliendo monedas
del tesoro común hacia personas. Cada medianoche, una vez cada 24
horas, el motor de reparto da las monedas merecidas a cada quien por
tales valoraciones mutuas. Y ya pueden pagarse sus bienes y servicios
cotidianos.
Si alguien pierde valoración ajena al
cabo de unos días, también pierde monedas que vuelven al tesoro. Y
al revés, si las valoraciones mutuas son tan espléndidas que no
hubiera ya en el tesoro común merecidas piezas, entonces el motor de
reparto retira una moneda a todo usuario para seguir repartiendo y
reconociendo todo mérito. Y la cantidad total sigue estanca, ninguna
moneda se pierde.
Tienes tres formas de probarlo. Si
sabes configurar servidores, bájatelo gratis y lo instalas en uno
tuyo. Si no sabes pero quieres administrarlo y proponerlo a un grupo
humano, pídenos un alojamiento en nuestro sitio web al formulario de
contacto. Y luego un simulador por si quieres descubrir el mecanismo
y la panorámica de su motor de reparto.
Os animo a que redactéis en
el simulador buenos valores y
comportamientos que os gustarían para vuestro pequeño barrio,
centro… Tormenta de ideas. Empiezas con la suspicacia de lo
políticamente correcto, temiendo una frase demasiado inquisitoria,
gazmoña. Kptl pide un estilo legislativo algo así como el de
las buenas prácticas. Pero una vez que coges carrerilla te
pueden salir decenas de ellos, referidos a los actos sociales de la
mañana, de la noche, relativos a la energía, a los semovientes, a
los residuos, a la estética de lo propio, a las conversaciones sobre
lo mutuo compartido ―no juzga ítems privados, ni de salón, ni de
aseo ni de alcoba. Sentencias comunes, sociales.―
Con la no muy social BTC posees una
cadena, un código ―en cierto modo un archivo, como un jpg, o un
pdf― que es tu divisa minada. En Kptl, al estilo de otras
monedas sociales como las de Cyclos, conoces un dato, un número en
tu pantalla: porcentaje de la riqueza total común que ayer ganaste
por la confianza mutua de quienes te conocen. Puedes pagar de ese
número a esas mismas personas.
En la página de Kapital Truth
va completa toda la información, el contacto y el
programa para servidores, y un simulador
para jugar y comprender. El simulador permite mirar todos los datos
propios y ajenos y el detallado proceso del reparto; a diferencia de
la aplicación real que es discreta en su motor de reparto. Kptl
no necesita una app propia ―se consulta sobre cualquier
navegador desde cualquier dispositivo― pero sí precisa un servidor
central para ser instalado, en lenguaje php.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
NO SE ADMITEN COMENTARIOS ANÓNIMOS