“El siglo XXI será
espiritual o no será” (André Malraux)
“Sin la realización
espiritual no hay felicidad. La pobreza espiritual es la mayor pobreza, mayor
que cualquier pobreza física.”
(Satish Kumar)
(Satish Kumar)
Decía
Malraux que el siglo XXI sería espiritual o no será. Yo además diría que será
el del bienvivir, el del buen vivir, el del bienestar
responsable, el de la felicidad o no será. Esta última palabra, – felicidad –,
mucho más usada que las anteriores, ha sido ampliamente utilizada desde
muchas perspectivas. La podemos encontrar en la Constitución de Estados Unidos, en la historia de la filosofía, en
el cine, en la publicidad y en todos los géneros de la literatura desde cuentos
infantiles hasta poesía. Sin embargo, estas palabras más abstractas no se pueden
definir por sí solas, necesitan un contexto social. En el contexto actual,
caracterizado por un incremento del individualismo a nivel global, la felicidad
tiende a ese bienestar subjetivo que es propio de las experiencias que tiene
cada uno. Tiene un sentido más egocéntrico. Si por el contrario, está inscrita
en una sociedad que se preocupa de los otros, – no podemos ser felices si hay infelicidad alrededor – tiende hacia
un sentido de responsabilidad. Además,
independientemente del tipo de sociedad, bien más individual o bien más
colectiva, si esa sociedad para conseguir su trozo de felicidad destruye el
medio ambiente donde vive podríamos decir que su felicidad será efímera. Al
contrario, si lo conserva, lo cuida, se integra en él, su felicidad podría ser
más duradera. En este último caso tenemos como ejemplo la sociedad de los Zoé, en
el Amazonas, que algunos investigadores consideran el pueblo de la felicidad. Es una gran lección de humildad contemplar cómo han
creado ese tipo de sociedad. Aunque la complejidad de la sociedad global es mayor
y a veces no es comparable, siempre es interesante tener un espíritu abierto
para aprender de ellos y adaptar a nuestras circunstancias todo lo que fuese
necesario. La antropología, la sociología, la psicología, la filosofía... deberían liderar esas
ciencias humanísticas que están siendo acotadas por la tecnocracia.
Es
en este contexto individual y materialista de nuestra sociedad global donde la
cita de Malraux tiene cabida. Una sociedad donde cada uno se preocupa
exclusivamente de su parcela de felicidad, podría asemejarse a la Tragedia de
los Comunes. En ella el ecologista Garrett Hardin exponía que dada una
situación donde varios individuos actuaban independientemente pero
racionalmente, si sólo se motivaban por su propio interés, acababan destruyendo
un recurso compartido y limitado. Todo ello a pesar de que a ninguno de ellos, tanto individualmente o
como sociedad, les convenía que sucediera. La pregunta que trasciende esta
metáfora podría ser ¿Es en realidad la
felicidad una parcela individual o un terreno comunal?
Esa
y otras preguntas son las que he tratado de contestar a través de una serie de seis
artículos publicados en el blog de la asociación “Autonomía y Bienvivir”
entre julio y noviembre de 2014. Conmemorando ese día de la Felicidad, 20 de
Marzo de 2015, he agrupado esos seis artículos en un ensayo titulado:
Para
aquellos que quieran conocer aquella y otras respuestas, les invito a leer esos
artículos con un sentido crítico. Personalmente no he encontrado una respuesta
fija sino que encuentra que las respuestas son dinámicas y complejas. En cierto
sentido, el “Bienvivir” podría
consistir en tener la sabiduría para ser conscientes y dinámicos entre nuestra
propia felicidad, la de los demás y la del Planeta Tierra.
Foto: “SinTítulo” por Alba Soler licencia bajo BY CCNC-ND 2.0
Foto: “SinTítulo” por Alba Soler licencia bajo BY CCNC-ND 2.0
Esta
estructura entre el individuo, la sociedad y el Medio Ambiente es el eje
principal en el que creo que se sustenta la felicidad y el “Bienvivir”.
Comparto con Satish Kumar su eje tríadico, Tierra, Alma, Sociedad, que nos enseña con su exquisita sencillez que cuidar el entorno natural
(tierra), mantener el bienestar personal (alma) y defender los valores humanos
(sociedad), son los imperativos morales de nuestro tiempo.
