“Lo que importa es la caja
de herramientas mentales con las que, por las que, y a través de las que
experimentamos e interpretamos el mundo.” E. F. Schumacher
“El
universo es turbulento, caótico, dinámico… se reorganiza y evoluciona; crea
diversidad, no uniformidad. Esto es lo que hace a nuestro mundo interesante, lo
que lo hace bello, lo que permite que siga su marcha.”
Donella Meadows
“Ver
diferente es vivir diferentemente, y vivir diferentemente es la clave para
evitar esta crisis medioambiental.” Leslie Davenport
Continuando
el anterior artículo “Dos mujeres extraordinarias con dos herramientas necesarias para la regeneración y el bienvivir”, daremos paso a otra mujer extraordinaria, la economista
Kate Raworth, promotora de la economía rosquilla o economía del “doughnut”. (Parece ser que la palabra “donut” tan
utilizada para designar ese bollo redondo con agujero es una marca registrada
en España, no así en inglés, por ello, se ha traducido el libro como economía
rosquilla.)
Este
libro llega a su versión española diez meses después de su arranque triunfal en
el mundo anglosajón y es, sin lugar a duda, uno de esos libros del bienvivir para 2018. Aún diría algo más, lo incluiría directamente en
un selecto grupo de libros del bienvivir de este siglo XXI, o bien, como alguno
de los elogios que he oído y con los cuales me identifico totalmente:
“Este
es realmente el libro que todos hemos estado esperando. Kate Raworth nos
proporciona el antídoto a la economía neoliberal con su visión radical y ambiciosa
de una economía al servicio de la vida. Dado el estado actual del mundo,
necesitamos la Economía Rosquilla ahora más que nunca.” L. Hunter Lovins
Al
igual que comenté en el anterior artículo sobre el libro de Naomi Klein, es imposible hacer que la parte sea
el todo, es decir, mi análisis y reflexiones no harían justicia a la amena
experiencia de leer completamente el libro. Como decía André Maurois, “La
lectura de un buen libro es un diálogo incesante en el que el libro habla y el
alma contesta.”, de este modo, al leer el libro, este nos hablará y se manifestará diferentemente en cada uno
de nosotros, pero lo que sí será
igual para todos es que no nos
dejará indiferente ante esa nueva brújula que nos muestra.
Fuente: Raworth, K. (2018) Economía rosquilla: 7 maneras de pensar la economía del siglo XXI, Ediciones Paidós
¿Cómo podremos volver a echar
nuestra mirada hacia atrás después de haber contemplado ese espléndido paisaje?
Por
ello, mi sugerencia es leerlo completamente para no perder esos matices, esa narrativa
y esas metáforas de la vida que tan hábilmente nos comunica la autora. Sin embargo,
tal como hice con el anterior libro de Klein, propondré un marco a través del
cual se pueda saborear pequeños mordiscos de esa economía rosquilla. Ese marco
será el del pensamiento sistémico, porque además de ser economista, Kate es una
excelente y magnífica pensadora sistémica. Haciendo explícito ese encuadre propongo añadir didácticamente una herramienta mental más para que podamos experimentar e interpretar el
mundo de una manera más consciente.
Como nos decían Linda Elder y Richard Paul:
“La
calidad de nuestra vida y lo que producimos, hacemos o construimos, depende
precisamente de nuestro pensamiento. El pensamiento de calidad pobre es
costoso, en dinero y en calidad de vida.”
Esa
nueva consciencia de observar el mundo de otra forma, en sistemas, y tal como
corrobora la psicóloga Leslie Davenport, nos
permitirá ver el mundo de otra manera y así poder vivir diferentemente ante
esta dependencia mental que arrastramos de viejos esquemas culturales que nos
están creando grandes problemas personales, sociales y medioambientales.
En
el mundo del pensamiento sistémico conviven diferentes modelos, unos más fáciles de explicar que
otros, pero quizás el punto en común al que llegan esas diferentes perspectivas
sea la definición de sistema, en palabras de Raworth:
"¿Qué es un sistema? Sencillamente un conjunto de cosas que están interconectadas de tal forma que producen pautas de comportamiento claramente diferenciadas, ya sean las células de un organismo, los participantes en una manifestación, los pájaros de una bandada, los miembros de una familia o los bancos en una red financiera. Y son las relaciones entre las distintas partes individuales - configuradas por sus existencias y flujos, sus realimentaciones y sus demoras - las que dan lugar a dichas pautas de comportamiento."
Conceptos
de sistemas como realimentación, demoras, diagramas de nivel-flujo, palanca
de cambio… están muy bien detallados y explicados con ejemplos a lo largo del
libro por lo que he optado por enmarcar este artículo en un modelo
cognitivo más simplificado que ha surgido recientemente y que dada su simplicidad se empieza a enseñar en escuelas a edades muy tempranas. Se trata del método DSRP, acrónimo de Distinción, Sistema, Relación y Perspectiva. Su promotor, Derek Cabrera, teórico de sistemas y científico cognitivo, ya observaba que su propio hijo, cuando era un bebé, desarrollaba los cuatro
bloques de los que se compone esa metodología. Si todos nosotros, más o menos, aplicamos su metodología implícitamente,
hagamos explícito y visual ese método cognitivo para dar más luz a esos
sistemas en los cuales estamos envueltos y así poder separar didácticamente la
triada instinto-sentimiento-cognición que envuelve todas nuestras experiencias,
interpretaciones y decisiones en esta vida.
