“Gran parte de la vida moderna se basa en
una lógica falsa, una lógica que supone que la felicidad y el bienestar
provienen de la prosperidad financiera. Por lo tanto, la mayoría de los
políticos, y la mayoría de nuestros medios de comunicación, parecen asumir que
el objetivo principal del gobierno es garantizar que la economía avance para
siempre. Es casi como si los padres fundadores estadounidenses hubieran
declarado que nuestros derechos inalienables eran la Vida, la Libertad y la
búsqueda del Crecimiento Económico. Hay dos razones principales por las que
esta suposición es incorrecta. Primero, una vez que se satisfacen las
necesidades materiales básicas, hay muy poca evidencia de que la búsqueda de la
prosperidad financiera genere mucha más felicidad adicional para los individuos
o las naciones. En segundo lugar, al perseguir el crecimiento económico,
estamos creando todo un conjunto de problemas sociales y ambientales que
socavarán la felicidad y el bienestar potenciales de las generaciones futuras.”
Nick
Marks (uno de los creadores de los “Five ways to wellbeing” y del “Índice del
Planeta Feliz)
En el
año 2008, NEF (New Economics Foundation), Fundación para la
Nueva Economía, desarrolló a petición del gobierno británico una investigación
sobre posibles acciones para mejorar el bienestar personal. De esa larga lista
de posibles ejercicios personales, con bastantes evidencias de buen
funcionamiento, eligieron cinco para simplificar y para que llegara con mejor
difusión a la población británica. Estos eran conecta, mantente activo, presta
atención, sigue aprendiendo y da. De manera parecida al dicho de tomar al menos
cinco frutas o verduras al día para mantener sano nuestro cuerpo, esas cinco
maneras ejercidas diariamente podrían ser adecuadas para mantener o potenciar
nuestro bienestar emocional, social, mental e incluso, diría yo, espiritual. Se
cumplen ahora 10 años de aquella propuesta que todavía se utiliza,
principalmente por el NHS (servició de salud público británico) en difusión de
campañas y programas para mejorar el bienestar de los ciudadanos. Como bien nos
dice la OMS (Organización Mundial de la Salud) con su definición de salud:
“Un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.”
la
salud es un proceso integral y no solamente físico. En esta sociedad del siglo
XXI, estamos alargando la vida de nuestros cuerpos, pero la calidad emocional,
social, mental e incluso espiritual de nuestro ser parece ser que está
descendiendo. Todo esto, lo estamos observando a través de las numerosas
crisis, tanto personales como sociales y medioambientales que vivimos en estos
días.
Los
finales de año suelen ser épocas de balances, no sólo empresariales, sino
personales. Además, con la entrada de un nuevo año, los propósitos personales
que nos solemos plantear, normalmente, se olvidan nada más llegar el mes de
febrero.
La propuesta
principal de este artículo es mostrarnos esos cinco caminos para mantener o
incrementar nuestro bienestar, así como tener a mano, nunca mejor dicho, una
manera mnemotécnica para que no se nos olvide fácilmente estas cinco formas. Para
esto último, utilizaré los cinco dedos de la mano, una propuesta que me
recuerda a uno de los libros que ocupó mi cabecera en los años 90. Se trataba
de “The hand-book for the positive revolution” (La revolución positiva: 5 principios básicos)
de Edward de Bono.
Conecta… (Somos interdependientes)
Conecta…
Con las personas que te rodean. Con la familia,
amigos, compañeros de trabajo y vecinos. En casa, en el trabajo, en la escuela
o en tu comunidad. Piensa en ellos como pilares de tu vida e invierte tiempo en
su desarrollo. Construir y reforzar estas conexiones te ayudará y enriquecerá
cada día.
El
dedo gordo o pulgar será nuestro recordatorio para conectar. Además de
utilizarlo en autostop, haciendo contacto visual con los automovilistas, el
dedo pulgar es el dedo poderoso. Su etimología viene del latín pollicaris, que a
su vez deriva del verbo polleo, “ser poderoso”, “poder”,
“ser eficaz”, ya que es el dedo más fuerte y además permite la eficacia de la
mano para agarrar cualquier cosa.