Con
otros antecedentes, Otto Scharmer, del Presencing Institute nos muestra otra
perspectiva que mantiene esa misma estructura, la de las tres grandes divisiones que nos amenazan globalmente:
La división ecológica: estamos utilizando un 50% más de recursos de los que el planeta puede
regenerar.
La división social:
la gran desigualdad entre los más ricos y los más pobres. Oxfam pronostica que
en el 2016, ese 1% de la población podría tener ya lo mismo que el 99%
restante.
La división espiritual-cultural: Mientras que la división ecológica es la desconexión de
uno con la Naturaleza y la división social es la desconexión de uno con el
otro, esta desconexión espiritual hace referencia a la disociación de uno
consigo mismo. Y se ve claramente en nuestra sociedad en el aumento del stress,
el agotamiento en el trabajo, las depresiones, el malestar general que nos hace
sumergirnos en diversas adicciones para intentar ocultarlo.
Para
Otto esos síntomas que nos afectan y dividen a esa estructura podrían
integrarse por medio de lo que él llama puntos de acupuntura. En concreto, en el anterior enlace se puede encontrar una
explicación detallada de esos ocho puntos para lograr una transformación de
nuestra sociedad. Mi propuesta pasa también por ciertos puntos o nodos. Particularmente son diez los puntos que interconectan la estructura Personal, Social y
Medio Ambiental. Aunque todos ellos están conectados entre sí lo que le da un
sentido de conexión holístico, ciertos nodos se focalizan más
específicamente en una de las tres partes de esa estructura. Así los nodos “Salud” y “Desarrollo Personal” se
enfocan en el lado personal, los nodos “Familia”, “Comunidad”, “Economía” y
“Trabajo” en la parte social y los nodos “Alimentación” y “Medio Ambiente” en
la parte medioambiental. Es gracias a diferentes organizaciones o proyectos, a
veces en nodos muy concretos y otras actuando en varios nodos, como el paradigma
del “Bienvivir” va emergiendo. Por
citar algunos de esos cientos de proyectos y organizaciones que van
transformando el actual paradigma que crea esas divisiones se podría mencionar
los pueblos de transición la Economía del Bien Común, el movimiento Slow Food,
la sociocracia,
la educación alternativa, el enfoque en virtudes y fortalezas etc.
Foto: “Nature” “Sin Título” por sunligh cardigan licencia bajo BY CC 2.0
Foto: “Nature” “Sin Título” por sunligh cardigan licencia bajo BY CC 2.0
Con
la propuesta de la ONU de establecer un día como día Internacional de la
Felicidad se está dando un pequeño paso de sensibilización hacia ese cambio de
valores y de paradigma. No es la panacea pero es un pequeño paso al que deben
seguir otros. Los grandes cambios llevan su tiempo, como mínimo de una o dos
generaciones. Uno quisiera pasar con un simple paso de un paradigma a otro pero
la realidad tiene sus límites. Sin embargo, el movimiento ya se ha lanzado y
debemos ser todos nosotros apoyando los distintos proyectos que están
emergiendo para un cambio de paradigma los que
le demos una velocidad más rápida. De este modo lo que un día empezó
como el día de Felicidad pueda llegar a convertirse en el siglo del “Bienvivir”.
Hola Bienestar Responsable
ResponderEliminarMe ha gustado especialmente la idea de felicidad o bienvivir como un "terreno comunal". Esperemos que pueda darnos pistas útiles la experiencia del tradicional “gobierno de los comunes”, que sí ha sabido gestionar bien este tipo de bienes a diferencia de lo sugerido por Hardin, más propio de la ”tragedia del mercado”).
Me ha recordado esta definición de Magdalena León para el concepto de buen vivir: "una construcción constante de equilibrios para mantener la vida."
Saludos
Gracias Ecora por los enlaces
ResponderEliminarEs difícil definir un concepto porque si quieres ser muy preciso de alguna forma lo encierras, sin embargo si en la misma definición se alude al cambio, al dinamismo a la construcción o re-construcción dejas puertas abiertas para su evolución.
Dejando conceptos mentales, este video trasmite de alguna forma más emocional lo que podría ser esa felicidad comunal. En lugar que la cuchara tenga comida, se podría extrapolar que llevase “felicidad”
https://www.youtube.com/watch?v=qhU5JEd-XRo