Antes
de dar paso a la aplicación explícita de la herramienta DSRP degustemos una pequeña porción de esa rosquilla a través de parte del contexto
y la historia que hay detrás de ella. Es decir, entremos en la cocina y veamos los
utensilios y recetas que ha manejado la autora para crear este modelo.
INTRODUCCIÓN A LA ECONOMÍA ROSQUILLA
“La
herramienta más potente en economía no es el dinero, ni siquiera el algebra. Es
un lápiz. Porque con un lápiz puedes redibujar el mundo”
Con
esa cita que se enmarca visualmente con el dibujo que trasmite la portada del
libro, la autora tiene el propósito de mostrarnos,
tanto por escrito como gráficamente, 7
formas distintas (puede haber más), y mentalmente
transformadoras, de ser economista en el siglo XXI. Pero, cualquiera se
podría plantear ¿Por qué la economía tiene tantas implicaciones? Como dice Raworth:
“La economía constituye la lengua materna de las políticas públicas, el lenguaje de la vida pública y la mentalidad que configura la sociedad.”
Muy
a nuestro pesar, estamos inmersos en ella, como los peces están sumergidos en
el agua. Sin embargo, los peces no intervienen explícitamente en la creación de
ese agua que los rodea. Ese agua está siempre allí. Nosotros, los humanos, si participamos en la creación
de ese “agua”, ese paradigma económico
donde nadamos o nos vemos inmersos.
Al contrario de lo que decía Margaret Thatcher, “No hay alternativa” o también la tesis de Francis Fukuyama de que la historia había llegado a su fin, la autora se revela. Existen alternativas y además nos cuenta que la historia no ha llegado a su fin. Nosotros podemos crear nuestro paradigma alternativo y la historia
no ha hecho nada más que comenzar. Todo esto nos lo ilustra a lo largo de todo el libro con decenas de pequeños relatos y gráficos que reflejan la vida en contraste con el dinero. De esta manera nos va acercando hacia esa Economía
Rosquilla: desde los Comunes
hasta la Economía Circular, desde la
Economía del Bien Común hasta la Biomímesis, desde los movimientos de Código Abierto hasta la Alianza Global por la Justicia Fiscal... y así numerosos ejemplos alternativos que
nos indican que la historia continua y está muy viva.
Kate
Raworth y Yuang Yang, una estudiante de economía que cofundó el movimiento “Rethinking Economics” (Red
internacional de estudiantes, académicos y profesionales para construir una
mejor economía en la sociedad y en las clase), se vieron frustradas cuando
estudiaban sus respectivas carreras de economía. Los contenidos y los planes
de estudio que se imparten en Economía no daban respuesta a sus preocupaciones
más humanas. En este final de siglo XX y principios del XXI sólo se enseña un tipo de economía en la
casi totalidad de las universidades del mundo. Todas parten de un mismo patrón y de ello también se encarga la autora en el libro, de volver a recorrer la historia
de la economía y desvelarnos tanto los caminos que se tomaron como los que se
obviaron. Ese patrón que ha llegado hasta nuestros días, por una parte, nos ha creado un mayor progreso en bienestar humano al poder
vivir más años y un poco más cómodos. Sin embargo, esa parte de la historia
no se lleva también con la parte de la
historia que inquietaba a Kate Raworth y a Yuang Yang, la historia de los
perdedores. Aquella que nos está llevando
cada año a una mayor desigualdad, la que está creando inmigraciones por hambre,
pobreza y guerras y se recibe con xenofobia, aporofobia y racismo. Y como
guinda del pastel, los daños
medioambientales que son tan vitales para nuestro futuro. No sólo se trata
del cambio climático que suele ser la bandera de los problemas ecológicos, sino
también de la pérdida de biodiversidad, la extracción masiva del agua dulce, la
contaminación atmosférica y química que nos mata, la degradación de las tierras
cultivables o la acidificación de los océanos…
Como
decía Naomi Klein ya no basta con decir
NO, además de ir contra esas
políticas de shock que tanto malvivir nos ocasionan y cuyas tendencias no
indican que vayan a revertirse de la noche a la mañana, hay que decir SI, por ese mundo que queremos. Y aquí aparece el
papel de Kate Raworth (su libro, está repleto de metáforas escénicas) para desplazar esas ideas viejas que nos tienen
atrapados e inspirarnos con esta nueva historia económica que nos describe
tan acertadamente con su narrativa y con apropiadas imágenes y videos.
Este
libro ha sido “fermentado” durante muchos años y la economía rosquilla se ha
visto fortificada por numerosas voces y perspectivas que Raworth ha sabido
magistralmente recoger a lo largo de bastantes años reuniéndose con diferentes
grupos: delegados de la ONU, hombres de negocio, estudiantes, políticos,
economistas, amas de casa del tercer mundo, etc.
Finalmente,
tenemos en estos tiempos de principio del siglo XXI, la economía rosquilla real con todas sus transgresiones.