Y
conectar es quizás el modo más eficaz de la felicidad. Según bastantes estudios, las relaciones sanas y
la buena salud son factores de felicidad más importantes que el dinero. Desde
que nacemos, en los que somos dependientes hasta que morimos, muchas veces en
dependencia con otras personas, la vida de cualquier persona se da en
interdependencia. La familia, la comunidad, el trabajo, que realizamos y que
otros realizan para nosotros, y la economía son esos nodos principales del bienvivir donde se
da una gran interdependencia, un dar y tomar. El gran escritor Herman Melville nos lo decía
muy claramente:
“No podemos vivir de forma aislada. Un millón de fibras nos conectan con las demás personas, y entre esas fibras, como canales, nuestras acciones se convierten en causalidades y vuelven a nosotros como efectos.”
Y Jose
de Luna, uno de los actores de la exitosa película “Campeones”, nos lo mostraba
prácticamente en una entrevista:
“Conocer a gente es lo que más ilusión me hace. Gracias a la película mi vida ahora es más rica.”
Finalmente,
para que esa conexión sea más sana y eficaz requiere principalmente de la
presencia, del cara a cara, donde oír, sentir y ver todos los matices de una
comunicación nos haga realmente contactar y empatizar con la otra persona. Pongámonos
en marcha…
Mantente activo… (Somos nuestro cuerpo)
Mantente activo…
Sal a caminar o correr. Anda en bicicleta.
Juega. Sal al campo. Baila. El ejercicio te hace sentir bien. Lo más importante
es descubrir esa actividad física que te guste y se adapte a tu nivel de movilidad
y forma física.
El
dedo índice será el recordatorio para mantenernos activos. Ese dedo nos indica dirección,
hay que moverse y no estarse quieto. El sedentarismo de los tiempos modernos no
le sienta bien a nuestro cuerpo que viene preparado para la acción, la
actividad, la movilidad desde aquellos tiempos prehistóricos.
Las
evidencias sobre las virtudes de hacer ejercicio y cómo el cerebro libera
hormonas, que mayormente nos benefician, son muchas. Así, entre esas ventajas, beneficios y contribución constructiva a nuestro bienestar se pueden encontrar:
- - Mejorar la salud mental. Nos hace sentirnos mejor y puede ser una herramienta contra la depresión.
- - Los ejercicios aeróbicos aumentan el volumen cerebral. Mejora la memoria y aumenta las funciones ejecutivas que son el conjunto de las capacidades cognitivas necesarias para controlar y autorregular la propia conducta.
- - Los ejercicios de fuerza tienen efectos positivos en la memoria y en las funciones ejecutivas.
- - La actividad física reduce el riesgo de demencia.
- - La actividad física fomenta la plasticidad cerebral. Sobre todo, el ejercicio aeróbico es importante para la memoria y el aprendizaje
- - El ejercicio ayuda a mantener el stress a raya.
El
gran lingüista, Wilhelm von Humboldt ya nos adelantaba hace más de 200 años
otro de los modos de bienestar que veremos y que estaba muy unido al de
mantenerse activo:
“El verdadero disfrute proviene de la actividad de la mente y el ejercicio del cuerpo; los dos están siempre unidos.”
Su
hermano menor, el naturalista Alendandre von Humboldt, lo puso en práctica caminando y viajando por
el mundo aprendiendo de las conexiones sistémicas de la Naturaleza. Su
natural entusiasmo inspiró a Goethe, Thoreau, Darwin, John Muir a prestar más atención…
Presta
atención… (Somos eco-dependientes)
Presta Atención…
Sé curioso. Aprecia la belleza. Observa lo
inusual. Nota las estaciones cambiantes. Saborea el momento, ya sea caminando
hacia el trabajo, comiendo o hablando con los amigos. Ten en cuenta el mundo
que te rodea y lo que sientes. Reflexionar sobre tus experiencias te ayudará a
apreciar lo que es importante para ti.
El
dedo medio o dedo corazón, que es el más largo, nos recordará quizá lo más
importante que tenemos, la vida. Así como el corazón parece ser el órgano
interno más importante de nuestro cuerpo y que simboliza esa vida, el medio
ambiente, lo que nos rodea, el Planeta, es la parte más importante de nuestro exterior.
Somos seres eco-dependientes, la calidad de la energía que nos llega proviene
de una alimentación sana y ésta depende de los servicios naturales que nos
ofrece el Planeta. Es por eso por lo que la vida que nos ofrece el planeta
merece nuestro respeto y prestar atención a todo nuestro alrededor nos lo
recuerda.
Otra
de las facetas de este modo es su estado presencial, de permanecer presente,
como la manera principal que tenemos para enfocarnos. El mindfulness nos
devuelve al aquí y al ahora, dejando todo ese ruido del pasado y la ansiedad del
futuro atrás. Las prisas y la velocidad de esta sociedad dando la idea de tiempo igual a dinero, olvidan esa otra faceta de tiempo igual a vida. El movimiento Slow (Lento) también se hace eco de esta forma de bienestar, es
decir, tomar el control del tiempo y no que la inercia, la velocidad tan rápida
nos lleven por la vida.
Si,
por un lado, el filósofo Alan Watts nos decía:
“No pueden hacer planes válidos para el futuro aquellos que no tienen la capacidad de vivir el ahora. Me he dado cuenta de que el pasado y el futuro son las verdaderas ilusiones y existen en el presente, que es todo lo que realmente hay.”
por
otro lado, el también filósofo, Albert Camus comentaba para aquellos preocupados por el
futuro:
“La generosidad real hacia el futuro radica en darlo todo al presente.”
Estas
son grandes lecciones para seguir aprendiendo…
Sigue
aprendiendo… (Somos nuestra mente)
Sigue Aprendiendo…
Intenta algo nuevo. Redescubre una vieja
afición. Inscríbete en ese curso. Asume una responsabilidad diferente en el
trabajo. Arregla una bicicleta. Aprende a tocar un instrumento o cómo cocinar
tu comida favorita. Establece un desafío con el que disfrutes conseguirlo.
Aprender cosas nuevas te hará sentirte más seguro además de ser
divertido.
El
dedo anular, donde normalmente se pone el anillo, será el utilizado para
recordarnos nuestro compromiso en nuestro desarrollo humano para seguir
aprendiendo. Salvo situaciones de salud adversas, estamos aprendiendo
hasta el último día de nuestras vidas. Algo que no se puede decir de nuestro
cuerpo que incluso después de parar su crecimiento en la juventud, mengua en la
vejez. Con un símil parecido, la economía, tanto personal como de los países,
debería ser así, como bien nos indicaba Nick Marks en la cita introductoria. Una
vez alcanzado un cierto nivel no debería crecer más físicamente, en cantidad,
ya que los límites del planeta lo impedirán, sin embargo, si se puede crecer en
calidad más indefinidamente, siempre que está no conlleve tanto gasto físico y
material. Quizás, esta idea queda más claro con las palabras paradójicas de un niño de 11
años que se divierte y educa jugando en su clase a ese extraordinario juego educativo, “Menos es Max”:
“Es chulo y te enseña que con menos cosas mejores se hacen más cosas que con más cosas y peores.”
La
plasticidad del cerebro nos permite ese crecimiento interior y de aprendizaje hasta
el fin de nuestros días. Además, si lo complementamos sinérgicamente con la
segunda de las maneras, mantenerse activo, se da una simbiosis perfecta.
El
gran músico de blues, B. B. King nos recordaba una gran verdad sobre el
aprendizaje:
“Lo maravilloso de aprender algo, es que nadie puede arrebatárnoslo.”
Eso es
algo que está con nosotros y nos hace tan únicos y especiales que un consiguiente
paso sería ofrecer sus frutos a los demás…
Da… (Somos seres emocionales y sociales)
Da…
Haz algo agradable por un amigo o un desconocido. Da gracias a alguien. Sonríe. Ofrece tu tiempo. Únete a un grupo de tu comunidad. Mira hacia afuera, como adentro. Ver tu felicidad unida a una gran comunidad puede ser increíblemente enriquecedor y crea conexiones con las personas que te rodean.