Fuente: Raworth, K. (2018) Economía rosquilla: 7 maneras de pensar la economía del siglo XXI, Ediciones Paidós
Si
en la primera imagen que teníamos más arriba se mostraba la economía rosquilla que estamos buscando,
donde la humanidad vive en un espacio seguro y justo, acotado por dos límites,
en este otro gráfico tenemos a la economía rosquilla transgrediéndolos, unas veces por exceso y otras por deficiencia. Esos límites son, por una parte, el techo con sus
nueve límites planetarios propuestos por un grupo de científicos liderados
por Johan Rockström y Will Steffen. Por la otra parte, nos encontramos con la base de su suelo donde se recogen las
doce dimensiones que se derivan de las prioridades sociales especificadas
por la ONU en los objetivos del desarrollo sostenible de 2015.
Apoyándose
en la cita de Gandhi “Sé el cambio que
quieres ver en el mundo”, Raworth añade que también debemos dibujar el cambio
que queremos ver en el mundo si queremos llegar a un nuevo pensamiento en
economía. El pensamiento sistémico nos
puede ayudar a combinar el poder de los marcos verbales con los poderosos
marcos visuales y así tener, por lo menos, la oportunidad de escribir y
redibujar una nueva historia. A continuación, probemos partes de esa
rosquilla a través de la herramienta DSRP para dejar luego paso a unas imágenes
en video (subtitulado en español) que Kate Raworth nos deja en su página web donde
podemos inspirarnos para comenzar una nueva historia económica en el
siglo XXI:
DSRP: HERRAMIENTA COGNITIVA PARA UN BUEN PENSADOR SISTÉMICO.
La
propuesta educativa de Derek Cabrera y Laura Cabrera es que los estudiantes
empiecen a considerar distinciones,
sistemas, relaciones y perspectivas (DSRP) como una herramienta imprescindible
en el colegio. Esta metodología les ayudará a mejorar en estas seis específicas habilidades mentales: pensamiento crítico, pensamiento creativo,
pensamiento sistémico, pensamiento interdisciplinar, pensamiento científico e
inteligencia emocional hacia un comportamiento prosocial. De esta manera afirman, los estudiantes “no serán consumidores de informaciones
sino constructores de conocimiento”.
Veamos
didácticamente esta herramienta con esos cuatro bloques en acción a través del
texto de Kate Raworth, la economía rosquilla…
Distinción
Los
pensadores sistémicos... “Hacen distinciones (identidad-otro) entre
cosas e ideas. Cómo dibujamos o definimos los límites de una idea o un sistema
de ideas es un aspecto esencial de la comprensión. Cada vez que dibujamos un
límite para definir una cosa, ese mismo límite define lo que no es la cosa (el
"otro"). Los pensadores sistémicos usan conscientemente las
distinciones para desafiar las normas, etiquetas y definiciones existentes y
para identificar sesgos en la forma en que se estructura la información.”
Después
de la crisis de 2008 y ya avanzado 2011 con los movimientos como Ocuppy Wall
Street en las calles, el cambio climático, las desigualdades se necesitaban
visiones más inspiradoras. Entonces, los políticos se pronunciaron o, más bien diría yo, nos ofrecieron una
neo-lengua orwelliana. La autora se sentía como cuando entraba a comprar un bocadillo en una
charcutería de Manhattan y hubiera una gran oferta de gustos con el que
rellenarlo. Y nos deja esta perla irónica:
““¿Qué clase de crecimiento le gustaría hoy?” Angela Merkel sugería un “crecimiento sostenido”. David Cameron proponía un “crecimiento duradero a largo plazo”. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, apoyaba un “crecimiento inteligente, sostenible, inclusivo y resiliente”. El Banco Mundial prometía un “crecimiento ecológico inclusivo”. ¿Tienen más sabores para elegir? Por supuesto. Quizá prefiera un crecimiento equitativo, bueno, más verde, bajo en carbono, responsable o fuerte. Usted elige; siempre y cuando – claro está – elija el crecimiento.”
Sistema
Los
pensadores sistémicos… "Organizan cosas e ideas en sistemas (parte
/ todo) para dar sentido. Los pensadores sistémicos saben que cambiar la forma
en que se organizan las ideas cambia el significado en sí mismo. El acto de
pensar se define al dividir las cosas o agruparlas. Los pensadores de sistemas
constantemente consideran el contexto preguntando "¿de qué es esto
parte?" para ver cómo encaja la cosa en conjuntos más grandes de lo que es
la norma.”
Existe
un capítulo entero dedicado a sistemas, de allí podemos sacar estas perlas
sistémicas. Por ejemplo, la anécdota de Newton y las acciones de la Compañía
de los Mares del Sur. Estas empezaron a subir debido a falsos rumores sobre su
éxito empresarial. Él ya tenía acciones de antes, así que las vendió obteniendo buenos
beneficios. Sin embargo, la cotización continuó subiendo y quizás embriagado
por el entusiasmo y emoción de la gente…
“Volvió a comprarlas a un precio muy superior en junio, solo dos meses antes de que la burbuja finalmente alcanzara su cota máxima y reventara. Como resultado, Newton perdió los ahorros de toda su vida. “Puedo calcular el movimiento de las estrellas, pero no la locura de los hombres”, declaró en una célebre frase inmediatamente después de que estallara la burbuja. Al maestro de la mecánica le había confundido la complejidad. Como Newton, todos pagamos un alto precio cuando no somos capaces de entender los sistemas dinámicos de los que depende nuestra vida y nuestro sustento”
En
otra parte, cita a esa gran pensadora sistémica, Donella Meadows, que nos dejó por enfermedad a los
59 años antes de que hubiésemos podido aprender un poco más de la sabiduría que atesoraba.
“El futuro no puede predecirse – escribió Donella Medows-, pero puede concebirse y alumbrarse tiernamente. Los sistemas no pueden controlarse, pero pueden diseñarse y rediseñarse [...] Podemos escuchar lo que nos dice un sistema, y descubrir cómo sus propiedades y nuestros valores pueden trabajar conjuntamente para generar algo mucho mejor de lo que jamás puede producir nuestra voluntad por sí sola.””
Relación
“Las
relaciones se expresan en todos los tipos: causal, correlación, directa /
indirecta, etc. Los pensadores sistémicos usan relaciones para mostrar
interacciones dinámicas entre cosas e ideas, incluyendo ciclos de
retroalimentación para mostrar relaciones recíprocas.”
En
un momento del texto, nos habla de lo peligroso que es a veces poner precios a
las cosas porque eso implica unas causas o unas consecuencias en el largo plazo. En ese caso, a nuestras relaciones morales construidas sólidamente durante muchos años…
“… la teoría del siglo XX ha llevado a los economistas a sobrestimar la eficacia del precio como palanca, y a subestimar en cambio el papel de los valores, la reciprocidad, las redes y la heurística. De manera crucial, la teoría pasa por alto el hecho de que algunas cosas pueden peligrar cuando se les asigna un precio. Esto es especialmente cierto en el caso de las relaciones que tradicionalmente hemos gestionado a través de nuestra moral. Veamos por qué. Fijar un precio es como prender un fósforo: enciende un intenso interés, pero esa chispa inflama a la vez poder y temor.”
Perspectiva
Los
pensadores sistémicos…” Miran las ideas desde diferentes
perspectivas (punto de vista) y entienden que cada vez que hacemos una
distinción (incluyendo la identificación de relaciones y sistemas), siempre lo
hacemos desde una perspectiva particular. Los pensadores de sistemas usan
perspectivas para repensar distinciones, relaciones y / o sistemas. Se mueven
más allá de las perspectivas humanas o animales (es decir, "perspectivas
con ojos") al tomar una perspectiva conceptual (es decir, ver un fenómeno
desde la perspectiva de una idea o cosa)”
En
una parte del texto, Kate nos habla de las diferencias de poner un nombre u
otro. Las relaciones o las imágenes que nos crean son diferentes. Por ejemplo,
llamar “capital natural” o “servicios de los ecosistemas” puede ser un arma de
doble filo. Aquí nos muestra el interesante punto de
vista de un jefe de una nación iroquesa…
“Cuando invitaron al jefe Oren Lyons, de la nación iroquesa onondaga, a dar una conferencia a los alumnos de la Facultad de Recursos Naturales de la Universidad de Berkeley, subrayó ese mismo riesgo. “A lo que ustedes llaman recursos, nosotros los llamamos nuestros parientes – explicó -. Si pudieran pensar en términos de relaciones, los tratarían mejor, ¿verdad? […] Recuperen la relación, porque ese es el fundamento de su supervivencia.””
En
otro de los puntos nos cuenta la frustración de Janine Benyus, una de las
expertas en biomímesis, cuando trabajaba con personas que estaban atrapadas en
la mentalidad y los parámetros del diseño económico degenerativo…
“Mientras colaboraba con una importante promotora inmobiliaria en los diseños para renovar la periferia de una gran ciudad, ella propuso construir edificios cuyas vivientes paredes biomiméticas secuestraran dióxido de carbono, liberaran oxígeno y filtraran el aire circundante. ¿Cuál fue la primera respuesta del promotor? “Pero ¿por qué tengo yo que proporcionar aire limpio al resto de la ciudad? Este es un problema poco sorprendente, indicativo de la casi ubicua mentalidad empresarial que ha surgido del diseño del capitalismo contemporáneo”
DSRP en conjunto
La
metodología y herramienta DSRP la hacemos todos más bien inconscientemente que
conscientemente, es algo con lo que partimos de nacimiento. Además, la hacemos
combinando más de uno de los elementos a la vez, lo que da una gran cantidad de
variables y combinaciones. Sin embargo, si utilizamos los 4 elementos conjuntamente
y conscientemente es lo que dará a esta herramienta mental su máxima sinergia para
obtener una imagen más completa, exacta, profunda y clara de la realidad. Raworth, en este libro nos hace la (D) distinción sobre lo que ha sido un economista
hasta hoy día con lo que puede o debe ser un economista en el siglo XXI, los cuales miran a ese (S) sistema que formamos las personas y el planeta de forma conjunta. Además, toma en cuenta la (R) relación causal que conlleva comportarse de una u otra manera trayéndonos unas u otras consecuencias. Con mucha claridad y profundidad nos
muestra que la (P) perspectiva de ese
economista del siglo XXI con esa brújula, que es la economía rosquilla, es el
punto de vista adecuado con el que nos
debemos conducir hacia el futuro.