Haz algo agradable por un amigo o un desconocido. Da gracias a alguien. Sonríe. Ofrece tu tiempo. Únete a un grupo de tu comunidad. Mira hacia afuera, como adentro. Ver tu felicidad unida a una gran comunidad puede ser increíblemente enriquecedor y crea conexiones con las personas que te rodean.
Por
último, el dedo meñique o dedo auricular, nuestro dedo más pequeño, servirá
para recordarnos la importancia de dar, por muy pequeño que sea. Ese segundo
nombre auricular, le viene por ser el dedo más indicado para hurgarse en los
oídos. Y de una manera similar, también podría ser recordatorio de taparnos los
oídos a nuestro ego que se ve llevado por la corriente de un sistema que porta
el mensaje, “la avaricia es buena”. Sin embargo la contribución, la colaboración, la solidaridad, la cooperación donde se da una conexión entre
varios, tal como se indicaba con nuestro primer elemento, es lo más poderoso, lo más
eficaz para nuestro bienestar.
La
generosidad y la gratitud están entre esas virtudes que se dan en todas las
culturas. Por eso, su opuesto que la codicia o la avaricia, han sido penalizadas y
narradas como algo desastroso para la comunidad. En todas las culturas, a través de mitos, historias o ese famoso “Cuento de Navidad” de
Dickens, tan clásico en esta época, la avaricia ha sido condenada. La redención y transformación de Mr Scrooge
llega cuando se da cuenta que la generosidad y la amabilidad son los mejores
útiles para vivir emocional y socialmente en sociedad.
Esto en palabras de Goethe resuena así:
"La bondad es la cadena de oro que enlaza a la sociedad"
Ese círculo nos devuelve al principio, que todos hemos experimentado cuando estábamos dentro del cuerpo de nuestra madre, la conexión...
Una
mano sinérgica
“El
concepto de bienestar comprende dos elementos principales: sentirse bien y
funcionar bien. Los sentimientos de felicidad, alegría, disfrute, curiosidad y
compromiso son características de alguien que tiene una experiencia positiva de
su vida. Igualmente, importante para el bienestar es nuestro funcionamiento en
el mundo. Experimentar relaciones positivas, tener algo de control sobre la
propia vida y tener un sentido de propósito son atributos importantes de todo
el bienestar.”
(NEF,
New Economics Foundation)
El bienestar responsable también se puede comprender desde dos elementos principales que parecen glocales. Uno, más global y conceptual, que he puesto entre paréntesis. Es esa visión integral de las personas, es decir, física (cuerpo), emocional, social y mental complementado con los principio de interdependencia y eco-dependencia que sugieren un aspecto más espiritual. Por otro lado, otro más cercano y experimental, que es el que sugiere NEF con esas cinco caminos para el bienestar y que todas las personas pueden realizar en cualquier momento.
El bienestar responsable también se puede comprender desde dos elementos principales que parecen glocales. Uno, más global y conceptual, que he puesto entre paréntesis. Es esa visión integral de las personas, es decir, física (cuerpo), emocional, social y mental complementado con los principio de interdependencia y eco-dependencia que sugieren un aspecto más espiritual. Por otro lado, otro más cercano y experimental, que es el que sugiere NEF con esas cinco caminos para el bienestar y que todas las personas pueden realizar en cualquier momento.
Desde
el pensamiento sistémico se dice que el todo es más que la suma de las partes. Estos
cinco elementos, no aislados, sino en conjunción y ejerciéndolos diariamente
nos pueden proporcionar un bienestar responsable en esta vida que nos parece tan paradójica. Así, según las evidencias,
prestar atención y dar potencian nuestro bienestar y bienvivir, mientras que
conectar, mantenerse activo y seguir aprendiendo no sólo potencian el bienestar,
sino que además amortiguan el malestar y malvivir.
De un
modo parecido y sinérgico, Edward de Bono elaboraba aquellos cinco principios para una revolución positiva:
efectividad, aspectos constructivos, respeto, autosuperación y contribución. Todos
ellos formaban un sistema integro que se complementa.
Esos dos
modelos, cinco caminos para el bienestar y la revolución positiva, tienen en común que
parten desde una perspectiva proactiva, preventiva y de largo plazo. Sin
embargo, y tal como nos decía el psicólogo Daniel Khaneman, premio Nobel de
Economía, en su libro “Pensar rápido, pensar despacio”, la
condición humana viene imbricada también con otro modelo que es reactivo,
correctivo y de corto plazo. En general, los hechos y las evidencias de
nuestras crisis personales, sociales y ambientales parecen indicar que en
nuestro pensamiento optamos mayormente por el corto plazo a través de nuestro
instintos y emociones dejando la parte lógica y racional del largo plazo
secuestrada por la primera. Y quizás esta sea una de las principales razones
por la que la mayoría de nuestras proposiciones de principios de año no llegan
a buen puerto. Somos seres humanos más instintivos y emocionales que racionales.
De una
manera parecida, nuestro deseo racional de bienvivir que describimos en este blog requiere
de una perspectiva proactiva, preventiva y con vistas a largo plazo y este, en
general, no se esta dando. Todo lo contrario, los hechos, el malvivir, del cual
se empieza a ser cada vez más consciente, están sacando a la vista ese modelo
más reactivo, correctivo y de corto plazo. Todo esto lo podemos percibir con ese incremento
de las manifestaciones y protestas en las calles por parte de muy variados colectivos.
Desde
mi perspectiva no sé si llegaremos a un bienvivir utópico o a un colapso
catastrófico, pero sí que me parece más claro que si nos queremos aproximar
hacia lo primero son necesarios modelos proactivos, preventivos y de largo
plazo como el explicado en este artículo. Este modelo de las cinco maneras para el bienestar, más bien dirigido a las personas, y otros modelos más colectivos o
sociales son el puente del conjunto de iniciativas minoritarias que ya están funcionando
y describen un cierto bienvivir. Quizás y de manera complementaria, el
despertar de la gente de forma reactiva como estamos viendo a lo largo de esas
manifestaciones y rebeliones por todo el mundo pueda
catalizar un cambio de paradigma. Los primeros, proactivamente, ya están construyendo
las bases de un nuevo sistema y los segundos, reactivamente, pueden derribar el
actual sistema. Ambos se complementan. Sin unos caminos ya transitados, la caída del sistema nos puede encerrar en un gran agujero sin salida. El tiempo nos dirá si fuimos
inteligentes, homo sapiens sapiens, y actuamos con
cierto bienestar responsable.
Finalmente y como manera proactiva, resumo esos cinco caminos que podemos recordar a través de los cinco dedos de la mano. El pulgar, el más poderoso y eficaz que se utiliza para hacer autostop, nos recuerda que contactar con los demás es la forma más eficaz y poderosa de bienestar. El dedo índice nos indica dirección para mantener activo nuestro cuerpo. El dedo medio o corazón, es el más largo, el más importante, que nos hace reflexionar sobre la vida y prestar atención a lo que nos rodea, al aquí y al ahora. El dedo anular, donde normalmente se lleva el anillo, nos compromete a seguir aprendiendo durante toda nuestra vida. Finalmente, el dedo meñique o auricular, nos hace reconocer dos cosas, la importancia de dar, por pequeño que sea, y la importancia de dejar de oír tanto a nuestro ego, a ese narcisismo cultural que nos está envolviendo.
Finalmente y como manera proactiva, resumo esos cinco caminos que podemos recordar a través de los cinco dedos de la mano. El pulgar, el más poderoso y eficaz que se utiliza para hacer autostop, nos recuerda que contactar con los demás es la forma más eficaz y poderosa de bienestar. El dedo índice nos indica dirección para mantener activo nuestro cuerpo. El dedo medio o corazón, es el más largo, el más importante, que nos hace reflexionar sobre la vida y prestar atención a lo que nos rodea, al aquí y al ahora. El dedo anular, donde normalmente se lleva el anillo, nos compromete a seguir aprendiendo durante toda nuestra vida. Finalmente, el dedo meñique o auricular, nos hace reconocer dos cosas, la importancia de dar, por pequeño que sea, y la importancia de dejar de oír tanto a nuestro ego, a ese narcisismo cultural que nos está envolviendo.
¡Qué
empecemos y terminemos con buena mano el nuevo año!
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