Un
ejemplo muy paradigmático por las consecuencias que tuvo posteriormente se describe
perfectamente en el libro. En él se podrían ver los cuatro bloques DSRP en conjunción. Allí la autora nos cuenta la historia
del Monopoly. Parece ser que la creadora del juego, Elizabeth Magic, allá por
1903 inventó un juego llamado “El juego del propietario” con dos conjuntos (D) distintos de reglas. Con el primer tipo de reglas llamadas “prosperidad”,
la primera (P) perspectiva era que el juego terminaba cuando el jugador que había
comenzado con menos dinero, lo duplicaba. Era un juego en el que todos ganaban.
Por otra parte, la segunda (P) perspectiva de reglas, modelo
“monopolista”, consistía en, más o menos, las reglas actuales donde la partida
acababa con un único ganador y todos los demás en bancarrota. Raworth cita:
“El objetivo del doble conjunto de reglas – explicaba Magie – era que los jugadores experimentaran “una demostración práctica del actual sistema de apropiación de tierras con todos sus resultados y consecuencias habituales” y de ese modo entendieran cómo las diferentes formas de enfocar la propiedad y los bienes raíces podían conducir a resultados sociales infinitamente distintos. “Podría haberse llamado muy bien “El juego de la vida” – señalaba Magie –, ya que contiene todos los elementos del éxito y el fracaso en el mundo real:””
El
problema vino después cuando en la década de los 30 del siglo XX la compañía de
juegos Parker Brothers compró la patente del juego. En el lanzamiento del nuevo
juego, esta vez con el nombre de
Monopoly, sólo se conservaron las reglas del modelo “monopolista” en el que uno
ganaba sobre todos los demás. Como vemos con este ejemplo, el (S) sistema creado por Magie era completo y en él se podían ver las (D) distintas (R) relaciones que se
daban al tomar uno u otra (P)
perspectiva en la partida. Parker Brothers rompió el sistema por lo tanto ya no había ninguna distinción, ni ninguna perspectiva
alternativa, más que el ganar el juego derrotando a los demás. De esta manera, sólo quedaba una única relación que era de causa-efecto tipo balancín, es decir, ganar o perder. La pregunta que quedará en el aire es: ¿qué hubiese
pasado si el juego hubiera seguido con el sistema de reglas dual?
7 MANERAS DE PENSAR LA ECONOMÍA DEL SIGLO XXI
Estas
son las 7 maneras de pensar la economía de forma transformadora que Kate
Raworth nos deja con estos videos animados en youtube. Están publicados y
comentados en inglés pero tiene subtítulos en español (Sólo hay que ir al símbolo
de configuración de youtube y activar los subtítulos al idioma deseado de los 20 o más disponibles)
1)
Cambiar de objetivo
Del
PIB a la Rosquilla.
2)
Ver el panorama general
Del
mercado autosuficiente a la economía incardinada. (Cuenta una nueva historia.
De la economía neoliberal a una historia adecuada para nuestros tiempos).
3)
Cultivar la naturaleza humana
Del
hombre económico racional a los humanos sociables aceptables.
4)
Aprender a dominar los sistemas
Del
equilibrio mecánico a la complejidad dinámica.
5)
Diseñar para distribuir
De
“el crecimiento lo elevará todo” a la distribución por diseño.
6)
Crear para regenerar
De
“el crecimiento lo limpiará todo” a la regeneración por diseño.
7)
Ser agnóstico con respecto al
crecimiento
De
ser adicto al crecimiento a mostrarse agnóstico con respecto a él. (Este vídeo se filmará próximamente, mientras tanto esta foto hace honor a esta nueva forma de pensar la economía)
ÉTICA Y EDUCACIÓN PARA REGENERAR Y BIENVIVIR
Desde estas páginas hemos hablado y seguimos hablando sobre el cambio, tan necesario para revertir todas esas transgresiones tanto
sociales como medioambientales que entre todos nosotros estamos creando. Pero
también tenemos creatividad para responder a esos desafíos. De hecho, esta ha comenzado a
ser inspirada por esa disciplina relativamente nueva, la biomímesis. Este se basa en
comprender que no necesariamente tenemos que volver a reinventar la rueda, sino
que podemos observar las mejores
prácticas y modelos que ha utilizado la naturaleza a lo largo de siglos para
ayudarnos a obtener nuevas perspectivas sobre la forma de resolver los problema
humanos.
De la misma manera y con cierta humildad, ¿por qué no observar la sabiduría de algunos pueblos indígenas a través
de las lecciones que nos trasmiten? Por un lado, sus culturas hacen mucho
hincapié en valores de la vida, valores universales e intrínsecos. Por otro lado, ellos ya conocían y practicaban
sabiamente el pensamiento sistémico, aunque quizás no tuvieran alguna palabra
para designarlo porque estaba ya incluido en su cultura, sus mitos y sus
leyendas.
Recordando leyendas, existe una, con posible origen en India, que
se ha ido trasmitiendo a lo largo del tiempo por diversos pueblos hasta
llegar a nuestros días y que debería ser referencia educativa en todos los
colegios. Se trata de la parábola de los ciegos y el elefante ampliamente
mencionada en el artículo “Cómo los elefantes pueden darnos una lección educativa del bienvivir”. En esa
leyenda, una serie de personas ciegas (o en la oscuridad) empiezan a tocar el
cuerpo de un elefante para comprender como es. Cada una de ellas va tocando una
parte diferente, pero sólo una parte, como puede ser la pata, la trompa, la oreja, la cola... Luego empiezan a comparar sus observaciones dándose cuenta de
que no coinciden en nada. Según algunos
relatos el problema se resuelve, pero con muchos conflictos y cierta violencia
por los egos de esos ciegos para hacer prevalecer su opinión. En otros, a veces
no se logra. Quizás el uso de la metodología
DSRP hubiera sido una buena herramienta para resolver ese conflicto. En
primer lugar, la D de Distinción nos
indicaría que siempre hay otro u otros.
La P de Perspectiva nos haría ponernos en su lugar para entender su
posición. La S de Sistema nos haría
vernos a todos como un todo y finalmente
la R de relación uniría esos puntos tan distantes al
principio pero que en realidad estaban
conectados.
Kate Raworth con su libro Economía Rosquilla, en mi opinión, ha
utilizado implícitamente esas tres metáforas de elefantes que mencionaba en ese artículo:
- Los ciegos y el elefante
- No pienses en un elefante
- Tenemos un elefante en la habitación
Primeramente, la construcción de su economía rosquilla se basa en
tomar la perspectiva de las diferentes economías, voces, opiniones que ha ido
recogiendo a lo largo de los años. Sin embargo, sigue sin estar acabado, sigue recogiendo nuevas perspectivas
para relacionarlas con todo el sistema porque ese elefante de la “economía rosquilla” necesita más detalles para
verlo en su plenitud. Este enlace da lugar a una página donde muy
recientemente ha empezado un foro de debate sobre la economía rosquilla. Se puede debatir en inglés, español,
francés, italiano, alemán, portugués, holandés. Todas las voces son útiles para
seguir construyendo y manteniendo esa visión.
En segundo lugar, Kate es, como yo, una entusiasta de las ideas
del lingüista George Lakoff con sus metáforas de la vida, marcos, etc. La idea del libro de Lakoff, “No pienses en un elefante (Conoce tus
valores y enmarca el debate)” las ha utilizado Kate acertadamente en este
libro. ¿Quién en su sano juicio viendo esa imagen tan
bella de un planeta donde la humanidad vive en un espacio justo y seguro puede
olvidarse de ella?
En tercer lugar, Kate nos ha
enseñado el elefante que tenemos en la habitación, aquel de la imagen con todas las trasgresiones que estamos
haciendo a la sociedad y al Planeta. Es necesario regenerar el sistema y
ella didácticamente nos ha enseñado que SÍ, efectivamente hay un elefante en la
habitación por si no lo habíamos visto, o bien, a aquellos que sabían que estaba
allí y trataban de negarlo, les ha desmontado todos sus artificios.
Tomando este último punto, hace un mes me hacía eco con este
hilo de Twitter que todos los países teníamos un elefante en la habitación, es
decir, una verdad evidente que es ignorada o pasa inadvertida.
#Medioambiente #Bienestar. Todos los países tienen un elefante en la habitación, es decir, una verdad evidente que es ignorada o que pasa inadvertida. El de #España es este https://t.co/mAcmRkaQj6 pic.twitter.com/9nEfhf0dbG— BienestarResponsable (@BienestarRespon) 13 February 2018
El de España como el de Estados Unidos eran realmente grandísimos. Estábamos
matando moscas a cañonazos. En
concreto en España nos pasábamos los 7 límites biofísicos (algunos
multiplicados por más de 6, de lo que correspondería equitativamente) con los
que se habían propuesto en esa investigación por países. Por el otro lado sólo
obteníamos 7 buenos indicadores sociales, uno aprobado por los pelos y 3
suspensos de esos 11 indicadores que estaba comprobando la Universidad de
Leeds. Si tienen curiosidad por ver los indicadores de su país o de cualquier
otro país, aquí está el enlace al proyecto: “Buena Vida dentro de los límites
planetarios”.
Hemos indicado en estos dos artículos la importancia del pensamiento crítico y del pensamiento sistémico en la
educación tanto formal como informal. Con respecto a este último, aparte de
cualquier metodología sobre pensamiento sistémico que se pueda empezar a dar en
los colegios, es también importante hacer hincapié en las características que
hacen a una persona un mejor pensador sistémico para poder desarrollarlas en
los colegios.
En cuanto a esos posibles rasgos individuales o características
que hacen que una persona sea más propensa a desarrollar ese tipo de pensamiento,
las investigadoras Heidi Davidz, Deborah Nightingale y Donna Rhodes en esta investigación nos dan algunas claves y elementos.
Así los problemas sistémicos de nivel más alto que “tienen”
complejidad, ambigüedad, complicaciones y una cantidad vertiginosa de
información requieren tolerancia hacia
la ambigüedad, habilidad para hallar las preguntas adecuadas, habilidad para
navegar sobre la complejidad y habilidad analítica.
Para intentar reunir más información y entender el sistema, es
necesario una buena comunicación y
habilidades interpersonales que nos hacen llegar a dialogar con más
personas.
Por último, ser curiosos y
ser abiertos nos motiva para aprender más sobre el contexto del sistema. Y
es aquí donde yo pondría esa palanca sistémica de la educación. Los niños nacen
más o menos curiosos y tanto los padres como profesores deberíamos intentar
dejar lo más abierta posible, ya que más pronto que tarde, con ella accedemos a
las otras habilidades que nos desarrollan como mejores pensadores sistémicos.
Para esa curiosidad que llevamos dentro desde la infancia, quizás más abierta o
quizás algo cerrada, dejo a continuación en esa “caja de herramientas”, que encabezaba
la cita de E. F. Schumacher de este artículo. Algunos de esos recursos nos podrían permitir experimentar e interpretar este mundo
(ambiental, social, “económico” o personal) de forma más sistémica. Redondeo
así con E.F. Schumacher (un economista del siglo XXI que vivió en el siglo XX) y la tiza circular de la economía rosquilla que nos
propone Kate en este 2018, y que a mí ya me propuso en nuestra primera visita a
las “cocinas internas” del Schumacher College de Devon, allá por octubre de
2013. Kate era la conferenciante que acudía por primera vez a este excelente
centro educativo para mostrarnos esta rosquilla y nos pedía nuevos ingredientes
para hacerla aún más saludable. Yo también entraba por primera vez adentro,
aunque ya lo había visto por fuera, y acudía como oyente curioso o interesado o,
más bien, como antropólogo de este nuevo paradigma del bienvivir que necesita más economistas audaces, mentalmente
transformados, para que podamos realmente prosperar en este siglo XXI. Además, a estos nuevos economistas hay que premiarlos, quizás, el Nobel de Economía sea un premio para economistas con mentalidad del siglo XX (siempre hay alguna excepción, como la politóloga Elinor Ostrom que lo ganó en 2009 siendo la única mujer que lo ha ganado). Sin embargo, existen otros premios que si encajan en esta nueva mentalidad económica, son los Right Livelihood Award (Premio al Sustento Bien Ganado). El objetivo de estos premios es homenajear y apoyar aquellas personas que "trabajan en la búsqueda y aplicación de soluciones para los cambios más urgentes que necesita el mundo actual". Kate Raworth encaja perfectamente en este perfil como "rosquilla al dedo".
Herramientas y recursos descargables para nuevos pensadores sistémicos.
Libro descargable. Introducción al pensamiento sistémico de Juan Carlos Osorio
Gómez
Libro descargable. El pensador
Sistémico. Volumen I. Artículos 1995-2005 de José Monzo Marco
Infográfico descargable. Three things systems thinker do (DSRP) (En inglés)
Excelente
corto documental de 12 minutos mostrando el Sistema DSRP. A Little
Film about a Big Idea (Systems Thinking)
(En inglés)
Página Web y trailer del documental Re:thinking (DSRP)
Página Web y trailer del documental Re:thinking (DSRP)
Un articulo que despierta tantas inquietudes... Un mar de perspectivas positivas, surgen.
ResponderEliminarLos videos resultan tan creativos e ilustrativos, dejando cada vez una explcación y una nueva inquietud.
ResponderEliminarTraía a colación nuevas reflexiones, vinculadas a un término que quiero calar: juguetear. Veo esto como asumir la actitud lúdica: el juego como expresión de libertad, como canal para que aflore la expresión del ser. Jugueteaba con algunas expresiones del texto. lo intento de nuevo, de un modo tan agradable como las metáforas de las cuales se echa mano. Un modo de contactar con la diversidad, entrar en la incertidumbre de lo caótico y dinámico, que se reorganiza y evoluciona. ver en el juego una matriz generadora. Pero más que en el juego, en la actitud lúdica. Dejar que el alma conteste. El juego, para que el pensamiento se enriquezca, a través de múltiples miradas, en el acercamiento a la mirada del otro. Juego, para vivir la interconexión. Juego, lleno de flujos. Juguetear, más aún... La tríada instinto-sentimiento-cognición. ¿hay dudas de como se funde en el juego? Con intensidad. Lo esperable es que devenga en desarrollo personal y social. Desarrollo humano. ¿Cómo es que si nos plantamos desde el juguetear, podríamos concebir que la historia ha llegado a su fin? Juegos que nos permitan encontrar nuevos marcos visuales y verbales, construidos e forma colaborativa, dejando su parte al azar, complementado con ciertas reglas a seguir por los participantes. Nuevas historias. Narrativas emergentes. Ventanas. Desde el juego de lo posible. me venen a la mente juegos llamados en el pasado: despropósitos, gozados por los bohemios de la década del 20 del pasado siglo.
ResponderEliminarJuegos, si, para el entretenimiento y el aprendizaje, también para el desarrollo pleno humano, para el contacto con lo esencial propio y del otro. Para la relación que se potencia desde esta perspectiva, dejando atrás las formalidades.
Juego, divina escuela de aprendizajes sociales, para la valoración del otro y fortalecimiento de la identidad. Una distinción que se fortalece. Juego, para el desarrollo del pensamiento sistémico posible, avances en la digresión de las normas para un devenir de nuevas concertaciones. la regla se cambia si el grupo lo consiente. Un salto cuántico del autoritarismo a la democracia. Juego, para potenciar las relaciones recíprocas. ¿Es posible apuntalar el jugar y el juguetear al servicio de la vida? Mientras, el negocio, negando el ocio. ¿Tendrá alguna relación la insaciabilidad con la falta de juego en edades tempranas?. ¿Está el juego naturalmente orientado a la empatía, la colaboración y la ayuda mutua? ¿Derivamos en el juguetear, el emerger de algún diseño distributivo que reorganice nuestras intenciones necesidades y recursos? ¿Y qué de las posibilidades de la reutilización de materiales en el propósito de la recreación, como en la construcción de juguetes?
La biomímesis es biocéntrica ¿Podemos concebir una educación biocéntrica a partir del jugar? Los valores de la vida, universales e intrínsecos,¿podemos develarlos en la cultura lúdica? Hay juegos que nos conectan con el desarrollo de destrezas para la distinción, toma de perspectivas, visión de sistema y relaciones. Se me ocurre ahora: ¿Qué traigo aquí? donde los participantes ´adivinan´ un objeto a partir de preguntas diversas que cada uno va haciendo sobre las características de éste. Lo mismo en el juego de El Personaje. Una manera de conectar con la parábola de los ciegos y el elefante.
¿Cuánto de educación informal no hay en el jugar?, acto societario de gran riqueza. Algunos rasgos que desarrolla el juego, como educación informal, en las personas:curiosidad, apertura, habilidades interpersonales; puntos de partida para muchos otros logros.
Muchas gracias Ignacio por sus comentarios y reflexiones. Por lo que veo de su perfil y de la organización que creo ALEPH, el juego es central en su (S) sistema. Poco puedo decir al respecto porque esa experiencia haciendo, que es como se aprende, usted la conoce perfectamente. Ha debido tener muchas lecciones de vida a través del juego y de las experiencias jugando. Lo único que puedo aportar a su comentario es a nivel cognitivo, de pensador sistémico y podría utilizar esa metodología DSRP.
EliminarTanto Max-Neef como Mallmann, de los que ya hemos hablado en este blog, partieron de nueve “necesidades universales” (subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación…) que crean un (S) Sistema. Entre ellas están Recreación (por parte de Mallmann) y Ocio (por parte de Max Neef) que encajan con su principal P (perspectiva), el juego, para el desarrollo humano. Si todas forman parte de ese sistema, esos 9 subsistemas o D (distinciones) están (R) relacionados. Lo importante es que esas relaciones creen satisfactores sinérgicos y no que la satisfacción de una necesidad implique la insatisfacción de otra u otras. “Vivir”, “Convivir”, “Desarrollarse” y ser cada vez más “Conscientes” pueden ser esos cuatro objetivos vitales y potenciales a los que se dirigen la satisfacción de esas 9 necesidades.
http://autonomiaybienvivir.blogspot.com.es/2017/10/ciencia-con-conciencia-40-anos-de-una.html
http://autonomiaybienvivir.blogspot.com.es/2014/10/bienvivir-una-dinamica-entre.html
Hola, gracias por este artículo. Muchos así hacen falta.
ResponderEliminarSi bien, creo que el repetir una y mil veces lo mismo no soluciona el problema. A la gente que no despierta y vive sumisa arrastrada a sus cadenas (y arrastrándonos a los demás) hay que despertarles con otras técnicas. Esto apenas les dice nada; es más, dudo que lo entiendan y lleguen ni a la mitad de la lectura. Y lo peor de todo... es que esa gente sumisa arrastrada a sus cadenas, son mayoría, y lucharían por defender sus cadenas, nosotros seríamos sus enemigos. Si no utilizamos otros recursos la historia continuará de la misma manera con unos pocos explotadores y una gran mayoría explotada hasta la extenuación y la muerte.
Saludos!
Muchas gracias a ti por leernos.
EliminarComo adultos que leemos estos artículos, más o menos ya estamos pre-condicionados por nuestras ideas. Si coinciden las aprobamos, sino las descartamos. Quizás como decía Carlos Mallman en este artículo
http://autonomiaybienvivir.blogspot.com.es/2017/10/ciencia-con-conciencia-40-anos-de-una.html
“La clave principal está en enfocarse en los niños ya que son las personas nuevas y no aculturadas de cada generación y por el hecho psicológico de que los rasgos del carácter adquiridos durante la juventud son más difíciles y penosos de cambiar posteriormente.”
En estos dos artículos he intentado poner el foco en dos herramientas: pensamiento crítico y pensamiento sistémico como claves para la educación. Lo ideal es que algún profesor recogiera el testigo para tomar esos materiales u otros con respecto a esas herramientas y utilizarlas en las escuelas. En cuanto a los adultos, a veces ya no es tanto convencer a alguien sino intentar que los convencidos no se desanimen. Aunque creo que cuando las cosas se ponen más difíciles la gente empieza a despertar (véase los jubilados) y paradójicamente también podría darse que los que ya están despiertos, abandonen porque ya no vean una posible solución. Como puedes apreciar la tolerancia a la incertidumbre y la paradoja están entro los atributos o valores de los pensadores sistémicos. El futuro es incierto pero mejor que nos pille algo preparados.
Muchas gracias por dar a conocer la economia rosquilla. Por lo que parece deducirse es un recopilatorio sistematizado de teorias y propuestas que comparten los mismos paradigmas o al menos se complementan. Respecto al pensamiento sistémico veo muchas similitudes con el pensamiento complejo que ya bien expuso Morin y también lo conectó con la enseñanza
ResponderEliminarhttps://www.gestiopolis.com/pensamiento-complejo-edgar-morin-saberes-necesarios-educacion-futuro/
Excelente trabajo, este tipo de herramientas sistemicas y de abordaje integral de lo social, ambiental, político y económico es la ue necesitamos con urgencia para transformar este abrumado mundo
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